Voto joven: Algunos elementos para la intervención en el sistema de preferencias

Por Rubén Weinsteiner



       La identificación, apoyada en el clivaje autenticidad-impostura. Gato no gato, lo autentico y lo artificial.

Los otros son la impostura, los que dicen una cosa pero son otra. Contra eso, se plantea un modelo normativo de autenticidad, sencillez y transparencia. No ser “careta”, no ser “gato”, no ser “trucho”, ser o en realidad parecer verdadero y transparente.
El marco de referencia está afuera de la familia,  pero dentro del círculo tribal, y  esa figura referencial se consolida  por un cualidad específica.  Por ejemplo, el líder de la banda que más le gusta, pero además valida su autoridad con un discurso que se retrolegitima a través de los valores de la tribu,  y los proyecta hacia afuera.

             
La institucionalización de soluciones para problemas no legitimados.  

La política como herramienta de reconocimiento, legitimación y solución de problemas de los cuales los adultos “no se hacen cargo”  dejando a los jóvenes en un limbo.

Por ejemplo hoy,  el déficit habitacional. La casa como primer ordenador social, no es algo a lo que los jóvenes puedan acceder mediante el ahorro. Solo quien tiene padres con dinero puede comprarse  una vivienda.  ¿Cómo se supone que un joven puede comprarse una vivienda?  Instalado socialmente el mandato de formar parejas y familias, sin casa no hay familia, por un lado se plantea un modelo y por el otro se cierran los caminos para construir ese modelo.

Este tipo de situaciones , constituyen  aquellos problemas,  en los cuales  los jóvenes,  sienten que los adultos revelan una desidia banal.
Otro ejemplo:  ¿donde se orina en el espacio público en Buenos Aires, si baños públicos no hay?.
En la calle baños no existen, en los bares solo admiten clientes, lo cual obliga a mucha gente pedir un café para ir a un baño. ¿Donde se supone que orine una persona necesitada de hacerlo, estando en la calle?

El planteo de estas preguntas, la interpelación a los más viejos, y la búsqueda de respuestas conforman la demanda de institucionalización  que  conlleva una legitimación implícita  y demandada de valores, sentimientos, necesidades,  deseos y aspiraciones.


El clivaje prohibido-permitido.

 La tensión entre lo prohibido y lo permitido,  como el consumo de marihuana o el aborto.  O en otras épocas,  desde el divorcio,  hasta circular por el espacio público en pantalones cortos, plantea un  trade off que cliva y  divide la cancha entre los caretas y los propios, porque el joven pone en emergencia conductas “asociales” , que muchos viven y practican subterráneamente.



Es más importante lo que dicen otros jóvenes, dentro o fuera de  la tribu, por afirmación o por negación,  que lo que dicen los padres.

De esta manera gestionan el conflicto entre lo que está bien para los padres y lo que está bien para los pares, y así de esa manera,  responder a dos expectativas diferenciadas.

El súper yo y  la constitución del yo plasmados en  la contradicción de las construcción de las decisiones,  tiende a profundizar el conflicto. Esta contradicción genera tensiones interesantes en la conducta,  y en los mecanismos decisorios.
Si los jóvenes cumplen con lo que está bien para los padres, incumplen con lo que está bien para los pares y viceversa. “No tomes, no entables relación con gente peligrosa, estudiá mucho” consejos sobre la vida sexual,  las relaciones, el trabajo y finalmente la política.


El reconocimiento de la cultura que viene, más que como una contracultura.

Los jóvenes barometrizan el cambio, lo que hoy está no aceptado  o mal visto y mañana será normal.  Por eso   demandan  él cambio y lo anclan en el límite de lo socialmente aceptado.

La demanda implícita es  que sea aceptado lo  inaceptable dentro de las condiciones objetivas,  pero que como dice la marcha de la bronca de Pedro y Pablo,  “haré de cualquier modo” .


Planteo de luchas contra enemigos poderosos, con final abierto.
 
