Basile a Colón

—¿Cómo se sintió con esta vuelta a entrenar?
—Con frío, muchachos; mucho frío. Estoy helado. Pero con mucha esperanza. Todo comienzo de un ciclo es muy lindo. Yo soy muy simple, no hay misterios conmigo.
—¿Por qué vino a Colón?
—Porque insistieron. Vinieron dos veces a buscarme. Y en la segunda me dije: "estos tipos me quieren en serio".
Atrás quedó el retiro involuntario. Tan bien se lo veía que ni siquiera lo incomodó que le hablen de su frustrado pase a Boca. "Ese tema quiero cortarlo ya. Hubo una chance, pero ya había firmado en Colón y respeté eso", afirmó. El Coco está a full. Colón, también.

Los buenos y los malos según el gobierno

Desde hace poco más de un año se ha establecido en nuestro país, o lo que va quedando de él, un nuevo criterio para definir lo correcto o incorrecto. O, si se prefiere, lo que es justo o injusto. Este nuevo criterio para medir los comportamientos de la gente no se basa en el principio consagrado de igualdad ante la ley, sino en que las cosas están bien o están mal, son justas o injustas, correctas o incorrectas, dependiendo de quién realice el acto.

Como veremos enseguida, para un mismo acto, una persona puede cometer una falta o no según al grupo que pertenezca. Veamos algunos ejemplos:


1) Si el gobernador de Santa Cruz se niega a traer nuevamente los fondos provinciales que giró al exterior el actual presidente, antes de la devaluación y el corralito, es un acto de defensa de los intereses de la población. Si un exportador no quiere liquidar sus divisas según lo establece la normativa del Banco Central (BCRA), está infringiendo la ley y es un antipatria que quiere mantener su capital en el exterior. 2) Si Gonzalo Alsogaray supuestamente envía un e-mail amenazante a un diputado, es detenido inmediatamente. Si un encapuchado le parte la cabeza a un taxista por querer ejercer su derecho a circular libremente, al encapuchado no le pasa nada porque está ejerciendo su derecho a la protesta social.
3) Si el gobierno no paga la deuda pública, está defendiendo los intereses de la población. Si un contribuyente se atrasa en el pago de los impuestos, lo matan con intereses punitorios.
4) Si Alfonsín dice que hay que reestablecer el orden público, lo que quiere es ver sangre y muerte en la calle. Si Hebe de Bonafini dice que hay que salir a incendiar las comisarías, todos tenemos que sentirnos hijos de las madres de Plaza de Mayo.
5) Si hay un robo en una determinada zona de la Capital Federal o del Gran Buenos Aires, la policía declaró zona liberada para que actúen los delincuentes. Si los piqueteros quieren tomar edificios privados, extorsionar a las empresas o impedir que se cobre el peaje en las autopistas, la policía no debe actuar porque eso implicaría reprimir la protesta social.
6) Si Menem proponía a determinadas personas para ocupar la Corte Suprema de Justicia, quería establecer la mayoría automática. Si Kirchner insiste en nombrar a determinadas personas en la Corte a pesar de todas las objeciones que formularon ONGs, está transparentando la Corte.
7) Si Duhalde lo apoya en la campaña para presidente, es su aliado político. Una vez alcanzado el objetivo, Duhalde pasa a representar la vieja política.
8) Si los empresarios invertían en la Argentina en los ’90, eran unos torpes que estaban mal asesorados. Si los empresarios no invierten hoy en Argentina a pesar del caos social, el desorden público, la incertidumbre política y económica, no acompañan el esfuerzo que está haciendo el gobierno.
9) Si Roger Noriega, el secretario de Estado para América Latina de EE.UU., opina sobre la situación política Argentina, se está metiendo en los problemas internos del país. Si Kirchner se junta con la oposición en Uruguay o Bolivia, está ejerciendo un diálogo amplio con todos los sectores.
10) Si los militares reprimieron la guerrilla en los ’70, hicieron terrorismo de Estado. Si Fidel Castro encarcela y fusila a los opositores, es un estadista de primer nivel que tiene que ser recibido con bombos y platillos.
11) Si el gobierno da una opinión sobre un determinado tema, lo hace en defensa del interés común. Si alguien no está de acuerdo con la postura del gobierno, seguro que está pagado por intereses oscuros.
12) Si Daniel Artana, José Luis Espert, Jorge Ávila, Ricardo López Murphy o Mauricio Macri opinan sobre el gobierno, lo que pretenden es hacerlo inviable porque añoran los ’90 de Menem (destaquemos que ninguno de ellos fue funcionario del gobierno menemista). Alberto Fernández y Gustavo Béliz, que sí fueron funcionarios del menemismo en los ’90, son en cambio leales colaboradores a quienes no les cabe el mote de noventistas.
13) Si en los ’90 el Estado se endeudaba, estaba hipotecando el país. Si el actual gobierno hace que el BCRA aumente un 140% su deuda en un año, está haciendo una política financiera disciplinada.
14) Si en los ’90 había convertibilidad, el tipo de cambio fijo destruía la industria nacional. Si ahora el gobierno mantiene fijo el tipo de cambio desde hace un año con inflación creciente, está en la senda de un tipo de cambio competitivo. En fin, seguramente este listado de ejemplos puede ser más amplio y, quizás, a algún lector se le ocurran otros ejemplos para enriquecerlo. Pero creo que con estos casos es suficiente para comprender el nuevo criterio de justicia que rige en Argentina. Las cosas no están mal o bien por sí mismas, sino por quién las haga. La regla es muy sencilla: los buenos son los que piensan igual que el gobierno. Los malos los que piensan diferente. Así de fácil

