Fidelización en la Web

La Web es a la vez un mundo de sorpresas y desilusiones, es como navegar en un mar lleno de basura, contaminado, encontrando sólo a veces corales y perlas. En este artículo abordamos el problema de las premisas básicas para diseñar buenos sitios Web. Según Jakob Nielsen [Nielsen 1999], la Web tuvo su propio problema del año 2000, producto de su tamaño y rapidez de crecimiento. A esto debemos agregarle la dinamicidad de la Web, debido a la cual más de la mitad de la páginas han sido cambiadas o creadas en los últimos seis meses. A continuación extrapolamos el ejemplo de Nielsen en 1998. Hasta las estimaciones menos exageradas indican que el año 2003 el número de sitios Web llegará a los 100 millones. Esto significa que hay que diseñar tantos sitios como los que ahora hay en la Web en los próximos 12 meses. Si tomamos en cuenta que hay a lo más 200 mil profesionales (de verdad) en interfaces de usuario (IU) y diseño de Webs en el mundo, esto indica que cada uno de ellos debería diseñar aproximadamente 5 sitios por semana. Por supuesto que esto no ocurrirá y por lo tanto hay tres posibles soluciones:

que sea posible diseñar sitios razonables sin ser experto en IUs;
capacitar más gente en buen diseño de Web; y
vivir con sitios mal diseñados que son difíciles de usar.
De acuerdo a Nielsen, la última opción es inaceptable, pues en ese caso la Web dejará de ser usable y por lo tanto menos popular. Sin embargo esto es lo que ocurre en la gran mayoría de los sitios.
En varias ocasiones, en la vida real, las personas se ven dentro de ambientes desorganizados, donde las opciones de navegación dentro del lugar no son claras. Hablando hipotéticamente, si un comprador se viera en la necesidad de adquirir algunos productos y tuviera ante si la opción de hacerlo en un ambiente desorganizado y lleno de situaciones que impidieran que realizara su propósito, y su otra opción fuera completar su compra en un lugar donde el usuario fuera siempre la prioridad y todo en el local estuviera para servirle a esa persona, ¿dónde compraría este usuario? Lo más seguro es que lo haría en el último lugar que se mencionó.

En el caso anterior estamos hablando de una tienda física, pero si hacemos algunos ajustes al escenario y nos trasladamos a la web, es muy probable que reconozcamos algunos sitios de comercio electrónico que ejemplifiquen ambos extremos¿Cuántas veces nos hemos enfrentado a sitios web con una pobre organización, con un soporte de ayuda pésimo, dificil de ubicar -al sitio- y dificil de hallar las cosas que queremos en él? Seguramente muchas veces, pues desafortunadamente parece que una gran cantidad de sitios web hacen todo lo posible porque el usuario no logre de una manera fácil las metas que se propone cuando decide visitar dicho lugar. Y esto no se limita en lo absoluto a sitios de comercio electrónico. El problema se extiende a todas las áreas del conocimiento humano representadas en la Web.

La elaboración misma de una página web es de hecho un proceso bastante simple. El lenguaje en el que están basadas la gran mayoría de los documentos en la Web es el HTML, la lingua franca del World Wide Web. Este es un lenguaje bastante simple de usar, pero incluso para crear un documento en HTML no es necesario saber el lenguaje mismo. Existen una gran cantidad de herramientas, algunas más sofisticadas que otras, que nos permiten escribir un documento listo para publicar en la web. En particular, las herramientas del tipo WYSIWIG (What You See Is What You Get, lo que ves es lo que obtienes) para generar HTML están bastante diseminadas, e incluso los procesadores de texto más populares (MS Word, WordPerfect, StarWriter, por nombrar a algunos) dan la opción de guardar los archivos directamente en HTML. Algunos de estos editores incluso tienen un wizard que ayuda a publicar el documento en la Web.

Diseñar sitios pequeños en forma razonable puede lograrse en base a moldes que pueden proveer las herramientas de edición de páginas HTML. También se pueden tener convenciones acerca de algunas decisiones de diseño básicas, como la ubicación de algún logo o la interacción inicial. Estas convenciones deben ser decididas por la comunidad y no por grandes compañías, para evitar el problema de diseños propietarios, algo que lamentablemente ya existe en las interfaces gráficas básicas.

Sin embargo, todas estas facilidades para la creación de páginas web no se ha traducido en una mejora en cuánto a la experiencia del usuario. La cantidad de sitios web es inmensa, pero sólo un pequeño porcentaje de ellos han seguido normativas para conseguir que la información que ofrecen sea fácilmente accesible, permitiendo al usuario que logre sus objetivos. Básicamente los sitios no son usables ya que presentan problemas de usabilidad.
La usabilidad es un concepto que engloba a una serie de métricas y métodos que buscan hacer que un sistema sea fácil de usar y de aprender. Al hablar de sistema la referencia se hace a cualquier dispositivo que tenga que ser operado por un usuario. En esta categoría caen los sitios web, aplicaciones de software, hardware, etc.
Siguiendo a Nielsen, capacitar a mucha gente es difícil de lograr, pero al menos sería bueno saber las reglas mínimas para diseñar un buen sitio Web. Las reglas más importantes están basadas en el sentido común, el cual como sabemos es el menos común de los sentidos. Ellas se refieren tanto al contenido como a la forma (presentación) del sitio. ¿Qué es más importante, la forma o el contenido? Por supuesto que el contenido dirán ustedes, pero en realidad no importa si no podemos llegar a él. Es decir un sitio es usable, sólo si lo podemos encontrar. ¿Como podemos encontrar un sitio? Hay tres formas principales:

Directa: conocemos la dirección del sitio ya sea por publicidad en medios de comunicación tradicionales o por medio de otra persona.
Navegando: para esto deben haber enlaces al sitio, ya sea mediante publicidad en Internet o por otras razones.
Usando un buscador: para esto el buscador debe haber previamente encontrado el sitio.
La primera forma es cara si usamos publicidad o lenta si esperamos a que las personas pasen la buena nueva. La segunda forma es la natural, pero sólo llegaremos a los sitios con más recursos o que son populares. La tercera opción es la más sencilla y además es casi la única para sitios nuevos o sitios pequeños. Al concepto de estar en la Web y poder ser encontrado y visto lo llamamos ubicuidad. Ubicuidad tiene dos partes: el poder encontrar el sitio, que llamamos buscabilidad. Para usar un sitio Web despues de encontrarlo, hay que poder verlo. Al concepto de poder ver un sitio lo llamamos visibilidad.
Finalmente podremos usarlo. Es decir, hay un orden temporal causal y cada paso puede tener la misma importancia, pero sin el primero no tenemos el segundo y sin el segundo el tercero. La usabilidad tiene, como ya mencionamos, tiene dos aspectos centrales: el contenido y la estética (la forma, el diseño gráfico), aunque la visibilidad también afecta la usabilidad. Su sitio debe tener algún interés si la persona ha llegado hasta aquí. Por lo tanto el contenido debe tener elementos legibles y comprensibles, y coherencia de la navegación y de la funcionalidad en todas las páginas. La semántica del contenido debe responder a la pregunta ¿cuál es mi audiencia objetivo?. ¿Es su prosa asequible a todo el mundo? ¿Es el idioma usado una barrera para sus clientes? Su diseño debe ser estético pero sin sacrificar los puntos anteriores. Esto significa cosas obvias como no usar fondos que afecten la legibilidad o recargar la página con elementos distractivos. El diseño debe ser elegante y simple, como en Google, pero también puede ser feo y funcional como Yahoo.

Aún no entendemos los sitios que tienen en su portada una presentación Flash (y con música). Ciertamente son bonitos, pero sólo enfatizan lo visual, mientras el contenido, que debiera ser lo más importante, pasa a segundo plano. ¿Han visto el diseño de Yahoo!? Es simple, tal vez demasiado, casi feo. ¿Porqué no hay más imágenes? La respuesta debiera ser obvia: es el sitio más visitado del planeta y debe ser rápido, muy rápido (centésimas de segundo), de otro modo no serviría. ¿Se imaginan Yahoo! con una presentación Flash? Ya habría salido del mercado. El balance entre contenido y presentación es vital, pero al final el contenido es lo importante. La interfaz no debe ser una barrera para poder entender el contenido. Texto o imágenes animadas sólo distraen y no aportan contenido. ¡Un sitio Web no es el lugar para que un programador demuestre cuán bien domina Java o el último software de diseño gráfico!. Recuerde además que la mayoría de los usuarios no lo lee todo, sino que hace una lectura rápida, seleccionando texto o enlaces destacados.

Su sitio ha sido visto, ¿pero volverá esta persona a él? Para eso debe tener algún contenido o servicio que se necesite en forma periódica, que sea adictivo en el buen sentido de la palabra y que genere una comunidad virtual de personas con intereses comunes. La usabilidad de un sitio genera lo más importante: que la persona vuelva, es decir genera fidelidad. Éste es el desafío más difícil, el de la seducción permanente, aunque algunas personas postulan que pueden haber sitios que subsisten en base muchas visitas únicas.

Fidelización en la Web

La Web es a la vez un mundo de sorpresas y desilusiones, es como navegar en un mar lleno de basura, contaminado, encontrando sólo a veces corales y perlas. En este artículo abordamos el problema de las premisas básicas para diseñar buenos sitios Web. Según Jakob Nielsen [Nielsen 1999], la Web tuvo su propio problema del año 2000, producto de su tamaño y rapidez de crecimiento. A esto debemos agregarle la dinamicidad de la Web, debido a la cual más de la mitad de la páginas han sido cambiadas o creadas en los últimos seis meses. A continuación extrapolamos el ejemplo de Nielsen en 1998. Hasta las estimaciones menos exageradas indican que el año 2003 el número de sitios Web llegará a los 100 millones. Esto significa que hay que diseñar tantos sitios como los que ahora hay en la Web en los próximos 12 meses. Si tomamos en cuenta que hay a lo más 200 mil profesionales (de verdad) en interfaces de usuario (IU) y diseño de Webs en el mundo, esto indica que cada uno de ellos debería diseñar aproximadamente 5 sitios por semana. Por supuesto que esto no ocurrirá y por lo tanto hay tres posibles soluciones:

que sea posible diseñar sitios razonables sin ser experto en IUs;
capacitar más gente en buen diseño de Web; y
vivir con sitios mal diseñados que son difíciles de usar.
De acuerdo a Nielsen, la última opción es inaceptable, pues en ese caso la Web dejará de ser usable y por lo tanto menos popular. Sin embargo esto es lo que ocurre en la gran mayoría de los sitios.
En varias ocasiones, en la vida real, las personas se ven dentro de ambientes desorganizados, donde las opciones de navegación dentro del lugar no son claras. Hablando hipotéticamente, si un comprador se viera en la necesidad de adquirir algunos productos y tuviera ante si la opción de hacerlo en un ambiente desorganizado y lleno de situaciones que impidieran que realizara su propósito, y su otra opción fuera completar su compra en un lugar donde el usuario fuera siempre la prioridad y todo en el local estuviera para servirle a esa persona, ¿dónde compraría este usuario? Lo más seguro es que lo haría en el último lugar que se mencionó.

En el caso anterior estamos hablando de una tienda física, pero si hacemos algunos ajustes al escenario y nos trasladamos a la web, es muy probable que reconozcamos algunos sitios de comercio electrónico que ejemplifiquen ambos extremos¿Cuántas veces nos hemos enfrentado a sitios web con una pobre organización, con un soporte de ayuda pésimo, dificil de ubicar -al sitio- y dificil de hallar las cosas que queremos en él? Seguramente muchas veces, pues desafortunadamente parece que una gran cantidad de sitios web hacen todo lo posible porque el usuario no logre de una manera fácil las metas que se propone cuando decide visitar dicho lugar. Y esto no se limita en lo absoluto a sitios de comercio electrónico. El problema se extiende a todas las áreas del conocimiento humano representadas en la Web.

