Pierde inscriptos la UBA

En los últimos cinco años, el número de ingresantes cayó 2,9%, mientras que subió 12,6% en las instituciones privadas

En la Argentina, tres de cada cuatro estudiantes universitarios van a una institución estatal. Este rasgo, que el país mantiene mientras en toda América latina se produce lo contrario, podría empezar a transformarse.

Según las cifras que acaba de difundir el Ministerio de Educación, los nuevos inscriptos en las universidades estatales disminuyeron en los últimos cinco años 2,9%, mientras que aumentaron 12,6% en las instituciones privadas.

En números absolutos, en 2006 se anotaron en las universidades estatales 270.882 nuevos inscriptos, 12.669 menos que en 2005, mientras que en las privadas lo hicieron 86.107 nuevos alumnos, 9869 más que en el año anterior. En otra forma de mirarlo, entre 2002 y 2006 las instituciones estatales perdieron 34.323 nuevos inscriptos, al tiempo que las sedes privadas ganaron 32.455 ingresantes.

El dato proyecta en el nivel nacional el fenómeno que se viene dando en la Universidad de Buenos Aires (UBA), la más grande del país, donde, tal como informó LA NACION, este año volvió a caer la inscripción en el Ciclo Básico Común (CBC) para 2008, en una tendencia que se inició hace cuatro años.

Al buscar explicaciones para el fenómeno, los rectores y especialistas señalan la reactivación económica, que lleva a más jóvenes al trabajo que a la universidad estatal; los sistemas de ingreso que se multiplican en las instituciones estatales y desalientan a los ingresantes, y las crisis institucionales que, con tomas de edificios, paros y conflictos permanentes, alejan a potenciales estudiantes.

Al mismo tiempo, advierten que los aumentos y descensos son aún reducidos y que se mantiene la distribución del 75% de los estudiantes en las universidades estatales, y recomiendan un análisis por disciplina y por institución. Los incrementos y descensos en la inscripción pueden responder a causas tan coyunturales como la apertura de una carrera o una sede, el descenso del atractivo de otra, una nueva oferta a distancia o un conflicto por la elección del rector.

Si se miran los números de ese modo, las universidades estatales que más alumnos perdieron desde 2002 son Río Cuarto (15,1%), San Luis (14,4%), Lomas de Zamora (12,3%) y Luján (11,5%). Y las privadas que más alumnos ganaron incluyen a la Universidad Favaloro (48,9%), Empresarial Siglo XXI (34,2%), del Cine (33,6%) y Maimónides (32,3%).

Mejoría paradójica

La mejoría económica en ciertos sectores podría quitarle alumnos a la universidad estatal. "Las mejoras en el nivel de empleo posibilitan que los jóvenes que provienen de hogares con menores recursos encuentren trabajo y no vayan a estudiar. Son hogares en los que un ingreso adicional es importante, que suele ser la población demandante de educación estatal", analizó Juan Carlos Del Bello, especialista en educación superior, recientemente nombrado rector organizador de la nueva Universidad Nacional de Río Negro.

Por las mismas razones, algunas familias podrían estar regresando a las privadas. "En 2002 y 2003, por la crisis, muchas familias mandaron a sus hijos a las universidades estatales y con la recuperación vuelven a las privadas", comentó el secretario de Políticas Universitarias de la cartera educativa, Alberto Dibbern.

El fenómeno es particularmente visible en el interior. Según apuntó Sergio Maluendres, rector de la Universidad Nacional de La Pampa, "con la reactivación económica, muchos jóvenes de clase media y media alta se van de la provincia a otros centros urbanos". Según dijo el rector, que además preside el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), en los últimos cinco años su universidad perdió el 15% de ingresantes, y había tenido un récord de inscriptos en 2002, en lo peor de la última crisis.

Tras destacar que el descenso de inscriptos en las estatales es "ligerísimo", Maluendres sugirió la necesidad de medir la percepción de los estudiantes sobre las universidades estatales y privadas.

Los especialistas también mencionan que hay mayores dificultades para ingresar en las universidades estatales que en las privadas.

"Hay una tendencia cada vez más fuerte a la selectividad en las universidades estatales, que fueron virando gradualmente a mecanismos de ingreso selectivos, indirectos o explícitos", dijo Del Bello.

Las recientes crisis institucionales en muchas universidades estatales (sobre todo las grandes, como la UBA, el Comahue, Rosario o Córdoba) podrían estar desalentando el ingreso de nuevos estudiantes. Eso se sumaría a un crecimiento y diversificación de las universidades privadas y su instalación en algunos campos de conocimiento como opción formativa de calidad (ingeniería, medicina y carreras paramédicas, y algunas ofertas de ciencias sociales y humanas, como administración, ciencia política, relaciones internacionales, comunicación, historia o educación).

"Que estos números se transformen en una tendencia depende de la energía que la universidad pública coloque en aprovechar el prestigio que tiene y los recursos que el Gobierno está dispuesto a darle. Si pone un cierto orden administrativo, se puede volver más atractiva", reflexionó Horacio O Donnell, rector de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES).

Y señaló posibilidades equivalentes para las privadas: "Las universidades privadas tienen una raíz de competitividad que las hace superar las contingencias. Estamos interesados en crecer; las públicas se sorprenden más con las coyunturas", apuntó O Donnell, presidente del Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP).

Hay, sin embargo, desafíos en común. "En general, estatales y privadas tenemos que trabajar en que los que ingresan egresen", dijo Dibbern, y señaló que la tasa de egresados en las universidades estatales creció 7,2%en los últimos cinco años, y en las privadas lo hizo de manera equivalente, en 8,9 por ciento.

Por Raquel San Martín

Salpicar al peatón puede costarle caro al automovilista británico

La multa podría ser de 5000 dólares; dura pena por conducir y hablar por celular


Hacer una llamada telefónica mientras se está al volante y salpicar a los peatones tras frenar a alta velocidad puede costar ahora muy caro en Inglaterra y Gales: dos años de prisión firme y hasta 5000 dólares de multa, respectivamente.

En una ofensiva destinada a obligar a los automovilistas a tomar conciencia de sus responsabilidades, el Departamento de la Fiscalía de la Corona (Crown Prosecution Service, CPS) anunció ayer que infracciones como éstas, consideradas meras picardías o actos de descuido, serán ahora interpretadas legalmente como delitos comunes.

De esta forma, hasta el más leve de los accidentes causado por atender una llamada telefónica, sintonizar la radio, buscar una canción en el MP3 player, en un iPod o quizá por ajustar un sistema de navegación satelital dejará de ser visto como "un incidente fortuito" para ser catalogado como "un acto peligroso premeditado", pasible de una pena de reclusión.

Si esta "conducción temeraria" provoca un accidente de tránsito que causa la muerte de uno o más terceros, los jueces estarán en condiciones de calificar lo ocurrido de asesinato. Esto significa que, de ser hallado culpable, el conductor podría ser condenado a cadena perpetua.

Aun sin causar la más mínima desgracia, todo aquel que sea sorprendido frente al volante entretenido en cualquiera de las mencionadas actividades -e incluso en otras menos tecnológicamente avanzadas, como la de leer el diario, encender un cigarrillo o pintarse los labios- deberá pagar una multa inmediata de 120 dólares y tendrá su licencia de conducir suspendida por tres días.

Celulares

El uso de celulares en automóviles fue prohibido en Inglaterra y Gales en 2003, pero, de acuerdo con un estudio del Laboratorio de Investigación de Transporte, pocos respetan la norma.

En 2005, 13 accidentes fatales y 52 de suma seriedad fueron atribuidos al empleo de teléfonos móviles. Unos 129.700 conductores recibieron multas por enviar textos y atender llamadas. Aun así, se estima que medio millón de automovilistas siguen todavía colocándose el celular en la oreja, tecleando mensajes y hasta surfeando por Internet mientras atraviesan rotondas y cruzan intersecciones con semáforos.

Empapar a un grupo de desprevenidos transeúntes por no haber visto un charco seguirá sin ser castigado. Pero si el incidente fue la secuela visible de otras infracciones, como manejar en zonas urbanas a alta velocidad o con las luces altas prendidas, o un cambio brusco de carril, la fechoría podría costarle al "travieso" lo mismo que un pasaje de ida y vuelta y en primera clase al otro lado del planeta.

Mensaje claro

"Con la nueva interpretación de las normas queremos enviar un mensaje claro. Conducir un automóvil es algo complicado, que requiere atención. Todo aquel que toma un volante debe concentrarse en una sola cosa: su manejo. Si no lo hace, actúa como un irresponsable y tendrá, por lo tanto, que pagar las consecuencias", explicó sir Ken Macdonald, director de la CPS.

Para la Royal Automobile Association (RAA), la principal asociación de automovilistas británica, la actitud oficial "va en la buena dirección", aunque "debería ser acompañada por una mayor presencia policial en las rutas, de modo de garantizar el respeto de las leyes".

Por el momento, los cambios se aplicarán sólo en Inglaterra y Gales, por cuanto las normas de tránsito en Escocia e Irlanda del Norte deben ser aprobadas primero por sus gobiernos autónomos.

FirstGroup, la empresa más importante de autobuses y trenes británica, anunció ayer que prohibió el uso de celulares -incluso aquellos con equipos "sin manos"- no sólo a sus conductores, sino también a la totalidad de sus 135.000 empleados en todo el Reino Unido.

Por Graciela Iglesias

Según la Justicia, no es delito ocupar tierras por necesidad

Sobreseyeron a una indigente demandada por el Estado


La Cámara Federal confirmó el sobreseimiento a una mujer acusada de usurpar un terreno lindero a la ex línea ferroviaria Mitre al considerar que no cometió delito porque estaba imposibilitada de acceder a una vivienda digna.

"Es claro que la ocupación de una casilla precaria a la vera de las vías por las que transitan permanentemente trenes demuestra el estado de excepción donde el mínimo resguardo del que es acreedor todo habitante de este suelo pareciera estar ausente", sostuvieron los camaristas de la sala I.

Al dejar firme el sobreseimiento de primera instancia en favor de Cristina Capristo por el juez federal Norberto Oyarbide, los camaristas entendieron que "la respuesta penal no debe ser la primera ni la principal respuesta a la que el Estado debería apelar" en estos casos.

Capristo había sido denunciada por el delito de usurpación ya que ocupaba sin título legítimo una casilla en un predio en Santos Dumont 2677, lindero a las vías del tren y "propiedad del Estado y administrado por el Onabe", recordó la Cámara.

El lugar terminó ocupado por entre diez y 12 viviendas con paredes de mampostería y chapa, techos del mismo material, piso de cemento, agua corriente y luz eléctrica.

Según los camaristas Eduardo Freiler, Gabriel Cavallo y Eduardo Farah, el Estado debería garantizar como "responsabilidad política" el acceso a la vivienda digna.

Además, cuestionaron el argumento del fiscal Carlos Cearras, quien había apelado el sobreseimiento dictado por Oyarbide porque no consideró probado el estado de necesidad de la mujer.

"Resulta rayano a lo perverso exigir que se acredite que quien ocupaba la propiedad lo hacía en una situación de estado de necesidad justificante o de inculpabilidad", evaluaron los camaristas. El tribunal de apelaciones criticó el "miope y estricto apego a la letra del Código Penal".

En el caso concreto de Capristo, la mujer ocupó una casilla "en un terreno estatal el cual, por lo demás, no afecta en principio el servicio de transporte público".

Esta conducta "no es una de aquellas que importe al derecho penal que es de interés, en cambio, en lo atinente a la obligación del Estado en los términos del artículo 14 bis de la Constitución y de proveer a la seguridad de quienes viven de ese modo", concluyó la Cámara.