Muchos plantean que la 125 fue el ADN del Kirchnerismo.  Como esta batalla,  se trata de luchas difíciles,  enmarcadas en la épica de quien se sabe más débil y por lo tanto debe revelar mística, valor y coraje para dar una batalla, a priori perdida, pero decisiva e ineludible.
El enfrentamiento contra  poderes hasta el momento “intocables” e “invulnerables”,  le otorga vitalidad y dinamismo, al vínculo,  entre una fuerza y los jóvenes
Ese final abierto, esa asimetría desfavorable,  indignan, emocionan, convocan y construyen la bronca originaria y movilizadora  y la alegría de la acción y compromiso colectivos.

Nuevos formatos  de participación política.

Twitter, Facebook y  las herramientas 2.0 y 3.0,  donde los jóvenes juegan de local, como nativos digitales, frente a migrantes digitales como sus padres, maestros y profesores, para desplegar nuevas formas de adhesión, militancia y compromiso.  La posibilidad de generar acciones,  publicar, interactuar, militar,  comunicar y llegar en forma simétrica a cualquier persona, segmento, audiencia u estamento.

 Rubén Weinsteiner


Voto joven: nuevos paradigmas, nuevos escenarios

¨Por Rubén Weinsteiner para ADN

Con el voto a los 16 años se incorporan 1,2 millones de nuevos votantes al padrón nacional. En el nuevo escenario el 36% de los votantes tiene menos de 30 años, lo que llamamos voto joven.
Obteniendo una victoria del 50% en este segmento se obtendrían 18 puntos en el total nacional, lo que junto a un despliegue moderado en el resto de los segmentos se construiría una ventaja indescontable en cualquier escenario.

En las elecciones de 2008, Obama derrotó a Mc Cain 52,9 % a 45,7, la diferencia que le permitió compensar derrotas en segmentos importantes y construir esos 7 puntos fue el 68% de apoyo entre los menores de 30 años.
En las elecciones de 2012 volvió a conseguir una importante ventaja en ese segmento frente a Mitt Romney, quedandosé con el 60% de los votos sub 30, y también ahí construyó la diferencia que le permitió consolidar su victoria .
Tanto es así que Obama alcanzó los diferenciales mayores en el segmento joven y de esa manera consiguió la victoria en cuatro de los estados clave por la cantidad de electores para el colegio electoral que asignan, sin los que no hubiera alcanzado la presidencia: Florida, Ohio, Pennsylvania y Virginia.

En la provincia de Buenos Aires, cada año son 250.000 los chicos que hacen el cambio de documento al cumplir los 16 años. En Córdoba 112.000 jóvenes estarán en condiciones de votar a partir de la nueva ley. En Santa Fe un total de 107.433, en Mendoza 64.000 jóvenes, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, unos 62.000 jóvenes. En Santiago del Estero 57.000, en Chaco se incorporarán 49.302, en Entre Ríos 46.500, en Tucumán 56.000, en Salta 50.000, en Misiones 30.000 jóvenes. En Formosa no hay información oficial, pero serían 27.000.

El voto jóven recrea mecanismos de tensión joven-adulto y esta tensión se focaliza desde lo emotivo en el planteo y posible enrolamiento en conflictos y luchas contra poderes importantes y con final abierto.

Desde lo funcional la acumulación en términos de preferencias en este segmento se apoya en 2 clivajes específicos:

a)prohibido-permitido
b) institucionalizado-desinstitucionalizado

El joven pone en emergencia conductas “asociales” que muchos viven y practican subterráneamente; constituyendo "lo que viene", "la próxima cultura"  más que una contracultura.
Los jóvenes barometrizan el cambio, por eso lo demandan, y el cambio lo anclan en el límite de lo que la ley habilita y lo que prohíbe.

La demanda implícita es permitir lo que está prohibido pero como dice la marcha de la bronca de Pedro y Pablo “haré de cualquier modo” .
La otra demanda fundamental de este segmento es la institucionalización de soluciones. Esta institucionalización conlleva una legitimación implícita demandada, de valores, sentimientos, necesidades, etc.

