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El diálogo emocional con los refractarios posibles


  Rubén Weinsteiner


 

Por Rubén Weinsteiner


La era 4.0 en general, y las redes sociales en particular profundizaron los esquemas relacionales endogámicos. Por lo general las personas que seguimos en Instagram, nuestros amigos en Facebook y los que seguimos en Twitter, piensan parecido a nosotros. Este proceso tuvo diferentes etapas que desde lo micro podemos plantear como conflictos de resolución difícil, agresiones, toma de posiciones duras, bloqueos e interrupción de relaciones, lo que fue determinando sistemas sociales homogeneos con retroalimentación de creencias, endurecimiento de posturas, y profundización de convicciones y distancias con campamentos antagónicos.

Este esquema grietario, cuyos correlatos vemos en los resultados electorales, en los grupos de whats app, en las oficinas o en los asados, hizo que nuestros dialogos sean cada vez con los propios, con los convencidos, con los que validan y confirman nuestros marcos de referencia.

Se trata de audiencias redundantes que endurecen adhesiones y lealtades pero no cazan fuera del zoológico, no suman ni acumulan por afuera de lo que ya se tiene.

En las matrices de representación actuales, no se gana una elección por diferencias holgadas, por lo general lo que vemos, son sociedades partidas en dos con un esquema grietario fuerte como el caso de EE.UU., Brasil o Argentina o a lo sumo en tres como en España, y donde las victorias se dan diferencias cada vez más pequeñas.

En este escenario cada voto cuenta como nunca, estamos a un cuñado, un vecino, un compañero de trabajo de ganar una elección.

Para salir afuera, ver el sol y abordar a los no propios hace falta, despejar miedos, odios y boicots, desplgar templanza y empatía, curiosidad en lugar de enojo (Curious but no furious), en definitiva, dejar a la gente terminar las frases y no saltarle encima. Escuchar. Entender demandas que aún no fueron verbalizadas, para proponerle a la gente cosas que ni ellos se dijeron a si mismos, o ni siquiera saben que quieren.

Resulta poco eficaz desde el punto de vista de la economía de fuerzas intentar abordar al núcleo duro del otro campamento. Trump suele jactarse que su voto duro no cambiaría el voto, por más que el se parara la quinta avenida y se pusiera a dispararle a la gente. Podríamos decir que lo que lo rechazan profundamente, no modificarán su sentir en ningún escenario. El núcleo duro no cambia, por eso no hay que perder tiempo. Los núcleos de adhesión son como capas de cebolla, las mas superficiales son abordables, las del centro no. Resulta clave descomponer el voto no propio blando en microsegmentos ponderados por particularidades específicas, que permitan definir cursos de acción diferenciales y específicos.

Hay que identificar la abordabilidad de los diferentes segmentos. Que “cuñado” es más permeable. El abordaje debe desplegarse en el 5/10% que no revela posicionamientos adquiridos, el segmento más fluctuante, el menos politizado y el más lábil.

Las lealtades, adhesiones, rechazos, amores y odios hacia una marca política, no se constituyen en un proceso automático y natural, de condición y reacción, sino que se definen por la subjetividad enmarcada en los mecanismos primarios de referencia, que nos permiten construirnos una idea clara e inmediata de cómo percibir, leer, sentir y organizar percepciones acerca de la realidad a través de nuestro encuadre cognitivo (cognitive framing).

El discurso de la marca política debe reconocer con vocación de inmersión acrítica los marcos cognitivos de los diferentes públicos, revelar empatía por los drivers de esos marcos cognitivos, y apropiarse de los mismos, leer miedos y demandas y problematizar para proponer, convocar, validar y esperanzar. Intervenir y comprometer desde el discurso al sujeto de elección con una perspectiva de un futuro distinto, mejor y alineado con las demandas latentes de los marcos cognitivos y que de soluciones a los mismos desde lugares nuevos.

Curioso y no furioso

La dinámica de intervención de la subjetividad es compleja. Hay que asumir que ese encuadre determina un universo de sentidos que puede producirnos incomodidad, rechazo entre un repertorio de sentimientos.

