Debate 2020,:quien ganó y que ganó

 

Trump a Biden
Tu hijo nunca trabajo y ganó millones con Ucrania y China de manera extraña,
responde Biden;
fue un Héroe en Irak tiene muchas medallas, Trump le dice; mentira, lo echaron del Ejército y Biden responde; el era Drogadicto pero ya se curó.

 

Es difícil determinar quien gan´ø un debate si antes no se determina en que consiste ganar. Si ganar es construir la percepción de haber conducido el debate, si es dejar sin palabras al oponente, si ganar es dejar mal parado y titubenate al otro, o si ganar es construir percepciones que intervengan de manera directa, efectiva y positiva en el sistema de preferencias.

Claramente Trump condujo el debate, lo lideró incomodando a su rival, llevándolo al barro, donde tan bien el juega y donde tan incómodo se siente Biden a pesar de ser un político con muchos años y mucho calzado gastado en la política.

Biden pareció lento y si bien es unos años mayor que Trump, parecía mucho mayor. Su operación facial no lo favorecía, sobre todo cuando fruncía la frente. Trump lucía más natural, rápido y agresivo.

Los medios claramente apoyan Biden, y el blindaje es tan obvio y fuerte que lo perjudica. Esa sobreprotección también le quita competitividad, que Trump adquirió a fuerza de la demonización que sufre y a la que contribuye.

El presidente de Estados Unidos fue el principal responsable de convertir en una sesión caótica y desprolija lo que debía ser el primer cara a cara entre los dos candidatos. También tuvo éxito en llevar a Biden a momentos de verdadera irritación, como cuando le espetó “¡¿Vas a callarte?!”.

Los medios estadounidenses fueron unánimes en considerar que Trump marcó la pauta del debate con su tono agresivo, una herramienta mal vista por la política tradicional, pero que es muy popular en su base electoral.

Trump dejó claro de entrada que apelaría a su clásica retórica de "nosotros" contra "ellos" que ha usado con frecuencia desde la presidencia.

"Nosotros ganamos la elección", dijo al justificar su polémica decisión de cubrir la vacante en la Corte Suprema sin esperar al próximo veredicto de las urnas.

"Nosotros tenemos el Senado, tenemos la Casa Blanca y tenemos una nominada fenomenal".

"Ellos vinieron detrás de mí tratando de dar un golpe, me persiguieron espiando mi campaña (de 2016), empezaron el día en que gané e incluso antes", dijo en otro momento.


Biden había dicho este mes que buscaría evitar "entrar en una pelea" durante los debates.


Sin embargo, pasó rápidamente de la sonrisa a un enojo que lo debilitó: "¿Quieres callarte, hombre?", le reclamó a Trump en una de sus interrupciones.


Y aunque también le pidió al presidente que salga de su "búnker" para buscar unir a demócratas y republicanos en soluciones para la pandemia, lanzó varias descalificaciones más contra Trump.


"Es difícil hablar con este payaso, perdón, esta persona", dijo Biden en un momento. "Él es racista", disparó un poco después.

 

El coronavirus, lejos de ser central

El tono del debate llenó de problemas a Biden para que pudiera explotar el punto más débil de la administración Trump y la principal razón de su descenso en los sondeos de intención de voto: la gestión de la pandemia del coronavirus.

Analistas y observadores que esperaban una discusión de mayor nivel sobre la crisis sanitaria en el país más afectado en el mundo por la enfermedad –Estados Unidos tiene 206.005 muertos y 7.191.349 contagios- vieron cómo el enfrentamiento se basó en burlas por parte de Trump y ataques de que el demócrata lo hubiera hecho peor.

El mandatario logró evitar dar respuestas por un tema incómodo, una marca de su campaña.


Si hay algo en lo que ha tenido éxito Trump es en explotar las tensiones internas del Partido Demócrata al acusar una y otra vez a Biden de ser un izquierdista disfrazado de moderado, obligando al exvicepresidente a aclarar su oposición a la línea más progresista dentro del partido, la cual su principal piedra en el camino durante las primarias.