El segmento demanda ocupar el imaginario de la clase política.  A este segmento  el discurso de los de 50 les resulta ajeno emocionalmente, lento conceptualmente y aburrido discursivamente, pero la zona donde la brecha mas se profundiza, es en la credibilidad, los jóvenes no le creen a los mayores.

Esa linealidad de las series de los setenta y ochenta donde todo está demasiado claro, lo bueno, lo malo, los buenos y los malos,  lo que está bien y lo que está mal, no resulta creíble en este segmento. Esa unidimensionalidad bajada al discurso resulta inverosímil, “careta”, y sus emisores “truchos y gatos”.

Desde la emergencia, la organización del debate para el segmento se da en torno al clivaje “gato”-autentico. Los otros son la impostura, los que dicen una cosa pero son otra, contra eso, se plantea un modelo normativo de autenticidad, sencillez y transparencia.
No ser “careta”, no ser “gato”, no ser “trucho”, ser o en realidad parecer verdadero, transparente. El marco de referencia está afuera pero dentro del círculo tribal, esa figura referencial emerge por un cualidad específica, ser por ejemplo, el líder de la banda que más le gusta, pero además validar su autoridad con un discurso que se retrolegitime con los valores de la tribu,  de autenticidad,  y los proyecte hacia afuera.

Las experiencias de voto a los 16 en los diferentes países donde se habilitó ese derecho, marcan tasas de voto altas, los jóvenes “quieren usar la credencial”, son votantes comprometidos y convencidos, despegan y con facilidad del mandato de voto familiar. Demandan convocatorias a enfrentar y forzar, reconocimiento legitimación e institucionalización. Satisfacer deseos antes que necesidades. Es un voto emocional, complejo inteligente y definitorio en cualquier elección.

Rubén Weinsteiner

Merkel: lenguaje no verbal


Los desafíos de la oposición


El predominio cuasihegemónico de la coalición de gobierno peronista liderada por el kirchnerismo, está respaldado en la fragmentación del resto de la oferta electoral. Si los sumáramos, encontraríamos que el peronismo disidente, el radicalismo, el PRO y el FAP obtienen muchos votos. De esa hipótesis aritmética nace el colectivo, más virtual que tangible, de "la oposición". Que puede converger en alguna declaración puntual, como el rechazo a una eventual reforma constitucional o, ahora, al acuerdo con Irán para permitir que la justicia interrogue a los acusados por la masacre de la AMIA. Sin embargo, estos cuatro partidos no pueden realizar una alianza electoral para enfrentar en conjunto al oficialismo.
El motivo de esta imposibilidad va más allá de las diferencias ideológicas. Que existen, pero no son tan profundas como para impedir un acuerdo. En la historia internacional de las coaliciones, hay casos de partidos con distancias ideológicas aún mayores que las que separan a opositores argentinos, que se sobrepusieron a ellas y lograron gobernar. La causa principal está en la política distrital. En ese nivel, que es el corazón de la política argentina, las diferencias se ven mucho más claramente. En Córdoba, por obvias razones de competencia política, es imposible una alianza entre Juez, De la Sota y Aguad, así como en Santa Fe es impensable una coalición entre Binner, Reutemann y Del Sel, o en la Ciudad una entre Macri y Solanas. 