Lo primero es cambiar el chip de la furia a la curiosidad. Porque esta persona odia lo que para mi es bueno? Si me cambio de lugar quizás lo vea diferente? Como puede defender lo que para mi es indefendible? Son preguntas esenciales e inevitables si queremos intervenir sobre la subjetividad del “cuñado”.

Se trata de dejar de “hablar entre nosotros”, dejar de ver quien es más nosotros que el otro y hablar con el otro. Que 50 militantes puristas endogámicos se conviertan en 50 evangelizadores

La dinámica del one to one, a diferencia del one to many, permite leer las reacciones, modificar, hacer rapport, manejar los tiempos y convocar emocionalmente en forma intensa a una persona y fijar un anclaje.

Secta o Iglesia

Hay dos diferencias entre una secta y una iglesia.

Ante todo el pragamtismo y después la voluntad de sumar y no encerrarse.

Para ser iglesia y no secta hace falta abordar de manera eficaz a los posibles no propios, no con la idea convencer, sino de vencer emocionalmente.

¿Cómo?

No hay un marco, hay una acción de encuadrar, de enmarcar la realidad. El marco es nada, enmarcar es todo.
Si nuestro discurso no esta alineado con los marcos de nuestro público, este lo rechazará o directamente no lo comprenderá, no lo sentirá, no le hará consonancia.

1) Escuchar: absorber, dejar venir, no cortar, dejar que el otro pueda descargar su energía basada en el rechazo, que es miedo encubierto.

2) Conceder y acordar: reconocer, aceptar fallos y debilidades, no fijar certezas, sino sembrar dudas. Disolver el miedo. Al abordar microsegmentos de resistencia blanda, ese miedo es también blando, abordable y sensible a intervenciones. Empatía, curioso y no furioso para asumir el miedo del otro y entender el significado funcional del prejuicio e internalizar para intervenir. El otro no nos odia, sólo tiene miedo, y eso tiene solución.

3) Resignificar: poner en crisis y otorgar nuevos significados y anclajes, plantear un compromiso compartido, de suerte común. Estamos todos arriba del mismo barco. Insight: en comunicación política, lo único que no podemos decir, es aquello que queremos decir, el otro tiene que hacer el click

Rubén Weinsteiner

#YouthVote: useful lessons from political branding fot teen Marketing


The recent election was full of useful lessons for marketers. I’m not talking about boring stuff like social media blah, blah, blah or advanced targeting blah, blah, blah. No, I’m talking about some big meta lessons: that truth and lies are the same, bombast is a great substitute for substance, civility is hokum, accepted standards are overrated. Couple these facts with regulatory agencies that will soon be headed by outsiders hostile to their very existence and 2017 is shaping up to be a banner year for teen marketers. The question is, will you have the guts to make it happen?




I’ll bet you do! In that case, here are a few pointers on how to make 2017 huge for your brands:




Tell Lies This is so easy to do! All you need to do is say whatever pops into your heads. Marketing a soft drink? Tell people it will make them more attractive. Don’t pussyfoot around, though, be explicit! “The best scientists in the world, they say, these scientists — the best — that Glam-o-Pop will definitely get you laid much more often [see “Be Offensive” below]. Drink it.” See? Simple!




Teens, in particular, will welcome unfounded claims that validate what they wish to be true!




Ignore Facts Let me start by quoting Sir Francis Drake as he defended General Custer after Pearl Harbor: “Facts are stubborn things.” Ha! What a joke. Sure, Sir Francis may have been good at defending red-headed pastry chefs but he clearly knew nothing about facts! They are meaningless! If someone wants to talk about facts, tell them to talk to the hand. Half the time people’s “facts” are nothing more that opinions supported by questionable science. Garbage.




Your teenage customers are already filling their busy little heads with so many useless facts from school; do them a favor and spare them the brain space!




Be Offensive I say offensive in jest. Offensive is in the eye of the offended and if you’re the one doing the so-called “offending,” you probably don’t feel offended at all! No, tell it like it is and let the chips fall where they may. There’s no reason not to use common — even earthy — language when describing people, places or situations. We’ve all gotten so circumspect that a change for the worse will still be a refreshing change.




Kids these days, they’ve been led down the primrose path of PC parlance. Enough already!




