La #marcapolítica Windsor: un caso de rebranding de superviviencia

Por Rubén Weinsteiner


La familia que ostenta la corona del Reino Unido es de origen alemán. En realidad es una prolongación de las dos dinastías anteriores, la Brunswick-Hannover y la Sajonia-Coburgo-Gotha, cuyos orígenes se remontan al Medievo alemán. La Casa de Hannover procedía de una familia nobiliaria establecida en Suabia y Baviera en el siglo IX. Su "desembarco" en el trono británico se produjo por el enlace del príncipe elector alemán Ernesto Augusto de Hannover en el siglo XVII con una nieta de Jacobo I de Inglaterra. Su hijo Jorge I hizo efectivos sus derechos y fue el primero de la familia en reinar en Gran Bretaña, a partir de 1714.

La dinastía continuó a través de sus descendientes Jorge II, Jorge III, Jorge IV y Guillermo IV. La llegada al trono de Victoria, sobrina de Guillermo IV, y su matrimonio con Alberto, príncipe de Sajonia-Coburgo-Gotha -otro linaje alemán-, supuso el cambio de denominación de la dinastía real británica por el de Hannover-Sajonia-Coburgo-Gotha, cuyo único rey fue el hijo de ambos, Eduardo VII. En 1917, el hijo de éste, Jorge V, eliminó toda vinculación con Alemania, entonces enfrentada con el Reino Unido en la I Guerra Mundial, y cambió la denominación oficial de la familia por la de Casa de Windsor

Desde que la reina Victoria I del Reino Unido contrajo matrimonio en 1840 con el germano Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha a todos sus descendientes y herederos al trono se les aplicó el título de Casa de Sajonia-Coburgo-Gotha, sustituyendo al de la Casa Real de Hannover que era el que se había portado hasta entonces desde el siglo XVII.

Pero el título tan solo permaneció en la familia dos generaciones más hasta que, el 17 de julio de 1917, el rey Jorge V, nieto de Victoria I, proclamaba por ley que a partir de aquel instante todos los miembros y descendientes de la Familia Real Británica dejarían de llevar el apellido Sajonia-Coburgo-Gotha y pasarían a pertenecer a la Casa de Windsor, recién creada por él a tal efecto. También sería de obligatorio uso el llevar el apellido Windsor tras el nombre.

En 1917 durante primera guerra mundial un ataque aéreo contra Londres llevado a cabo por los alemanes el 13 de junio de 1917 con catorce aeroplanos llamados "Gotha", en el que murieron 162 personas y que dejó 432 heridos, no hizo sino poner de relieve la urgente necesidad de un cambio.

Cambiar la marca para entre otras cosas eludir cualquier connotación con el enemigo pasó a ser un objetivo central para el rey Jorge V .

La marca Gotha hizo crisis, los reyes eran alemanes?


Lord Stamfordham

El secretario privado del Rey Jorge y su principal estratega comunicacional, Lord Stamfordham decidió intervenir sobre la marca en una brillante acción de rebranding.

Primero tiró Tudor, lo cuál fue rechazado, luego York, Lancaster, Plantagenet luego y luego Fitzroy, que parecía demasiado plebeyo, finalmente a Lord Stamfordham se le ocurrió Windsor, uno de los castillos que tenían como residencia oficial y que estaba situado en la pequeña población de mismo nombre, en el condado de Berkshire

Windsor, al igual que el famoso castillo homónimo, cerca de Londres, constituía todo un símbolo para Inglaterra, además de ser un nombre cien por cien inglés y fuertemente ligado a la realeza.

Windsor era un naming brillante, remitía a todo el glamour, la gloria y el factor aspiracional de los ciudadanos de a pie. Cuando se piensa en Windosr se piensa en fiestas, en tomar el té, caza, recepciones, naturaleza, verde etc.

Sin duda Lord Stamfordham cambió la historia de la familia británica y de Gran Bretaña con el nuevo naming, dotó a la marca real de nuevos significados, modificó su posicionamiento, lo cuál legitimó su nuevo discurso, redefinió la personalidad de la marca, resignificó su simbología y ritualidad y cambió para siempre la historia de Gran Bretaña.



Rubén Weinsteiner