Aplican la matemática a la división de poderes del Estado

Según un trabajo, el respeto a la Constitución maximiza el bienestar general

Aplican la matemática a la división de poderes del Estado

Según un trabajo, el respeto a la Constitución maximiza el bienestar general


La policía arresta a dos sospechosos de haber robado un banco. No hay pruebas suficientes para condenarlos, pero tras haberlos separado les ofrece a ambos el siguiente trato: si uno confiesa y el otro no, éste será condenado a diez años de prisión y el primero quedará libre; si el primero calla y su cómplice confiesa, el primero será el condenado y el segundo saldrá en libertad; si ambos confiesan, deberán pasar seis años en la cárcel; pero si ninguno habla, sólo podrán acusarlos de un delito menor y serán condenados a seis meses de prisión.

¿Qué harán los prisioneros: cooperarán para minimizar la condena total o uno de ellos elegirá traicionar al otro para quedar libre?

El "dilema del prisionero" es un problema clásico de la teoría de juegos que los matemáticos vienen aplicando a las más diferentes interacciones humanas, porque permite analizar racionalmente el conflicto entre intereses individuales y colectivos.

"Si uno delata, recibe el premio mayor, pero el otro queda «refundido» -explica coloquialmente el licenciado Ricardo Miró-; si los dos se traicionan, reciben un castigo intermedio; pero si ambos cooperan, generan lo que en matemática se llama un «óptimo de Pareto» [matemático italiano], la mejor solución para el bienestar general."

Miró, matemático "residente" del Poder Judicial desde hace quince años, utilizó el mecanismo lógico del dilema del prisionero para analizar los vínculos institucionales que se dan entre los poderes del Estado.

Su conclusión tal vez sea previsible, pero agrega un argumento matemático que respalda la independencia de los poderes planteada por Montesquieu en Del Espíritu de las Leyes. Efectivamente, a la luz de este enfoque objetivo de la ética, cuando dos poderes se subordinan a la ley, se maximiza el bienestar general.

"El óptimo de Pareto es una solución tal que cualquier apartamiento de ella perjudica a alguien", dice Miró, que hace un par de años realizó un modelo matemático que permitía agilizar los tiempos de circulación de los expedientes aplicando la teoría de colas a la congestión judicial.

Poderes en conflicto

La Constitución nacional establece que los tres poderes del Estado son independientes entre sí, pero que ninguno queda fuera del control ejercido por parte de los otros dos.

Para su trabajo, que realizó por sugerencia del presidente de la Academia de Ciencias de Buenos Aires, doctor Julio Olivera, Miró analizó la relación entre sólo dos de ellos: "Estos pueden respetarla o no; es decir que son protagonistas de una negociación institucional mutua binaria -afirma-. La solución óptima la brinda el estricto respeto a la Constitución y sus leyes. Cuando ambos poderes se subordinan a la ley y respetan el vínculo, aparece un óptimo de Pareto. Cuando ambos violan la Constitución, la suma es mínima y esto se asocia con los intereses corporativos."

Miró subraya que, aunque sorprenda, la matemática es capaz de analizar la pasión, la cooperación o el egoísmo.

"Siempre me incliné por la matemática aplicada -dice-. Las aplicaciones me resultan absolutamente imprescindibles, sobre todo en un país como el nuestro, donde hay problemas en la calle que merecen atención científica, como los hidráulicos, los de relevamiento de materias primas, la búsqueda de hidrocarburos o hasta la prospección sísmica."

Y enseguida agrega: "En el ámbito judicial, por ejemplo, se sabe que para que los archivos sean transparentes deben cumplir con las condiciones del teorema de máxima entropía de Shannon: los mecanismos informáticos de sorteo tienen que verificar la máxima incertidumbre a priori con respecto a qué expediente va a qué juzgado".

Según el análisis de Miró, entonces, también la matemática demuestra que tanto la invasión de un poder por otro como la subordinación de uno a otro son malas soluciones.

"Es desastroso -afirma-. Son dos de las peores alternativas."

Por Nora Bär

Nicholas Negroponte: igualdad en el acceso a la información


Si no hay igualdad en el acceso a la riqueza, que por lo menos haya igualdad en el acceso a la información que -tal vez- un día genere esa riqueza. Animado por el mismo entusiasmo con el que soñó el Media Lab del MIT, Nicholas Negroponte presentó en el Davos de 2005 la solución al problema: la OX-1, una laptop con conexión a Internet lo suficientemente barata como para llegar a los niños más pobres del mundo.

Era fácil predecir que distribuir 150 millones de laptops en cuatro años era un poco mucho y que pedir US$ 100 por ellas era un poco poco (hoy cuestan US$ 180 en origen). Lo que pocos habrían adivinado es que, a pesar de ello, gigantes como Intel y Microsoft, con los que Negroponte no llegó a un acuerdo en su día, le iban a seguir los pasos con la Classmate, una laptop para chicos (por el diseño y la dureza de sus componentes) que ya se vende en la Argentina por US$ 480.

Negroponte le dijo a iEco que la llegada de estas empresas, a las que no ve como "competidoras", le producía sentimientos encontrados. Le alegraba alentar a "los otros a bajar sus precios, porque eso beneficia a todo el mundo" pero consideraba un fracaso el número de computadoras que en su opinión dejarían de llegar a los chicos. La tesis es que él tiene trato directo con los jefes de Estado y organiza pedidos de un millón de máquinas. En su opinión, Intel tiene que conformarse con ministros y directores generales, "porque la suya es una operación comercial", y estos siempre son más difíciles de embarcar en proyectos ambiciosos.

La Argentina fue de los primeros países en interesarse por la OX-1 si bien todavía no concretó ningún pedido. La Classmate compite con ella por los favores del Gobierno y en Intel esperan vender 50 mil unidades en 2008, con un enfoque radicalmente diferente al de Negroponte.

Como dijo el CEO de Intel, Paul Otellini, no forma parte de su labor filantrópica. Así lo confirmó Esteban Galluzzi, gerente general para el Cono Sur: "No hay filantropía que alcance para regalarle laptops a todos los niños del mundo".

Según Galluzzi, "lo que hace Negroponte es impulsar el nacimiento de esta categoría" que a Intel le interesa "socialmente y como negocio": "Después, todo el mundo va a querer entrar en un mercado que, de consolidarse, cuadruplicará el actual: en Argentina hay 11 millones de niños y el mercado de PCs hoy es de 2 millones".

La tercera en concurso por los colegios argentinos es la ITP-C de pantalla táctil, fabricada en Israel y comercializada por NEC Argentina "no para hacer grandes negocios sino para contribuir al desarrollo", según el responsable de producto, Sergio Romano.

Se moverá en un precio similar al de la Classmate y para 2008 esperan vender 30.000 equipos. La robustez es también una de sus variables clave: "Siempre que vamos a un lugar arrojamos una máquina al piso y demostramos que después sigue funcionando".

Otras empresas vieron el filón sin sentir la necesidad de comprometer en él su responsabilidad social. En MercadoLibre ya se vende la Eee PC de la fabricante taiwanesa Asustek por unos US$ 580, una PC que pueden usar niños (mientras no la arrojen al piso) y adultos. En la Argentina es la primera a ese precio pero en el mundo hay más ejemplos.

Hace tiempo que Wal-Mart vende la Everex en EE.UU. por un precio similar y Quanta -la fabricante de laptops asociada a la OX-1 de Negroponte- anunció en mayo que fabricaría sus propias máquinas por US$ 200. También preconizó la creación de un nuevo nicho de mercado: laptops de entre 200 y 600 dólares.

Sin llegar a esos niveles, en el país el precio también bajó. Según Intel, la notebook promedio pasó de 1.530 dólares a fines de 2005 a 1.012. Un movimiento paralelo al aumento de su consumo. Este año se espera llegar a las 300.000 notebooks vendidas, que según IDC ya representan el 15% de todas las PCs.

Como dice Pablo Tedesco, de Prince & Cooke, "pasar de 3 marcas a más de 10 hace que caigan los precios". Aunque sea por otro camino, parece que el sueño de Negroponte no era tan imposible.



Si una virtud tiene el proyecto One Laptop Per Child (Una Laptop Por Niño) es la de mantener a su impulsor, Nicholas Negroponte, en el candelero. "El padre de una de las causas con más sentido de la computación contemporánea, según el Economist" o una persona "bien intencionada" que desconoce las reglas de los negocios según el Financial Times, lo cierto es que todo el mundo habla de él. El mítico fundador del Media Lab en el Massachusetts Institute of Technology y autor del inspirador Being Digital es uno de los académicos con más presencia en los medios de todo el mundo. Con un precio que ha terminado oscilando entre los 180 y 190 dólares ya no es la laptop de 100 dólares que presumía ser. La meta del millón de laptops para Argentina ha quedado, cuando menos, pospuesta, y su competidor Intel está lanzando la ClassMate, un producto similar aunque más caro. Hijo del próspero armador griego Dimitri John y hermano del diplomático John Negroponte, Nicholas Negroponte no es una persona que se quede sin respuestas.
-¿Ven como un éxito o como un fracaso la entrada de la ClassMate de Intel al mercado de las laptop baratas para niños?
-Antes que nada, no los vemos como competidores porque no hay forma de que una compañía comercial pueda hacer laptops más baratas. El cincuenta por ciento del costo de cualquier laptop comercial se reparte entre ventas, marketing, distribución y beneficios. Nosotros no tenemos ninguno de esos costes así que por definición siempre vamos a ser más baratos porque somos una organización humanitaria. Cuando la gente dice que competimos con Intel para nosotros es un gran cumplido y bueno, porque si ellos bajan sus precios, termina beneficiando a todo el mundo. Donde está el problema no es tanto en la competición como en la distracción. Le doy un ejemplo: el jefe de Estado en Libia me dice, 'de acuerdo, compro un 1,2 millones de tus laptops' y después llega Intel a Libia y, como no se puede entrevistar con el jefe de Estado porque es una operación comercial, acude al ministro de Educación y le dicen: '¿Por qué un millón? ¿Cómo estás seguro de que va a funcionar? Mejor compra diez mil...'. Ahí es donde veo el problema. A los burócratas no les interesa tomar riesgos porque cuando los toman y tienen éxito, la gloria es para el jefe. Ahora bien, si se equivocan... Para nosotros esa ha sido la mayor desventaja. En el caso de Intel se complicó porque ahora además son socios. Te diría entonces que su entrada implica las dos cosas: un éxito y un fracaso.- La falta de costos de marketing y de distribución, ¿no será un inconveniente en vez de una ventaja?
-Bueno, eso depende de lo que creas que somos. Si crees que somos una empresa de laptops, sí, sería un error. Pero no lo somos. Somos como el World Food Program, que es muy activo y maravilloso. No tienen departamento de marketing y alimentan a 30 millones de personas todos los días. Nuestro modelo es ser como el World Food Program y no como una Dell a la que no le interesan los beneficios, pero eso es algo que la prensa no termina de entender.- A diferencia del World Food Program, ustedes están vendiendo un producto.- Estamos vendiendo un producto...- Sí, alguien tiene que pagar por las laptops.- Sí, es verdad, alguien tiene que pagar por ellas pero con el programa Give One Get One no las vendemos, las donamos. Eso cambia la ecuación y lo convierte en algo similar al World Food Program. Es verdad que estas donaciones no son para todos los países sino para aquellos con menor gasto por niño en educación. En el resto de casos, sí, podríamos decir que estamos vendiendo una laptop. Estoy completamente de acuerdo en que si una compañía comercial hace algo verdaderamente competitivo sea considerado por los gobiernos. Yo no necesito vender laptops, lo que necesito es que lleguen las laptops a los chicos. No me importa si Libia compra nuestras laptops o las de algún otro pero sí me importa que 1,2 millones de laptops se conviertan en 50 mil, por el millón de niños que se está quedando sin computadora.- ¿En qué medida la llegada de las laptops independiza la formación de los niños del presupuesto en educación de sus países?- En la mayoría de los países en desarrollo, se usa el doble turno en las escuelas, por la mañana para un grupo de estudiantes y la tarde para otros, entre otras razones porque normalmente estos chicos trabajan también con las familias. En este tipo de escuelas, la jornada comienza a las siete, en teoría, y a las siete y media en la práctica. Se termina entre las once y media y las doce. Al final, son solo entre doce horas y media y catorce horas por semana en la escuela, y eso es muy poco tiempo, de modo que una de las cosas que queremos es que los chicos se lleven la laptop a casa y la usen para otras cosas, juegos, música, escribir cosas.. De ese modo ampliamos el tiempo disponible para la educación de los chicos. Cuando se conectan a Internet reciben toda esta educación informal que, en función de la curiosidad y motivación del chico, puede darle mucha educación de forma independiente y con otros chicos que no necesariamente tienen que ser vecinos de la aldea sino del país, de forma que estás ampliando notablemente lo que el chico puede hacer.- Después de la educación, ¿qué viene? ¿El desarrollo económico o el de las libertades políticas?- La educación es siempre lo primero. Por ejemplo el caso de Irlanda, que en los años 50 y 60 le dio mucha importancia a la educación. Es un ejemplo de desarrollo económico. El desarrollo polBloque entrecomilladoítico es un tema más complicado porque en algunos países significa moverse hacia la democracia y no hay nada peor que una democracia prematura, porque la democracia es un sistema muy ineficiente. Si miras a los casos de India y China puedes observar cómo se están separando. China sigue subiendo a toda velocidad mientras que India va a un ritmo menor, en algunos casos incluso negativo. Una de las razones es que la de India es una democracia prematura. Esta es una afirmación muy controvertida pero por el desarrollo político hay que pagar un precio.