La elaboración misma de una página web es de hecho un proceso bastante simple. El lenguaje en el que están basadas la gran mayoría de los documentos en la Web es el HTML, la lingua franca del World Wide Web. Este es un lenguaje bastante simple de usar, pero incluso para crear un documento en HTML no es necesario saber el lenguaje mismo. Existen una gran cantidad de herramientas, algunas más sofisticadas que otras, que nos permiten escribir un documento listo para publicar en la web. En particular, las herramientas del tipo WYSIWIG (What You See Is What You Get, lo que ves es lo que obtienes) para generar HTML están bastante diseminadas, e incluso los procesadores de texto más populares (MS Word, WordPerfect, StarWriter, por nombrar a algunos) dan la opción de guardar los archivos directamente en HTML. Algunos de estos editores incluso tienen un wizard que ayuda a publicar el documento en la Web.

Diseñar sitios pequeños en forma razonable puede lograrse en base a moldes que pueden proveer las herramientas de edición de páginas HTML. También se pueden tener convenciones acerca de algunas decisiones de diseño básicas, como la ubicación de algún logo o la interacción inicial. Estas convenciones deben ser decididas por la comunidad y no por grandes compañías, para evitar el problema de diseños propietarios, algo que lamentablemente ya existe en las interfaces gráficas básicas.

Sin embargo, todas estas facilidades para la creación de páginas web no se ha traducido en una mejora en cuánto a la experiencia del usuario. La cantidad de sitios web es inmensa, pero sólo un pequeño porcentaje de ellos han seguido normativas para conseguir que la información que ofrecen sea fácilmente accesible, permitiendo al usuario que logre sus objetivos. Básicamente los sitios no son usables ya que presentan problemas de usabilidad.
La usabilidad es un concepto que engloba a una serie de métricas y métodos que buscan hacer que un sistema sea fácil de usar y de aprender. Al hablar de sistema la referencia se hace a cualquier dispositivo que tenga que ser operado por un usuario. En esta categoría caen los sitios web, aplicaciones de software, hardware, etc.
Siguiendo a Nielsen, capacitar a mucha gente es difícil de lograr, pero al menos sería bueno saber las reglas mínimas para diseñar un buen sitio Web. Las reglas más importantes están basadas en el sentido común, el cual como sabemos es el menos común de los sentidos. Ellas se refieren tanto al contenido como a la forma (presentación) del sitio. ¿Qué es más importante, la forma o el contenido? Por supuesto que el contenido dirán ustedes, pero en realidad no importa si no podemos llegar a él. Es decir un sitio es usable, sólo si lo podemos encontrar. ¿Como podemos encontrar un sitio? Hay tres formas principales:

Directa: conocemos la dirección del sitio ya sea por publicidad en medios de comunicación tradicionales o por medio de otra persona.
Navegando: para esto deben haber enlaces al sitio, ya sea mediante publicidad en Internet o por otras razones.
Usando un buscador: para esto el buscador debe haber previamente encontrado el sitio.
La primera forma es cara si usamos publicidad o lenta si esperamos a que las personas pasen la buena nueva. La segunda forma es la natural, pero sólo llegaremos a los sitios con más recursos o que son populares. La tercera opción es la más sencilla y además es casi la única para sitios nuevos o sitios pequeños. Al concepto de estar en la Web y poder ser encontrado y visto lo llamamos ubicuidad. Ubicuidad tiene dos partes: el poder encontrar el sitio, que llamamos buscabilidad. Para usar un sitio Web despues de encontrarlo, hay que poder verlo. Al concepto de poder ver un sitio lo llamamos visibilidad.
Finalmente podremos usarlo. Es decir, hay un orden temporal causal y cada paso puede tener la misma importancia, pero sin el primero no tenemos el segundo y sin el segundo el tercero. La usabilidad tiene, como ya mencionamos, tiene dos aspectos centrales: el contenido y la estética (la forma, el diseño gráfico), aunque la visibilidad también afecta la usabilidad. Su sitio debe tener algún interés si la persona ha llegado hasta aquí. Por lo tanto el contenido debe tener elementos legibles y comprensibles, y coherencia de la navegación y de la funcionalidad en todas las páginas. La semántica del contenido debe responder a la pregunta ¿cuál es mi audiencia objetivo?. ¿Es su prosa asequible a todo el mundo? ¿Es el idioma usado una barrera para sus clientes? Su diseño debe ser estético pero sin sacrificar los puntos anteriores. Esto significa cosas obvias como no usar fondos que afecten la legibilidad o recargar la página con elementos distractivos. El diseño debe ser elegante y simple, como en Google, pero también puede ser feo y funcional como Yahoo.

Aún no entendemos los sitios que tienen en su portada una presentación Flash (y con música). Ciertamente son bonitos, pero sólo enfatizan lo visual, mientras el contenido, que debiera ser lo más importante, pasa a segundo plano. ¿Han visto el diseño de Yahoo!? Es simple, tal vez demasiado, casi feo. ¿Porqué no hay más imágenes? La respuesta debiera ser obvia: es el sitio más visitado del planeta y debe ser rápido, muy rápido (centésimas de segundo), de otro modo no serviría. ¿Se imaginan Yahoo! con una presentación Flash? Ya habría salido del mercado. El balance entre contenido y presentación es vital, pero al final el contenido es lo importante. La interfaz no debe ser una barrera para poder entender el contenido. Texto o imágenes animadas sólo distraen y no aportan contenido. ¡Un sitio Web no es el lugar para que un programador demuestre cuán bien domina Java o el último software de diseño gráfico!. Recuerde además que la mayoría de los usuarios no lo lee todo, sino que hace una lectura rápida, seleccionando texto o enlaces destacados.

Su sitio ha sido visto, ¿pero volverá esta persona a él? Para eso debe tener algún contenido o servicio que se necesite en forma periódica, que sea adictivo en el buen sentido de la palabra y que genere una comunidad virtual de personas con intereses comunes. La usabilidad de un sitio genera lo más importante: que la persona vuelva, es decir genera fidelidad. Éste es el desafío más difícil, el de la seducción permanente, aunque algunas personas postulan que pueden haber sitios que subsisten en base muchas visitas únicas.

Community and User-Generated Content: Too Few Users

User-generated content can be a great supplement to your own content. The most famous example is Amazon's book reviews, which date from 1996 (not exactly "2.0."). Communities, which were the main recommendation in the 1997 book Net.Gain, are also an old idea.
Community features are particularly useful on intranets, and many of the Intranet Design Annual winners offer them. The reasons communities work better on intranets also explains why they're often less useful on the open Internet:

A company's employees are an actual community with a crucial shared interest: succeeding in business.
Employees are pre-vetted: they've been hired and thus presumably have a minimum quality level. In contrast, on the Web, most people are bozos and not worth listening to.
Although some intranet communities — such as those around internal classified ads — are aimed at lightening up the workplace, most intranet communities are tightly focused on company projects. Discussions stay on topic rather than wandering all over the map.
Intranet users are accountable for their postings and care about their reputation among colleagues and bosses. As a result, postings aim to be productive instead of destructive or flaming.
Small groups of people who know each other are less susceptible to social loafing, so more users contribute to intranet community features. In contrast, Internet communities suffer from participation inequality, where most users never contribute and the most active 1% of people dominate the discussions.
Realistically, most business tasks are too boring to support community features. The fact that the city Sanitation Department will pick up Christmas trees sometime after December 25 isn't likely to inspire a longing to discuss shared experiences on the department's site. Users will visit the site to find the pick-up dates and rules. Nonetheless, the Christmas tree pick-up page is an example of how government websites can offer taxpayers great ROI: if done right, this one page will save the city from answering endless phone calls — each costing $10 or more. Often, such boring, workhorse stuff is where the money is.

Community and User-Generated Content: Too Few Users

User-generated content can be a great supplement to your own content. The most famous example is Amazon's book reviews, which date from 1996 (not exactly "2.0."). Communities, which were the main recommendation in the 1997 book Net.Gain, are also an old idea.
Community features are particularly useful on intranets, and many of the Intranet Design Annual winners offer them. The reasons communities work better on intranets also explains why they're often less useful on the open Internet:

A company's employees are an actual community with a crucial shared interest: succeeding in business.
Employees are pre-vetted: they've been hired and thus presumably have a minimum quality level. In contrast, on the Web, most people are bozos and not worth listening to.
Although some intranet communities — such as those around internal classified ads — are aimed at lightening up the workplace, most intranet communities are tightly focused on company projects. Discussions stay on topic rather than wandering all over the map.
Intranet users are accountable for their postings and care about their reputation among colleagues and bosses. As a result, postings aim to be productive instead of destructive or flaming.
Small groups of people who know each other are less susceptible to social loafing, so more users contribute to intranet community features. In contrast, Internet communities suffer from participation inequality, where most users never contribute and the most active 1% of people dominate the discussions.
Realistically, most business tasks are too boring to support community features. The fact that the city Sanitation Department will pick up Christmas trees sometime after December 25 isn't likely to inspire a longing to discuss shared experiences on the department's site. Users will visit the site to find the pick-up dates and rules. Nonetheless, the Christmas tree pick-up page is an example of how government websites can offer taxpayers great ROI: if done right, this one page will save the city from answering endless phone calls — each costing $10 or more. Often, such boring, workhorse stuff is where the money is.

Findability

Findability ("recuperabilidad", "encontrabilidad"...) es la posibilidad de que determinada información sea encontrada, localizada, o recuperada. O lo que es lo mismo, la "accesibilidad" de un sitio o de un nodo web (no confundir con la Accesibilidad de los contenidos). En la "findability" intervienen el posicionamiento en motores e índices de búsqueda, la predisponibilidad de nuestro sitio a ser recuperado por motores de búsqueda (search engine optimization), la promoción que hayamos realizado (por correo electrónico, concursos, banners...), etc... Pero la "findability" también abarca los medios de que disponga nuestro sitio web para encontrar información dentro de este, es decir, buscadores locales, correcta arquitectura de la información, etc...

La Usabilidad de un sitio web está estrechamente relacionada con la "findability", ya que cuanto más sencillo resulte para el usuario navegar por un sitio web, mayores posibilidades tendrá de encontrar lo que busca.

Findability

Findability ("recuperabilidad", "encontrabilidad"...) es la posibilidad de que determinada información sea encontrada, localizada, o recuperada. O lo que es lo mismo, la "accesibilidad" de un sitio o de un nodo web (no confundir con la Accesibilidad de los contenidos). En la "findability" intervienen el posicionamiento en motores e índices de búsqueda, la predisponibilidad de nuestro sitio a ser recuperado por motores de búsqueda (search engine optimization), la promoción que hayamos realizado (por correo electrónico, concursos, banners...), etc... Pero la "findability" también abarca los medios de que disponga nuestro sitio web para encontrar información dentro de este, es decir, buscadores locales, correcta arquitectura de la información, etc...

La Usabilidad de un sitio web está estrechamente relacionada con la "findability", ya que cuanto más sencillo resulte para el usuario navegar por un sitio web, mayores posibilidades tendrá de encontrar lo que busca.

Entrevista a Zygmunt Bauman


Cuenta Zygmunt Bauman que cuando llegó a esta ciudad del norte de Inglaterra junto con su mujer Janina, tras escaparse de los nazis y luego de padecer las purgas de los comunistas en su Polonia natal, en vez de sentir un alivio y una alegría inconmensurables, Janina no pudo evitar deprimirse. Tras su caída como centro industrial, Leeds era tan fea, pobre y decadente que salir a la calle era algo así como una agresión estética cotidiana.