Las 10 reglas de oro de Google


“En Google pensamos que el gurú Peter Drucker entendió muy bien cómo manejar los nuevos “trabajadores del conocimiento”. Después de todo, Drucker inventó ese término en 1959. El dijo que los “trabajadores del conocimiento” creen que se les paga por ser efectivos, no por trabajar de 9 a 17”.



Con esas palabras, el CEO de Google, Eric Schimdt, comenzó un artículo en la revista Newsweek en donde explica cuáles son las reglas de oro de la empresa para administrar de manera efectiva a sus “trabajadores del conocimiento”.“En Google buscamos la ventaja. El debate acerca de que las grandes compañías están manejando mal a los “trabajadores del conocimiento” nosotros lo tomamos muy en serio porque los que no lo hagan desaparecerán”, indica Schmidt.Y de inmediato, el CEO de Google enumera las 10 reglas:


- Contratar en grupo: los candidatos que entran en proceso de selección en Google son entrevistados al menos por seis personas del equipo directivo y sus posibles futuros compañeros. Toda opinión es tomada en cuenta; aunque el proceso se alargue, vale la pena porque incluyes a los trabajadores.


- Atender todas sus necesidades: según dijo Drucker, el objetivo es "sacar del camino de los empleados cualquier cosa que les pueda molestar". Google les proporciona a cada uno un paquete estándar de beneficios. Al tope de ellos encontramos: comedores de primera clase, gimnasios, lavanderías, salas de masajes, peluquerías, micros... todo lo que ellos pueden querer. "Los programadores quieren programar y no limpiar su ropa. Nosotros lo hacemos fácil para él”, dice Schmidt.


- Agrúpalos: los trabajadores de Google que desarrollan un mismo proyecto están todos en el mismo lugar, a pocos metros uno del otro. Así, cuando tienen una duda no deben enviar un e-mail o llamar por teléfono. De acuerdo a google.dirson, Schmidt reconoce que cuando fue contratado en el 2001 como CEO compartió oficina durante varios meses con empleados. Allí aprendió mucho de ellos.


- Haga la coordinación sencilla: pese a que los compañeros de proyecto estén cerca uno del otro, cada semana deben enviar un e-mail relatando qué estuvo haciendo en los últimos días. Con ello se conseguirá no sólo un buen seguimiento sino además sincronizar mejor las tareas.


- Come tu propia “comida de perro”: los trabajadores de Google usan las herramientas de la empresa de manera intensa.

No sólo las públicas sino también muchas desarrolladas para manejar información interna. Algunas de ellas terminan convirtiéndose en productos Google. Por ejemplo, Gmail fue usado durante muchos meses como correo interno. Gmail está desarrollado para satisfacer las necesidades de los consumidores más demandantes: los trabajadores del conocimiento de Google.