Make Threats A lot of marketers fall into the trap of trying to persuade customers to try or purchase products. Sure, that’s one approach; but what about the flip side of the coin? Threats and intimidation! Why haven’t more people glommed onto this concept? Using our Glam-o-Pop example from above, think how effective this campaign could be: “Drink Glam-o-Pop or we will kill your family. Seriously.”




Separating the wheat from the chaff is critical; those teens who are easily intimidated may be your very best customers!




Look Backward The future is a scary and uncertain place. You just never know what’s going to happen next. The past, on the other hand, is full of safe, familiar and easy answers, especially when viewed through wonderfully rose-colored glasses! Rather than taxing your creative resources for something new, why not just dust off an old campaign that you know works. Why shouldn’t Joe the Camel make a comeback — and why shouldn’t we be advertising cigarettes to kids anyway?




Nostalgia is a proven winner. Nostalgia. Teens eat it up. It wins. Every time.




Ignore “Experts” What I am giving you is good advice. You can trust me. But be careful. There are going to be plenty of people that will want to give you bad advice. Ignore them. They will tell you the ideas I have shared make no sense. The people who tell you things like that are idiots. There are a lot of them around. They will try to sound smart. Ignore them. They are idiots.




Know who else likes to ignore advice? Teens. Learn something from your audience!









Rubén Weinsteiner





La "colonización suave" de subjetividades en el #VotoJoven según Bill Bernbach


Lo que aprendimos de Bill Bernbach para potenciar la #marcapolítica en el #votojoven







Rubén Weinsteiner

Cuando hablamos en nuestras notas de los sistemas de preferencia de los segmentos jóvenes, señalamos la labilidad, los jóvenes cambian, los viejos menos, la necesidad de diferenciarse, de comunicar esa diferencia, de hacerse un lugar, lo que psicoanalíticamente llamamos matar al padre, hablamos de luchas contra poderes grandes, con final abierto, decimos que los jóvenes barometrizan el cambio y lo demandan. Pensamos en el clivaje falso-auténtico, es decir como los jóvenes valoran la autencticidad, lo unplugged por sobre la impostura. La tribalidad de las decisiones de los jóvenes, la dimensión colectiva de la estructuración de las adhesiones. El clivaje prohibido-permitido, y fundamentalmete nuevos formatos expresivos.

La institucionalización de la disruptividad es un condición clave en la estructuración de los sistemas de preferencias en los jóvenes, y uno de los hombres de la publicidad y la comunicación que mejor entendió esto fue Bill Bernbach.

Si David Ogilvy le aportó a la publicidad la dimensión de los datos duros, para apabullar al público, Bill Bernabach se resistía al paradigma de la época y se negaba a llenar de datos sus avisos, el apostaba a la colonización “suave” de subjetividades.

Bernbach ponía en juego humanidad, humor, simpatía y fundamentalmente creía en una publicidad menos intensa.

Menos es más

Cuál es el mejor sitio de la Web?

Sin duda Google. Que vemos en la página? Una página en blanco con la palabra Google y un rectángulo.

Anthony Hopkins decía hace poco que el había aprendido de Sir Lawrence Olivier, que el actor debía guardarse algo, no debía ser todo los intenso que podía ser, que menos es más. Hopkins decía que si entregás todo de una vez y no te quedás con nada, y fundamentalmente, no dejás que el público haga el proceso, la gente se va del teatro al bar de la esquina.

En comunicación, como me enseño mi maestro, socio y amigo Jorge Schussheim, lo único que no podés decir es aquello que querés decir.

Bernabach entendió que había decir una parte y que dejar que el público hiciera el resto.

Bernbach entendió algo que en el #votojoven es clave: no podés decir todo, no podés explicar todo, tenés que construir el marco con los elementos mínimos, para que los jóvenes hagan el resto, y construyan aquello que estás buscando como percepción a instalar.

Los espectadores no se levantaban del sillón cuando aparecía un comercial de Bernbach. Estaban signados por “menos es más” y con humor y amabilidad bajaban un enfoque contracultural contundente.

Junto a sus socios Maxwell Dane y Ned Doyle, tenían entre otras las cuentas de Volkswagen, Avis Rent a Car y Seagram. Bernbach exigía creatividad y más creatividad, el ambiente de la agencia era libre y rompía con las convenciones de la época.