Pero con el boom económico de los últimos años, Leeds ha recuperado -o incluso superado- su antiguo esplendor. Llamada "la Knightsbridge del Norte", en referencia al barrio londinense donde están Harrods y las tiendas más lujosas, sus restauradas galerías comerciales victorianas la han convertido en un gran destino turístico, y el ahora cuidado centro de la ciudad es de una belleza apabullante.

¿Viva el consumo, entonces? Bueno, si uno viene a hablar con el hijo adoptivo ilustre de Leeds ("abuelo adoptivo ilustre", según él aclara, "y nada ilustre", se corrige, "abuelo adoptivo a secas"), en realidad el tema es más complicado. Porque en su último libro, Vida de consumo (FCE), Bauman sostiene que el consumo no es una máquina patentada que arroja cierto volumen de felicidad por día. Parafraseando a Richard Layard, el pope de la nueva disciplina de la economía de la felicidad, Bauman sostiene que "someterse al yugo hedonista no consigue aumentar la suma total de satisfacción de los sujetos [sino] todo lo contrario".

"Igual le cuento un secreto: soy yo quien está a cargo de las compras del hogar", dice, divertido. Lejos de que esto signifique una alacena pelada, Bauman recibe no solo con un extraordinario café listo, sino con una abundante bandeja con todo tipo de masitas, delicado shortbread y chocolates. Es verdad que tiene un par de agujeros en su suéter negro. Pero eso debería interpretarse más como parte del emblemático look "intelectual de entrecasa" en las islas británicas que como consecuencia de una posición ideológica frente a la ropa nueva. Posición que, de cualquier manera, Bauman tiene cuando se trata de la relación entre seres humanos.

"No estoy en contra del consumo. Todos los seres vivos deben consumir, es una necesidad del metabolismo. Nuestros antepasados consumían, no hay nada de nuevo en eso. Lo que me preocupa es el consumismo o el síndrome del consumismo: cuando la relación que tenemos con los objetos de consumo se traslada a otras áreas de la vida que deberían estar sujetas a reglas y actitudes totalmente distintas. Y que esto ocurra en escala masiva, eso sí es un fenómeno nuevo", aclara en su casa, rodeado de tantos libros como fotos de sus nietos y de un bosque por donde le gusta salir a caminar.

Bauman es considerado uno de los casos más asombrosos de florecimiento tardío del mundo académico. Nacido en Poznam en 1925, muy joven se convirtió en un sociólogo prominente en la Universidad de Varsovia y luego, durante su carrera en la Universidad de Leeds, publicó libros fundamentales para la disciplina. Pero solo se convirtió en la "nueva" estrella de la sociología contemporánea en las últimas dos décadas. Conceptos suyos como "modernidad líquida", "residuos humanos" y "poblaciones superfluas", entre muchos otros, trascendieron la academia y se incorporaron al uso popular. Libros como Pensando sociológicamente , Modernidad y Holocausto , La posmodernidad y sus descontentos , Modernidad líquida , La sociedad sitiada , Amor líquido o Miedo líquido , que ha publicado al vertiginoso ritmo de casi uno por año, son leídos por un público amplio. Donde sea que Bauman dé una conferencia, el auditorio le brinda un tratamiento de estrella pop para escuchar su tesis de que vivimos una modernidad sin referencias fijas, sin memoria ni certezas a largo plazo, una modernidad en la que nada es permanente y todo fluye de forma constante.

-En Vida de consumo, usted sostiene que los modelos de consumo están a tal punto interiorizados que rigen los comportamientos más íntimos de las personas.

-Si uno quiere ropa, va al negocio y trata de encontrar la más fascinante, la que más placer le da al ponérsela. La paga, vuelve a la casa y espera que le quede perfecta y que el deseo que tenía al comprársela quede satisfecho. Si eso no ocurre, o uno devuelve la prenda (posiblemente diciendo que fue engañado, que no era lo pactado) y recupera el dinero, o la tira a la basura. Esa es la forma de lidiar con los objetos materiales. Supongo que no hay otra forma, dado que su único valor, y por ende, el único examen que tienen que pasar, es dar satisfacción a quien los consume. El problema es cuando tratamos a los seres humanos de la misma manera: en cuanto alguien deja de satisfacernos o de sorprendernos, o simplemente se vuelve parte de una rutina, lo descartamos o cambiamos por otro. Lo peor es que hasta el tipo de consejos que se suele recibir de los psicólogos y los terapeutas de pareja apunta en esa dirección. Si algo no satisface en el corto plazo, no sirve; no hay que demorar la gratificación, dicen a menudo a sus pacientes, lo cual está hecho a medida para fomentar las expectativas consumistas.

-¿Todo tiempo pasado fue mejor para las relaciones? ¿Era mejor quedarse atrapado en una relación, por mala que esta fuese?

-Mi colega británico Tony Giddens habla de las relaciones actuales como relaciones "puras", en el sentido de que están limpias, emancipadas de toda carga adjunta como, por ejemplo, el compromiso de mantenerlas hasta que la muerte nos separe. Una relación de pareja hoy se afronta con la expectativa de una gratificación mutua constante. Si deja de ser así o no resulta tan fantástica como se esperaba, no tiene sentido mantenerla. Giddens cree, justamente, que eso es muy liberador. Antes, alguien que era infeliz con su pareja y quería abandonarla no podía divorciarse y/o buscar una nueva, y él considera que esto era muy restrictivo respecto a la libertad del individuo. Giddens tiene razón, pero la idea de que si se sacan las restricciones entramos en el paraíso es errada, porque sin las restricciones entramos en un mundo de incertidumbre continua respecto al futuro, que trae una enorme ansiedad a las partes involucradas. Para entrar en una relación "pura" hace falta el consentimiento de dos personas, lo cual es bueno. Pero para romperla, con la voluntad de una sola basta. Si un solo miembro de la pareja dice "Necesito más espacio" o cree que el pasto es más verde en el jardín de al lado, todo se acabó. Por eso, ambas partes viven con el miedo permanente a ser descartados o cambiados. Era una pesadilla vivir sin la posibilidad de poder escapar de las relaciones. Pero es también una pesadilla vivir siempre en un estado de ansiedad respecto al futuro de la relación en la que se está. En ambos tipo de arreglos hay aspectos muy negativos. Por eso no es que estemos progresando al pasar de un tipo de vida a otro, sino que pasamos de uno con ventajas y desventajas a otro con ventajas y desventajas, solo que distintas.

-¿Hay otras consecuencias de estas nuevas formas de relacionarse entre humanos?

-¡Claro! Yo las llamo los daños colaterales. Son las consecuencias no intencionales y que no se tomaron en cuenta al hacer o deshacer relaciones de una manera consumista. En el plano material, podemos ver que la economía consumista es una economía que genera mucho desecho, lo cual trae los problemas de la basura, aguas contaminadas, calentamiento global, polución de la atmósfera. Estos son los daños colaterales en el medio ambiente. Su paralelo en la relación entre personas se ve, por ejemplo, en los chicos. Cuando una pareja se rompe, ellos son los que sufren los daños colaterales. Nadie los consulta sobre la decisión, pero son también los grandes afectados. Otro tipo de daños colaterales de nuestra sociedad consumista es la exclusión de aquellas personas que quedan fuera del sistema, los que no tienen los recursos para entrar en ella con los mismos derechos que los demás. Si voy a cualquier shopping en Buenos Aires, voy a ver cámaras de seguridad como en todas partes del mundo. ¿Para qué están? Para detectar aquellos que no lucen como clientes y así alertar a los guardias para que, delicadamente o no, los saquen a la calle. Los llamo consumidores fallidos; son aquellas personas que no agregan al bienestar de la sociedad de consumo ya que no tienen dinero para contribuir a ella. Quedan entonces aislados. Ser un consumidor fallido es una humillación, y quienes más lo sienten son sus hijos, que no pueden ir a la escuela con las mismas zapatillas que sus compañeritos. Es una tendencia deshumanizadora a escala global, porque con el creciente nivel de consumo cada vez son más y más los que quedan en esta categoría. Uno nunca puede tener suficiente cuando el de al lado tiene más. La sociedad de consumo es una escalera que nunca se puede terminar de subir

-¿Entonces es mejor renunciar al consumo, como si fuera el gran Satán de Occidente? ¿Es mejor el otro extremo, por ejemplo, el del radicalismo religioso?

-Yo no creo que los fundamentalistas religiosos estén fuera de la sociedad de consumo. Hablemos del fundamentalismo islámico, que es el que más espacio ocupa en los diarios. Se los acusa de no aceptar ciertos aspectos de vidas distintas a las suyas, por ejemplo, la ley secular, la igualdad entre el hombre y la mujer, nuestro concepto de la religión como parte de la esfera privada, y por eso se los llama fundamentalistas. Pero rara vez se los acusa, y con justa razón, de ser anticonsumo. Si uno viaja a Arabia Saudita, Kuwait, Oman o los Emiratos Árabes, encontramos inequidad entre el hombre y la mujer, gobiernos que no son electos y los clérigos al frente de la sociedad. Pero el consumismo allí es extremadamente floreciente y afecta, naturalmente, la forma de vida de la sociedad (volviendo al divorcio, su prohibición es, sobre todo, una cuestión del cristianismo; estamos hablando de países donde con que un hombre diga "Se acabó" es suficiente para terminar un matrimonio). El consumismo es un fenómeno suprarreligioso y supraétnico. Hay países, como Myanmar o Corea del Norte, donde no llegó, donde los pobres no han podido unirse a las filas de felices consumidores, pero, salvo en esos casos, estamos hablando de una condición global. Si hay gente en el mundo que no ha entrado en el patrón consumista no es porque no quiera, porque esté buscando algún tipo de vida mejor, sino porque no puede, porque no tiene los recursos necesarios. Un anciano en una aldea de África que se gana la lotería se va a comportar exactamente igual que cualquiera en la sociedad de consumo.

-¿Pero el consumo no tiene acaso valor por su efecto apaciguador de las pasiones? Más allá de la actual bonanza que trajo el cambio a Leeds, ¿no podría explicar la paz en Irlanda del Norte un poco por la prosperidad de Irlanda?

-En efecto, las guerras civiles en distintas partes del mundo no son causadas por el consumismo sino por la ausencia de este, y puedo admitir que el consumismo tiene un efecto pacificador. Inglaterra tuvo tropas en Irlanda del Norte por 30 años, pero el gran golpe a la violencia sectaria vino desde el sur de la frontera, cuando Irlanda pasó de ser un país pobre a ser un país próspero, y gente dispuesta a matar encontró otras metas más atractivas y placenteras en la vida. Por eso creo que la guerra contra el terrorismo solo tiene una batalla que es ganable: mejorar las condiciones de vida en las zonas pobres y humilladas del mundo, que son caldo de cultivo para la violencia. Y justamente allí radica para mí la esperanza para la ética en el mundo contemporáneo.

-¿Por qué?

-Muy simple: por primera vez en la historia de la humanidad el interés propio y el imperativo moral apuntan en la misma dirección. Durante los doscientos años de historia moderna, los filósofos se rompieron la cabeza tratando de reconciliar la moral y el interés individualista, términos que consideraban inherentemente contradictorios. ¿Por qué? Porque para ser moral hay que sacrificar parte del interés propio en función de los demás, siempre. Pero ahora estamos en una situación en la que debemos cuidar el uno del otro para permanecer en el planeta. Es nuestro deber moral abolir la humillación, la falta de dignidad y elevar la humanidad de la gente de todos los países para incrementar nuestras posibilidades de supervivencia. De lo contrario estaremos siempre en peligro y, como demostró el atentado a las Torres Gemelas, no hay océano lo suficientemente amplio para proteger a nadie cuando hay gente que siente una sed de venganza. En el Primer Mundo, la gente hace filantropía con el Tercer Mundo como parte de su deber moral, y luego explota impiadosamente su mano de obra barata como parte de su interés. Es como si la filantropía y el interés estuviesen en dos planos distintos: el de la nobleza del espíritu y el de los negocios. Esto es una locura. Cuando hacer que un artefacto explote en Buenos Aires o Londres es tan fácil como hacerlo en Darfur o Irak, queda claro que debemos compartir todos lo que consideramos la buena vida o, de lo contrario, no saldremos del peligro mortal.