- Impulsa la creatividad: los ingenieros de Google pueden dedicar más de un 20% de la jornada laboral a crear y desarrollar cualquier proyecto previa autorización. Además, existe una herramienta interna a través de la cual los trabajadores envían cualquier idea que se les ocurra para que sea debatida y puntuada: desde un nuevo procedimiento para el estacionamiento hasta el producto más revolucionario.


- Trata de llegar a un consenso: en Google, el papel de un dirigente es el de un agregador de puntos de vista y no el de aquel que sólo dicta decisiones. Dentro del megabuscador se está convencido de que "muchos son más inteligentes que unos pocos". Por ello es que se intenta tener diversas opiniones antes de tomar cualquier decisión.


- No seas malvado: mucho se escribió sobre el slogan de Google “Don´t be evil”, pero realmente tratamos de vivir bajo él, sobre todo en el nivel directivo y de gestión. Como en todas las organizaciones, los trabajadores defienden con pasión sus puntos de vista, pero en Google se busca crear un ambiente de tolerancia y respeto y que no se tiren sillas como en otras reconocidas empresas de tecnología. (Esas palabras hacen referencia a una supuesta pelea en Microsoft.Steve Ballmer, director de esa empresa, habría arrojado una silla por el aire cuando se enteró que uno de los principales desarrolladores de la compañía se pasaba a Google. En el mismo momento gritó: “Voy a acabar con el puto de Google”)


- Tus decisiones deben estar basadas en datos: En Google, casi todas las decisiones se basan en datos cuantitativos. Por ese motivo se desarrollaron sistemas capaces de gestionar la información interna. En la empresa existen docenas de analistas dedicados a procesar todos los datos de las diversas áreas de negocio de Google.


- Comunica de manera efectiva: cada viernes en Google se celebra una reunión directiva. Allí se hacen anuncios, se comparten presentaciones y se hacen preguntas y respuestas. Esto permite a los directivos estar en contacto con sus trabajadores del conocimiento y saber qué piensan ellos y viceversa.


En Google existe un importante caudal de información interna que se comparte y poca que ha salido hacia el exterior sin consentimiento. Contrariamente a los que muchos piensan, creemos que el primer hecho causa el segundo: una fuerza de trabajo que confía es una fuerza de trabajo leal.

Rubén Hernán Weinsteiner

En los momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento

Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer.
En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso, desde el primer momento, se procuró un chivo expiatorio para encubrir al culpable. el hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas chances de escapar al terrible veredicto... la horca!!!!
El Juez, también complotado, cuidó, no obstante, de dar todo el aspecto de un juicio justo por ello dijo al acusado :"Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de Él tu destino. Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente. Tú escogerás y será la mano del Señor la que decida".
Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda CULPABLE y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.
El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Éste respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y, cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente. sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon aiaradamente: Pero , "Qué hizo? "Y ahora ? "Cómo vamos a saber el veredicto?"
Es muy sencillo -respondió el hombre - Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me tragué. Con rezongos y bronca mal disimulada, debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.

Moraleja: SEA CREATIVO.CUANDO TODO PAREZCA PERDIDO, USE LA IMAGINACION.En los momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento. Albert Einstein

ASI SE HACEN LOS NEGOCIOS

Se cuenta que una casamentera judía fue a visitar aun hombre muy pobre y le dijo:- Tengo una candidata muy especial para tu hermoso hijo varón.
El hombre contestó:- Yo no interfiero en la vida personal de mi hijo mayor
-- Bueno pero te digo que es una muy buena oportunidad para su vida
- Ya te dije que no me meto en eso
- Pero... es la hija del Barón Rotschild
- Ah, bueno siendo así...
Sale la casamentera de la casa y se va directamente a la mansión de los Rotschild, pide una audiencia con el millonario por un tema urgente y este se la concede.
- Barón, tengo el marido ideal para su hija soltera
- Querida amiga, mi hija tiene muchos candidatos
- Pero este le conviene a usted mas que todos, es el CEO dell City Bank y le puede manejar muy bien sus negocios
- Ah, bueno siendo así...
Sale corriendo la casamentera al City Bank, propiedad de otra familia judía, se reúne con el banquero Moritz y le dice:
- Tengo el CEO ideal para usted
- Señora, tengo seis muy candidatos para el puesto de CEO
- Pero este es el yerno de Rotschild!
- Ah, bueno siendo así...