“El partido soy yo”, dijo Biden en una declaración que podría traerle muchos dolores de cabeza en la puja interior de los demócratas, donde las bases que apoyaron al senador Bernie Sanders, no se sienten realmente cómodas trabajando para una eventual Presidencia suya.

Es sabido que el candidato demócrata no sólo debe conquistar el voto de indecisos sino incluso de sectores del ala izquierdista de su partido que le reprochan ser demasiado moderado y pro mercado.

Está en juego repetir el escenario de 2016, cuando la candidatura de Hillary Clinton eclosionó la grieta demócrata, en contraste con un Partido Republicano que ha sabido encolumnarse detrás de Trump, incluso dejando de lado varios de sus valores históricos.

 

Quién ganó el primer debate según los principales medios de Estados Unidos






“Un descarrilamiento”, fue el primer titular de Politico. “Primer debate lleno de intercambios exaltados e insultos”, el de Fox News. “Debate demente”, eligió Breitbart News; “Agudos ataques personales e insultos en el primer caótico debate”, The New York Times, y “Ataques personales e intercambios afilados marcan el turbulento primer debate presidencial”, The Washington Post. Algo similar sucedió en las redes sociales: en Twitter, por ejemplo, las primeras publicaciones celebraron, como un gran alivio, que los políticos no pronunciaran discursos de cierre.

La cobertura que los medios estadounidenses ofrecieron, en tiempo real y con análisis posterior, del primer debate presidencial de las elecciones 2020, que se celebrarán el 3 de noviembre, pareció también cubrir con la misma crítica a Chris Wallace. El moderador, periodista de la cadena Fox e hijo del legendario Mike Wallace de 60 Minutes, fue criticado porque no pudo impedir las sucesivas interrupciones mutuas entre Trump y Biden. “En las redes sociales, algunos espectadores pidieron que le cerrara el micrófono al presidente, pero Wallace no tenía ese poder: ninguna de las dos campañas hubiera accedido a tal mecanismo de antemano”, resumió The New York Times.

Una hora más tarde muchos medios comenzaron a publicar encuestas informales sobre la opinión del público. En general, mostraron una suerte de empate técnico, con una diferencia leve, de entre 3% y 5%, a favor del presidente. Pero varios otros —la cadena ABC, por ejemplo— mostraron cifras que levemente favorecían al demócrata, sostenidas por el argumento de que fue el único que, aun en los peores momentos, se separó del intercambio, miró a cámara y le recordó al televidente que el debate no se trataba sobre demócratas o republicanos, sino sobre el ciudadano común.

Entre otras encuestas, las de C-SPAN y Telemundo dieron por triunfador al presidente, del mismo modo que el analista Doug Schoen en Fox News: “Aunque, en términos de estilo, el presidente Trump fue el claro ganador: tuvo el control de la conversación y de la discusión, y si acaso no resultó presidencial, ciertamente estuvo más al mando”.

Lo cual, desde la perspectiva de Fox, fue lo central, ya que no hubo mucho más que estilo en la noche del 29 de septiembre: “Si bien el debate fue contencioso, y en ocasiones se puso personal, careció de sustancia real que pudiera cambiar las actitudes de alguna forma significativa”.

En un choque de ideas sobre la crisis del coronavirus, los impuestos, el cambio climático, el racismo, la Corte Suprema y la integridad del inminente proceso electoral, los dos candidatos de los partidos principales parecieron encontrar un lenguaje común que, paradójicamente, dejó fuera a buena parte de los votantes. “Ambos acertaron algunos golpes. Ambos interrumpieron demasiado y actuaron como niños”, dijo Matt Mackowiak, un estratega republicano y titular del partido en Austin, Texas, a The New York Post.

En el mismo medio, otra estratega republicana, Leticia Remauro le otorgó una ventaja “de un pelito” a Trump: “Fue enérgico y solidificó su base, pero perdió puntos por interrumpir. Biden no pareció tan fuerte pero transmitió compasión, lo cual alimenta a su base". Un poco más generoso que ella, Sean Hannity, columnista de Fox News, recurrió a su cuenta de Twitter para dar por ganador al presidente con un 60% sobre el 30% de Biden.