A esta limitación, casi insalvable, que propone la competencia distrital, se le agrega otra, para empeorar las cosas: el empate a nivel nacional. Los cuatro, FAP, UCR, PRO y peronismo disidente, tiene más o menos el mismo volumen y poderío político-electoral. Esto pudimos verlo en las elecciones de 2011, y es lo que muestra cualquier evaluación preliminar de fuerzas. Los cuatro cuentan con un partido de alcance territorial limitado y un presidenciable (hoy serían Binner, Cobos, Macri y De la Sota, respectivamente). Y, en general, hacen pie en solo uno de los distritos importantes, como es el caso del FAP en Santa Fe, del peronismo disidente en Córdoba y del PRO en la Capital; por su parte, la UCR opositora, aunque no gobierna ninguna provincia, lo compensa con su influencia en Mendoza, Córdoba Capital y municipios clave, y con una implantación nacional algo mayor que la de los otros tres partidos. Todos ellos, en definitiva, están en un nivel parejo, y por ende ninguno está en condiciones de reclamar el liderazgo del voto opositor. 
Pero precisamente, la forma más sencilla de superar este entramado imposible que plantea la competencia intraopositora, es el liderazgo. Ni el "diálogo" -palabra que, en general, no significa mucho- ni los buenos oficios resuelven un empate. Uno de ellos tiene que fortalecerse, superar a los otros tres, e imponer las condiciones en una negociación. 
Para picar en punta y adquirir el liderazgo, uno de estos cuatro partidos tiene que ganar dos de los cuatro distritos que hoy balcanizan insalvablemente a la oposición. Si en las elecciones de 2011 el FAP, además de retener Santa Fe con la candidatura exitosa de Antonio Bonfatti, hubiera ganado Córdoba con Luis Juez, hoy no habría discusión: el liderazgo de la oposición estaría en manos del FAP. De la misma forma, el PRO podría alcanzar esta posición si el humorista Miguel Del Sel ganase la gobernación de Santa Fe, o por caso la UCR si, además de ganar en Mendoza, recuperase Córdoba. En suma: el partido opositor que logre el predominio electoral en dos distritos grandes, ostentará a partir de este año la capacidad necesaria para coordinar electoralmente a la oposición.

Voto joven: cambio de paradigmas determinante

Por Rubén Weinsteiner para EL PAÍS

Con el voto a los 16 años se incorporan 1,2 millones de nuevos votantes al padrón nacional. En el nuevo escenario el 36% de los votantes tiene menos de 30 años, lo que llamamos voto joven.
Obteniendo una victoria del 50% en este segmento se obtendrían 18 puntos en el total nacional, lo que junto a un despliegue moderado en el resto de los segmentos se construiría una ventaja indescontable en cualquier escenario.

En las elecciones de 2008, Obama derrotó a Mc Cain 52,9 % a 45,7, la diferencia que le permitió compensar derrotas en segmentos importantes y construir esos 7 puntos fue el 68% de apoyo entre los menores de 30 años.
En las elecciones de 2012 volvió a conseguir una importante ventaja en ese segmento frente a Mitt Romney, quedandosé con el 60% de los votos sub 30, y también ahí construyó la diferencia que le permitió consolidar su victoria .
Tanto es así que Obama alcanzó los diferenciales mayores en el segmento joven y de esa manera consiguió la victoria en cuatro de los estados clave por la cantidad de electores para el colegio electoral que asignan, sin los que no hubiera alcanzado la presidencia: Florida, Ohio, Pennsylvania y Virginia.

En la provincia de Buenos Aires, cada año son 250.000 los chicos que hacen el cambio de documento al cumplir los 16 años. En Córdoba 112.000 jóvenes estarán en condiciones de votar a partir de la nueva ley. En Santa Fe un total de 107.433, en Mendoza 64.000 jóvenes, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, unos 62.000 jóvenes. En Santiago del Estero 57.000, en Chaco se incorporarán 49.302, en Entre Ríos 46.500, en Tucumán 56.000, en Salta 50.000, en Misiones 30.000 jóvenes. En Formosa no hay información oficial, pero serían 27.000.

 El voto jóven recrea mecanismos de tensión joven-adulto y esta tensión se focaliza desde lo emotivo en el planteo y posible enrolamiento en conflictos y luchas contra poderes importantes y con final abierto.

Desde lo funcional la acumulación en términos de preferencias en este segmento se apoya en 2 clivajes específicos:

a)prohibido-permitido
b) institucionalizado-desinstitucionalizado

El joven pone en emergencia conductas “asociales” que muchos viven y practican subterráneamente; constituyendo "lo que viene", "la próxima cultura"  más que una contracultura.
Los jóvenes barometrizan el cambio, por eso lo demandan, y el cambio lo anclan en el límite de lo que la ley habilita y lo que prohíbe.