Volkswagen fue su mejor campaña, la más disruptiva y una clara campaña con los paradigmas de los segmentos jóvenes. El Volkswagen, me refiero al escarabajo, era, es, un coche chico, muy, para los parámetros de los Estados Unidos de los 60, un coche poco atractivo, que no tenía un línea aerodinámica, y era muy difícil en EE.UU. Tengamos en cuenta además que los norteamericanos lo asociaban con el nazismo, ya que VW era el “auto popular” impulsado por Hitler.

Tenía todas en contra, en todos los segmentos, era un rechazo transversal.

Claro que los jóvenes son más lábiles, los jóvenes pueden cambiar, los viejos … no tanto.

Bernbach en lugar de abrumar al público con cifras y datos acerca de la indudable solidez del escarbajo, como lo hubiera hecho David Ogilvy, Bernabach capitalizó sus obvias limitaciones desventajas. En su lenguaje publicitario, se tomó al escarabajo en joda, el objetivo era hacer reir y que el público se sintiera bien ante todo. Bill Bernbach creía que si lograba este estado la gente iba a cambiar su actitud hacia el auto, y quizás hasta alguno lo compraba.

Think Small

El anuncio clave y genial de la campaña, que cambió la historia de la publicidad para siempre, mostraba una fotografía común del escarabajo en blanco y negro, bajo la cuál puso dos palabras “Think Small”, pensá chico, pero en realidad el metamensaje era, “no tengas pensamientos demasiado ambiciosos para vos, fuera de tus posibilidades” .

El segundo aviso decía que el motor del VW, no tiene la potencia del Super Skyrocket, e incluso algunas personas creen que tiene un motor ridículamente pequeño, pero así de pequeño mueve muy bien a este pequeño y cómico auto.

En todo el país se hablaba de estos avisos, y miles de consumidores iban a las agencias de VW para ver ese auto tan “pequeño y gracioso”.

El tercer aviso mostraba una foto del escarabajo con una sola palabra, “Lemon” (Limón ) un término negativo, agrio, que teóricamente espantaba a los clientes, pero abajo aclaraba que en la planta de Wolfsburg, la Volkswagen contaba con uno de los mejores sistemas de inspección y de control de calidad en todo el mundo, describiendo la minuciosidad “alemana” con la que los supervisores revisaban cada pieza y cada auto terminado, el aviso terminaba con: “Volkswagen recoge los limones, Ud se lleva lo mejor”

Los jóvenes empezaron a pensar en ese auto, tan feo, cómico, chico, pero divertido, llamativo, que permitía diferenciarse, comunicar como jóvenes un mensaje de rechazo a los establecido, coches enormes, llamativos, tipo el batimóvil, que era alemán, resistente, apto para viajes largos, que gastaba poco, a priori sólido, y en el que se podía un confiar. VW se convirtió en ese amigo que no deja de a pie.

La campaña fue un éxito y las ventas superlativas. Bernabach reforzó con un anuncio donde se veían huellas de neumáticos sobre la nieve, nada más que eso, y el texto decía “por fin una bella fotografía del Volkswagen”.

Cuando llegó 1973, y los jóvenes habían hecho suyo el escarabajo, llegó la crisis del petróleo y os precios de los combustibles se dispararon como nunca antes.

Las fabricas de autos competían con estadísticas para ver que auto consumía menos.

La agencia de Bernbach decidió que montado en el éxito de los jóvenes iba a ir por otros segmentos y produjo un comercial, donde no presentaba estadísticas, sino un hombre con una manguera de surtidor en la sien, como si fuera a suicidarse. Debajo de la imagen el texto decía :”O compre un Volkswagen”.

Para la fabrica de pan de centeno “Levy”, un pan típico judío de Nueva York, creo un aviso en el subte que mostraba a un negro, un indio y un asiático comiendo el pan Levy”, el texto deciá “Ud no tiene que ser judío para amar el pan de centeno de Levy”.

Para Avis Rent a Car, utilizó la misma estrategia que con Volkswagen. Los avisos decían que la verdad es que Avis está por debajo de Herz. El slogan que duró 10 años, era : “Somos el número dos” “tratamos de superarnos con todas nuestras fuerzas”. El metamensaje era tenemos que matarnos para superar a Herz, ergo, te vamos a dar un mejor servicio que Herz.