Polacos judíos descubren su pasado tras décadas de persecución

Numerosos polacos están descubriendo ahora su pasado judío, después de que sus antepasados borraran cualquier huella de identidad por miedo a ser perseguidos, primero por los nazis y después por los comunistas, en un país tradicionalmente católico.

“Jamás hablamos de nuestros antepasados”, recordó Agnieszka Kwasniewska, una reciente reconvertida de 37 años, en el Centro Cultural Judío de Varsovia, durante la celebración de Jánuca, la llamada “Fiesta de las Luminarias”.

Kwasniewska explicó que, cuando tenía 12 años, su abuela le contó que durante la Segunda Guerra Mundial tuvo que esconderse “por parecerse a una judía”.

“Sabía que había algo de falso en esa historia. Ella lloraba mucho. No volvimos a hablar. Más tarde, pregunte a mi padre y me dijo: es una vieja historia y no debemos volver a ella. Somos católicos”, explicó.

Sus preguntas causaron tensiones en la familia, pero ella no se reprocha nada. “Cuando vine a la sinagoga fue como volver a mi casa”, añadió.

Según los cálculos, en Polonia quedan entre 3.500 y 15.000 judíos, sobre una población de 38 millones de personas. Sin embargo, es casi imposible cifrar el número de polacos que descienden de judíos.

Poco antes de la Segunda Guerra Mundial, en el país había 3,5 millones de judíos y Varsovia era la ciudad europea con más judíos y la segunda en el mundo, por detrás de Nueva York, con casi 400.000 judíos.

Los nazis, que ocuparon Polonia en 1939, mataron al 90% de los judíos polacos, es decir, unos tres millones. Tras la guerra, en 1945, sólo quedaban 280.000 judíos en Polonia.

Muchos de ellos emigraron a Israel o a Estados Unidos apenas acabó el conflicto o durante las campañas antisemitas del régimen comunista en los años 50 o en 1968.

Los que se quedaron, prefirieron esconder su identidad para proteger a sus hijos.

“Tenía 13 años cuando me interesé por el origen de mi apellido”, relató el joven Maciej Krasniewski, de 20 años. “Los apellidos polacos que acaban en ’ski’ pueden tener un origen aristocrático.

Pregunté a mi padre y me dijo: ‘Nuestro verdadero apellido es Kirschenbaum’”.

Su abuelo paterno era un superviviente del Holocausto que cambió el nombre de la familia en 1954.

Este joven tardó cinco años en decidir reconvertirse al judaísmo. Lo mismo hizo su hermano gemelo. Todavía duda en salir a la calle con la kipá, pero está dispuesto a “salir del armario”.

“Estamos aquí, no nos iremos y deberán habituarse” es el mensaje que quiere lanzar con ello. “Si no lo hacemos, nadie sabrá que existen judíos en Polonia”, justificó.

A los nuevos judíos polacos les gustaría que los otros judíos, en particular los que viven en Israel y Estados Unidos y que visitan a menudo los antiguos campos de concentración polacos, dejaran de ver Polonia como un gran cementerio.

“Deben ver que existe una realizad judía en Polonia”, reclamó Anna Janot-Szymanska, cuya hermana, Malgorzata, dirige el Centro Cultural Judío.

Sin solución para el cambio climático

Después de prolongadas e infructuosas negociaciones, la conferencia convocada en Bali, Indonesia, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para lograr un consenso de cara a un nuevo tratado sobre que limite especialmente las emisiones de gases que provocan el calentamiento global no deparó el resultado deseado. El problema sigue sin solución.

El tratado anterior, conocido como Protocolo de Kyoto, aprobado en 1997, tuvo el mismo propósito, pero fue resistido especialmente por los Estados Unidos. Esa posición frustró el éxito de ese primer paso, que tendía a mitigar una cuestión que compromete en forma severa el equilibrio del medio ambiente.

Al culminar las jornadas de Bali, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, formuló una dramática alocución en la cual puso el mayor énfasis en destacar las consecuencias irreversibles de cualquier demora en la aprobación de las medidas que se esperaban de la asamblea, de más de 180 países.

"Estamos en una encrucijada -dijo Ban-. Un camino conduce a un acuerdo amplio sobre el cambio climático y el otro, a la extinción. La elección es clara."

Las expectativas sobre la reunión de Bali eran moderadas, pues se concentraban en llegar a establecer puntos básicos de coincidencias que permitieran elaborar un documento que iba ser formalizado en 2009 para entrar en vigor en 2012. Ese año caducará el Protocolo de Kyoto. Sin embargo, las diferencias sobre la forma y la metodología de reducción del empleo de combustibles fósiles generó vivas confrontaciones.

No sólo obró la posición conocida del mayor país industrial, los Estados Unidos, duramente criticados por las asociaciones ambientalistas y por el ex vicepresidente Al Gore, quien acusó a su propio país de obstruir los posibles acuerdos. También China y la India, como grandes economías emergentes, se rehusaron admitir límites para sus emisiones.

Con elocuencia, Gore calificó el calentamiento global de "urgencia planetaria" y afirmó que corresponde a esta generación, y no a la venidera, entablar una lucha contra el problema. Esta generación, de hecho, tiene el imperativo moral de hacerlo.

No pocas voces han advertido que los científicos dijeron qué iba a suceder, pero los responsables políticos hicieron caso omiso de ello. Es la actitud que adoptó Europa con el ascenso al poder de Adolf Hitler y el III Reich en Alemania, agregó Gore, recientemente distinguido con el Nobel de la Paz junto con el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU.

Más allá de las advertencias, que no fueron pocas, el propósito de dejar fijados límites cuantitativos para la emisión de gases -entre el 25 y el 40 por ciento menos de lo que eran en 1990- no pudo acordarse.

Finalmente, los representantes de la comunidad internacional arribaron a conclusiones de carácter general que no implican compromisos en sentido estricto para ningún país. Se reconoció la necesidad "de efectuar severas reducciones de las emisiones mundiales", enunciado abstracto que permitió salvar el estancamiento de los debates y dejar un camino apenas insinuado para 2009, en Copenhague, donde se tendrá que decidir sin más postergaciones el tratado que ha de reemplazar al Protocolo de Kyoto.

En Bali quedó asentada la demanda de poner límites a la emisión de gases por el uso de los combustibles fósiles, generadores del llamado efecto invernadero y, asimismo, quedó asentada la necesidad de reducirlas, lo cual deberá ser cuantificable y demostrable.

Puede observarse que los problemas previos a la conferencia subsistieron sin solución, pese a las expectativas, los discursos y los debates invertidos en ella. Es evidente que la lógica de los planteos económicos y políticos, y la conciencia ambientalista residen en órbitas distintas.

El riesgo está a la vista. La opinión pública debe gravitar para que la comunidad internacional, más allá de los intereses particulares, tome conciencia del peligro al que está expuesto el planeta si los líderes no logran un acuerdo sobre esta materia.

El mal ambiente del Riachuelo

Por Alejandro González Escudero

La preocupación por el medio ambiente es claramente un tema contemporáneo y propio de comunidades con mayor nivel de ingresos. Pero es una preocupación que no tiene demasiadas décadas de vida. Desde el inicio de la humanidad hasta el siglo XIX, el progreso de las actividades del hombre se basó en recursos naturales considerados ilimitados. La propia naturaleza sería la que finalmente se ocupara de tratar los desechos originados por la actividad humana. Se comprende esa concepción: la cantidad de recursos utilizados y la escasa población resultaban exiguos frente a la abundancia de la naturaleza y su capacidad para procesar los residuos generados por el hombre.

Así, los ríos aguas abajo resultaban descargas baratas para líquidos de todo tipo. Los sólidos bien podían depositarse en campos apartados, y el viento se ocupaba de las sustancias lanzadas a la atmósfera.

Hoy, esas prácticas no son tolerables. Y menos lo son en las comunidades más ricas. Pero ¿por qué no es igual entre las menos avanzadas? Porque, evidentemente, el cuidado del medio ambiente es una preocupación secundaria frente a la necesidad de progresar de quienes están más atrás. Y sabemos que, en general, la producción que cuida el medio ambiente, que minimiza la contaminación y que trata los residuos es más costosa que la que no lo hace.

Por otra parte, los problemas ambientales tienen una escala mundial que es difícil de abordar con los esquemas de divisiones políticas locales o nacionales. ¿Por qué debemos preocuparnos por la contaminación que pueden sufrir las comunidades vecinas? El viento y los ríos no saben de fronteras. Las soluciones ambientales implican muchas veces costos que no traen un beneficio directo para quienes las pagan. En consecuencia, no existen incentivos claros para frenar la contaminación. Los estudios económicos los llaman “bienes públicos”. No existen derechos de propiedad particulares sobre el medio ambiente, ya que lo pueden “usar” todos. Obtendrán ventajas individuales quienes logren aprovecharse de él sin soportar los costos de su mantenimiento. Sin embargo, al final, la utilización desmedida puede terminar dañando el recurso.

También los temas ambientales tienen una dimensión temporal “larga” para el horizonte de planeamiento de las personas, las empresas y los políticos. El daño ambiental suele manifestar su rigor después de soportar muchos años de descuido.

En nuestro país tenemos un ejemplo demostrativo de estos problemas en la llamada cuenca del río Matanza-Riachuelo.

Desde la época colonial, fue canal de descarga para los residuos de las industrias localizadas en sus alrededores. Saladeros, después frigoríficos y curtiembres, estuvieron y están aún entre las fuentes industriales de contaminación. Las otras industrias que se instalaron en la zona también hicieron su “aporte”: químicas, petroquímicas, alimenticias, metalúrgicas, entre las principales.

En los últimos 60 años se agregó el fuerte impacto de la contaminación urbana de la cuenca. La población creció en su área de influencia, en muchos casos en forma precaria, sin servicios cloacales, sin recolección de residuos, sin agua corriente potable domiciliaria.

El crecimiento de la población en esa zona, sin planes y sin servicios, aunque habitual en áreas marginales de los centros urbanos del Tercer Mundo, hace dudar de la capacidad para llevar a la práctica la preocupación por lo social que, indefectiblemente, manifestaron los gobernantes de la región a lo largo de las últimas décadas.

Es notable observar cómo la inquietud por el problema se instala en la opinión pública en momentos de mayor crecimiento económico. A mediados de la década pasada, así como en el presente, el tema estuvo en la agenda. Durante la crisis de 2001/2002 pasó a un segundo plano, porque la actividad económica disminuyó (y, por lo tanto, bajó la contaminación) y en mayor medida porque, como se dijo, el problema de la pobreza tapa al del medio ambiente. Un ejemplo es el destino que tuvo un préstamo del BID para mejorar la cuenca: en plena crisis, y luego de sufrir varias peripecias se lo derivó a planes de ayuda social.

