#Cuarentena: cuando siempre se puede comunicar peor, y contribuir a la olla a presión

Comunicar es conectar, y cuando no hay cable ni correa de transmisión eficaz de la información, para poder decodificar sentimientos, miedos, deseos, demandas, frustraciones, indignación, alegrías, tristezas, se hace inviable una buena comunicación.


Berni le afirmaba a Novaresio: "para que vamos a levantar la cuarentena? si vamos bien así". Novaresio le respondía " Si claro".


En las audiencias del 80% de la población que vive con menos de 30 mil pesos y que hoy percibe con suerte algunos el 70% otros el 50% y la mayoría CERO, esto se decodificó así: un funcionario que sale todos los días de la casa, que tiene su ingreso asegurado, le explica a un periodista que sale todos los días de la casa y que tiene su ingreso asegurado, que estamos bien así y que hay que seguir.


Frente al televisor una familia que ya no tiene ingresos, que come lo que puede, y que sabe que los próximos meses no va a comer, que no puede salir de una casa de dimensiones reducidas, un monoambiente, donde conviven 8 o más personas. Esa familia no puede comprar remedios primero porque no tiene dinero, segundo porque no hay farmacias en las zonas más pobres. Los pobres para comprar remedios van a los centros de los municipios.

Maradona siempre cuenta lo que sentía cuando en Fiorito no tenían para comer y Mirtha Legrand contaba los manjares que se servían en su mesa. El siempre dijo y lo cumplió que nunca iría al programa de Legrand.

Contar guita delante de los pobres es una constumbre de los que nunca entendieron a la otredad pobre.

Siempre pensé que durante el macrismo, no gobernó Cambiemos, porque si hubiera gobernado esa coalición, los radicales, que siempre tienen imput territorial, le habrían avisado acerca de los devastadores efectos de las políticas macristas en el territorio. Le habrían avisado y les habrían puesto un freno. Pero no. Gobernaba un partido vecinal, como el MPN pero de la capital. Y cuando sólo conocés la capital es dificil empatizar con uno del conurbano o interior profundo que no tiene para comer.
El verbo más usado en la narrativa macrista era "ayudar". Ellos "ayudaban", pero "ayuda" era decodificada como una burla en el territorio.

El gobierno comunica mal y eso genera una presión enorme en vastos sectores de la población que perciben una contradicción enorme entre lo que dicen los periodistas "independientes", los funcionarios gubernamentales, militantes con sueldo todos los 5 del mes en el cajero y lo que les pasa a ellos.

En comunicación política lo único que no podés decir es aquello que querés decir, y aqúi ante todo hay que hacerse cargo de la incertidumbre y el miedo de vastos sectores de la población.

La gente siente incertidumbre y miedo. Y ese es el principal problema que el gobierno no aborda.

Aunque se instrumenten medidas más contundentes, no mitigarán ni el miedo ni la incertidumbre per se.

Estamos acostumbrados a transitar la incertidumbre, pero no este tipo de incertidumbre. Incertidumbre acerca de la salud pero para la mayoría de la población acerca de la economía.

La gente, tanto en la base de la pirámide, clase media baja e incluso clase media-media, está hoy atravesada por una profunda incertidumbre de no saber como va a comprar los alimentos la semana que viene, si va a poder comprar medicinas para los hijos, si va a tener trabajo dentro de 10 días o más, que va a pasar con el alquiler, los servicios, deudas que tiene que pagar. La sensación es que se le vienen un montón de pagos y cero ingresos, además de no saber cuanto tiempo deberá seguir encerrado en lugares inviables para una gran cantidad de gente, sin horarios, sin ingresos, sin salidas.

Esa incertidumbre ancla el miedo, y con el miedo no se puede lidiar con narrativas planas llenas de anuncios racionales. El gobierno debe ante todo resolver comunicacionalmente la incertidumbre y el miedo. Sin resolver eso, no podrá operar sobre la realidad y puede perder el control de la misma.

La narrativa que resuelva este problema, no puede apoyarse simplemente en afirmaciones sin poder de fuego emocional como hasta ahora, para vencer emocionalmente a las personas aquejadas por la incertidumbre y el miedo, ni con negaciones inútiles como el macrismo.

No hay realidades, hay percepciones, la percepción de la gente siempre es real, porque la comunicación construye la realidad al mismo tiempo que la difunde.

La comunicación tiene que construirse a partir de la visión global del campo de batalla y no de un sector o una acción específica.

Las acciones y las medidas, no pueden autorelatarse ni autodifundirse masivamente; y no pueden construir sentido a través de un capital simbólico intrínsenco.

La comunicación define estratégicamente a la acción, porque la direcciona proyectando intencionalidad. La define tácticamente porque le da significación y valores. Y la define vectorialmente, porque la direcciona en términos de difusión y destino, llevándola a donde queremos que llegue.

Las cosas son lo que sabemos de ellas, y en base a lo que sabemos, construimos las percepciones y sentimientos más profundos. Si alguien ve a Scarlett Johansson contorsionándose en forma sensual puede sentirse atraído por la visión y hasta excitarse, pero si alguien le dijera a esa persona, que Scarlett Johansson padece de epilepsia y está sufriendo una convulsión, la excitación cesaría inmediatamente.

Para resolver hace falta construir un discurso de poder (Discurso= organización de las percepciones Poder=Potencialidad de acción) que venza emocionalmente a las personas que sufren por la incertidumbre y el miedo obturando toda posibilidad de intervención que no resuelva el ese tema, y que instale una esperanza y un cambio de polaridad y clima.