El negocio del cartón

El comercio de cartones, papeles y desechos moviliza $500 millones al año, pero los cartoneros reciben una mínima parte. Los pasajeros del “tren blanco” son la mano de obra barata de un mercado marginal.

Los cartoneros generan rechazo y aceptación. Son bien vistos por quienes saben que la venta de cartón los ayuda a alimentar a sus hijos y a sobrevivir.Pero también son mal vistos por los usuarios del trenes.En una encuesta privada, 82 personas respondieron que no quieren viajar con los cartoneros.
Vecinos de Caballito se opusieron a que la empresa TBA construya una tren para cartoneros porque no quieren que se instalen en el barrio.Los cartoneros son la mano de obra barata de un negocio que moviliza 500 millones de pesos al año, lo mismo que el Gobierno destina a la Agencia Nacional de Ciencia y Tecnología.
Los cartoneros, hombres y adolescentes, pero, principalmente, mujeres y niños, reciben apenas 25 centavos por cada kilo de cartón que proveen a las empresas que lo procesan. Los intermediarios son los verdaderos beneficiarios de un negocio al margen de la legalidad.Cabe indicar que el tren blanco es un servicio gratuito, que funciona a la manera de un flete.

El más utilizado es el del Ferrocarril Sarmiento, que parte todas las noches de la estación Once de Septiembre.Cada noche este convoy es custodiado por diez efectivos policiales para evitar peleas y abusos sexuales en su interior.Uno de los puntos más críticos es el de la seguridad de los cartoneros, pues el material que manipulan es altamente inflamable, y una sola colilla de cigarrillo podría causar una nueva tragedia, de dimensiones similares a la de Cromañón.
El grueso de los cartoneros desciende en las estaciones de Paso del Rey y Moreno, donde esperan los camiones de las empresas que procesan el cartón.También se trasladan heladeras, botellas, lavarropas, y cualquier otro desecho que pueda ser de alguna utilidad a través de su reciclado.

“Sólo se extorsiona a los débiles”

