China inquieta y Trump se ofende

Jens Stoltenberg intenta calmar las aguas. Final con entreveros

Una imagen de la reunión de la OTAN en Londres. La Alianza celebra 70 años

La cumbre en la que la OTAN celebró su 70 aniversario terminó plena de tensiones y enojos, con una declaración en la que se abre puertas a un "proceso de reflexión" y se reconoce el reto que significa el desarrollo militar y tecnológico de China; mientras Donald Trump se retiró desbordado de ira.
En la cumbre de Londres, los líderes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte reafirmaron su compromiso con la cláusula de defensa colectiva.
"Reafirmamos el duradero vínculo transatlántico entre Europa y Norteamericana, y nuestro solemne compromiso con el artículo 5 del Tratado de Washington", según el cual "un ataque contra un aliado será considerado como un ataque contra todos nosotros". Así lo afirmó el comunicado, en el cual también se incluye la necesidad de un "un proceso de reflexión" para "reforzar aún más la dimensión política" del bloque.

Ese punto cobra relevancia después de que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, declarara en "muerte cerebral" a la Alianza Atlántica, lo que causó malestar entre los aliados, incluso entre el propio mandatario estadounidense, Donald Trump, crítico de la OTAN en otras ocasiones. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció la firma de la declaración final de la cumbre de Watford, subrayando el compromiso "sin precedentes" por un incremento de los recursos, el desafío de las nuevas tecnologías y un enfoque de fuerte "disuasión".

También aludió al diálogo con Rusia y se indicó "por primera vez a China" y su "creciente influencia" como objeto de atención, acaso también de preocupación.
En la declaración final aprobada se hace referencia también por primera vez a la cooperación militar en el espacio entre los países de la OTAN, a la lucha contra las ciber-amenazas y al terrorismo entre los frentes emergentes del futuro.
"La OTAN y es la alianza de mayor éxito en la historia porque cambia en cuanto el mundo ha cambiado", dijo Stoltenberg. El secretario general reivindicó luego los 130.000 millones de dólares más destinados por los países miembro desde 2016 hasta ahora para la defensa, y señaló que los gobernantes hallaron acuerdo sobre una serie de nuevos compromisos, incluyendo la "disuasión" pero también un "significativo diálogo" hacia Rusia.
Asimismo, el requerimiento a China de empeñarse en la negociación para el "control de armas" y el refuerzo de los planes de defensa común de los Países Bálticos en Europa del Este.

La OTAN permanece "fuerte" tras la cumbre, agregó Stoltenberg, y minimizó así los disensos entre Turquía y otros países aliados sobre la cuestión siria y kurda.
Los 29, aseguró, firmaron el compromiso "sobre la actualización" del proyecto de defensa de Polonia y los Países Bálticos junto a las fronteras rusas. Ayer el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había amenazado con un veto si los gobiernos occidentales no aceptaban etiquetar como terroristas a las milicias kurdas del YPG.
La ofensiva de Turquía en el norte de Siria, repudiada sobre todo por Macron, así como el gasto de cada uno de los aliados en la defensa conjunta, reclamado por Trump, fueron los temas que más tensionaron la cumbre. El magnate, por su parte, se negó a dar una conferencia de prensa final de la cumbre de la OTAN antes de partir de nuevo hacia Washington, visiblemente molesto con un video que se difundió ampliamente y lo dejó en incómoda posición.

"Di demasiadas en los últimos dos días", afirmó Trump secamente.
El gasto no estadounidense, según el texto del comunicado final, se ha incrementado en los últimos cinco años y se han invertido alrededor de 130.000 millones de dólares más en defensa.