El Riachuelo, además, sufrió las consecuencias de ser una frontera entre la ciudad y la provincia de Buenos Aires. A ello se suma la participación de la Nación y de los municipios sobre la cuenca. Esto, lejos de ser un catalizador de las transformaciones, derivó en un laberinto de organismos, normas y regulaciones que no consiguieron ninguna mejora significativa sobre los problemas concretos. Al día de hoy, termina siendo un problema más que se agrega a la contaminación industrial y urbana. Llegar a comprender el entramado de disposiciones de la cuenca es una tarea más ardua que distinguir la capacidad de contaminación entre las decenas de sustancias que se vuelcan allí. Si bien hay unanimidad en cuanto a lo negativa que resulta la contaminación, a la hora de explorar las soluciones y establecer quiénes asumirán los costos de no contaminar, las opiniones se dividen.

¿Empezar a limpiar sin esperar la eliminación de las fuentes de contaminación? ¿Poner la mira en los residuos industriales o en los urbanos? ¿Cómo financiar la construcción de cloacas y el tendido de redes de agua potable? ¿Trasladar las industrias o tratar sus residuos? Hay que dragar el fondo, pero ¿dónde volcar los sedimentos contaminados? Algunas acciones son tan baratas que sorprende la demora en implantarlas. ¿Por qué no se brindan servicios de recolección de residuos a los asentamientos de la ribera? ¿Por qué no se limpia la superficie?

La complejidad y los costos no resultaron obstáculos insalvables para que varios países avanzados resolvieran la contaminación de algunos de sus ríos. Japón, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Estados Unidos tienen ejemplos. Hasta en San Pablo, Brasil, comenzaron las obras en el río Tieté. ¿Lograrán las industrias, poblaciones y funcionarios argentinos relacionados con el problema estar a la altura de lo que se espera de ellos?

El autor es presidente de la Fundación Economía y Sociedad, y ex vicepresidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la ciudad de Buenos Aires.

Un apartheid climático

Por Bernardo Kliksberg

Rajendra Pachauri, presidente del panel de la ONU sobre cambio climático, enfatizó, al recibir el Premio Nobel de la Paz 2007, que debía prestarse especial atención a “los impactos del cambio climático sobre las comunidades más pobres del mundo, porque pueden ser extremadamente desestabilizantes”. Otro Nobel de la Paz, el arzobispo Desmond Tutu, denunció que se está produciendo un nuevo apartheid, el climático. Los países y poblaciones pobres son mucho más vulnerables a las sequías, catástrofes, inundaciones, epidemias que está generando el calentamiento de la tierra, y tienen mucha menor capacidad de adaptarse a estas realidades.

Plantea: “¿Cómo puede una campesina pobre de Malawi adaptarse al cambio climático cuando las frecuentes sequías y la falta de lluvia merman la producción? ¿Quizá tendrá que reducir la calidad de la nutrición de su familia o sacar a sus hijos de la escuela? ¿Cómo puede una persona que vive en un barrio marginal de Manila o Puerto Príncipe protegido sólo con planchas plásticas y metálicas adaptarse a ciclones cada vez más intensos? ¿Cómo pueden las personas que viven en los grandes deltas del Ganges o el Mekong adaptarse al anegamiento de sus viviendas y de sus tierras?”.

El riguroso y agudo Informe de Desarrollo Humano 2007, del PNUD, dedicado a la lucha contra el cambio climático subraya: “A medida que aumenta el nivel del mar, ciudades como Londres y Los Angeles pueden enfrentar el riesgo de inundaciones, porque sus habitantes están protegidos por modernos sistemas de defensa. Por el contrario, cuando el calentamiento global altera los patrones climáticos en el Cuerno de Africa, significa la pérdida de cosechas, y hambrunas”.

Según los datos del Informe, entre 2000 y 2004, 264 millones de personas fueron afectadas por desastres climáticos anuales. El 98% vivía en países en desarrollo. En los países ricos que integran la OCDE sólo uno de cada 1500 habitantes recibió el impacto, en los países en desarrollo, uno de cada diecinueve. El índice de vulnerabilidad de los pobres es 79 veces peor.

El proceso de calentamiento global avanza con fuerza. Las emisiones de gases de efecto invernadero que atrapan el calor e impiden sea expulsado a la atmósfera han alcanzado 380 partes por millón de dióxido de carbono, cifra mayor al rango de los últimos 650.000 años. En 2006 fue puesto en la atmósfera un volumen de dióxido de carbono igual al estimado por el Panel ONU en el peor de sus escenarios. El calentamiento ha acelerado el deshielo de los glaciares árticos, que puede llevar a un rápido crecimiento en el nivel de los mares.

Ya se ven cambios como la extinción de especies y la pérdida de biodiversidad. Las reservas de peces retroceden, tierras arables se vuelven infértiles y hay más personas sin agua potable. Algunos de los impactos, como las sequías, las tormentas más intensas y las inundaciones están borrando los progresos que poblaciones pobres habían hecho en relación con las metas del milenio.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advierte que existe la amenaza de una “doble catástrofe, con tempranos reveses para el desarrollo humano de los pobres del mundo seguidos luego de peligros a largo plazo para toda la humanidad”.

Hay serios riesgos para América latina, una región con el 38% de su población en la pobreza. La mayor vulnerabilidad de los pobres se ha visto con claridad en los recientes desastres de Pisco, Tabasco y Santo Domingo. Ellos fueron masivamente los más golpeados.

Ciento veintiocho millones de latinoamericanos viven en tugurios, en áreas fácilmente inundables, no protegidas y en viviendas precarias.

Uno de los campos de mayores riesgos es el de la salud pública. Se estima que, a nivel mundial, las víctimas del paludismo, que actualmente mata un millón de personas por año, pueden crecer de 220 a 400 millones, y enfermedades como el dengue, típicas de América latina, pueden ampliarse.

Una paradoja inaceptable de toda la situación es que, mientras los principales países emisores de gases invernadero tienen avanzados sistemas de protección, los daños más importantes los están experimentando los países que menos contaminan. Los países ricos están generando el 46% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, América latina sólo el 5%, los países más pobres, el uno por ciento.

El director de Medio Ambiente de la ONU, Achim Steiner, dice que la estabilización de las emisiones es posible mediante la aplicación de tecnologías ya existentes o en desarrollo. Verificándolo, en la Cumbre Mundial de Bali se han presentado, junto con la necesidad de recortes drásticos de las emisiones, innúmeras propuestas, entre ellas la de Greenpeace, que planteó la creación de un fondo especial para preservar un pulmón del planeta, como el Amazonas, en riesgo por la deforestación. La Organización Meteorológica Mundial pidió medidas que ayuden ya a la población a enfrentar la escasez de agua, los climas extremos y otros peligros.

No hay demasiado tiempo para superar los intereses creados, denunciados con frecuencia, y actuar. Según el informe del PNUD, el mundo tiene sólo diez años para cambiar el rumbo, porque se está cerca de los puntos de inflexión en los que se puede pasar a deterioros muy graves.

El panel de la ONU, constituido por 2000 científicos de 140 países, que ha trabajado metódicamente durante 19 años, no ha dejado lugar a dudas. El mundo está en riesgo, y millones de personas pobres están sufriendo ya severos daños. De Boer, secretario de la Convención sobre cambio climático de la ONU, subraya: “El cambio climático ya ha comenzado y golpeará más duramente a los países más pobres”. Se estima que existen hoy 25 millones de “refugiados climáticos” en el mundo que no son reconocidos por el Derecho Internacional, que sólo protege a los que escapan de guerras o persecuciones.

Al Gore, también premiado con el Nobel 2007, resumió la situación con precisión al aceptarlo. “La próxima generación nos hará una de estas dos preguntas: “¿En qué estaban ustedes pensando, por qué no actuaron?, o ¿cómo encontraron el coraje moral para levantarse y resolver exitosamente una crisis que muchos decían que era imposible de solucionar?”.

El autor es asesor de la dirección del PNUD/ONU para América latina y el Caribe.

“Las hinchadas son xenófobas, racistas y discriminadoras”

El sociólogo Pablo Alabarces analiza la violencia en el fútbol argentino.



En el país ya murieron más de 200 personas por incidentes vinculados con la violencia en el fútbol, “el opio moderno de los pueblos”, según el sociólogo argentino Pablo Alabarces.

“La violencia es previsible y, por lo tanto, es explicable y evitable”, sostiene Alabarces, que se ha dedicado a analizar en profundidad este complejo fenómeno.

Doctorado en filosofía en Inglaterra, secretario de posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y profesor titular del seminario “Cultura popular y cultura masiva”, de esa universidad, Alabarces (de 46 años) encara el diálogo con una táctica defensiva: “Dicen que me dedico al fútbol, pero yo simplemente hago sociología”.

En su opinión, “la violencia no es un problema de barras: responde a la cultura del aguante, que tiene su propia ética”. Autor de títulos como Crónicas del aguante y Fútbol, violencia y política, y compilador de Hinchadas, pone la lupa sobre las conductas de hinchas, jugadores, políticos, empresarios y periodistas.

Después de haberse desempeñado como asesor del ex árbitro Javier Castrilli en la Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, está convencido de que nadie quiere hacer nada para cambiar “este universo homofóbico, xenófobo y violento” en el que anida “el último bastión de resistencia masculino".

-¿Por qué eligió el fútbol como objeto de investigación?

-Porque es un hecho sociológico fantástico. Incluye a un porcentaje elevadísimo de la población masculina y a uno cada vez mayor de la femenina. El fútbol es hoy por hoy el campo que más participantes atrae en la cultura argentina.

-¿Una cultura violenta?

-Ahí está el asunto: la violencia no es sólo una cuestión de barras bravas. El día que mataron a un hincha de Tigre, meses atrás, un periodista escribió una crónica que incorporaba testimonios de la gente del barrio. Un vecino decía: "Che, qué desastre, esto no puede pasar...". E inmediatamente añadía: "Pero ¿viste como corrían los de Tigre?". No se trataba de un barra brava ni de un hincha militante. Sin embargo, participaba del concepto del aguante.En ese contexto, la violencia es motivo de orgullo.

-¿Qué encierra la idea de "tener aguante"?

-No significa ser un hincha militante, fanático, pasional que acompaña a su equipo, que lleva banderas o que canta hasta el agotamiento. La cultura del aguante es una metáfora. Es, fundamentalmente, una ética, una concepción moral del mundo según la cual tener aguante significa ser más macho que otro. Pero los opuestos no son hombre versus mujer, sino hombre versus no hombre. El aguante tiene que ser demostrado continuamente, con la lógica de los hinchas, en el combate. Si no hay combate no hay aguante.

-¿Qué es la "hinchada"?

-La cultura del fútbol es uno de los núcleos más machistas y homofóbicos de la cultura argentina. Las hinchadas son xenófobas, racistas, discriminadoras. Esto ocurre en un contexto en el cual la sociedad se moderniza y la mujer es cada vez más autónoma. El mundo del aguante es el último bastión de resistencia masculino. La hinchada tiene tres componentes: un núcleo muy duro, que es la barra; uno más amplio, al que llamamos la militancia, y un núcleo más periférico: los hinchas comunes. Estos últimos están lejos de ser santos, porque cantan orgullosos que su hinchada tiene más aguante. Las relaciones entre estos tres sectores son complejas. Los hinchas militantes son capaces de participar en hechos de violencia, pero no de volver eso una mercancía. La diferencia con los barrabravas es que ese aguante ellos lo venden y obtienen dinero. La barra participa de un sistema corrupto. Como todos los dirigentes deportivos, e incluso los jugadores, hacen pingües negocios con la televisión, los pases, los contratos; la barra lo que dice es: nosotros ponemos pasión, ponemos color y cuando hace falta también ponemos aguante, a cambio queremos una parte del negocio.

-¿Cuándo comienza la violencia como cultura en el fútbol?