El deseo es el rey

En la comunicación con los segmentos jóvenes, -aprendemos mucho de Bill Bernbach- podemos apostar acompañar ese cambio barometrizado y demandado, con autenticidad frente a la impostura, con la versión más unplugged que podamos, enfrentando poderes inmensos con final incierto, aceptando limitaciones, problemas y defectos, y conectándonos más que con las necesidades y las fantasías con los deseos más profundos.



Rubén Weinsteiner

Oferta de las #MarcasPolíticas y demanda agregada tribal en el #Votojoven:



Por Rubén Weinsteiner



Cuando analizamos la oferta política que pretende interpelar al segmento joven, la oferta de los medios masivos para los jóvenes, o la oferta de bienes y servicios de consumo para ese segmento, nos encontramos con un mismo mercado de sujetos de acción y elección, con sistemas de preferencias muy diferenciados en lo que hace a consumir y en lo que hace a votar.


Es el mismo sujeto de acción y elección, entre 16 y 30 años, que camina entre góndolas, de remeras, cervezas, celulares o autos, de programas de tv, radio o sitios web, y de candidatos a puestos electivos.

Cuando se construye una oferta para vender bienes y servicios, lo que prima son las preferencias individuales de la gente, aun cuando tengan un sentido colectivo- tribal, enmarcado en tendencias, modas y mandatos, porqué el dinero en la billetera, determina la preeminencia en la decisión, de la especificidad conductual individual por sobre el mandato tribal.


El joven gasta solo pero no vota solo

El joven va al mercado electoral con sus razones, convicciones, deseos y emociones, que se van construyendo en tiempo real y en forma permanente, desde su mundo interior de imágenes, valores, creencias y actitudes, como así también desde sus intercambios con los demás integrantes de la tribu, a partir de la decodificación tribal e individual de los mensajes enviados por la oferta política. De esa construcción, resulta la agregación de demandas, que constituye el sistema de preferencias del segmento joven.

Demanda agregada tribal

Los electores jóvenes pueden ser analizados en forma individual, pero de hecho conforman sus sistema de preferencias en forma colectiva, desde la agregación de demandas individuales, resultante interactiva, más que una suma de decisiones individuales.


La probabilidad que seis jóvenes reunidos en un bar pidan lo mismo, que si cada uno de estos estuviera solo, es de un 15%. La probabilidad que seis adultos mayores de 40 años, pidan los mismo estando juntos o cada uno solo por separado, aumenta a un 60%. La decisión en ambos casos, se modifica por el hecho de la reunión y el carácter no secreto de la opinión expresada.


En el segmento joven, para que la diferencia entre el todo y las partes sea sensible, no es indispensable que los jóvenes estén reunidos físicamente en una sala. La conformación de colectivos de agregación de demandas se da porque el joven difícilmente está solo, en la esquina, en la escuela, en el club, en la universidad, en la web 4.0, en el trabajo, en un grupo de amigos, o en marcos de pertenencia y pertinencia como las tribus urbanas, bandas, equipos de futbol, un deporte, una afición o una disco. El achicamiento del espacio público real y la expansión del espacio público virtual, ponen al joven en espacios colectivos, que los mayores de 40 años pueden y suelen evitar con mayor facilidad.


Para que la comunicación con el segmento joven sea emocionalmente persuasiva y técnicamente informativa, y no al revés, se debe tener en cuenta que es más importante lo que dicen otros jóvenes, dentro o fuera de la tribu, por afirmación o por negación, que lo que dicen los padres, los medios o los políticos. Si los jóvenes cumplen con lo que está bien para los padres, incumplen con lo que está bien para los pares y la tribu, y viceversa. “No tomes, no entables relación con gente peligrosa, estudiá mucho, acóstate temprano, no te quedes hasta cualquier hora en la computadora” consejos sobre la vida sexual, las relaciones, el trabajo y finalmente la política.



En la mayoría de los casos donde las consecuencias no revisten inmediatez , amenaza o peligro, la tensión padres-tribu, se salda a favor de la tribu, por el peso del colectivo a la hora de la aprobación y legitimación social.

