Rentabilidad y disfuncionalidad de la construcción “comunican mal”

Rubén Weinsteiner

 

La construcción “comunican mal”, es siempre un recurso utilizado en alegato propio, que intenta instalar la percepción de, “hacemos mucho, o hacemos bien, pero como comunicamos mal, la gente no se entera o no lo percibe”.

Es un recurso utilizado por muchos gobiernos, yo diría que casi todos en algún momento recurren a él.

Como recurso autoindulgente tiene una eficacia limitada, en términos de la intervención en la subjetividad de los sujetos de elección. Quizás pueda revelar mayor eficacia en términos de darle tranquilidad al emisor y al espacio del mismo, pero a un costo muy alto, ya que le obtura la posibilidad de intervención y resolución de los problemas. 


Bielsa no simplifica


Hace algunas semanas estaba mirando un partido del Leeds contra el Wolves, el Leeds perdió en Elland Road 1 a 0, en un partido donde quizás no mereció perder. Al finalizar el partido y ya en la conferencia de prensa, un periodista le preguntó a Bielsa porque creía que el Leeds había jugado mal, cuando en realidad, el partido fue muy parejo y Wolves llegó 2 veces al arco del Leeds.

Bielsa le respondió que Leeds no había jugado mal y continuó con un análisis: el volante de contención de su equipo no había anticipado al 10 de Wolves, dejándole metros, panorama y posición territorial para que el volante de creación llegara con mayor soltura al área rival. Esta desfasaje desacomodo sistemáticamente a la defensa de su equipo y en uno de los ataques le convirtieron.

La diferencia entre el “jugaron mal” y el “cinco no lo anticipó al 10 ni en territorio ni en el trámite del juego” es clara. La segunda opción permite intervenir sobre la realidad y modificarla, la primera, convoca a la resignación automática.

La primera definición carece de complejidad, rigor y análisis, La segunda requiere observación, compresión, creatividad y proactividad.


En momentos difíciles, la crítica general y emocional bloquea el análisis y la intervención. La observación y el señalamiento funcional abre la instancia del cambio. 


Por altura, en los corners nunca iba a cabecear, me quedaba en la puerta del área, esperando el despeje para pegarle al arco. Un técnico solía repetirme, que no sabía patear, que era un burro pateando. Otro, vino y me dijo: “ud patea bien, lo que pasa, es que tiene que mirar que el arquero camina lateralmente hacia el lado opuesto de donde viene el corner, si ud le pega al palo al que va, se la van a atajar, si le pega al palo de donde viene el córner, lo agarra a contrapierna al arquero y es más difícil que se la ataje.

Detectar, definir y proponer acciones puntuales y concretas, evitando simplificaciones y generalizaciones, es lo que se impone en momentos difíciles.

El gobierno nacional se encuentra en una situación compleja, herencia, pandemia, tensiones fuertes co el poder real, contradicciones internas, la subjetividad en disputa, en una puja brutalmente asimétrica y la incertidumbre como constante.


Y entonces

Retomando el ejemplo del Leeds, creo que sería muy positivo que el “volante de contención” anticipe al volante de creación del rival, en territorio y en juego, limitando las opciones del adversario y tomando la iniciativa. Una especie de Carlos Corach, que marcaba la agenda en la puerta de su casa y condicionaba el spin mediático del día.

Es necesario construir un diálogo eficaz y proactivo con los sectores medios.

Hace falta dar el debate con la hoja de ruta del otro en la propia mano.

Plantear un discurso posterior a la grieta. Posterior no en términos temporales, sino estructurales. Es decir que contenga y valide motivaciones, deseos, miedos, necesidades insatisfechas y broncas de ambas partes.

Plantear un discurso de poder que lejos de negar la grieta o descalificarla, la obsolotice.



Rubén Weinsteiner