-Mi hipótesis -que es indemostrable, pero no ha sido refutada- es que esto se produjo durante la dictadura. Porque cambió la relación de la sociedad con la violencia. Una barra funciona como una especie de grupo de tareas que ejerce una violencia ilegítima con ciertos mandantes y esos mandantes son la dirigencia deportiva y la política.

-¿Qué significado social cobró el fútbol?

-Cuando desaparecen los mecanismos tradicionales de identificación (la política, el trabajo, la educación, el sindicalismo), el fútbol es generoso y da identidad sin pedir carnet. Pertenecer a un club es ser parte de ese territorio.

-¿Son muy poderosos los intereses sobre los que se construye la cultura del fútbol?

-Eso es lo que ha explotado con la barra de River, donde hay una unidad de negocios ligada a la posesión de aguante. Otro ejemplo: en agosto de 2006, la barra de Godoy Cruz impidió que se jugara el primer partido del campeonato. ¿Por qué? Porque como habían ascendido a primera reclamaban un porcentaje mayor: tenían que ascender también de categoría económica.

-Y son muchas las manos que quieren manejar...

-Ahí aparecen dos complicidades: una, la dirigencia deportiva corrupta y la barra. La otra es la dirigencia política, que en esa transacción recibe poder.

-Usted asesoró a Javier Castrilli. ¿Cómo fue esa experiencia?

-Frustrante. Nos tenían como una especie de justificación científica. Cuando Castrilli asumió, en 2003, lo primero que me dijo fue: "Ahora vamos a hacer lo que siempre dijiste". Pero inmediatamente ratificó la prohibición de llevar banderas a los estadios. Le dije: "Javier, esto es contradictorio. Hay que producir un shock de reconocimiento de los derechos de los hinchas". La respuesta fue: "Primero, que me demuestren que se pueden portar bien". Castrilli me estaba diciendo que se iba a privar a los hinchas de sus derechos hasta que demostraran que eran inocentes.

-¿Qué haría usted?

-Hay que hacer todo de golpe, en 24 horas, y después mantenerlo durante diez años. Intervenir la AFA y la mayor parte de los clubes de fútbol. Y tomar medidas para la seguridad de los estadios. Hoy en el fútbol hay más riesgos por cuestiones estructurales, porque se puede caer un estadio, que por cuestiones de las barras. Además, hay que cambiar de manera radical la percepción del hincha. Mientras se los vea como culpables y violentos no hay política posible. Un cambio de percepción debe decir: los hinchas son organismos de la sociedad civil y hay que darles poder.

-¿No es contradictorio?

-No, porque una cosa es el poder clandestino y otra el poder civil de decir, por ejemplo, que las entradas son muy caras, que los lugares son incómodos o que la policía les pega.

Por Silvia Bacher

Balance anual económico

En la economía global, la crisis financiera global derivada del aumento de la morosidad en los préstamos hipotecarios de riesgo (subprime) en USA, golpeó a los activos de riesgo, hundió a los bonos y a algunas acciones domésticas.

La crisis dividió el año en dos para las acciones de bancos en las grandes bolsas. En el 2do. semestre, en el mercado local existió desde agosto una presión alcista de las tasas de interés (convirtiendo a los fideicomisos financieros en objetos del deseo), y en el exterior ofreció utilidades a quienes jugaron a la crisis del mercado (Goldman Sachs, por ejemplo).

Hacia 2008, todo indica que la economía estadounidense se desacelera, y que la inflación local se acelera. En este caso, en lo local los fideicomisos financieros seguirán de moda.



Buen año del oro: se apreció en el mercado internacional 26%.

Buen año del euro, aún cuando en la Argentina se apreció menos de 12% en 2007 por cuestiones de la coyuntural política cambiaria.

El euro está alcanzando unos grados de madurez y confianza en todo el mundo que jamás ha tenido. Si su nacimiento fue difícil en 1999, cuando pocos apostaban por una divisa única para 12 países tan distintos, la realidad nueve años después es bien distinta. En 2007, se apreció un 9% frente al dólar en un ejercicio partido por la crisis generada en las hipotecas subprima o especulativas, que ha degenerado en una crisis de confianza y de crédito.

La liquidez no ha sido un problema para el mercado de divisas. El Forex (Foreign Exchange) disparó su actividad en el último trienio, según las cifras recopiladas por el Banco de Pagos Internacionales (BIS) de Basilea, hasta los US$ 3,2 billones (o € 2,25 billones al cambio actual). El volumen diario de cambio de divisas se incrementó así en un 71%, consolidando su posición como mayor mercado financiero del mundo.

Y la moneda de Europa gana adeptos por todos los rincones. Los países petroleros parecen cada vez más hartos del dólar, debido a que su caída reduce considerablemente la entrada de dinero en sus cuentas corrientes. Algunos productores se han planteado sustituirlo por el euro para protegerse los vaivenes de la moneda de USA o, simplemente, como represalia por su política exterior, caso de Irán o Venezuela. Este cambio daría un importante vuelco a los flujos comerciales mundiales.

2007 ha sido también el año de los tipos de interés. La Fed puso fin el 18 de septiembre a más de cuatro años sin realizar una rebaja del precio del dinero oficial, que marca el costo de los créditos y la financiación para la mitad del mundo. Tres bajadas de tipos han colocado su nivel en el 4,25% desde el 5,25% anterior.

Como era previsible, la calma finalizó y la tormenta comenzó. La perspectiva de que el diferencial del precio del dinero vuelva a ser negativo para el dólar. En Europa, el BCE ha dejado de subirlos y los mantiene en el 4%. La última gran subida prolongada del euro se produjo entre 2000 y 2004, cuando USA pasó de tener unos tipos por encima del 5% al 1%, mientras que en Europa sólo pasaron del 5% al 2% en el mismo periodo. El cambio entre el euro y el dólar pasó de 0,87 de 200 a 1,36 unidades en diciembre de 2004.

Por esto, entre otros motivos, el euro se presenta ante 2008 como uno de los activos que puede romper a subir. ¿Hasta dónde? Las previsiones para el año que viene la colocan en el rango de US$ 1,35 a US$ 1,50 como punto de partida, pero todo dependerá probablemente de la resolución de la actual crisis financiera y el impacto de la recesión de USA sobre la economía europea.

ACCIONES

En cuanto a las acciones, el escenario es complejo. En la hiperinflación de 1989, el Merval subió 8.200%, contra un registro inflacionario, según el INdEC de ese momento, de 2.600%. Antes que se implementara el plan de Convertibilidad, en 1991 los precios subieron 60% y el Merval lo hizo 205%. Pero 2007 concluye casi sin utilidades, demostración de una economía de precios relativos distorsionados y crisis encubierta.

En cambio, las otras bolsas regionales festejan un buen año.
De todos modos, algunas acciones tuvieron un buen rendimiento anual. En especial, Molinos (los Perez Companc parecen estar de vuelta en la expansión agroalimentaria), con una utilidad superior al 160%; y Petrobras, arriba del 120%.

En una franja positiva también estuvieron Central Puerto (93%) y Mirgor (90%).

2007 fue un buen año para las 'small caps': Quickfood, Longvie, Pertrak, Molinos Juan Semino, Como, Grimoldi, Capex, Socotherm y Morixe.

Y mal año para tres de de los papeles importantes en la composición del índice Merval: Tenaris, Banco Macro y Grupo Financiero Galicia. Los tres en rojo.

Paolo Rocca, presidente de Organización Techint, accionista de control de Tenaris, afirma que seguirá invirtiendo, cuando acaba de completar un plan de inversión de US$ 160 millones en la planta de Tenaris Siderca en Campana y otro de US$ 600 millones en San Nicolás (Ternium Siderar). Con Tecpetrol, invirtió en desarrollar reservas en el Golfo San Jorge y reforzó su presencia en Salta. En tanto, con su rama de Ingeniería & Construcción, trabaja en el dique Los Caracoles en San Juan y en ductos en Chile, Perú y Arabia Saudita. En 2008 tiene previsto una ampliación de su terminal portuaria en Campana. Rocca sostuvo que, durante 2008, la compañía tendrá tres pilares básicos: capacitación, formación e inversión.

Y para reducir deuda, su siderúrgica Ternium vendió, a través de su subsidiaria IMSA Acero, su participación de acciones en Steelscape, ASC Profiles, Varco Pruden Buildings y Metl-Span, en USA, por US$ 730 millones. Pero el mercado aún no devuelve la confianza.

Si en 2008 el Merval no escala a los 2.700 puntos, acumulando una suba que va entre el 25% y 30%, estará perdido, frente a la inflación en alza. Luego, deberá convertirse en una sólida alternativa a los títulos indexados (los bonos en pesos y que ajustan su capital por CER, cuyos precios se hundieron a niveles de default).

Solamente se salvaron de la hecatombe el Boden 2008 y algunos títulos provinciales. Prohibido tener Par en pesos y el PR13. Y hay muchos vencimientos acumulados para el ejercicio 2008, probablemente más de US$ 8.000 millones.

El Discount en pesos cierra el año con una caída cercana al 20% y su versión en dólares de casi 8%.

Los títulos domésticos acumulan caídas cercanas a 30%.

La deuda emergente no ha logrado recuperarse en el caso argentino y venezolano.

UNA REFLEXIÓN

El triángulo entre el Tigris y el Eufrates vuelve a cruzarse en el camino del crudo. Allí está el origen de las tres últimas crisis de precios del crudo: la de la guerra Irán-Iraq (1980-82), la Guerra del Golfo (1991) y el actual escenario de récords sucesivos que se abrió en octubre de 2002. En el periodo prebélico a la guerra sobre Iraq y la invasión del país comenzaron a repuntar los precios de los principales combustibles en previsión de un colapso, problemas de suministro y alza generalizada del crudo.

Cinco años después, la carrera alcista del petróleo le ha llevado desde poco más de US$ 25 a US$ 98, que supone una subida del 300% o casi cuatro veces más caro. Un comportamiento que vuelve a ser espoleado por los mismos motivos cinco años después: la tensión bélica que se sigue viviendo en Iraq, pese a que cayó y fue ejecutado Saddam Hussein.

En 2007, el crudo se aproximó en los mercados financieros hasta los US$ 100 por barril. Es sólo la punta de lanza del resto de materias primas y combustibles, aún cuando avanza una corriente de preocupación por el cambio climático, contra el calentamiento global y la utilización de los combustibles fósiles.

La menor demanda de la economía global podría encender un proceso de caída en el precio de los combustibles. Bajo estas perspectivas, los grandes dominadores del mercado petrolero –los hedge funds- podrían adoptar posiciones más conservadoras en 2008, eliminando las posiciones largas o compradoras que han mantenido en los últimos años.

Cibercensura en China: el gobierno controla el envío de mensajes de texto

Una ONG denunció a las autoridades por la medida lanzada para detener a los usuarios que manden SMS en los que se "propaguen rumores" o se "atente contra la seguridad pública". La ley advierte que los infractores serán investigados y castigados.

Una ONG china denunció que las autoridades de ese país prohibieron el envío de mensajes de texto a través de celulares que "propaguen rumores y atenten contra la seguridad pública".
La institución Chinese Human Rights Defenders (CHRD) alertó sobre lo peligroso de la medida lanzada hace unos días, por la cual las personas que envíen ese tipo de SMS serán investigados y castigados de acuerdo a la ley del Buró de Seguridad Pública y del departamento de Telecomunicaciones.

En China se envían cada día un promedio de 180 millones de mensajes de texto. Lo curioso es que ese medio, junto con el chat, se convirtió en uno de los canales para evadir la férrea cibercensura que impone el gobierno. Así vía celulares e Internet, los ciudadanos intentan difundir la información vedada por los medios estatales.

Los sms son conocidos en ese país como "el quinto medio", y este año fueron usados para difundir un caso flagrante de contaminación en Xiamen, que desembocó en una manifestación masiva por la cual el gobierno se vio obligado a tomar medidas de protección al medioambiente.

