Solá se probó el traje de Canciller: "Hay que desideologizar las relaciones"

El futuro Canciller de Alberto Fernández opinó sobre el debate por el restablecimiento de los aranceles a la importación de acero y aluminio que anunció EEUU en el evento convocado por el Consejo de las Américas y la Cámara Argentina de Comercio.




El debate por el restablecimiento de los aranceles a la importación de acero y aluminio que anunció el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se coló en los pasillos del Hotel Alvear durante el evento convocado por el Consejo de las Américas y la Cámara Argentina de Comercio.


El futuro Canciller, Felipe Solá, se refirió al tema, y dijo a la prensa que se comunicó con las exportadoras damnificadas por la decisión de Trump, y comentó que las empresas se mostraron esperanzadas de que se pueda revertir la decisión del presidente norteamericano. Asimismo, Solá dijo que no se comunicó ni con funcionarios de Brasil ni de Estados Unidos.

Sobre este tema, anunció que “volverán las cuestiones comerciales al Ministerio de Relaciones Exteriores". "Se llamará nuevamente Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto", señaló.

Sobre las relaciones con el resto de los países de la región, Solá ratificó el Grupo de Lima y la CELAC como espacios de discusión, descartando un regreso de Parlasur pero al mismo tiempo rechazando el ProSur. Solá se refirió puntualmente a la situación de Bolivia, sobre la que fue tajante: “No reconocemos la presidencia de Jeanine Añez. Pero no vamos a poner nuestra postura por delante de las relaciones internacionales y el futuro de ambos países".

“Hay que desideologizar las relaciones”. Así resumió Solá, en una frase, cómo será la política exterior en el gobierno de Alberto Fernández

“La Argentina va a continuar en el Grupo de Lima, es allí donde debemos dar el debate de lo que pensamos. Tenemos que desideologizar las relaciones con el mundo. Esto es paradójico, desideologizar no quiere decir que uno pierda identidad. A vece la identidad se lleva como una mochila. Nuestra identidad, léase idelología, la tenemos. Pero nunca vamos a ponerla por delante, de manera de impedir la relación con el que piensa distinto”, se explayó Solá.