La conformación de la demanda agregada, conlleva una legitimación implícita y demandada de valores, sentimientos, necesidades, deseos y aspiraciones, colectivas tribales. Esa legitimación se constituye en el corazón de la demanda agregada joven.


La demanda agregada, a través del reconocimiento y la identificación con la tribu en tanto colectivo ordenador , es el eje de la racionalidad instrumental del voto joven. Para el joven, identificación es amor, para los adultos mayores identificación, es solo empatía.


El abordaje de la demanda agregada joven, como un sistema dinámico y complejo, es una de las precondiciones para cualquier construcción discursiva, políticamente significativa, para la interpelación y colonización de subjetividades dentro del segmento 16-30.


Rubén Weinsteiner

Lessons political parties need to learn to woo young voters



Rubén Weinsteiner

Brands such as Adidas and Red Bull offer important pointers for political parties trying to win over young voters

When it comes to targeting young voters, political parties have found themselves in the same place brands were about 10 years ago.


At this time, a digital culture rapidly emerged and flourished but major brands – still over-reliant on their legacy models of broadcast advertising – were unable to engage in a successful dialogue.


Proof is in the stats. A recent poll has shown that 70% of 18 to 22-year-olds would most likely tick a box backing “none of the above” on their ballot papers, and that only 23% of young people definitely plan to vote at the general election.

Research also suggests that the youth turnout rate in the UK is the lowest of all the 15 members of the old EU. Clearly, UK politics and all key parties within it have work to do to connect more successfully with younger voters.


Communications experts rightly point to the extreme fragmentation and personalisation of the media landscape as a factor in this communication breakdown.

However, at the same time media convergence has stimulated a large number of new ways in which younger people engage with political causes and content. Young people are highly likely to view and share politically themed content – as long as it is targeted at them correctly.


There has been a proliferation of ways to sign up to and recruit others to petitions and pressure groups. However, little of this conversation is stimulated or guided by the major political parties.


But all is not lost. Brands such as Adidas and Red Bull have increasingly overcome this challenge and created meaningful relationships with this audience. Here are eight things that political parties can learn from their success.




1. Scaled and personal

A major party cannot choose between niche communications and a single inclusive campaign message. In the digital landscape it shouldn’t have to – the opportunity exists to create a clear, compelling vision but then position the most relevant elements of it to the most relevant sub-groups, using the data that is now at their disposal.




2. Personalities over institutions

For an audience that has grown up with social media, personality is much more compelling than institutional authority. Find the most compelling, authentic personalities and give them as many opportunities as possible to engage directly with people. It is as important to think about whether these personalities are good listeners, empathetic and engaging, as whether they are institutionally sound. The messenger is the message.




3. Compass and radar

Youth audiences will expect you to respond at speed to events, particularly on social media, so you need brilliantly sharp radar for what is going on in culture. But quick wins are often soon forgotten and too much reaction without clear purpose will be judged harshly. You need to know your direction and stick to your compass.




4. Video is everywhere

One of the main restrictions of UK politics is on political TV advertising, but the rules of digital video are far more relaxed – which means your video can be held in the palm of people’s hands and shared effortlessly. Digital video is a huge opportunity to engage with younger audiences, but political parties are only beginning to explore it.




5. Follow the journey

The use of behavioural data needs to be explored carefully and only ever in an anonymised form and at an aggregate level. However, it is clear that you would want to position different messages between the politically engaged and the apathetic, between the likely swing voter and the relative loyalist. These data signals exist and therefore the opportunity to avoid irrelevance has never been greater.




6. Close the gap to transaction

The hardest gap to close will always be the gap to action – submitting a postal vote or going down to the polling station. Don’t underestimate the importance of the last 10 yards and of sending many reminders, countdowns and directional communications.




7. Transparency is mandatory

Social media, Twitter in particular, is like a massive, crowd-sourced transparency unit. You have to assume that any historical inconsistency, the provenance of any images, set of words or video, the conflict between personally held and publicly stated views, will be discovered almost immediately. Don’t let issues of transparency become bigger than the message itself.




8. Don’t assume voters are only young

It is easy for marketers to patronise youth audiences and attach old-fashioned stereotypes. Younger audiences are extremely engaged with the challenges of globalisation, with the challenges of the labour market and the battle for values around cultural inclusion. The media and style required to communicate may differ, but the messages still need to be a reflection of your fundamental vision of society and the values of your cause.