Por Marta Dillon

“Si frente a una mujer pobre, demasiado joven para su embarazo de seis meses, se le pregunta si está preparada, si no hubiera sido mejor que esperara un poco más, que usara anticonceptivos, ella dirá: ‘Estoy embarazada, voy a tener un hijo y voy a criarlo’.” Con esta imagen, sin duda apropiada para el primer encuentro nacional de mujeres del ARI, la diputada Elisa Carrió se sitúa ante la posibilidad de llegar al gobierno. Ya no habla de las ventajas o no de anticipar las elecciones: “Ahora vamos a elecciones desordenadas, no sé en qué plazo, pero con riesgo democrático”. Y frente a la posibilidad de un “gobierno de facto” –no necesariamente con militares–, producto de los últimos manotazos de ahogado de un régimen al que ya no le alcanzan “los pactos bipartidistas de sobrevivencia”, llama a una “resistencia activa y no violenta, para que el desorden no sea la mejor excusa para imponer el orden por la fuerza”. Sobre sus propuestas de gobierno dirá muy poco, eso se lo reserva para cuando haya un plazo cierto para el recambio. “¿Para qué hablar de qué voy a hacer con el tipo de cambio, si probablemente al momento de la gestión ya no exista la moneda porque se la comió la inflación?”
“Ahora tenemos que ser fuertes y cuidadosos para que el pacto de supervivencia del bipartidismo no se lleve la democracia. Porque además nos enfrentamos a otro riesgo: están tratando de imponer la ley de lemas, que además de ser inconstitucional, provoca una dispersión de la legitimidad. Lo que se necesita para reconstruir la Argentina no es resolver la interna del justicialismo. Se van a volver a equivocar, porque ¿qué pasa si hay un presidente con 15 por ciento de votos contra un candidato con el 40? Puedo perder la elección y ser la que mayor legitimidad tiene. El objetivo es reconstruir una institucionalidad que nos evite la extorsión de afuera. Ni el Fondo ni las privatizadas, como me dijo Felipe González, querían elecciones en diciembre, porque sólo se extorsiona a un gobierno débil.”
–¿Qué le hace pensar que aun ganado las elecciones el ARI pueda llevar a cabo un gobierno fuerte?
–O en la elección vamos a la disgregación, o sea la Argentina no logra congregarse detrás de una idea y tenemos falta de legitimidad aun con elecciones, o lo contrario. La historia dice que vamos a congregar. Hoy las encuestas están menos atomizadas que en diciembre, están todas de acuerdo con proyección de un 20 o 30 por ciento para nosotros, y un porcentaje igual para todo el PJ. Ahora, en ese 60 por ciento del electorado hay dos o tres candidatos. Puede ser que esto se profundice, que vayamos a la disgregación o que nos arrasen. Nada está dicho.
–Entonces ¿cuál es la estrategia para congregar al electorado?
–El tema es cómo se congrega cuando no hay recursos. Hace 20 años todavía era posible una promesa electoral. Ahora hay un Estado sin recursos para prometer nada y una sociedad humillada y con privaciones extremas. Y hay que decir que las expectativas no pueden ser resueltas en un día. ¿Qué es lo que congrega entonces? La verdad, la palabra. La palabra del esfuerzo colectivo que cruza una sociedad, hay que tener cuidado de prometer lo que no se puede cumplir. Cuando fue el debate entre Alberdi y Sarmiento, a fines del siglo XIX, Sarmiento dice: tenemos que construir la nacionalidad, no puede haber habitantes, los hijos de inmigrantes y criollos deben ser ciudadanos argentinos, lo que hay que enseñar es la historia. Es decir, la escuela pública como construcción de la nacionalidad. Esa es la palabra.
–¿Qué significaría hoy esa palabra?
–La palabra que va a unir hoy es “justicia”. Si analizás los procesos sociales de cambio y los reclamos más profundos en la calle, que puedenunir a los encerrados del corralito con los piquetes de La Matanza, es un reclamo de justicia, cómo reconstruir un orden donde la justicia sea posible. No hablo del poder judicial sino del reparto del ingreso.
–¿El premio es la devolución de los depósitos?
–Hay que hacerlo con un esfuerzo colectivo, donde yo establezca las prioridades. Yo no puedo darte hoy lo que no tengo, pero te digo: es una prioridad darte a vos lo que te quitó este proceso, si no es la impunidad.
–Usted usa la metáfora del huracán para describir el proceso de caída de régimen, pero ¿elegir como figura un fenómeno meteorológico no ayuda a borrar las responsabilidades colectivas? ¿No es similar a esa figura de los dos demonios para hablar de los 70?
–No es así. Sucede que los procesos de cambio social son difíciles de describir desde el punto de vista de la voluntad de determinados actores. Porque lo que caracteriza los procesos de quiebre y reconstrucción es que no hay actores definidos sino actores sociales que van produciendo por deslegitimación un proceso de quiebre. No elude la responsabilidad de los que estaban, pero habla con claridad de algo que no puede ser atribuido a un proyecto. Porque es algo que sucede, que es construido desde un anonimato social. Cada vez que una señora apaga el televisor porque dice “no puedo aguantarlo más a este”, en realidad está coadyuvando a ese proceso de deslegitimación. La sociedad está construyendo, pero lo hace en un proceso que no aparece como claro si no después. La gente va a las plazas, va a asambleas y después ve el proceso.
–Pero sigue demandando propuestas concretas para decidir en términos electorales.
–La demanda del programa es un discurso de la derecha tomado por todo el mundo. Yo puedo hablar de matrices de distribución de ingreso, puedo plantear, en relación a la deuda externa, la necesidad de negociar una quita no necesariamente con el Fondo sino directamente con los acreedores, buscando el arbitrio de un tribunal internacional que contemple la ilegitimidad que viene de los 80 y también de los bonos Brady de los 90, y el escándalo de los intereses del megacanje. Ahora es posible porque los bonos son basura. Pero no puedo hablar de temas concretos hasta que no haya un plazo cierto. Yo no sé con qué país nos vamos a encontrar y lo que digamos ahora puede no significar nada en tres meses. Es como tener dos habitaciones de una casa, yo no puedo decir lo que voy a hacer en ellas si cuando tome posesión tal vez estén destruidas.
–¿Al menos imagina cómo contener, por ejemplo, a la provincia de Buenos Aires?
–El ingreso ciudadano para la niñez y un plan en el que estamos trabajando para jóvenes de 18 a 30 años para que puedan ocuparse, capacitarse y para que muchos que hoy habitan el conurbano puedan volver a sus provincias. Hay que tener un plan nacional para el Conurbano y un plan nacional para el norte empobrecido. Pero en la provincia hay otro tema sobre el que hay que tomar decisiones urgentes: el Banco de la Provincia de Buenos Aires, con enormes dificultades y que fue una de las causas del corralito.
–Lo que se ve es la dificultad del ARI para llegar a los sectores más desprotegidos.
–No creo que sea así, en realidad tengo una penetración en sectores populares. Creo que esa dificultad está en otros sectores de izquierda tradicional. En el análisis cualitativo tiene más componente de intención de votos Luis Zamora en sectores medios altos que yo.
–¿Cuál cree que es la mayor dificultad para reunir a los que votan en oposición en el parlamento?
–El centroizquierda es el mayor problema para sí mismo. Hay que comprender que no es haciendo diferencia entre nosotros que vamos a construir un país, que tenemos una oportunidad histórica para que lasideas rectoras sean ideas que pertenecen al centroizquierda. Sería un crimen perderla. Y perderla por celos personales sería peor. Tenemos que tener por lo menos un proyecto nacional que comprenda algo del orden de los principios por los que militamos, más allá de las diferencias. Espero que las diferencias no nos lleven a la situación de Francia. Y eso es siempre el riesgo de estar subrayando las diferencias con el otro cercano, porque yo tengo menos diferencias con Zamora que las que tenemos los dos con López Murphy. Yo tengo clarísimo que voy a soportar muchos cuestionamientos sin responder justamente para no dividir en la sociedad ese ámbito. Sería imperdonable.
–Usted hablaba de encarar el problema de la deuda sin contar con el Fondo. ¿Cree que es posible reconstruir el país sin el acuerdo?
–Diría que nuestro problema es institucional, de identidad, político, económico. Y que hay un tiempo en que necesitamos estar solos para poder rediseñar estas cosas. Y que Peter Sellers, Anoop Singh, puede no estar por un tiempo. No estamos en condiciones de hablar con él. Podríamos suspender la película, pero no en un planteo agresivo si no real. Al final es lo que se dice afuera, arreglen sus problemas y después busquen ayuda. Y bueno, hay arreglar nuestros problemas, sobre la base de la seriedad de nuestros acuerdos tal vez seamos escuchados, pero este escenario patético de los últimos días, con el presidente hablando con Carbonetto mientras volvía Remes, es poco serio. Yo lo siento por Roberto Lavagna, es serio y espero de todo corazón que le pueda ir bien. Lamento que este en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
–Se dice que usted sólo aporta miradas apocalípticas.
–Hay un error, no es una mirada apocalíptica. A lo que asistimos es a un proceso de demolición y construcción. Está más clara la demolición, pero ya se ve un paralelo: movimientos sociales que emergen, la gente que se va reuniendo, las identidades que van naciendo. Y por otro lado el enfoque de la televisión sobre lo que se cae. Pero hay un país que está naciendo, nunca un país tira todo abajo si no está listo para emerger. Si no viene la disgregación.