La demanda implícita es permitir lo que está prohibido pero como dice la marcha de la bronca de Pedro y Pablo “haré de cualquier modo” .
La otra demanda fundamental de este segmento es la institucionalización de soluciones. Esta institucionalización conlleva una legitimación implícita demandada, de valores, sentimientos, necesidades, etc.

El segmento demanda ocupar el imaginario de la clase política.  A este segmento  el discurso de los de 50 les resulta ajeno emocionalmente, lento conceptualmente y aburrido discursivamente, pero la zona donde la brecha mas se profundiza, es en la credibilidad, los jóvenes no le creen a los mayores.

Esa linealidad de las series de los setenta y ochenta donde todo está demasiado claro, lo bueno, lo malo, los buenos y los malos,  lo que está bien y lo que está mal, no resulta creíble en este segmento. Esa unidimensionalidad bajada al discurso resulta inverosímil, “careta”, y sus emisores “truchos y gatos”.

Desde la emergencia, la organización del debate para el segmento se da en torno al clivaje “gato”-autentico. Los otros son la impostura, los que dicen una cosa pero son otra, contra eso, se plantea un modelo normativo de autenticidad, sencillez y transparencia.
No ser “careta”, no ser “gato”, no ser “trucho”, ser o en realidad parecer verdadero, transparente. El marco de referencia está afuera pero dentro del círculo tribal, esa figura referencial emerge por un cualidad específica, ser por ejemplo, el líder de la banda que más le gusta, pero además validar su autoridad con un discurso que se retrolegitime con los valores de la tribu,  de autenticidad,  y los proyecte hacia afuera.

Las experiencias de voto a los 16 en los diferentes países donde se habilitó ese derecho, marcan tasas de voto altas, los jóvenes “quieren usar la credencial”, son votantes comprometidos y convencidos, despegan y con facilidad del mandato de voto familiar. Demandan convocatorias a enfrentar y forzar, reconocimiento legitimación e institucionalización. Satisfacer deseos antes que necesidades. Es un voto emocional, complejo inteligente y definitorio en cualquier elección.

Un error de Binner en Twitter se convirtió en trending topic mundial

El ex gobernador de Santa Fe socialista, Hermes Binner, tuvo un desliz en Twitter que se convirtió en tendencia mundial. A las 16:39 hs desde su cuenta @HermesBinner escribió -por error- Obvñzfhnhxds, un tuit que minutos más tarde comenzó a viralizarse entre todos aquellos que lo vieron publicando.
Aunque la publicación fue borrada de la cuenta, miles de usuarios la convirtieron en hashtag y comenzaron a viralizarla con bromas, ironías y comentarios políticos sobre el Frente Amplio Progresista y el Gobierno. Esta tendencia escaló posiciones y se convirtió hoy en trending topic (palabras o frases más repetidas en un momento concreto en Twitter) de Argentina y llegó a ocupar la tercera posición a nivel mundial.


#Obvñzfhnhxds

El hashtag fue tercer trending topic mundial y primero en Argentina
  1. Errar es humano, perdonar es divino. Gracias por estar tan atentos #Obvñzfhnhxds
  2. Nuevamente hay tres posiciones en el FAP. Respecto a #Obvñzfhnhxds, un sector apoya, otro se opone y una tercera línea se agarra la cabeza
  3. Tratados de Comunicación 2.0 y con un #Obvñzfhnhxds surge la Hermes-néutica.
  4. No sé qué es peor: si Binner con su #obvñzfhnhxds, o cuando Cristina se hace la cheta y mezcla palabras en inglés.
  5. No la dejes ir, no la dejes ir - Por qué? - Te lo digo yo - Quién es? - #Obvñzfhnhxds y se va sin decir adiós.
  6. Psicólogos afirman que escribir tuits sobre #Obvñzfhnhxds es más adictivo que jugar al Candy Crush

Twitter vs. Facebook por la TV

Una de las muchas batallas entre los grandes de las redes sociales enfrenta en esta ocasión a Facebook y Twitter por el control de la llamada segunda pantalla de televisión. Aunque en la actualidad Twitter se encuentra en una posición preferente, y ha hecho de esta actividad una de sus principales prioridades, como hemos podido comprobar recientemente por su compra de Bluefin Labs, la empresa de análisis social de televisión. Twitter, gracias a esta adquisición, va a poder utilizar los datos de Bluefin a agencias y empresas para que puedan conocer mejor cómo están funcionando en los social media.