Antes de que se aprobara esta prohibición, la CHRD había denunciado ya casos de represión por envío de mensajes. Entre ellos se encuentra el arresto de un hombre por haber mandado un poema que criticaba al gobierno.

El microcrédito crece como negocio

La recuperación del poder adquisitivo de los sectores de bajos recursos volvió a despertar el interés de bancos y financieras


Prestarles dinero a los pobres volvió a ser buen negocio. La recuperación del poder adquisitivo de los sectores de bajos ingresos logró despertar el interés de bancos y financieras por este segmento del mercado que en los últimos años había quedado muy relegado.

Si bien no se puede hablar de cifras concretas, en el mercado financiero reconocen que el público de bajos ingresos está volviendo a ser visto como un sujeto potencial de crédito, lo que explica la proliferación de financieras y sucursales de tarjetas de crédito que hoy se vive en el segundo y el tercer cordón del conurbano bonaerense.

"El potencial que ofrece este mercado en la Argentina es enorme, pero exige una adaptación de la oferta. Se trata de un segmento de la población que por razones culturales no le gusta ir a un banco, lo que nos obliga a redefinir una propuesta a medida", explicó José Luis Panero, subgerente general y gerente financiero del Banco Supervielle, que es una de las entidades que se mostró más activa en este nicho de negocios.

El Supervielle debutó en este mercado hace dos años, con el lanzamiento de la financiera Cordial Consumo, que hoy cuenta con seis sucursales en el Gran Buenos Aires. Su último paso fue la compra de la Tarjeta Automática, que acaba de concretar la semana pasada y que le permitió sumar otras 16 sucursales, principalmente en el sur del país, y más de 150.000 cuentas activas.

En forma paralela, el Supervielle también avanza con su filial Cordial Microfinanzas, que se especializa en el otorgamiento de créditos para financiar pequeños emprendimientos productivos o comerciales. La firma acaba de abrir su quinto punto de venta en el conurbano y para 2008 tiene un agresivo plan de expansión que incluye once inauguraciones.

Las oportunidades que ofrece el mercado argentino en materia de financiamiento para los sectores de bajos ingresos también terminaron de convencer al grupo boliviano FIE Gran Poder, que también apuesta a hacerse fuerte en el GBA con su programa de microcréditos. Inicialmente, la firma se instaló en el oeste del conurbano y ahora busca crecer en la zona sur, para lo cual ya puso un pie en Florencio Varela.

"Nuestros primeros clientes fueron miembros de la comunidad boliviana, aprovechando que este tipo de financieras están muy difundidas en el país, pero ahora estamos trabajando con una mayoría de clientes argentinos y queremos crecer en toda la Argentina. Ya abrimos un local en Salta y para 2008 aspiramos concretar tres inauguraciones más en el Gran Buenos Aires y llegar a otra ciudad, como Rosario o Córdoba", explicó Diego Anzotegui, gerente general de FIE Gran Poder.

Gastos en alza

Las empresas destacan que el otorgamiento de estos créditos representa una inversión mayor en los análisis previos para determinar la capacidad de pago de sus potenciales clientes, pero reconocen que los niveles de morosidad se ubican por debajo del promedio del sector.

"La incobrabilidad en los microcréditos es baja y hoy está en torno al cinco por ciento, cuando en los préstamos para el consumo ronda entre el ocho y el diez por ciento", destacan en el Supervielle. La contracara de esta baja morosidad son las altas tasas de interés que generalmente terminan pagando los clientes de bajos recursos, tanto en el caso de los micropréstamos como en los créditos para el consumo.

En las entidades que apuntan a este segmento se defienden con el argumento de que sus costos son muchos más elevados que los de los bancos tradicionales, lo que inevitablemente se traduce en una mayor tasa de interés para el cliente final.

"El costo financiero total de nuestros créditos es del 40 por ciento, pero hay que tener en cuenta que los márgenes operativos con los que trabajamos son muy bajos, porque nuestro costo de financiamiento ronda entre el 15 y 20 por ciento anual y también enfrentamos mayores gastos administrativos", explican en FIE.

En el Banco Supervielle, por su parte, destacan que las altas tasas de interés se explican, porque sus costos de otorgamiento son muy elevados en relación con los montos que prestan. "Como la mayoría de nuestros clientes no tienen papeles para mostrar, determinar si una persona puede acceder o no a un préstamo exige un trabajo previo muy alto, incluyendo visitas ambientales y charlas con amigos, vecinos", explican en la entidad.

Modelo importado

El modelo de negocios de FIE y el Supervielle no difiere demasiado del desarrollado por Muhammad Yunus en Bangladesh, por el cual el economista fue premiado con el Nobel de la Paz.

Yunus fundó en 1976 el Banco Grameen, que popularizó en todo el mundo el concepto de las microfinanzas, que no es otra cosa que la oferta de servicios financieros -básicamente créditos, pero también cajas de ahorro y seguros- dirigidos a los sectores de bajos recursos, que casi sin excepciones se encuentran excluidos del sistema bancario tradicional.

Por Alfredo Sainz

Michael Rogers: de profesión futurólogo


Michael Rogers ostenta el cargo de "futurista residente"del New York Times, puesto desde el cual observa las tendencias de la innovación tecnológica y busca anticipar cambios culturales a fin de adaptar el diario a los nuevos escenarios del mercado de la información."La convergencia de las comunicaciones -dice- será el próximo gran paso"


NUEVA YORK.- El nombre oficial de su cargo, hay que reconocerlo, es muy llamativo. "Futurista residente de The New York Times ". Gran título. Y lo que hace su portador, Michael Rogers, lo honra: piensa de acá a cinco años, para adaptar al que es, para muchos, el mejor diario del planeta a los cambios tecnológicos y culturales que puedan avecinarse.

Dos celulares, laptops, relaciones con Microsoft y Google, viajes periódicos a Japón y China son parte de su menú laboral. Pero Rogers prefiere definirse como un "futurista práctico", alguien que se dedica a hacer una "investigación de mercado sobre el futuro". En otras palabras, "plantear la forma que tendrá el mercado en 2012. No creo que podamos avizorar más allá, pero intento pintar un cuadro de cómo será la tecnología y lo que puede esperar la audiencia, en particular la joven".

En las alturas de su oficina en el nuevo edificio del Times , en el corazón de Manhattan, Rogers deja claro que tampoco es un ilusionista. Insiste en lo "práctico" de su trabajo, cuando no lo estrictamente monetario.

"También pienso en cómo podría ser el modelo de negocios dentro de un lustro. O déjeme plantearlo de otro modo, cuando se habla del futuro, la mayoría piensa en ´predicciones . Algo de eso es cierto. Pero otras de mis ideas buscan más forzar a la gente a que piense sobre cómo podrían cambiar las cosas en el futuro. Por eso al principio no me agradaba mi título, pero ahora veo que es bueno. Cuando voy a una reunión en el Times , para el resto no hay duda de que hablaremos sobre el futuro y los libera. Ya no tienen que pensar en cómo hacer dinero con algo, eso viene después y es muy importante, pero primero deben soltarse y hablar".

-¿Y cómo se traduce su trabajo en la vida diaria del Times ?

-Para empezar, pienso que la edición papel y online de los diarios coexistirán durante un largo tiempo. Hay quienes piensan que la online reemplazará a la de papel, pero no creo que sea cierto. El papel es un medio de comunicación único. Tiene un formato grande, no requiere electricidad, es de alta resolución, a color y descartable, características algunas que jamás tendrán sus rivales electrónicos. Si alguien anunciara hoy que tiene un nuevo medio de comunicación y describiera esas características, todos dirían que es maravilloso y útil. Eso sí: ya no lo es para muchos de los fines que los diarios tienen ahora. Tenemos que redefinir lo que hacen hoy los periódicos. Movernos más hacia el análisis, los features , y fotos y gráficos más grandes que no funcionan tan bien en los nuevos medios. Tenga en cuenta que vamos hacia pantallas cada vez más pequeñas, a teléfonos que permiten leer las noticias. Acá estamos tratando de desentrañar cómo tener un buen despliegue en esas pantallas diminutas, pero nunca tendrá la calidad y el despliegue gráfico de la edición papel.

-¿Acaso un activo -sino el más relevante- de los diarios es plasmar el eslogan del propio Times : publicar "todas las noticias que merecen ser publicadas"?

-Sí, exacto. El lunes, por ejemplo, sería el repaso de las noticias del fin de semana para quien se desconectó durante esos días. Esa es una función importante. Y también hay otras impensadas. Por ejemplo, en Japón se lanzaron unas marcas o puntos agrupados que uno puede fotografiar con el teléfono celular, lo que envía una señal que abre una página específica de Internet en el teléfono en la que aparecen datos específicos. Lo tiene una hamburguesa de McDonald s y aparecen los datos nutricionales; también algunos edificios, y permite recibir los datos de los departamentos en alquiler. En suma, una cámara en el celular permite conectar el mundo real con el mundo de Internet. Así que ahora estamos experimentando con esos pequeños códigos en la tapa del Times para que, si se le saca una foto a una nota, ello permita ver en el celular un video del redactor de esa historia contando algo más. Imagine las posibilidades.

-¿Cree que los diarios, con el lanzamiento de plataformas de videos y audios, competirán por la torta publicitaria de la televisión?

-Sí, y creo también que los canales de televisión comenzarán a crear más textos porque saben que en Internet la gente busca videos, pero también textos para leer. Así que mi respuesta es sí: cuando se sube a Internet, aumenta la competencia por la publicidad. Un dato en este sentido: el Times crea más videos cada día, de 3 o 4 minutos de duración cada uno, y creemos que en algún momento saldrán de las laptops y llegarán al living de nuestras casas, a las pantallas de televisión, y ahí sí que competiremos a fondo con la televisión. Quizá un menú de productos de 30 minutos entre los cuales se pueda elegir: sobre deportes, moda.

-¿Cree que América latina o Africa se quedarán atrás en esta movida tecnológica? Y en ese caso, ¿qué ocurrirá con los medios de esos países en relación a los de países más desarrollados?

-Dependerá en parte de la fortaleza económica de cada país, de cada medio en particular y de si hay una clase media que abrace las nuevas tecnologías. Pero por lo que he visto en el mundo en desarrollo, como en Europa del Este, cuando comenzaron a instalar Internet de alta velocidad, instalaron directamente la wireless , saltándose la etapa intermedia por cable, con lo que están en una posición en la que Estados Unidos no estará por completo hasta dentro de cinco años. Así que también hay un efecto de "salto de rana" en este campo. Mire China o Hong Kong, donde no hay muchas tarjetas de crédito, pero se están moviendo directo al uso de los teléfonos celulares como tarjetas de crédito. Está pasando en China, pero no será posible en Estados Unidos hasta 2010.

-¿Qué piensa sobre el debate que rodea a Internet? Hay académicos que creen que tanta información (y desinformación) termina atontando, rebajando el debate de las ideas a un nivel muy primitivo?

-No sé si nos está estupidizando. Pienso que atravesamos un período en el que es más difícil saber qué es verdad y qué no lo es. Un período en que cuestionamos las fuentes de información. Desde el año 2000 se observa un declive en la confianza pública en las instituciones, gobiernos, grandes empresas, periódicos Pasamos por un período en que la gente busca a alguien en quien confiar y muchos optan por confiar en los más cercanos, un amigo o un vecino, porque "el gran medio de comunicación no puede decirnos la verdad". Así que optan por formas alternativas para informarse y en eso entró el blog, que encarna un millón de nuevas formas de información, y ahora estamos con el público en medio de su lucha por determinar a quién debe creerle y a quién no. Hay mucho ruido allí afuera, lo que hace que sea más difícil que nos escuchen. Creo que nosotros, los periodistas, debemos promovernos más, explicar por qué somos buenos. Asumimos que la gente piensa que lo somos, cuando todos los demás cuerpos profesionales tienen estrategias de marketing. ¡Hasta cada fruta que sale de California la tiene! ¡Te explican por qué tenés que comer damasco! Los periodistas, por el contrario, hasta nos criticamos más en público que otras profesiones. Y necesitamos alfabetizar a la gente sobre los medios, asegurarnos de que comprenda la diferencia entre un website que financia una farmacéutica y la sección Salud del Times .