Rubén  Weinsteiner

La funcionalidad del PERO en el discurso político


Rubén Weinsteiner


“No digas las cosas. Lo que eres, relumbra sobre ti mientras lo haces, y atrona con tal fuerza que no puedo oír lo que alegas en su contra”

Emerson




Que es el PERO?

El PERO sirve para “contraponer a un concepto otro distinto o ampliativo del anterior” (según la RAE).



Los PEROS no funcionan en comunicación política, porque el pero es una negación y las negaciones no funcionan.

Toda negación implica una afirmación, esto es Lacan.

Andá y decile a tu esposa: “tu amiga Claudia…, no me gusta” , “la verdad, que no me mueve ni un pelo”. A partir de ese momento, tu esposa va a estar completamente segura que te gusta mucho su amiga Claudia.



La funcionalidad de la negación en el discurso, es inversa en términos de sus objetivos a la intención del emisor. Nadie que sea honesto debería decir “no robé ”, sería como para alguien que no tiene ninguna cicatriz en la cara, decir “yo no tengo ninguna cicatriz en la cara”. Si uno no tiene el deseo de tener algo ni nada con Claudia, difícilmente habilite los senderos neurológicos que le hagan decir algo relacionado con “tener algo con Claudia”, aún para negarlo, y eso las audiencias lo decodifican rápido, aunque no lo puedan poner en palabras y en emergencia, y fundamentarlo.

La solución táctica es reemplazar el PERO por Y.

En lugar de decir “la comida era rica pero los mozos eran antipáticos”, podemos decir “la comida era rica y los mozos eran antipáticos”



La solución estratégica consiste en generar insights en la cabeza del otro. El otro tiene que hacer la operación: si usa esa ropa, si habla así, si se mueve así, si dice lo que dice, es tal cosa. Si uno tiene que decir lo que es, no funciona, y si uno tiene que negar lo que supuestamente no es, estamos en el peor escenario.

Quien dice la verdad no dice que dice la verdad



Cuando un candidato dice: estamos mal PERO vamos a estar mejor en el futuro, está negando con el PERO. Distinto es plantear un esfuerzo. Eso sería afirmar. Y eso si puede funcionar.



El sacrificio puede funcionar, Churchill afirmó, porque dijo sólo les prometo sangre sudor y lagrimas


El primer problema que presenta la negación consiste en rebatir con una respuesta racional una instalación emocional. Una vez que la emocionalidad generada se instala, corre por canales separados con la racionalidad.

El segundo problema consiste en la previsibilidad y obviedad, ya que lo que se espera siempre es la negación, con lo cual la predisposición del oyente es defensiva. Ante la difusión de una noticia que señala que el ministro de defensa recibió una coima, resulta obvio que el ministro no va a decir “es cierto recibí una coima”.

El tercer problema consiste en que cuando alguien tiene que negar un rumor o una información, esa información ha generado interés en la masa crítica, con lo cual el negador se convierte en un “aguafiestas”. La población se enteró que el ministro de economía participó de una orgía, a la gente le gusta imaginar difundir y viralizar el rumor, si viene el ministro a arruinar ese disfrute no será bien recibido, uno cree aquello en lo que quiere creer.

La gente siente que está atravesando una recesión profunda, no hay plata en la calle, los negocios cierran, aumenta el desempleo, nadie vende nada y aparece un funcionario que dice que estamos bárbaro, que se crean empleos, que se invierte cada vez más. La contradicción no sólo es “aguafiestas” sino que además genera ruidos profundos.

El cuarto problema de la negación radica en la asimetría de reproductibilidad de esa negación, en relación a la información que se pretende negar. La cantidad de veces que se repite una información ponderada por la viralización boca a boca, 4.0 y la retroalimentación desde y hacia los medios tradicionales, es muy superior a la cantidad de veces que una persona puede negar algo.

La acción más eficaz para gestionar una acusación un rumor o una información negativa, es la construcción de una imagen emocional positiva en la audiencia, que compita y derrote las construcciones cenestésicas generadas por la información original.


Rubén Weinsteiner