הפתיחה של השוטר אזולאי- The Policeman Opening

שייקה אופיר ודן בן אמוץ - אבו זאכי

גבעת חלפון אינה עונה - המצרים מתקרבים למוצב

הגשש החיוור-מבחן ללהקת הנח"ל

הגשש החיוור - המשמר האזרחי

הגשש החיוור

EL VERDADERO VALOR DEL ANILLO

Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?.
¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo:- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
- E... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.
- Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.
Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.
En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro!
Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste.
Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.
- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

Cavallo


Nos hablaron durante años de liberalismo a ultranza. Nos dijeron que la única regulación debía ser la del mercado.

Pero las medidas que tomaron fueron absolutamente intervencionistas. Estamos como en Cuba pero sin playa.

¿Cómo es posible que no puedas disponer de tu dinero? ¿Eso es socialismo? No, Cavallo no tomó medidas intervencionistas para imitar a Fidel Castro. Simplemente, no sabía qué hacer y tuvo un ataque de nervios. Durante el Proceso había estatizado la deuda: marcó el rumbo económico desde 1982 hasta el 2002.

Todavía quedan algunos que dicen que sabe mucho.

¿Qué les falta? ¿Que Cavallo les entre a robar en las casas con una pistola en la mano? A lo mejor es buenísimo, pero es un incapaz para manejar la economía argentina.