-Eso me lleva al comentario suyo más llamativo que encontré. "En 2020, la lectura será un lujo, no una necesidad". ¿Puede explicarse?

-(Carcajadas). Intentaba hacer pensar a la gente y redacté un editorial de fantasía que publicaría un diario en 2020 sobre la realidad en ese momento, es decir, dentro de 20 años. No es lo que yo pienso o con lo que esté de acuerdo, sino lo que puede ocurrir en dos décadas si continúa un hecho que hoy es una realidad: el 31 por ciento de los estudiantes universitarios no comprende el libro que lee. Observo una caída en el nivel de lectura y no creo que sea porque la gente sea más estúpida, sino que leer es más arduo que otras formas de obtener información, como el audio y el video, en el momento que desees. Esa es la otra clave de Internet hoy en día: los textos breves funcionan mejor. Los e-mails son cortos, los mensajes de texto son aún más breves. Creo que estamos ante una movida hacia textos cada vez más cortos y eso sería una pérdida.

-¿Cómo pueden integrarse las redacciones online y tradicional, que por lo general rivalizan o, por lo menos, no son muy amigas?

-Primero hay que recordar cuánto ha cambiado desde que comenzó todo esto. Al principio, los diarios esperaban a que su edición papel estuviera en la calle para subirla a su website . Ahora casi ninguno hace eso. Quedó bastante claro que si tienes una historia, la subes de inmediato a Internet. Aún hay una edición impresa, que en el caso del Times se sube cerca de las 23, que incluye toda la edición gráfica, pero la coordinación entre online y la edición tradicional lleva a que se actualicen las notas. ¿Podemos lograr, por ejemplo, que nuestro corresponsal en Paquistán la actualice para las 2 de la mañana? Eso es parte de la negociación entre los editores de online y gráfica: cómo dividir el tiempo de los redactores. Así es como, si se trata de Paquistán, un redactor que sabe mucho sobre ese país, trabajará durante el día, pero no para la edición papel, sino para subir otra nota a Internet durante la tarde. Lo mismo ocurre con el Departamento de Gráfica. Los diseñadores de la edición online se sientan con los de la gráfica para armar productos interactivos que pueden usarse en el website y publicarse, simplificados, en la edición papel.

-Usted dice que piensa de acá a 5 años. ¿Qué pasó con sus ideas y proyecciones de hace cinco años? ¿Acertó? ¿O más o menos?

-(Ríe). Creo que lo más me sorprendió fueron las redes sociales en Internet ( MySpace y otros similares). Fue algo que no esperaba, aunque siempre he notado que Internet es un medio de comunicarse tanto como un mecanismo para la difusión de contenidos. Creo que la búsqueda de publicidad, el modelo de negocios de Google, fue algo que nadie avizoró que se venía, pero que, en cuanto ocurrió, resultó obvio que tenía sentido. Y también la velocidad con que se desarrolló el Internet móvil. En 2000 teníamos tecnologías y celulares muy primitivos. Pero hablando en términos más generales, estuve en lo cierto al denominar esta década como la "década de la aceleración" porque tenemos dos líneas de desarrollo integrándose: la del mundo de Internet, que nació a fines de los años 60, y la del mundo de las computadoras personales. Y creo que el próximo elemento que habrá que sumar a la ecuación son los medios tradicionales de comunicación, como los teléfonos y las videoconferencias. El sistema de telefonía se ha mantenido más o menos alejado del mundo de las computadoras y de Internet. Esto comenzó a cambiar y creo que con la convergencia de las comunicaciones no habrá diferencias entre enviar un e-mail y hablar por teléfono. Esa convergencia será el próximo gran paso que veremos.

Por Hugo Alconada Mon

Buenos Aires caótico


Una de las principales cuestiones por resolver para lograr una mejora en el transporte metropolitano es la circulación en la Capital Federal y en los accesos.

Todos los protagonistas del sector ya empiezan a alertar que en marzo, cuando regrese la actividad escolar y salgan a la calle gran cantidad de automóviles 0 kilómetros, la circulación en la ciudad colapsará.

Ilustra un empresario de transporte que pidió no ser identificado: "No vaya a ser cosa que no me manden los subsidios", dijo.

Y continuó. "Mis colectivos tardan un 35% más que hace cinco años para hacer el mismo recorrido. Y eso que varias de mis líneas son transversales al subterráneo. Si hubiera querido mantener la frecuencia hubiese tenido que aumentar el número de colectivos en un 30%. Y no puse un coche más", resumió. Es decir, además de tardar más para recorrer el mismo camino, ahora también hay que esperar más en las paradas.

"Hay que arreglar el tránsito en la ciudad –dijo un ex funcionario nacional. No puede ser que mientras algunos pagan $ 5 la hora para estacionar, otros dejan el auto en la calle, en lugares prohibidos y nadie les dice nada."

Fuente LA NACION Argentina

El dinero público destinado actualmente al sistema de transportes ya duplica al asignado antes de las privatizaciones

años ochenta. Por aquellos días se discutía si estaba bien o no, o mejor, si se justificaba el gasto que ocasionaban los déficits, que mensualmente arrastraban las empresas públicas. Y se ejemplificaba: el Estado utilizaba 1,5 millones de dólares diarios para mantener el sistema de transporte. En aquellas épocas, los únicos que necesitaban del combustible sagrado –fondos públicos– eran los viejos ferrocarriles, blancos, azules y colorados, que se arrastraban por las maltrechas vías de todo el país y los subtes porteños. Todo lo demás funcionaba con su propio sustento.

Dorado siglo XXI. Pasaron algo menos de 20 años y ya no hay discusiones por los déficits, porque hay pocas empresas públicas. Pero el dinero igual sale del fisco. El año 2007 cerrará con un número que abruma: el sistema de transporte argentino requiere actualmente una erogación diaria de por lo menos 3.012.000 millones de dólares. Y ahí no termina la cosa.

De tener sólo los ferrocarriles subsidiados y ayudar a Aerolíneas Argentinas antes de las privatizaciones, que se dieron a principios de los noventa, el actual esquema de transporte argentino pasó a necesitar del dinero público ya no sólo para los trenes y los subtes, sino también para todos los colectivos urbanos y los ómnibus de larga distancia, los camiones y los aviones.

Desde 2002 en adelante, cuando se decretó la emergencia económica y posteriormente la del transporte, el dinero que empezó a fluir con destino a la movilidad de los argentinos nunca se detuvo.

De aquellos 301 millones de pesos que se distribuyeron en 2002 –el año del debut de los subsidios, 2007 finalizará con algo más de 2463 millones de pesos, alrededor de 718% más. Y habrá más. Todavía no se computó diciembre, un mes que, generalmente es muy importante a la hora del reparto de subsidios.

Sirve, pues, poner como referencia lo que se destinó en diciembre de 2006 para el sistema de transporte. Según los datos que publica la Unidad de Control de Fideicomisos de Infraestructura (Ucofin), el último mes del año pasado, el Sistema Integrado de Transporte (SIT) repartió 214,3 millones de pesos, el aporte mensual más importante que se hizo en el año.

Bien podría decirse que las comparaciones son odiosas, pero cabe preguntarse: ¿qué se subsidiaba antes y que se subsidia ahora?

"Fácil, querido", se ufanó un ex secretario de Transporte "Antes se subsidiaba el déficit de Ferrocarriles Argentinos, que era de alrededor de 450 millones de dólares por año, para que anden trenes, en mal estado, por todo el país. Y ahora se subsidia todo, pero con dos diferencias: la primera es que hay trenes en Buenos Aires; y la segunda es que la mayoría de la guita que sale del Estado es para que viajen los porteños y los bonaerenses", finalizó.

Crudo resumen el del ex funcionario. Actualmente, hay sólo un puñado de ramales de larga distancia; todo lo demás, son accesos a Buenos Aires. Claro que mientras esto sucede, como si fuese un pasamanos, da vuelta por dos ministerios -el de Planificación Federal y el de Economía- un expediente para adjudicar las obras para construir un ramal de alta velocidad que unirá la Capital Federal con Rosario. Pero, tren bala aparte, la Argentina se ha quedado con escasos ferrocarriles y todos ellos con una dependencia absoluta del Estado.

Días pasados, un empresario del transporte graficó a este cronista la situación de una de las empresas que tiene la concesión de un ramal ferroviario.

"Actualmente son un gerenciador de un ramal, nada más que eso. Le digo más, lo que recaudo de boletos durante todo el año no me alcanza para pagar el sueldo de todos los boleteros que tengo que poner para venderlos y de los que controlan que se pague el boleto a la entrada y salida del anden. Me convendría no cobrar boleto. Ganaría plata", dijo el empresario. Claro está que la confesión fue formulada después de jurarle no poner sus dichos en on the record . Desde que los subsidios son el combustible, el sector se ha tornado pródigo en fuentes off the record .

Más dinero público

Según Santiago Urbiztondo, economista de la Fundación de Invesigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), el déficit de Ferrocarriles Argentinos antes de la privatización ascendía a alrededor de 1,5 millones de dólares por día.

"Hay que tener en cuenta que de todo ese dinero que se pagaba, sólo un 28% correspondía a lo que hoy se conoce como AMBA (Area Metropolitana Buenos Aires). Es decir que si se quisiera comparar lo que se destinaba antes para el transporte y lo que se destina actualmente, nos encontramos que la relación es mucho mayor. Lo que ahora se lleva millones de pesos por mes antes necesitaba 450.000 dólares por día para subsistir", dijo.

"El subsidio (directo más inversiones) post-concesión durante los 90 fue disminuyendo según se previó en las ofertas, de forma tal que en el promedio para los 10 años iniciales el monto anual sería de US$ 100 millones por ambos conceptos, llevando la relación pre y posconcesión a una reducción prácticamente del 80% comparados con el déficit de 1989, que era equivalente en términos de su importancia sobre el PBI a US$ 500 millones del año 1996", sostuvo el especialista en servicios públicos.

Llegaron los colectivos

Pero todo cambio. Sobre fines de los años noventa los contratos que unían a las concesionarias de ferrocarriles con el Estado empezaron a resquebrajarse, hasta que finalmente estallaron por el aire con la crisis.

"Ahora -prosigue otro ex secretario de Transporte- los contratos están caídos, aunque si se quisiera controlarlos, con lo que hay alcanza y sobra."

Si hay un sector que no ha tenido ningún tipo de avance ese es el de los ferrocarriles. Los ferrocarriles recibieron este año 329 millones de pesos del SIT, aunque el Tesoro destina algún que otro dinero por otra vía.

Pero con la emergencia llegaron los colectivos. Y allí el dinero se disparó.

"Actualmente el esquema es prácticamente estatal. Los colectivos son viejos, la recaudación es poca y las líneas de colectivos tienen contratos de concesión que vencen y deben ser renegociados. En muchos países este esquema está vigente: las empresas explotan un ramal y el Estado les paga por hacerlo. Pero acá es una deformación de un hecho irregular que es el tremendo peso que tienen los subsidios", dijo uno de los ex funcionarios del área.

Para Urbiztondo, el dinero que se destina ahora para el sistema de transporte es mucho mayor que el que antes se canalizaba para el mismo fin.

De acuerdo con los datos de la Ucofín, durante el año llegaron a los empresarios de los colectivos alrededor de 200 millones de pesos por mes. Todo a cambio de que no se toque la tarifa. Casualidad o no, justo el mes de las elecciones, octubre pasado, el SIT marcó su récord: repartió 421 millones de pesos.

Pero el SIT no es todo. A la cifra que allí se acumula hay que agregar otra no menor: el monto que el Estado asigna para subsidiar el gasoil de los colectivos urbanos y de larga distancia. Allí hay otro aporte directo de alrededor de $ 1000 millones.