-¿Qué opina de lo que hacen celebridades como Angelina Jolie, Bono y tantos otros respecto a la ayuda al Tercer Mundo?

-Me gusta mucho lo que están logrando en el sentido de llevar fondos a lugares pobres. No me gusta, sin embargo, el efecto que están teniendo en la sociedad, en el sentido de que permiten que la gente, si compró la entrada para un concierto benéfico, sienta que ya puede dormir tranquilo, que con abrir la billetera y sacar veinte libras se garantiza la conciencia en paz para el próximo año. Así, nadie va a presionar a los gobiernos para que reduzcan el dinero que gastan en armamentos y los dediquen a erradicar la pobreza. Yo soy un viejo de 82 años y, de todos modos, me voy a morir pronto, por lo que no estoy en problemas. Pero ustedes, que tienen 50 o 60 años por delante, van a vérselas muy complicadas si no se dan cuenta de que el bien común y el interés personal son lo mismo.

-Finalmente, ¿qué espacio le ve a la decisión personal en un mundo tan dominado por la tendencia a homogeneizar el comportamiento?

-No creo que comportarse de una manera determinada sea la obligación de nadie. Cada uno es libre, en las sociedades libres (¡y ustedes en la Argentina ya no tienen a la Junta Militar!), de tomar sus propias decisiones. Por eso, no creo que en un mundo de relaciones frágiles no se pueda encontrar un matrimonio que permanezca fiel por 80 años. Tampoco digo que en una sociedad consumista no se pueda ser una persona humilde y modesta que lleva cinco años seguidos el mismo modelo de celular y que no cambia de ropa cada temporada. Pero lo que sí estoy diciendo es que las condiciones en la sociedad hoy son tales que privilegian ciertas decisiones, con lo cual es más fácil moverse con la masa que actuar por la propia. Nadie te ridiculizará; nadie se reirá de ti así. Y si uno va a una entrevista de trabajo con ropa de hace veinte años, sabe que es más difícil que le den el puesto que a alguien que va con ropa como se usa ahora. Hay un precio que pagar por ser diferente, es una vida más difícil. Por eso arriesgo, con la ayuda de la información que tengo, que solo una minoría va a resistirse a seguir a la masa y que esta minoría va a ser cada vez menor. Hoy los chicos aprenden desde la infancia a desarrollar una vida orientada hacia el consumo. Cuando desde la cuna se les enseña que todo sueño debe apuntar a las tiendas, es muy difícil que eventualmente se rebelen.

Por Juana Libedinsky

Entrevista a Zygmunt Bauman


Cuenta Zygmunt Bauman que cuando llegó a esta ciudad del norte de Inglaterra junto con su mujer Janina, tras escaparse de los nazis y luego de padecer las purgas de los comunistas en su Polonia natal, en vez de sentir un alivio y una alegría inconmensurables, Janina no pudo evitar deprimirse. Tras su caída como centro industrial, Leeds era tan fea, pobre y decadente que salir a la calle era algo así como una agresión estética cotidiana.

Pero con el boom económico de los últimos años, Leeds ha recuperado -o incluso superado- su antiguo esplendor. Llamada "la Knightsbridge del Norte", en referencia al barrio londinense donde están Harrods y las tiendas más lujosas, sus restauradas galerías comerciales victorianas la han convertido en un gran destino turístico, y el ahora cuidado centro de la ciudad es de una belleza apabullante.

¿Viva el consumo, entonces? Bueno, si uno viene a hablar con el hijo adoptivo ilustre de Leeds ("abuelo adoptivo ilustre", según él aclara, "y nada ilustre", se corrige, "abuelo adoptivo a secas"), en realidad el tema es más complicado. Porque en su último libro, Vida de consumo (FCE), Bauman sostiene que el consumo no es una máquina patentada que arroja cierto volumen de felicidad por día. Parafraseando a Richard Layard, el pope de la nueva disciplina de la economía de la felicidad, Bauman sostiene que "someterse al yugo hedonista no consigue aumentar la suma total de satisfacción de los sujetos [sino] todo lo contrario".

"Igual le cuento un secreto: soy yo quien está a cargo de las compras del hogar", dice, divertido. Lejos de que esto signifique una alacena pelada, Bauman recibe no solo con un extraordinario café listo, sino con una abundante bandeja con todo tipo de masitas, delicado shortbread y chocolates. Es verdad que tiene un par de agujeros en su suéter negro. Pero eso debería interpretarse más como parte del emblemático look "intelectual de entrecasa" en las islas británicas que como consecuencia de una posición ideológica frente a la ropa nueva. Posición que, de cualquier manera, Bauman tiene cuando se trata de la relación entre seres humanos.

"No estoy en contra del consumo. Todos los seres vivos deben consumir, es una necesidad del metabolismo. Nuestros antepasados consumían, no hay nada de nuevo en eso. Lo que me preocupa es el consumismo o el síndrome del consumismo: cuando la relación que tenemos con los objetos de consumo se traslada a otras áreas de la vida que deberían estar sujetas a reglas y actitudes totalmente distintas. Y que esto ocurra en escala masiva, eso sí es un fenómeno nuevo", aclara en su casa, rodeado de tantos libros como fotos de sus nietos y de un bosque por donde le gusta salir a caminar.

Bauman es considerado uno de los casos más asombrosos de florecimiento tardío del mundo académico. Nacido en Poznam en 1925, muy joven se convirtió en un sociólogo prominente en la Universidad de Varsovia y luego, durante su carrera en la Universidad de Leeds, publicó libros fundamentales para la disciplina. Pero solo se convirtió en la "nueva" estrella de la sociología contemporánea en las últimas dos décadas. Conceptos suyos como "modernidad líquida", "residuos humanos" y "poblaciones superfluas", entre muchos otros, trascendieron la academia y se incorporaron al uso popular. Libros como Pensando sociológicamente , Modernidad y Holocausto , La posmodernidad y sus descontentos , Modernidad líquida , La sociedad sitiada , Amor líquido o Miedo líquido , que ha publicado al vertiginoso ritmo de casi uno por año, son leídos por un público amplio. Donde sea que Bauman dé una conferencia, el auditorio le brinda un tratamiento de estrella pop para escuchar su tesis de que vivimos una modernidad sin referencias fijas, sin memoria ni certezas a largo plazo, una modernidad en la que nada es permanente y todo fluye de forma constante.

-En Vida de consumo, usted sostiene que los modelos de consumo están a tal punto interiorizados que rigen los comportamientos más íntimos de las personas.

-Si uno quiere ropa, va al negocio y trata de encontrar la más fascinante, la que más placer le da al ponérsela. La paga, vuelve a la casa y espera que le quede perfecta y que el deseo que tenía al comprársela quede satisfecho. Si eso no ocurre, o uno devuelve la prenda (posiblemente diciendo que fue engañado, que no era lo pactado) y recupera el dinero, o la tira a la basura. Esa es la forma de lidiar con los objetos materiales. Supongo que no hay otra forma, dado que su único valor, y por ende, el único examen que tienen que pasar, es dar satisfacción a quien los consume. El problema es cuando tratamos a los seres humanos de la misma manera: en cuanto alguien deja de satisfacernos o de sorprendernos, o simplemente se vuelve parte de una rutina, lo descartamos o cambiamos por otro. Lo peor es que hasta el tipo de consejos que se suele recibir de los psicólogos y los terapeutas de pareja apunta en esa dirección. Si algo no satisface en el corto plazo, no sirve; no hay que demorar la gratificación, dicen a menudo a sus pacientes, lo cual está hecho a medida para fomentar las expectativas consumistas.

-¿Todo tiempo pasado fue mejor para las relaciones? ¿Era mejor quedarse atrapado en una relación, por mala que esta fuese?

-Mi colega británico Tony Giddens habla de las relaciones actuales como relaciones "puras", en el sentido de que están limpias, emancipadas de toda carga adjunta como, por ejemplo, el compromiso de mantenerlas hasta que la muerte nos separe. Una relación de pareja hoy se afronta con la expectativa de una gratificación mutua constante. Si deja de ser así o no resulta tan fantástica como se esperaba, no tiene sentido mantenerla. Giddens cree, justamente, que eso es muy liberador. Antes, alguien que era infeliz con su pareja y quería abandonarla no podía divorciarse y/o buscar una nueva, y él considera que esto era muy restrictivo respecto a la libertad del individuo. Giddens tiene razón, pero la idea de que si se sacan las restricciones entramos en el paraíso es errada, porque sin las restricciones entramos en un mundo de incertidumbre continua respecto al futuro, que trae una enorme ansiedad a las partes involucradas. Para entrar en una relación "pura" hace falta el consentimiento de dos personas, lo cual es bueno. Pero para romperla, con la voluntad de una sola basta. Si un solo miembro de la pareja dice "Necesito más espacio" o cree que el pasto es más verde en el jardín de al lado, todo se acabó. Por eso, ambas partes viven con el miedo permanente a ser descartados o cambiados. Era una pesadilla vivir sin la posibilidad de poder escapar de las relaciones. Pero es también una pesadilla vivir siempre en un estado de ansiedad respecto al futuro de la relación en la que se está. En ambos tipo de arreglos hay aspectos muy negativos. Por eso no es que estemos progresando al pasar de un tipo de vida a otro, sino que pasamos de uno con ventajas y desventajas a otro con ventajas y desventajas, solo que distintas.

-¿Hay otras consecuencias de estas nuevas formas de relacionarse entre humanos?

-¡Claro! Yo las llamo los daños colaterales. Son las consecuencias no intencionales y que no se tomaron en cuenta al hacer o deshacer relaciones de una manera consumista. En el plano material, podemos ver que la economía consumista es una economía que genera mucho desecho, lo cual trae los problemas de la basura, aguas contaminadas, calentamiento global, polución de la atmósfera. Estos son los daños colaterales en el medio ambiente. Su paralelo en la relación entre personas se ve, por ejemplo, en los chicos. Cuando una pareja se rompe, ellos son los que sufren los daños colaterales. Nadie los consulta sobre la decisión, pero son también los grandes afectados. Otro tipo de daños colaterales de nuestra sociedad consumista es la exclusión de aquellas personas que quedan fuera del sistema, los que no tienen los recursos para entrar en ella con los mismos derechos que los demás. Si voy a cualquier shopping en Buenos Aires, voy a ver cámaras de seguridad como en todas partes del mundo. ¿Para qué están? Para detectar aquellos que no lucen como clientes y así alertar a los guardias para que, delicadamente o no, los saquen a la calle. Los llamo consumidores fallidos; son aquellas personas que no agregan al bienestar de la sociedad de consumo ya que no tienen dinero para contribuir a ella. Quedan entonces aislados. Ser un consumidor fallido es una humillación, y quienes más lo sienten son sus hijos, que no pueden ir a la escuela con las mismas zapatillas que sus compañeritos. Es una tendencia deshumanizadora a escala global, porque con el creciente nivel de consumo cada vez son más y más los que quedan en esta categoría. Uno nunca puede tener suficiente cuando el de al lado tiene más. La sociedad de consumo es una escalera que nunca se puede terminar de subir

-¿Entonces es mejor renunciar al consumo, como si fuera el gran Satán de Occidente? ¿Es mejor el otro extremo, por ejemplo, el del radicalismo religioso?