También entre los medios favorables a la actual gestión de la Casa Blanca, National Review ironizó: “Es una pena que Joe Biden no pudiera asistir al debate del martes por la noche. Bueno, Biden estaba presente pero durante los 90 minutos apenas si pareció que terminaba una frase". Si bien para el medio no hubo una clara victoria de Trump, en el sentido original de estos debates —cambiar la intención de voto de los espectadores—, con “sus incesantes abucheos y sus constantes interrupciones, Trump volvió imposible que Biden presentara sus argumentos”.

El medio subrayó que “unas cuantas veces, Biden perdió la calma”: en efecto, le preguntó a Trump si se podía callar, lo alentó a seguir ladrando y lo llamó payaso. “En otras circunstancias, al retador que asumiera ese tono con el presidente de los Estados Unidos le saldría el tiro por la culata. Pero Trump es diferente a cualquier otro presidente: dado que no reconoce decoro, restricción o reglas, es poco probable que Biden sufra mucho por sus propios arrebatos”.

Del otro lado del espectro político, CNN habló de “un horrendo debate entre Trump y Biden", hizo una serie de verificaciones de datos (según las cuales muchas de las afirmaciones del presidente fueron falsas) citó a dos republicanos, Rick Santorum y Scott Jennings, que criticaron la intervención de Trump. Según la encuesta instantánea de la cadena, Biden ganó el debate con el 60% del favor de los consultados, más del doble del 28% que Trump mereció para ellos.

Uno de los presentadores más conocidos de la señal, Jake Tapper, abundó: “Eso fue un desastre dentro de un incendio en un contenedor de basura que viajara en un tren que descarrilara. No fue un debate, fue una desgracia". También Rachel Maddow, de NBC, fue lapidaria: “Esta clase de debate no debería suceder en una democracia”, dijo la presentadora, para quien Trump pronunció “una sucesión de mentiras cada vez más locas y obscenas”, para concluir que Trump no luchaba contra Biden, “sino contra la elección”.

CBS News publicó una encuesta, realizada con YouGov, que dio por ganador a Biden, con el 48%, sobre Trump, a quien los encuestados otorgaron el 41%, cifras que —señaló el director de sondeos de CBS, Anthony Salvanto— “se acercan bastante al apoyo que obtiene cada candidato” hasta el momento.

Desde luego, los analistas de The New York Times, criticaron fuertemente al presidente: “Trump hizo durante el debate del martes lo que ha hecho en la vida política del país en sus cuatro años”, escribieron Matt Flegenheimer y Maggie Haberman. “Se negó a condenar a los supremacistas blancos y echó a volar oscuras conspiraciones sobre el proceso de votación”, además de perturbar el desarrollo de los argumentos de su opositor “con sus inveteradas interrupciones y sus quejas bien ensayadas”.

Por último, mientras algunos medios, como The Boston Globe, simplificaron la interpretación del debate en términos de calificaciones (Biden obtuvo una C, es decir, una aprobación con lo justo, mientras que Trump recibió una F, o reprobado), otros como la radio pública NPR, se detuvieron en detalles de importancia semiótica, como que Biden utilizara la expresión árabe inshallah (“si dios quiere”) al preguntarle al presidente cuándo mostrará sus declaraciones de impuestos (algunas de las cuales se filtraron esta semana), o que Trump se dirigiera al grupo supremacista Proud Boys y dijera “Den un paso atrás y esperen. Alguien tiene que hacer algo con Antifa y con la izquierda”.Minutos después del debate, de un extremo al otro del arco político, los medios parecieron establecer un acuerdo inusual: que ambos candidatos habían perdido (Reuters/ Brian Snyder)Donald Trump y Joe Biden completaron el primero de tres debates que realizarán antes de las elecciones del 3 de noviembre en EEUULas críticas al primer debate presidencial de las elecciones 2020 llegaron también a Chris Wallace, el moderador, porque no pudo impedir las sucesivas interrupciones mutuas entre Trump y Biden (Reuters/ Jonathan Ernst)