¿Quien entiende a los Europeos?

Cuando mis abuelos estaban en Europa, les decían "Judíos vayan a Palestina", hoy en las calles de Europa, leemos, "Judíos fuera de Palestina", ¿Quien entiende a los Europeos?

La viveza, entre la inteligencia y la estupidez

Por Marco DeneviFrente a un problema concreto, la reacción mental del hombre inteligente es dinámica: buscará el camino de la solución, a menudo a través de exploraciones, de asedios desde distintos flancos, de razonamientos abandonados en un punto y recomenzados en otro, hasta encontrar la salida.

En latín, salida se dice exitus, que los ingleses tradujeron por exit.La inteligencia conduce al éxito.Ese mismo idioma, madre del nuestro, cuyo estudio hoy les parece superfluo a algunas autoridades universitarias, tiene un verbo, stupere, que significa quedarse quieto, inmóvil, paralizado y, en sentido traslaticio, mentalmente detenido como delante de un cartel que dijera stop.
De ahí deriva la palabra estúpido: hombre que permanece entrampado por un problema sin atinar con la salida, aunque a veces adopte la agitación convulsa de una mariposa encandilada por una luz muy fuerte o los movimientos desesperados de un animal dentro de una jaula. Hablo siempre de lo que ocurre en la mente.

Las dos únicas reacciones del estúpido serán la resignación o la violencia, dos falsas salidas, dos fracasos.Salvo casos patológicos, todos somos inteligentes respecto a un tipo de problemas y estúpidos respecto a otro tipo de problemas.
Pero nuestra inteligencia y nuestra estupidez no dependen de nuestra moral.Hay inteligentes moralmente canallas y hay estúpidos moralmente intachables. Cuánto la inteligencia y la estupidez le deben a los genes y cuánto a la educación (digamos, a la gimnasia) es un asunto que dejaré de lado para que no me usurpe todo el espacio del que dispongo.
Pero no querría pasar por alto un dato: sin el auxilio del intelecto, esto es de la capacidad del análisis critico del problema, y sin la posesión de conocimientos relacionados con ese problema y adquiridos por experiencia propia, o por revelación ajena, la pura inteligencia no llegaría muy lejos en el camino del éxito. La estupidez, por mas que acumule conocimientos, no sabe que hacer con ellos.
Y no es raro que un intelectual, ducho de análisis critico, sea incapaz de hallar soluciones.

Sabiduría
El desarrollo, en un mismo individuo, de la inteligencia, del intelecto y de los conocimientos bien puede llamarse sabiduría, si no en la aceptación teísta que le dan las Escrituras, por lo menos como tributo humano susceptible de adquisición y de pérdida.
Pero aunque no haya sabios in omni re scibile, y hasta Leonardo Da Vinci falle en sus experimentaciones con los óleos y pigmentos de sus cuadros y Albert Einstein no acierte en ubicar el hotel donde se aloja, ambos merecen el título de sabios no menos que Plinio el Viejo, muerto sin embargo, según Suetonio, a causa de una estúpida temeridad.Con alguna frecuencia la realidad nos pone, de momento, mentalmente paralíticos.
Es cuando decimos que estamos estupefactos, lo cual significa "estar hechos unos estúpidos". La inteligencia, si la tenemos, vendrá a rescatarnos de esa pasajera estupidez que, por no ser insalvable, se llama estupefacción.
A propósito: alguna vez Solyenitzin escribió que la televisión nos sume en largos intervalos mentales de inmóvil estupor. ¿Dispondremos de la suficiente inteligencia como para no ser dañados por los poderes estupefacientes de la hogareña y diaria televisión?.