Por Diego Cabot
Las ayudas del fisco

EL QUE SE MANTUVO
Transporte ferroviario



Desde la privatización, el sector mantuvo un sistema de subsidios operativos que desaparecería con el tiempo. Finalmente, la crisis de 2002 los volvió a establecer.


EL QUE FALTABA
Transporte aerocomercial


Era el único tipo de transporte que no recibía subsidios. El año pasado se abrió un régimen que ayuda a mejorar la ecuación de algunas rutas no rentables.Las ayudas del fisco

Oporto: “Tiene que haber más horas de clases”


En su segunda gestión como director general de Educación y Cultura bonaerense, Mario Oporto considera que quedó atrás el período de crisis y que viene ahora una etapa de desarrollo. Y en ese contexto de mejoría económica del país, la escuela “es la que va a hacer sustentable el crecimiento en el largo plazo”.

El funcionario y profesor de Historia destacó que uno de sus desafíos, puertas adentro de la escuela, es “empezar a trabajar sobre la extensión horaria de las jornadas de clases”.

“Ir extendiendo las horas de clases es un objetivo que plantea la ley de educación nacional y es la única manera de prolongar la escolaridad, porque no podemos seguir discutiendo sobre 180, 182 o 184 días de clases”, dijo, al mencionar uno de los temas que pretende resolver en los próximos cuatro años.

En la provincia de Buenos Aires, al igual que en todo el país, la mayoría de los 3,5 millones de alumnos reciben unas 720 horas de clases, una cantidad bastante menor que la que se dicta en Estados Unidos (958), Holanda (950), Francia (936), Chile (878) y Brasil (800), entre otros países.

La nueva ley de educación nacional establece que las escuelas primarias serán de jornada extendida o completa, es decir, con una duración superior a las actuales cuatro horas de clase por día, que en muchos casos son menos.

Según Oporto, la escuela "no puede ser la compensadora de un sistema social injusto; debe ser la formadora de los hombres y mujeres para una nación que crezca".

Esta idea, la apuesta al diálogo y el trabajo conjunto con el gobierno nacional conforman el perfil que el gobernador Daniel Scioli pretende dar a todas las áreas de su gestión.

Oporto recibió a LA NACION en el despacho que ya había ocupado entre 2001 y 2005. En dicho período, consideró, se forjaron varios cambios que su sucesora, Adriana Puiggrós, concretó en los últimos dos años, cuando él se desempeñó en la Jefatura de Gabinete.

-¿Con qué se encuentra al regresar a la cartera educativa?

-Con un programa educativo claro, que es la nueva ley provincial de Educación. No vengo con afán de generar cambios sino de ejecutar aquellos que la comunidad bonaerense determinó a través de la ley. Mi programa es la ley provincial de Educación. El gobierno de Scioli (Daniel) pone énfasis en el tema productivo. Aquí juega un papel importante la escuela técnica, a la que el gobernador decidió equipar.

-¿En dichas escuelas la inversión debe ser desde cero?

-No. Desaparecieron casi, las redujeron a un polimodal que no daba cuenta de las necesidades. Pero no hay que empezar de cero. Además, hay una ley que fija presupuesto para equiparlas.

-¿Cómo podrá revertirse la deserción escolar?

-El país tuvo cuatro años de crecimiento continuo; ahora viene la segunda generación de ese modelo, que es trabajar en temas estratégicos como educación, cultura, ciencia y tecnología. De todas maneras, sigue habiendo núcleos duros de injusticia. Habrá que trabajar más profundamente. El gran desafío es la retención, y eso implica sólidos programas sociales para aquellos que tienen mayor dificultad en permanecer en la escuela. Y mucho apoyo pedagógico para aquellos que unen a la dificultad social el fracaso escolar.

-¿Qué otros objetivos se plantea?

-En primer lugar, quiero llegar a cumplir con la obligatoriedad de la escuela inicial, desde la sala de jardín de cuatro años, y del secundario. Hay una meta social: que los chicos lleguen desde temprano a la vía escolar como experiencia de aprendizaje. Otra prioridad es ir extendiendo las horas de clases. Hay que empezar a trabajar para ello.

-¿Existen los recursos necesarios?

-Hay que construir escuelas: edificios y servicios. Y hay que hacerlo en estos cuatro años. Según un relevamiento de los gremios docentes, existen problemas de infraestructura en 1375 establecimientos, 400 de los cuales son graves.

-¿Cómo van a resolverse las tardías soluciones que las escuelas reciben para sus edificios, pese a que, en muchos casos, los recursos económicos existen?

-Tiene que ser más eficiente el rol del Estado en ese sentido. Hay que descentralizar más para que la decisión esté más cerca del lugar donde ocurren los hechos. Hay que descentralizar fondos y no problemas; profesionalizar la institución y tener un gran sistema de control. El control no sólo para la transparencia y la honestidad en el manejo de los fondos, sino también para la eficiencia.


Dos años menos de clases que en Francia
Los chicos franceses asisten a la escuela 936 horas por año

En las recientes pruebas internacionales de evaluación, la Argentina compartió los últimos lugares con Brasil, Colombia, Qatar y Azerbaiján. En el tiempo dedicado al aprendizaje escolar, sus compañeros de ruta son Turquía, Eslovenia, Paraguay y El Salvador.

Muy lejos de Finlandia, Hong Kong y Corea, los tops en calidad educativa, y también de Francia y Holanda, cuyos alumnos, a lo largo de todo el trayecto escolar, tienen el tiempo equivalente a dos años más de clases que cualquier estudiante argentino, en igual cantidad de años.

Así lo reflejan datos de la Oficina Internacional de Educación de la Unesco (IBE, por sus siglas en inglés), que obtuvo LA NACION. En los nueve años de enseñanza básica, las escuelas argentinas ofrecen unas 720 horas de clase por año en la primaria y unas 900 anuales en el primer tramo del secundario.

En el mismo período (nueve años de escolaridad), los chicos pasan 8514 horas en las escuelas de Francia y 8267 en las de Holanda.

Más que un complejo problema matemático, la ecuación arroja un resultado más que evidente; la abismal diferencia en el tiempo de exposición de los alumnos al aprendizaje.

Si se toma como referencia el sexto grado, contrastan con las 720 horas de clase por año de la primaria argentina, los casos de Liechtenstein (1020), Estados Unidos (958), Francia (936), Portugal (930), Italia (917), Gran Bretaña (893), Chile (878), Austria (870), Holanda (850), Canadá (846), Alemania (816), México (800), Brasil (800) y España (788), entre otros.

Un vistazo al estudio de la Unesco permite advertir que la mayoría de los países aumenta progresivamente las horas de clase a medida que pasan los años. Por ejemplo, los chicos de Austria tienen 630 horas de clase en primer grado; 750, en tercero; 870, en quinto; 960, en sexto; 990, en octavo (primer año del secundario), y 1020, en segundo año. Es decir, a los 14 años dedican a la escuela el doble de tiempo que en primer grado.

En la Argentina, en cambio, el régimen es más estático: 720 horas por año, de primero a sexto grado, y 900 entre séptimo grado y segundo año del secundario.

Tienen más carga horaria en el secundario México (1167), España (1120), Irlanda (1080), Holanda (1067), Francia (1026) y Austria (1020), entre otros. Y los vecinos de Chile llegan a 965 horas de clase por año.

Pérdidas efectivas

El informe del IBE recoge datos de febrero de 2007 y se basa en el tiempo dedicado por cada país al aprendizaje. Por cierto, no toma en cuenta los casos de escuelas o distritos afectados por prolongadas huelgas docentes, lo que disminuye aún más el tiempo real de enseñanza que reciben los alumnos.

Como ya publicó LA NACION, unas 14 jurisdicciones no pudieron garantizar el mínimo de 180 días de clases previsto por ley. Los casos más significativos son Salta, Neuquén y Santa Cruz, donde se perdieron 32, 39 y 45 días de clase, respectivamente.

La necesidad de ampliar la jornada escolar es admitida por el propio ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco, que durante la discusión de la ley de educación nacional propició la inclusión del artículo 28, que fija el compromiso de establecer en las escuelas primarias la "jornada extendida o completa".

Ello quiere decir pasar de las clásicas cuatro horas de clase a un mínimo de seis, como ya ocurre en muchos colegios privados. Además, hay varios casos, en zonas castigadas por la pobreza, donde las cuatro horas de clase incluyen el tiempo destinado al comedor y tareas de asistencia social, con lo cual el tiempo de aprendizaje efectivo es bastante menor.

Pero la educación también tiene paradojas. Finlandia, el mejor en calidad educativa, tiene 542 horas, en primer grado; 684, en sexto, y 855, en noveno (siempre menos que la Argentina). Y otros países (Benín, Mauritania, Marruecos y Egipto), que no aparecen en las evaluaciones internacionales y pocos apostarían a tener como modelos, tienen tanto tiempo escolar como los más desarrollados.



Por Ximena Linares Calvo, Mariano de Vedia y Pablo Morosi

"Todo está globalizado excepto el trabajo"

A esta altura de la historia, en Europa ya nadie parece poner en duda los beneficios del libre comercio, pero a la hora de hablar sobre la globalización, son pocos los académicos que se animan a alzar la voz en defensa de la liberalización de las migraciones.

Entre ellos se encuentra Blanca Sánchez Alonso, experta en la materia y profesora de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid, que estuvo de paso en Buenos Aires invitada por el Instituto Universitario Eseade y la Fundación Ortega y Gasset.

En un dialogo con LA NACION, defendió con convicción la necesidad de liberalizar las migraciones, una idea que causa polémica en Europa, donde el apoyo a propuestas que prometen combatir la inmigración parece cobrar fuerza cada día.

-¿Piensa que los países más desarrollados aceptarían liberalizar las migraciones?

-Lo sorprendente es que desde el final de la Segunda Guerra hay todo un movimiento de organismos en favor de la liberalización del comercio, como la OMC, el Banco Mundial y el FMI. Y nadie discute sus beneficios. Pero no se ha planteado el escenario, no digo de liberalizar completamente las migraciones, pero de abrir algo más las puertas de los países avanzados al movimiento del trabajo. Los bienes se mueven, los capitales se mueven, todo esta globalizado excepto el trabajo.

-¿Piensa que el rechazo a los inmigrantes en Europa se basa más en el temor que en la realidad?

- No, es curioso. Las encuestas muestran que los mismos grupos, por ejemplo los individuos con menos ingresos, son tan opuestos a la liberalización del comercio como de las migraciones. Y ahí volvería a la paradoja de por qué los gobiernos han intentado convencer a la opinión publica de que el comercio es bueno pero lo otro no.

-¿Pero los países expulsores no podrían salir perdiendo? Perderían mano de obra joven, calificada...

-Hay todo tipo de propuestas que empiezan a plantearse cómo hacer para que regresen. Yo lo veo desde los países receptores y ahí se genera una paradoja: hay una retórica de ayuda al subdesarrollo, pero al mismo tiempo nos llevamos a los mejores. Pero captar a esta gente con movimientos de ida y vuelta sí puede contribuir. El caso de los médicos en Europa es espectacular, en lugar de invertir en la formación de sus propios médicos, se captan médicos de terceros países.

-Eso hace recordar al grupo de médicos islámicos que planearon un atentado en Gran Bretaña. ¿El choque de culturas no puede atentar contra la liberalización?

-Ese es un problema a posteriori , con el que indudablemente se debe contar, porque la integración no ha salido bien en casi ningún sitio excepto en Estados Unidos. En la situación actual, el costo de evitar que vengan más se centra en muros y barreras. A lo mejor habría que asumir otro tipo de costo, y volcarse mucho mas en la integración y en la asimilación.

-¿Qué tipo de políticas se podrían plantear en ese sentido?

-La primera obvia es la educación. Claro que alguien puede decir "eso en Inglaterra ya se hizo", pero allí se generaron escuelas en las que todo el alumnado era paquistaní, o sea, se terminó guetificando. A veces en Europa por ser excesivamente tolerantes generamos el efecto contrario, que es aislar a un grupo en vez de tratarlo como a uno más.

Por Juan Landaburu