Para muchos analistas y expertos, Twitter y sus hashtags son ya algo inseparable de la televisión.

Cuando vemos algunos de los programas de televisión, que pretenden interactuar en tiempo real con su público, podemos llegar a afirmar que la única red social presente es Twitter.

Pero Facebook no quiere quedarse atrás y hacer valer su músculo. Dan Rose, quien dentro de Facebook se encarga de los acuerdos con los medios, durante el desarrollo de la conferencia de All Things D que ha tenido lugar en Laguna Niguel (California, EE.UU.), ha hecho públicos unos datos del papel desempeñado por Facebook durante la Super Bowl de este año 2013. Según la información de Rose, la competición consiguió en la red 54 millones de menciones.

Este dato de Facebook hay que compararlo con los 24,1 millones de tweets durante la celebración de la SuperBowl, sin contar con los millones que sobre ese evento se enviaron antes y después.

Para muchos analistas, la batalla para Facebook no va a ser fácil, sobre todo si se tiene en cuenta el número de anuncios que incluyeron menciones de una u otra red. Además, el anuncio de Oreo vía Twitter durante la avería eléctrica en el estado, ha sido un punto demoledor, demostrando las posibilidades que la plataforma puede ofrecer a los anunciantes durante un momento determinado en tiempo real.

Sin embargo, Rose argumentó que Facebook cuenta también con Instagram, que también está adquiriendo su peso como segunda pantalla para los espectadores de televisión. Como muestra aportó la cifra de más de 600.000 imágenes etiquetadas con el hashtag #nemo durante la tormenta que azotó recientemente la costa este norteamericana.

Otro de los argumentos de Rose a favor de Twitter fue el del hecho de que muchos usuarios deciden qué ver en televisión gracias a las recomendaciones de sus amigos en Facebook.

Los avances de Twitter para la conquista de la televisión

Recientemente Twitter llegaba a un acuerdo con Nielsen para crear el Nielsen Twitter Rating TV, que estará disponible para la temporada de televisión de otoño de este año 2013.

La relación entre Twitter y televisión es de una gran simbiosis. Los usuarios de Twitter están encantados con poder escribir sobre lo que está pasando en la pequeña pantalla, y a los espectadores parece gustarles leer la opinión de otros sobre esos mismos programas.

Datos de países como Reino Unido confirman esta estrecha relación. De los 10 millones de usuarios activos, el 60% utilizan Twitter mientras ven televisión. El 90% de los conversaciones online sobre televisión tienen lugar en esta plataforma, y a la que se accede en un 80% a través de dispositivos móviles.

Facebook también demuestra su influencia en la televisión social

No todos los informes favoren a la red social de micrologging. En este sentido, el estudio realizado por Nielsen para la CTAM situaba a Facebook como la red social preferida para publicar sus comentarios y opiniones sobre el programa que están viendo en televisión (46%), seguida por Twitter (14%) y los propios sitios web de los programas (9%) o los foros (8%). Los jóvenes de entre 18 y 34 años constituyen el grupo de edad más activo, como cabía esperar.

Al margen de los resultados dispares de los diferentes estudios, lo que es una realidad es que esta nueva forma de consumir contenido televisivo sin lugar a dudas está dando un nuevo impulso a este medio. Además, las cadenas televisivas tienen información en tiempo real sobre qué opinan los usuarios del programa que están emitiendo, lo que les puede ser muy útil a la hora de diseñar su programación.Esta nueva forma de consumir contenido televisivo sin lugar a dudas está dando un nuevo impulso a este medio. Además, las cadenas televisivas tienen información en tiempo real sobre qué opinan los usuarios del programa que están emitiendo, lo que les puede ser muy útil a la hora de diseñar su programación.