-Yo no creo que los fundamentalistas religiosos estén fuera de la sociedad de consumo. Hablemos del fundamentalismo islámico, que es el que más espacio ocupa en los diarios. Se los acusa de no aceptar ciertos aspectos de vidas distintas a las suyas, por ejemplo, la ley secular, la igualdad entre el hombre y la mujer, nuestro concepto de la religión como parte de la esfera privada, y por eso se los llama fundamentalistas. Pero rara vez se los acusa, y con justa razón, de ser anticonsumo. Si uno viaja a Arabia Saudita, Kuwait, Oman o los Emiratos Árabes, encontramos inequidad entre el hombre y la mujer, gobiernos que no son electos y los clérigos al frente de la sociedad. Pero el consumismo allí es extremadamente floreciente y afecta, naturalmente, la forma de vida de la sociedad (volviendo al divorcio, su prohibición es, sobre todo, una cuestión del cristianismo; estamos hablando de países donde con que un hombre diga "Se acabó" es suficiente para terminar un matrimonio). El consumismo es un fenómeno suprarreligioso y supraétnico. Hay países, como Myanmar o Corea del Norte, donde no llegó, donde los pobres no han podido unirse a las filas de felices consumidores, pero, salvo en esos casos, estamos hablando de una condición global. Si hay gente en el mundo que no ha entrado en el patrón consumista no es porque no quiera, porque esté buscando algún tipo de vida mejor, sino porque no puede, porque no tiene los recursos necesarios. Un anciano en una aldea de África que se gana la lotería se va a comportar exactamente igual que cualquiera en la sociedad de consumo.

-¿Pero el consumo no tiene acaso valor por su efecto apaciguador de las pasiones? Más allá de la actual bonanza que trajo el cambio a Leeds, ¿no podría explicar la paz en Irlanda del Norte un poco por la prosperidad de Irlanda?

-En efecto, las guerras civiles en distintas partes del mundo no son causadas por el consumismo sino por la ausencia de este, y puedo admitir que el consumismo tiene un efecto pacificador. Inglaterra tuvo tropas en Irlanda del Norte por 30 años, pero el gran golpe a la violencia sectaria vino desde el sur de la frontera, cuando Irlanda pasó de ser un país pobre a ser un país próspero, y gente dispuesta a matar encontró otras metas más atractivas y placenteras en la vida. Por eso creo que la guerra contra el terrorismo solo tiene una batalla que es ganable: mejorar las condiciones de vida en las zonas pobres y humilladas del mundo, que son caldo de cultivo para la violencia. Y justamente allí radica para mí la esperanza para la ética en el mundo contemporáneo.

-¿Por qué?

-Muy simple: por primera vez en la historia de la humanidad el interés propio y el imperativo moral apuntan en la misma dirección. Durante los doscientos años de historia moderna, los filósofos se rompieron la cabeza tratando de reconciliar la moral y el interés individualista, términos que consideraban inherentemente contradictorios. ¿Por qué? Porque para ser moral hay que sacrificar parte del interés propio en función de los demás, siempre. Pero ahora estamos en una situación en la que debemos cuidar el uno del otro para permanecer en el planeta. Es nuestro deber moral abolir la humillación, la falta de dignidad y elevar la humanidad de la gente de todos los países para incrementar nuestras posibilidades de supervivencia. De lo contrario estaremos siempre en peligro y, como demostró el atentado a las Torres Gemelas, no hay océano lo suficientemente amplio para proteger a nadie cuando hay gente que siente una sed de venganza. En el Primer Mundo, la gente hace filantropía con el Tercer Mundo como parte de su deber moral, y luego explota impiadosamente su mano de obra barata como parte de su interés. Es como si la filantropía y el interés estuviesen en dos planos distintos: el de la nobleza del espíritu y el de los negocios. Esto es una locura. Cuando hacer que un artefacto explote en Buenos Aires o Londres es tan fácil como hacerlo en Darfur o Irak, queda claro que debemos compartir todos lo que consideramos la buena vida o, de lo contrario, no saldremos del peligro mortal.

-¿Qué opina de lo que hacen celebridades como Angelina Jolie, Bono y tantos otros respecto a la ayuda al Tercer Mundo?

-Me gusta mucho lo que están logrando en el sentido de llevar fondos a lugares pobres. No me gusta, sin embargo, el efecto que están teniendo en la sociedad, en el sentido de que permiten que la gente, si compró la entrada para un concierto benéfico, sienta que ya puede dormir tranquilo, que con abrir la billetera y sacar veinte libras se garantiza la conciencia en paz para el próximo año. Así, nadie va a presionar a los gobiernos para que reduzcan el dinero que gastan en armamentos y los dediquen a erradicar la pobreza. Yo soy un viejo de 82 años y, de todos modos, me voy a morir pronto, por lo que no estoy en problemas. Pero ustedes, que tienen 50 o 60 años por delante, van a vérselas muy complicadas si no se dan cuenta de que el bien común y el interés personal son lo mismo.

-Finalmente, ¿qué espacio le ve a la decisión personal en un mundo tan dominado por la tendencia a homogeneizar el comportamiento?

-No creo que comportarse de una manera determinada sea la obligación de nadie. Cada uno es libre, en las sociedades libres (¡y ustedes en la Argentina ya no tienen a la Junta Militar!), de tomar sus propias decisiones. Por eso, no creo que en un mundo de relaciones frágiles no se pueda encontrar un matrimonio que permanezca fiel por 80 años. Tampoco digo que en una sociedad consumista no se pueda ser una persona humilde y modesta que lleva cinco años seguidos el mismo modelo de celular y que no cambia de ropa cada temporada. Pero lo que sí estoy diciendo es que las condiciones en la sociedad hoy son tales que privilegian ciertas decisiones, con lo cual es más fácil moverse con la masa que actuar por la propia. Nadie te ridiculizará; nadie se reirá de ti así. Y si uno va a una entrevista de trabajo con ropa de hace veinte años, sabe que es más difícil que le den el puesto que a alguien que va con ropa como se usa ahora. Hay un precio que pagar por ser diferente, es una vida más difícil. Por eso arriesgo, con la ayuda de la información que tengo, que solo una minoría va a resistirse a seguir a la masa y que esta minoría va a ser cada vez menor. Hoy los chicos aprenden desde la infancia a desarrollar una vida orientada hacia el consumo. Cuando desde la cuna se les enseña que todo sueño debe apuntar a las tiendas, es muy difícil que eventualmente se rebelen.

Por Juana Libedinsky

Marcelo Mindlin recibe $38 millones por el 10,24% de Transelec


Transelec es la empresa a través de la cual Pampa, el vehículo de inversiones energéticas de Dolphin, canaliza su tenencia en Transener. Recién ahora se cierra un negocio que empezó hace un tiempo, por el cual Mindlin y compañía recibirán más de $38 millones.

La operación fue comunicada ayer a la Bolsa de Comercio y a la Comisión Nacional de Valores (CNV), cuando los Mindlin y Mariani notificaron su voluntad de asumir un “de ocompromiso previo de fusión y otorgamiento pciones de compra y venta de acciones” por el cual debía producirse una “fusión por absorción” antes del 1º de enero de 2008.

La tenencia se valuó a precio de mercado: $38.762.431, cerca de $ 2,63 por acción.
En noviembre de 2005 Dolphin compró Pampa, un ex frigorífico que llevaba dos años sin funcionar pero que además de su inmueble industrial tenía una plaza en el panel bursátil.

En julio de 2006, después de reconvertir la firma en una sociedad de inversiones, Dolphin reorganizó sus empresas para transferirle sus activos energéticos a Pampa.

En ese movimiento creó Transelec, firma en la que canalizó el 50% que Dolphin tiene de Citelec, la controlante de Transener (operadora del 95% de la red de transporte eléctrico del país).

El 14 de septiembre de ese año, Pampa suscribió con Dolphin Opportunity Fund (una controlada del homónimo grupo) un contrato para comprarle 68,4 millones de acciones de Transelec, representativas del 89,76% de su capital. Finalmente durante los primeros días del año se terminó de cerrar la operación.

Unión Europea: las relaciones con Ankara por la cuestión de los flujos migratorios

Tras los recientes y dramáticos acontecimientos quehan vuelto a protagonizar un gran número de inmigrantes en su intento de llegar a Europa a través de la frontera entre Grecia y Turquía, parece evidente que este fenómeno está alcanzando unas proporciones alarmantes, hasta el punto que el Gobierno griego ha decidido solicitar ayuda a la Unión Europea. El debate sobre el papel que podría jugar Turquía, una vez dentro de la Unión, en la reducción de las corrientes de inmigración ilegal que se dirigen hacia Europa, se encuentra aún abierto.

Valeria Galletti

UE-Turquía: armonización de la legislación interna con el acervo comunitario

Desde el 2005 Turquía se encuentra entre los países candidatos a convertirse en miembros de la Unión Europea. En el 2001 se introdujo además el Programa Nacional para la Adhesión a la UE, un documento en el que se explicitan las medidas necesarias para aproximarse a los llamados criterios de Copenhague. El objetivo último de dicho documento es el de favorecer la incorporación de la experiencia comunitaria a la legislación turca. En materia de inmigración, los criterios de adhesión son múltiples y hacen referencia al control de las fronteras, a las políticas para la concesión de visados, el derecho de asilo, el tráfico de seres humanos, la cooperación de la policía y los instrumentos internacionales del derecho humanitario. En este sentido, la posición geográfica de Turquía, unido ello a la debilidad de las políticas para la obtención de visados, son dos factores que, en los últimos años, han convertido a Turquía en uno de los principales países de tránsito de los flujos de inmigrantes clandestinos que se dirigen a Europa. La Unión Europea, por su parte, ha desarrollado una estrategia de presión basada fundamentalmente en dos ejes:

·El desarrollo de una adecuada legislación en materia de derecho de asilo.· El establecimiento de una serie de políticas de control de las fronteras (mediante acuerdos de readmisión con terceros países, estrategias de gestión de las fronteras, políticas más restrictivas de obtención de visados, etc.).

En lo que se refiere a las políticas de asilo, se ha registrado un importante aumento del número de peticiones de asilo, que ha pasado de las 2.909 peticiones registradas en 2005, a las 3.520 de 2006, hasta llegar a las 3.210 peticiones realizadas en tan sólo los ocho primeros meses de 2007. Por ello, la Comisión Europea ha expresado su preocupación acerca de la ineficacia de los mecanismos internos para la distinción entre los inmigrantes clandestinos y aquellos verdaderamente necesitados del derecho de asilo.

A pesar de la adopción en 2005 de un Plan Nacional para la convergencia con los conocimientos comunitarios en materia de inmigración y asilo, el principal temor de Europa, tal y como aparece en el Informe de la Comisión para el 2007, se refiere a las fronteras, especialmente a las dificultades para poner en práctica el Plan de Acción para la Gestión Integral de la Fronteras Exteriores de la UE, a la ausencia de autoridades competentes para aplicar la legislación en materia fronteriza y a la escasa formación profesional de los vigilantes fronterizos. Tal y como se le exigió, en el año 2002 Turquíaestableció una serie de visados específicos para los inmigrantes procedentes de Bahrain, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Arabia Saudí y Omán. En el 2003 impuso también la necesidad de visado a otros 13 países. De esta forma, Turquía está emprendiendo un proceso por el cual se aleja progresivamente de su tradicional política liberal de cara a la concesión de visados a los países de Oriente Medio y de Asia Central. Actualmente, su llamada lista negra de países tan sólo difiere de la de la UE en 6 naciones. En marzo de 2003 Turquía ratificó también la Ley sobre Permisos de Trabajo para Extranjeros, reforzó su sistema legislativo y adoptó muchos de los criterios europeos en materia de reunificación familiar y residencia para extranjeros procedentes de terceros países. Paralelamente se han negociado una serie de acuerdos de readmisión con Grecia, Siria, Kirguistán, Ucrania y Rumania y en 2004 se firmó un protocolo de cooperación para la gestión de las fronteras con Bulgaria. Actualmente se están llevando a cabo también una serie de negociaciones para concretar acuerdos bilaterales de readmisión con Pakistán, Sri Lanka, Jordania, Líbano, Libia y Uzbekistán. Desde el punto de vista financiero, Turquía se ha beneficiado del Instrumento de Ayuda de Preadhesión (IPA, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es garantizar el apoyo necesario para que el país candidato pueda cumplir con los criterios de adhesión a Europa. En este sentido, no es casualidad que las prioridades que se establecían en el programa financiero turco del 2006 se refirieran, entre otras cosas, a algunos aspectos internos relativos a la justicia, la libertad y la seguridad o que entre los componentes de dicho programa figurase la llamada Cooperación Regional y Transfronteriza (CBC). Para el periodo 2007-2010 se prevé un incremento de los 497 (2007) a los 653,7 millones de euros (2010) de la media anual turca destinada a la redistribución económica.

