Zoom uno de los negocios que explotó con el Corona


Eric Yuan el el creador de Zoom


Es de las pocas personas que ha visto su negocio florecer en medio de la pandemia de coronavirus.



Eric Yuan, fundador y CEO de Zoom Video Communications, en la iniciación de oferta pública de la compañía en el mercado de Nasdaq Market, en 2019.



Desde clases de yoga hasta reuniones de negocios, pero también conversaciones entre amigos e incluso el Consejo de Ministros británico presidido por Boris Johnson desde Downing Street, todo bajo el signo de una APP. El auto-aislamiento o el encierro forzoso global impuesto por el coronavirus desató el éxito abrumador y repentino de Zoom, la plataforma de videoconferencia que en pocas semanas de un producto selectivo, se ha convertido en un elemento cotidiano para millones de personas en todo el mundo.
No solo es una herramienta de trabajo indispensable, en tiempos de cuarentena forzada, sino también una oportunidad de recreación para salvaguardar lo que queda de la vida social. Así es como lo soñó su fundador, el chino Eric Yuan. "Quería que la gente fuera feliz", dijo Yuan citado recientemente por los medios de comunicación del Reino Unido, explicando cómo se le ocurrió la idea original durante uno de los largos viajes para conocer a su prometida, ahora su esposa. "Odiaba viajar en tren durante 10 horas, soñaba con ahorrar tiempo", y cumplió sus palabras.



Con media humanidad aislada para prevenir el contagio de covid-19, las plataformas de videollamadas tuvieron un repunte histórico, y entre estas, la que más relevancia ha tomado desde altos niveles de la política mundial hasta las vidas cotidianas de millones de estudiantes y trabajadores ha sido Zoom. Detrás de esta está Eric Yuan, un hombre chino de 50 años que entró este año a la lista de multimillonarios de Silicon Valley.



Y de pronto fue un boom. El lunes 23 de marzo, el primer día de cuarentena forzosa en el Reino, Zoom fue descargado en este país por más de 2 millones de nuevos usuarios. Mientras tanto, las acciones de Zoom Video Communication saltaron de 70 a 144 dólares, llevando la valuación de la compañía a 42 mil millones de los billetes estadounidenses. Pero con el éxito y la mayor exposición de los medios, las controversias y las incursiones de los hackers se han multiplicado. Una encuesta reciente realizada por Vice encontró que el chat de Zoom comparte datos con Facebook sin hacerlo explícito. Se encendieron las alarmas.
Mientras que los expertos de inteligencia británicos advierten, como el FBI de Estados Unidos, sobre los riesgos de privacidad de los usuarios al denunciar la violación de varias cuentas.

En enero, Yuan no aparecía en esa lista de Bloomberg, que enumera a las 500 personas más ricas del mundo. En marzo ya estaba en el puesto 184, el valor de su empresa, Zoom Video Communications, subió 2.000 millones de dólares, que es el cuarto incremento de valor más alto de la historia registrado por Bloomberg.




Ese repunte se debió, por supuesto, a que ante la necesidad de que las personas se aislen del contacto con otros como la medida más efectiva para prevenir el contagio del virus, las videollamadas se convirtieron en la opción más efectiva para que alguna actividades cotidianas pudieran seguir. Y Zoom, por sus características (liviana, con capacidad para reuniones largas con un amplio número de participantes) ha sido la ganadora.

Yuan, a quien The Financial Times calificó como “el nuevo rey del trabajo remoto”, dijo a principios de marzo a ese medio que la emergencia por el covid-19 va a revaluar la urgencia de que los negocios se hagan ‘face to face’, pero también dijo que es muy pronto para dimensionar si habrá o no un verdadero cambio en el mundo post-coronavirus.

Llegó a Estados Unidos a inicios de la década de los 90, un momento de efervescencia tecnológica desde Silicon Valley en San Francisco, después de que ese país le negara ocho veces la visa de residente. Empezó a trabajar con la plataforma WebEx, en la que ascendió y, cuando esta se convirtió en Cisco, llegó a ser vicepresidente.

Allí, este admirador de Bill Gates tuvo en 2011 su punto de inflexión, pues su idea de crear una mejor plataforma de conversaciones en video no caló entre los directivos, en un momento en que ya se usaban otras aplicaciones como Skype y Hangout. Entonces, Yuan se fue de Cisco y empezó a trabajar en su Start-up. Dicen que su inspiración estuvo en la distancia entre su país de origen y el de su residencia y en que su esposa, también china, pudiera estar al alcance de un click y no a 10 horas de vuelo.

Yuan y Zoom mantienen conexiones con China, donde trabaja un tercio de la plata de la empresa, a quienes llaman ‘zoomers’.


Para 2019, cuando Zoom entró a la bolsa, Transparency Market Research auguraba que el mercado de videoconferencias crecería un 8 por ciento anual. La tendencia ya estaba sobre la mesa. Pero entonces no se preveía una emergencia que obligara a gobiernos, sectores económicos, empleados, docentes y estudiantes a quedarse en casa por semanas, y aunque es difícil saber si el hábito se mantendrá cuando pase la emergencia, es claro que a este momento de 2020 esas plataformas se han vuelto imprescindibles para la humanidad.

A Yuan lo describen como un hombre austero y sencillo, en línea con las palabras que le decía su padre en China: “Trabaja duro y sé humilde”. Usa transporte público y no viaja mucho por el mundo. Más bien, prefiere conectarse con el mundo por la plataforma que él mismo creó y que en medio de la emergencia ha sido salvavidas para millones de personas.