Situada a mitad de camino entre la inteligencia y la estupidez, la viveza comparte con la inteligencia, el dinamismo mental y, con la estupidez, la incapacidad de encontrar la solución a un problema.
Se mueve, pero no en dirección de la salida ¿ hacia donde se dirige? Ese es su secreto, la formula que le permite ponerse a resguardo de la humillación y del desprestigio que sufre la estupidez.La viveza, creo yo, es la habilidad mental para manejar los efectos de un problema sin resolver el problema.
El hombre dotado de viveza, el vivo, no ejercita la inteligencia, sino un sucedáneo de la inteligencia, apto para entenderse con las consecuencia prácticas del problema, pero no con el problema mismo.
Dicho de otro modo, el vivo se mueve mentalmente en procura de cómo eludir los efectos de problema, de cómo (en la mejor de las hipótesis) volverlos beneficiosos para él ó (en la peor) de cómo desviarlos en perjuicio de un tercero.
La viveza, pues, necesariamente se conecta con la moral.Sin el concurso del egoísmo no se puede ser vivo. Y para echarle el fardo al prójimo sin que este se resista, es imprescindible cierto grado de inescrupulosidad y hace falta practicar algún genero de fraude siquiera verbal.

Observado durante un corto plazo, el vivo da la impresión de haber obtenido éxito, de ser inteligente: se desplaza entre los problemas sin padecer las consecuencias o, mejor aún sacándoles provecho.
Como el flujo de los efectos no se interrumpe, el vivo no puede entregarse a los ocios y recesos de la viveza.De ahí que se los suele calificar de "despiertos". Aparenta una brillantez mental que engaña a las miradas superficiales.El inteligente, cuando está armando sus estrategias para atacar un problema, parece amodorrado y, en comparación con el vivo, un poco estúpido.Cuanto más complejo sea el problema, mas exigirá del inteligente paciencia y esfuerzo, mas lo someterá al silencioso y tedioso análisis crítico y al constante repaso de los conocimientos.

La viveza no puede permitirse esas demoras. Los efectos prácticos del problema no esperan mucho tiempo para hacerse sentir.De modo que el vivo está obligado a la rapidez y, consecuentemente, a la improvisación de sus métodos por lo general empíricos. Otra vez el inteligente comparado con el vivo, parecerá lento y hasta torpe.Si los efectos del problema, por su magnitud o por su complejidad, sobrepasan las posibilidades de la viveza para eludirlos, para aprovecharlos o para torcerlos hacia un costado, el vivo, por fin acorralado como un estúpido, no sucumbe ni a la resignación ni a la violencia, no confesará jamás su fracaso, no devolverá las armas que esconde en su mente: buscará algún chivo emisario a quien cargarle la culpa.En todas las sociedades conviven los inteligentes, los estúpidos y los vivos según proporciones distintas para cada una de ellas.

Para Borges no había ningún italiano ni ningún judío estúpidos. Exageraba, sin duda. Pero ahora imaginemos un país ficticio donde, por razones genéticas o por razones históricas, los vivos estén en mayoría. Esbozaré la novela de lo que podría ocurrir en ese país imaginario.Puesto que son mayoría unos vivos ocupan el gobierno.
Y otros vivos los eligen.Los vivos que los eligen, y por supuesto los estúpidos, incapaces de solucionar los problemas del país, los transferiría a los elegidos.Y los elegidos, como vivos que son, se dedicarán a lo suyo: ponerse a salvo de los efectos de los problemas, sacarles provecho o desviarlos hacia los demás, así sean vivos, estúpidos o inteligentes.
Durante un tiempo los estúpidos parpadearán de catatonia mental, los inteligentes se sentirán marginados y los vivos tratarán de imitar la viveza de los gobernantes. Mientras tanto los problemas, sin resolver, se acumulan, se multiplican, se superponen.Stop
Hasta que, fatal, llega el día en que los problemas forman una pared compacta con un cartel que dice stop. Y ahí la sociedad se detiene. Entonces los estúpidos, si no se resignan, se vuelven violentos.Los inteligentes toman su valija y huyen.
Y los vivos corren de un efecto a otro efecto vendando aquí, remendando allá, emparchando mas allá. Dejan los bofes en ese desesperado ir y venir por entre el caos de los efectos sin control.Y para disimular su impotencia recurren a los fantasmas de los chivos expiatorios y a un lenguaje esquizofrénico que, disociado de la realidad, seguirá pronunciando el discurso con que alguna vez embaucaron a la estupidez.
Estúpidos de brazos cruzados o de brazos armados, inteligentes en fuga, los vivos parlanchines y desesperados: tal sería la imagen de ese país ficticio caído al pie del ominoso stop. Para él no habrá sido una salvación, un grito de guerra: ¡La inteligencia al poder!! Salvo que todos los inteligentes hayan huido, hipótesis que no parece verosímil, la novela podría tener un final feliz.