La asistencia financiera se está gestionando sobre la base del Programa Nacional para la Adopción del Acervo (NPPA), cuyas prioridades a corto y medio plazo son fomentar la capacidad de la administración pública para desarrollar el control eficaz de las fronteras y adaptarse al acervo comunitario en materia de inmigración (admisión, readmisión y expulsión).
La frontera entre Grecia y Turquía: una zona candente

Las relaciones entre Grecia y Turquía han estado históricamente ligadas a la cuestión de las fronteras (sobre todo, en el marco del problema chipriota y, en general, del estatus legal de las islas del Egeo). No obstante, la adaptación progresiva de Turquía al acervo comunitario parece haber favorecido la aproximación entre ambas naciones, especialmente a partir de finales de los años noventa. En el 2004 la Comisión aprobó el envío de 35 millones de euros para, en primer lugar, apoyar la cooperación transfronteriza entre Grecia y Turquía, pero también para estimular la cooperación económica entre ambos países.

A pesar de estos esfuerzos, las relaciones greco-turcas aún no son del todo distendidas: el problema fundamental entre ambos países sigue encontrándose en las fronteras y en la cuestión migratoria. Hacia finales de los años 70, después de la revolución iraní, llegaron a Turquía un gran número de inmigrantes procedentes de Irán, que utilizaron el país como puente hacia otros destinos, entre ellos Europa. Del mismo modo, después de la Primera Guerra del Golfo, iraquíes, kurdos y turcomanos buscaron refugio temporalmente en tierras turcas. Hoy por hoy, a todo este panorama se añade también la emigración en tránsito procedente de países como Irak, Irán, Bangladesh, Pakistán, Afganistán y numerosos países africanos. Todo ello afecta inevitablemente a Grecia, país que debido a su posición se ha convertido en un lugar preferente de paso para la inmigración en tránsito que se dirige a Europa. En este contexto, las zonas fronterizas entre ambos países se han convertido en espacios de roces y fricciones constantes.

En el 2001, Grecia y Turquía firmaron un acuerdo de readmisión que permitiese a Grecia rechazar a los inmigrantes ilegales procedentes de Turquía. Este acuerdo fue considerado por los entonces ministros de exteriores George Papandreou e Ismail Cem como un paso fundamental de cara a la resolución del problema migratorio. Sin embargo, este acuerdo no ha servido para solucionar el problema. Aún hoy sigue habiendo un gran número de inmigrantes que tratan de ingresar en Europa a través de las fronteras greco-turcas, consecuencia probable de la situación por la que atraviesa Oriente Medio y por el endurecimiento de las políticas de control italianas y españolas, que están funcionando como un elemento disuasorio en el área mediterránea. Los inmigrantes clandestinos traspasan las fronteras a través de la región de Tracia o del archipiélago marítimo egeo y con frecuencia su aventura termina de forma trágica, con numerosos muertos como consecuencia de naufragios o intervenciones militares que preocupan notablemente a la comunidad internacional. En efecto, después de los sucesos que se registraron el pasado mes de octubre, durante el cual fue interceptada una embarcación escoltada por un guardacostas turco, se ha comenzado a hablar de violación de las aguas territoriales por parte de los militares griegos, al tiempo que el Gobierno turco ha sido acusado de participar en el tráfico de seres humanos y de colaborar con las mafias locales que se ocupan del traslado ilegal de inmigrantes.

Entre noviembre y diciembre han sido interceptados en la costa sureste de Grecia y en las proximidades de las islas del Egeo numerosos inmigrantes ilegales. El Gobierno griego, que ha sido sistemáticamente criticado por los organismos internacionales y las ONGs por el tratamiento desmedido y violento dado a los inmigrantes clandestinos, devuelve las críticas a Turquía, acusándola de no colaborar en el control de la inmigración ilegal y de obstaculizar la repatriación de los inmigrantes interceptados.

Todo ello deja claro que el acuerdo de readmisión ha sido insuficiente. En los últimos años, las peticiones de repatriación procedentes de Grecia han tenido una bajísima respuesta positiva: según la Agencia de Noticias de Atenas, de las 22.000 peticiones de repatriación formuladas, Turquía sólo ha aceptado 1.400. Por ello, el Ministro del Interior griego Prokopis Payalopoulos, ha solicitado la colaboración de la Unión Europea en la gestión de las fronteras entre Grecia y Turquía ya que salta a la vista que este problema afecta también de forma directa a la UE en la medida en que las corrientes migratorias se dirigen en último término al interior de las fronteras comunitarias.
Conclusiones: ¿Cuáles son las perspectivas?

Tradicionalmente, Turquía ha sido un país de emigración, pero en los últimos años la situación se ha transformado notablemente hasta el punto de que el territorio turco se ha convertido en una de las principales zonas de tránsito de inmigrantes ilegales. Por ello, las ventajas que podrían derivarse del ingreso de Turquía en la UE son bastante claras. Para empezar, el reciente desarrollo geopolítico ha contribuido a reforzar el papel de Turquía en el ámbito de la política de vecindad con los países de la región de Oriente Medio y la adhesión de Turquía podría servir para optimizar la gestión de las fronteras y favorecer la lucha contra la emigración ilegal. Pero los resultados son impredecibles.

Si, por un lado, la entrada de Turquía podría servir a la UE para optimizar el control de las fronteras y de los flujos migratorios, por otro, se teme que su adhesión obligue a la UE a afrontar una oleada masiva de inmigrantes. Es verdad que, a pesar de las dificultades y de la lentitud, el camino que actualmente ha emprendido Turquía parece ser el de la adecuación a las peticiones europeas de mejorar el control de sus fronteras. Prueba de ello es, sobre todo, la imposición de un visado a muchos terceros países y la firma de numerosos acuerdos de readmisión.

Aunque esto hace sospechar que lo que Europa espera de Turquía es que, en función de su posición estratégica, asuma un papel de centinela de frontera, de muro de contención a la llegada de inmigrantes clandestinos, siguen existiendo importantes dificultades concretas: las negociaciones son aún complicadas, sobre todo debido a la cuestión chipriota. El debate en Europa se encuentra aún abierto y lo estará todavía en los próximos meses.

Traducción de Paula Martos Ardid

La hora de Cameron en Gran Bretaña


A la vista de las elecciones en Gran Bretaña, ya sean anticipadas o regulares en el 2009, empiezan a delinearse las propuestas del Partido Conservador (Tories) en cuanto a Europa, política exterior, economía y defensa. El principal obstáculo sigue siendo el ataque a los valores tradicionales conservadores. La atención del partido de Cameron está focalizada en tres principios centrales: el refuerzo del poder decisorio de los ciudadanos, el punto focal de la familia y la atención a las problemáticas ambientales.

Los sondeos efectuados en el mes de diciembre coinciden en adjudicar al Partido conservador británico una incremento de dos puntos porcentuales que lo lleva al 45% de las preferencias, subrayando un sucesivo refuerzo frente al Partido laborista (estancado en el 32%) y al Partido liberal (establecido en un 14%). Tal distribución proyecta una posible victoria de los Tories guiados por Cameron ya sea en ocasión de elecciones anticipadas, ya sea en el caso de un normal desarrollo en junio de 2009 (en simultaneidad, por lo tanto, con el referéndum para el parlamento europeo). El programa conservador se centra en tres pilares principales que, si son respetados, conllevarían un cambio en las políticas británicas, que reforzaría el poder decisorio de los ciudadanos, mejoraría la gestión de la vida social y privada; y finalmente incrementaría las políticas ambientales y de seguridad. En el caso de respetar el tradicional calendario electoral, es predecible una incisiva influencia también a nivel europeo, dada las tradicionales políticas conservadoras menos propensas a la europeización de temáticas centrales como la defensa, la política exterior y la economía.
Europa: freno al Tratado de Lisboa

En el caso de una victoria por parte de los Conservadores, es predecible que la política británica relativa a la UE sufrirá un cambio sensible respecto a las actuales maniobras realizadas por el partido laborista conducido por Gordon Brown que, el pasado 13 de diciembre, firmó, aunque evitando a los retractores, el Tratado de Lisboa. Si el Partido conservador tuviese que convertirse en partido mayoritario, seria lícito esperarse una dura reacción por parte de Cameron, que probablemente convocaría un referéndum para tratar dicho texto. Las críticas más duras dirigidas por los Tories a tal tratado se vierten sobre su sustancial coincidencia, formal y conceptual, con un texto constitucional (el Tratado contiene referencias a la figura del presidente de la UE, a un cuerpo diplomático y al Ministro de Exteriores); la drástica reducción de las materias sometidas a la tutela del veto; y la fallida organización del anunciado referéndum para aprobar dicho tratado. De lo que se evidencia del programa y de las declaraciones de los pertenecientes al partido, sería plausible esperar el apoyo a una política europea que no se centre en las reformas institucionales, sino en concretas y actuales, tales como Balcanes, Darfur o Irán. Esto se ve acentuada claramente por la antipatía que los conservadores demuestran ante la centralización del poder decisorio: por lo tanto, es previsible una áspera oposición a los intentos que el Tratado de Lisboa demuestra al intentar transferir poder de Westminster a Bruselas.
Política exterior: entre el conservadurismo liberal y las problemáticas globales

El pilar del programa del Partido de los Conservadores, centrado en temáticas de seguridad y de tutela ambiental, autoriza proyectar una eventual política exterior intervencionista, dada la tendencia a subrayar una superposición entre políticas de seguridad interior y seguridad exterior. Al respecto, durante su visita a la Casa Blanca (Washington) el 4 de diciembre de 2007, Cameron subrayó la necesidad para Europa de intervenir, siempre en el marco de un declarado atlantismo, en zonas estratégicas para la seguridad no sólo regional si no también global. Dos son las características principales de su propuesta de política exterior: la centralidad de la seguridad nacional y el conservadurismo liberal. La primera se basa en el presupuesto que la seguridad internacional sólo se puede alcanzar a partir de una sólida seguridad interna (seguridad institucional, cultural, económica y física se convierten por lo tanto en elementos esenciales para su promoción); la segunda, el conservadurismo liberal, mira a fundir los principios liberales (derechos civiles, democracia, pluralismo) con los conservadores (rechazo de ideales utópicos para reconstruir el orden mundial, fuerte arraigamiento de los valores tradicionales) para afrontar mejor las nuevas amenazas derivadas del nuevo orden mundial. Es predecible que en este marco la intervención en los Balcanes asuma una importancia central para el partido de los Tories: las crisis entre Serbia y Kosovo, no habiendo sido resuelta ni por la resolución Ahtisaari ni por las negociaciones conducidas por la Toika (véase: Serbia-Kosovo: fracasadas las negociaciones, se busca la independencia a toda costa), necesita de una respuesta rápida y decisiva por parte de la Unión Europea. En cuanto a Irán y a la cuestión nuclear, Cameron subraya la importancia de sanciones más fuertes por parte de la UE y por una mayor implicación diplomática de EEUU. Los Conservadores también abogan por un mayor compromiso británico en cuanto a la misión de ayuda humanitaria en Darfur, apoyando la actual propuesta del Partido Laborista de desplegar un total de 20.000 hombres.
Economía: nuevos medios para el sistema de mercado

En lo concerniente al sector económico no se puede prever un cambio de rumbo respecto a las políticas ya liberalistas seguidas por el New Labur. Lo que probablemente sí cambiaría tras una victoria conservadora serían los medios para llevar a cabo esos principios económicos. En referencia a esto se pueden identificar tres intervenciones principales del proyecto de reforma apoyado por Cameron: 1) estimular el crecimiento económico en el nuevo contexto globalizado; 2) promover un crecimiento económico sostenible en relación al cambio climático; 3) apoyar el crecimiento social, enfrentándose a la desigualdad y a la disgregación del entramado social. En referencia al primer punto es lícito prever un progresivo abandono del sistema topdown al que los conservadores acusan de centralizar el poder, lo que conlleva que el poder decisorio se aleje de los ciudadanos, recayendo en los profesionales encargados de distribuir los servicios a la población. Para obviar la que, para los Tories, parece claramente ser una distorsión del sistema, es posible imaginar una triple acción: 1) una desregulación que promueva la competitividad comercial; 2) una descentralización que lleve a fomentar la productividad del sector público; 3) una división de los beneficios obtenidos entre el incremento de los servicios del sector publico por una parte y la reducción de las tasas por otra. En referencia al segundo punto, la estimulación de un crecimiento económico sostenible desde el punto de vista ambiental, las tres propuestas principales son: 1) un esquema comercial basado en las transacciones y fijado por el Gobierno; 2) un efectivo control por parte de los órganos gubernativos; 3) la convicción de que las tasas ambientales que, según el programa conservador, sustituirían a las tasas ya existentes, derivarán en una doble mejora económica desde el momento en que tendería también a abaratar los costes derivados de la contaminación. En relación al tercer punto, el estímulo del crecimiento social, parece aceptarse un claro cambio de rumbo respecto a las políticas de subsidios sostenidos por el actual Gobierno laborista. La atención de los conservadores podría centrarse en tres aspectos principales: 1) la revisión de las políticas regionales dirigidas a la redistribución que según los Tories se han demostrado altamente ineficaces; 2) una mayor atención en referencia a las diferencias sociales creadas entre diversos grupos de inmigrantes; 3) un drástica revisión de las políticas laboristas de transferencias administradas que, según los conservadores, no estimulan la recuperación económica.
Defensa: hacia la unificación del sistema de seguridad.

En referencia al tema de la defensa, las críticas de los conservadores hacia el Gobierno laborista son elevadas: el legado conservador, según su opinión, ha sido despilfarrado por el Gobierno de Blair-Brown debido a un empleo, no calibrado, del ejército en Afganistán o Irak y sus posibilidades. Para obviar tal actuación es predecible que una eventual victoria conservadora lleve a un cambio de estrategia en lo referente al ámbito de la seguridad. Según lo declarado por la ministra-sombra de la defensa Pauline Neville-Jones, Gran Bretaña necesitará unir los frentes exteriores e interiores de la seguridad a causa de la expansión global de las nuevas amenazas. Es aceptable que ese cambio suceda en el marco tradicional de la Commonwealth, por las buenas relaciones instauradas con otros países miembros de la UE y, sobre todo, en un clima de cooperación con el aliado de siempre: Estados Unidos. También la OTAN continuará seguramente revistiendo una importancia de primer orden, sobre todo en el ámbito de la misión afgana, con la que Cameron comparte los objetivos. En este punto, la unión de los dos frentes de seguridad, interno y externo, podría sucederse a través de dos acciones: la primera atañería al endurecimiento de las fronteras, también gracias a un incrementado esfuerzo tecnológico, la segunda implicaría una mayor colaboración internacional, sobre todo a nivel de los servicios de inteligencia. Lo que ha sido anunciado por los conservadores es que, en caso de victoria, se pondrá en marcha un órgano de seguridad que se encargará no sólo de gestionar las amenazas terroristas, si no también las desgracias naturales (como las inundaciones del verano de 2007). En cuanto al terrorismo, otro nudo fundamental, aún es importante la histórica relación que Gran Bretaña mantiene con los países de Oriente Medio, del que ha sido un interlocutor de primer orden. Según lo afirmado por Neville-Jones, es necesario que el Reino Unido impulse por una parte reformas en los países mediorientales (sistema político, reformas sociales) para erradicar los factores que hoy principalmente fomentan el fenómeno del terrorismo, y por otra, imponer sobre suelo británico un sistema de leyes más duro al respecto.
Conclusiones

En caso de victoria conservadora en las próximas elecciones británicas, es previsible un cambio de dirección en todos los sectores excepto en el económico, en el que los principios librecambistas permanecerían invariables aunque cambiase su aplicación. Con tal propósito, de hecho, no es posible percibir el cambio interno del partido que ha caracterizado al Gobierno Blair-Brown: la adhesión a los tradicionales principios conservadores (familia, seguridad, economía de mercado) permanecería invariable. Resulta interesante que si se produjera un relevo conservador en Reino Unido, éste coincidiría con el ascenso democrático en Estados Unidos, lo que supondría una nueva y compleja dialéctica en su especial relación. Aún en este caso, no cabría esperar una desvinculación de la política americana, ya que en múltiples ocasiones, el líder conservador ha mostrado su fidelidad a su aliado histórico. Tal acuerdo parecía indispensable para la aplicación de importantes puntos del programa de los Tories, como el incremento de recursos destinados a inteligencia, en cuanto a la seguridad; la devolución de poderes de nivel estatal a nivel local, que podría basarse en el ejemplo federal americano; derribar las reglamentaciones en el campo económico, que tiene sus raíces en el nuevo continente; y, sobre todo, el hecho de que Reino Unido podría encontrar en Estados Unidos el aliado perfecto para contrarrestar el proceso de centralización europeo.

Entrevista a Dante Sica


Se desempeñó como Secretario de Industria, Comercio y Minería de la Nación - Ministerio de Producción; Coordinador del Centro de Estudios Energéticos; Asesor del Ministerio de Producción de la Provincia de Buenos; Jefe Unidad Asesores del Ministro de Producción de la Prov. de Bs. As; Coordinador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD);

Entrevista a Dante Sica


Se desempeñó como Secretario de Industria, Comercio y Minería de la Nación - Ministerio de Producción; Coordinador del Centro de Estudios Energéticos; Asesor del Ministerio de Producción de la Provincia de Buenos; Jefe Unidad Asesores del Ministro de Producción de la Prov. de Bs. As; Coordinador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD);

Zeitgeist 2007

Las tendencias de búsquedas en Internet durante 2007, según relevamientos efectuados por Google y Yahoo en la Argentina, depararon algunas sorpresas. El "espíritu del momento" ( zeitgeist en el argot internauta) que define los intereses de los usuarios de la red, mostró, por ejemplo, que el caso de Nora Dalmasso encabezó el ranking y que le ganó, en el rubro noticias, a las elecciones presidenciales de octubre pasado.

Las peripecias de la cantante norteamericana Britney Spears (puesto 3), también en el segmento "noticias", superaron al terremoto en Perú (7), y el contubernio sentimental entre Carlos Menem y Cecilia Bolocco (6) resultó más buscado que la muerte del humorista Roberto Fontanarrosa (9) y que el calentamiento global (puesto 8).

El fallecimiento de la actriz norteamericana Anne Nicole Smith y el caso de la desaparición en Portugal de la niña Madeleine se ubicaron en los lugares 4 y 5, respectivamente.

"Las elecciones presidenciales fueron uno de los tópicos por los cuales las personas se interesaron más y, vinculado con esa temática, la candidatura de Luciana Zalazar (10) también se destacó entre las tendencias", señalaron en Yahoo Argentina respecto de los asuntos más cliqueados en el país.

En otros rubros como, por ejemplo, "noticias deportivas", Boca Juniors está al tope seguido por el mundial de rugby (2) y por Racing (3). La Fórmula 1 (7) le ganó a Roland Garros (8) y la búsqueda de las noticias relacionadas con River Plate terminó en el décimo puesto y fue superado por el interés de los usuarios en el Club Atlético Huracán (9).

"Las redes sociales toman cada vez más protagonismo en la Argentina. La gente elige Internet para chatear, generar grupos de afinidad y para comunicarse", consideró Gonzalo Alonso, director general para los mercados de habla hispana de Google.

Según las mediciones de esa empresa, YouTube es el sistema de relacionamiento y publicación de contenidos personales más utilizado en la web por los argentinos y Second Life (el portal de vida virtual) aparece en el décimo lugar. Para bajar música de la red, los argentinos prefieren el Ares (2) al Emule (5).

Cultura popular

Hace poco tiempo, un estudio reveló que el 55,3% de los chicos iberoamericanos de entre 6 y 18 años prefiere navegar por Internet antes que ver televisión. Por ello, muchos de los contenidos más cliqueados están más relaciones con preferencias de los jóvenes. En Google Argentina señalaron que en lo rubros entretenimientos la cumbia le ganó al rock y que el reality show Gran Hermano se colocó al tope de los tópicos buscados sobre contenidos televisivos.

"Estos datos reflejan algunas variables sobre el uso de Internet como plataforma para tomar decisiones en la vida y el entretenimiento, como deportes, música y la programación de TV lideran las búsquedas, aunque hay un gran desarrollo de las compras online ", agregó Alonso de Google.

En ese buscador también realizaron una medición, por provincias, de algunos asuntos en particular. Por ejemplo, en el tema "Navidad", los usuarios de La Rioja fueron los que se mostraron más interesados. Les siguieron los pampeanos y, entre los porteños, este tema, al parecer no resulta de mucho interés, dado que aparecen en el quinto lugar.

Sin embargo, los internautas de la ciudad de Buenos Aires encabezan casi todos los demás temas medidos por Google, como "Cristina Kirchner", "vacaciones" o "Gran Hermano".

Cuando se trata de programar las actividades para el verano los santafecinos le siguen a los porteños en la búsqueda de contenidos sobre lugares y opciones, mientras que los mendocinos y los entrerrianos se ubicaron en el 3 y 4 puesto, respectivamente.

"No podríamos decir que la gente es superficial porque este ranking es producto de una sumatoria, pero si bajamos más allá de los primeros diez puestos hay temas más diversos", dijo a LA NACION Alberto Arébalos, director de Comunicaciones Google América Latina. "En realidad se busca profundizar más algunos datos de cultura popular; muchas veces la gente ve algo en la TV y después recurre a Internet para saber un poco más", agregó.

Dentro de los buscadores, la opción "imágenes" también fue medida por Yahoo Argentina. Y, en esa alternativa, que permite ver fotos e ilustraciones, las comprometidas imágenes de Cecilia Bolocco en Miami quedaron en el puesto número uno. En el segundo lugar, aparecen los motivos e ilustraciones para tatuarse.

"Los tatuajes demostraron ser una búsqueda de imágenes muy popular, con el resultado de numerosas indagaciones acerca de distintas piezas artísticas para tatuarse", señalaron en Yahoo.

Un párrafo aparte merece el hecho de que en la Argentina entre las 10 principales búsquedas de alimentos y gastronomía aparezca en segundo lugar la receta del postre "volcán de chocolate" y, en el cuarto, la manera de cocinar "matambre a la pizza".

No obstante, en primer lugar de esa lista está "Cormillot".

España: ¿"hub" empresarial para las multilatinas?

por Javier Santiso

"¿Porqué no imaginar una estrategia de internacionalización española fomentando la ubicación en España de los centros de decisión europeos de las multinacionales latinas actualmente en pleno auge de internacionalización? ... Por su ubicación, su potencial de mercado, sus recursos humanos (en términos de altos ejecutivos España es más barato que Sao Paolo, Buenos Aires o México) y su conexión con América latina, España podría ser un puente ideal para operar no sólo hacia Europa sino hacia África, Medio Oriente e incluso Asia".



Las multinacionales emergentes están acelerando su proceso de expansión internacional. Los datos así lo confirman: en 2006, las empresas de los cinco principales países emergentes, invirtieron más de 75 mil millones de dólares fuera de sus fronteras. Las multinacionales latinoamericanas, las multilatinas, también participan de este proceso. En el 2006, las empresas brasileñas, encabezadas por CVRD, invirtieron más fuera de sus fronteras que lo recibido por el país y en el 2007, es probable que las mexicanas, lideradas por Cemex, hayan conseguido lo mismo.

Lo más llamativo de este proceso es que ahora los países de la OCDE son receptores de estas inversiones. Con las adquisiciones multimillonarias de Cemex en Australia, de CVRD en Canadá, o de Tata Steel en Inglaterra, han caído también tabúes y complejos: para las multinacionales de los nuevos mundos ninguna de las grandes empresas europeas está ahora totalmente fuera de su alcance. De hecho 55 de los 75 mil millones de dólares invertidos fuera de sus fronteras en el 2006 lo fueron en los países de la OCDE. Hoy en día, el gigante ruso Gazprom tiene la capacidad financiera comprar en Europa varias petroleras y no tardaremos muchos años en ver una de la biotecnológicas o farmacéuticas indias hacerse con un pez gordo europeo en su sector. A lo largo de los últimos años no cesaron los rumores de interés, luego desmentidos, del brasileño Petrobras por la española Cepsa, de la también brasileña CVRD por la francesa Eramet, o de la india Reliance por una entrada en el grupo galo Carrefour.

América latina no se queda fuera de esta tendencia. Así, en 2006, las salidas de inversiones directas en el extranjero se acercaron a los 41 mil millones de dólares, un salto de 115% con respecto al año anterior. El récord lo tiene Brasil con inversiones directas en el exterior en 2006 que alcanzan los 28 mil millones de dólares, superando así las entradas de IED. México, con casi 4 mil millones de dólares invertidos en el extranjero, queda segundo pero es muy probable que en 2007, con la compra de Cemex, multiplique por cuatro o cinco este monto. Dentro de los inversiones latino-americanos en el exterior destaca también Chile (2,8 mil millones de dólares), país que se está dotando de multinacionales importantes en sectores como el de la distribución y por supuesto de la minería. Antofagasta Minerals, del grupo Luksic, adquirió así activos en Australia, licencias en Pakistán, y proyectos conjuntos con Anglo Gold en Colombia.

¿Puede este auge representar una oportunidad para España? La internacionalización de las multinacionales emergentes trae consigo que éstas estén expandiendo sus bases comerciales e incluso, a veces industriales, hacia los mercados de la OCDE, Europa incluido. En la primera mitad de los años 2000, las economías emergentes de Brasil, Rusia, China, India y Corear del Sur anunciaron cerca de 400 inversiones generadores de más de 22 000 puestos de trabajo, muchos de ellos altamente calificados en toda Europa.

¿Porqué no imaginar entonces una estrategia de internacionalización española fomentando la ubicación en España de los centros de decisión europeos de las multilatinas, las multinacionales latinas actualmente en pleno auge de internacionalización?

El interés sería para ellas de poseer en Europa una unidad de internacionalización, que puede coordinar las acciones comerciales e incluso financieras en el ámbito europeo. Por su ubicación, su potencial de mercado, sus recursos humanos (en términos de altos ejecutivos incluso España es más barato que Sao Paolo, Buenos Aires o México) y su conexión con América latina, España podría ser un puente ideal para operar no sólo hacia Europa sino hacia África, Medio Oriente e incluso Asia.

Esto lo han entendido muchas de las multinacionales estadounidenses que ubicaron sus mandos para Europa, África y Medio Oriente en países como Francia (Microsoft, Schlumberger e IBM por ejemplo), Suiza (Philip Morris, Caterpillar, Hewlett Packard y Oracle) o en Inglaterra (AT&T, Intel, Eli Lilly y Apple). Esta ubicación estratégica es de hecho, uno de los aspectos que el gobierno suizo, vía su empresa LocationSwitzerland, vende a los inversores extranjeros, además de su excepcional clima de negocios también su posicionamiento internacional como puente hacia Europa, Medio Oriente y África para las multinacionales de las Américas. Algunas multinacionales emergentes ya están iniciando de hecho un movimiento similar. Así por ejemplo, Ranbaxy Laboratories, la mayor farmacéutica india, ha instalado su dirección general para Europa, Medio Oriente, África y América latina en Londres. Lenovo, el gigante chino, lo ha hecho en París, dónde un holandés preside sus operaciones europeas, medio orientales y africanas.

Hasta la fecha muy pocas empresas latino-americanas tienes sus matrices europeas en España. Esto no significa que no haya empresas latino-americanas con base europea o internacional en España. Pemex y PDVSA son algunos de los ejemplos más llamativos de empresas latino-americanas con base en Madrid. Otras, como la mexicana Vitro, también han desarrollado presencia gerencial importante en la capital española. En cuanto a Ternium, una de las principales filiales del grupo Technint, tiene una de sus sedes internacionales en Valencia, desde donde dirige la internacionalización hacia Europa, Asia y África (la otra, para la zona NAFTA, está en Houston). El caso más llamativo lo constituye sin duda la cementera Cemex que tiene ubicado en Madrid gran parte de sus centros de decisión estratégicos y financieros. En 2006, esta empresa incluso ha decido implantar en España su servicio de estudios económicos, siguiendo el entorno mundial desde Madrid.

Sin embargo, salvo algunas excepciones, hoy en día, la mayor parte de las multilatinas tienen sus bases europeas fuera de España. En un momento en el cual los grupos latino-americanos, se apresuran en incentivar adquisiciones y desembarcos internacionales, incluso en Europa, ¿no habría aquí una ventana de oportunidad para España? Los candidatos son múltiples.

Están en primer lugar el grupo de las multilatinas que ya tiene presencia europea, sea comercial o industrial. La cervecería Grupo Modelo, propietaria de la marca Corona entre muchas otras y principal productor y exportador de cerveza de México, o el grupo Gruma, empresa líder a nivel mundial en la producción de harina de maíz y tortillas con cerca de 70% de su facturación del 2006 fuera de México, son algunos de los grupos mexicanos con implantaciones europeas, el primero vía comercializadores en varios países europeos y el segundo en Inglaterra, Holanda e Italia.

La mayoría de estos grupos tienen por ahora sus matrices operativas europeas fuera de España. Es, por ejemplo, el caso de la multinacional brasileña Embraer, uno de los líderes mundiales del sector aeronáutico, que tiene su sede europea en Francia. Lo es también del grupo brasileño Aracruz Celulose, el mayor productor mundial de pulpa de celulosa, cuya cabecera comercial europea está en la localidad suiza de Nyon. El cuartel general europeo de unos de los mayores bancos brasileños, Itaú, está en Lisboa, una ciudad que también hospeda la punta de lanza europea del conglomerado Odebrecht. Por su parte el conglomerado diversificado brasileño Votorantim tiene presencias en Inglaterra, Alemania, Bélgica y Suiza. Este conglomerado incluso posee un banco, con una oficina de representación en Londres. En cuanto a la multinacional de origen argentino, ahora con sede en Estados Unidos, el grupo Bunge, su matriz europea se ubica en Ginebra.

Antofagasta Plc, el brazo minero del grupo Luksic, tiene su base operativa europea en Londres, al igual que la estatal Codelco, la mayor productora y exportadora de cobre del mundo (ésta además posee una presencia en Alemania). El grupo alimentario brasileño Perdigao, una de las compañías y exportadores de alimentos más grandes de Latinoamérica, con 35 000 empleados operando ahora en 100 países, tiene su sede europea en Holanda. Igualmente, CVRD, uno de los líderes mundiales del sector minero, tiene oficinas diseminadas por toda Europa, en Francia, Suiza, Inglaterra y Noruega, pero ninguna presencia en España. La chilena Sudamericana de Vapores, controlada por Ricardo Claro, la mayor empresa de transporte marítimo de América latina, eligió Hamburgo como sede regional para Europa.

A estas empresas que ya tenían cierta presencia se le están sumando otras. Así, en el 2006, Braskem, una de las mayores petroquímicas del continente, ha decido implantar su sede europea en Rotterdam, llevada de la mano del alcalde de la ciudad. Como ha señalado la propia empresa, Rotterdam fue elegida por Braskem como sede de su base comercial en Europa debido en parte al fuerte apoyo brindado por las autoridades municipales y nacionales de Holanda a la instalación de empresas internacionales.

Uno de los grupos mexicanos que destaca es el conglomerado Alfa de Monterrey, el cual, vía su filial de autopartes Nemak, ha hecho adquisiciones importantes en Europa. En 2006 compró por algo más de 410 millones de euros parte del negocio de la noruega Norsk Hydro, completando así su presencia dilatada europea que abraca ahora Hungría, Eslovaquia, República Checa, Alemania, Austria, y Suecia. En el sector alimentario también los grupos latino-americanos están acelerando el desembarco en Europa. Así en 2007, Perdigao cerró la compra de una empresa holandesa, adquiriendo unidades industriales en Holanda, Inglaterra y Rumanía, que se suman a sus oficinas comerciales en Francia.
Por su parte, la brasileña Gerdau, la primera siderúrgica de América latina, con más de 100 años de historia, está impulsando un fuerte proceso de internacionalización, con vistas a Europa. ¿No podríamos imaginar e incentivar que lo hiciese en España, sabiendo que en 2005 esta multinacional brasileña se dotó de un importante pié europeo con la compra del 40% del grupo vasco de aceros especiales Sidenor por un importante total de casi 450 millones de euros? Igualmente, ¿no podríamos imaginar lo mismo para el grupo diversificado brasileño Camargo Corrêa que fusionó una de sus filiales con la empresa de textil vasca Tavex Algodonera?. En un momento en el cual Petrobras está impulsando fuertemente sus negocios hacia Europa, firmando en 2007 acuerdos sobre biocombustibles con la portuguesa Galp, después de haber mostrado también interés por la española Cepsa los años anteriores, ¿no sería imaginable incentivar que ésta moviese su centro de decisión para Europa y África de Londres, dónde está actualmente, hacia Madrid o Barcelona?

A esta lista de empresas con puentes en Europa, se le podrían añadir las que todavía no tiene presencia significativa. La tendencia es de esperar que se matendrá. Prueba de ello es la decisión de Bradesco, uno de los mayores bancos de Brasil, de ir acompañando a sus clientes hacia Europa y otros mercados. El banco anunció su intención, a mediados de 2007, de implantarse en Europa, vía una unidad de banca de inversión en Londres que opere como broker. Femsa, la embotelladora mexicana lleva años buscando tocar tierra en Europa, vía la adquisición de una cervecera. Femsa es la compañía líder de bebidas más grande en América Latina, exportando sus productos a Estados Unidos, y países selectos en América Latina, Europa y Asia. El grueso de su presencia está en América latina pero es un grupo con ambiciones más globales, incluido europeas. La brasileño Suzano Petroquímica, empresa comprada a mediados de 2007 por la petrolera brasileña Petrobras por 1.100 millones de dólares, también tienen ambiciones internacionales.

España podría ser un trampolín europeo para muchos de estos grupos. Las multilatinas constituyen un primer círculo de multinacionales emergentes que podrían encontrar atractivos asentar sus matrices europeas en España. Pero nada impide mirar más allá de este núcleo latino.