Bolsonaro quiere más armas de fuego



Jair Bolsonaro, el presidente de Brasil muy cercano a las armas. Una imagen de Twitter extensamente difundida.

En tono irónico Bolsonaro dijo que algunos "especialistas" planteaban que el aumento de venta de armas conllevaría un incremento de las muertes violentas lo que no ocurrió, pues este año el número de decesos se redujo en un 22%, según datos del gobierno.
"Dependo del Parlamento para ampliar el derecho a la pose y porte de armas por parte de los ciudadanos", planteó el mandatario en las redes sociales.
A pocos días de cumplir su primer año de mandato, Bolsonaro mantiene en pie su promesa de campaña de dar impulso a la mayor desreglamentación posible en la venta de armamentos a "personas de bien".

En las redes sociales posteó una foto que lo muestra con uniforme junto a un grupo de efectivos del Ejército del que se retiró en la década de 1980.
En 2019 Bolsonaro editó ocho decretos concernientes a la autorización para la venta, uso y portación de armamentos, eliminación de restricciones para la venta por razones de edad o falta de entrenamiento, y supresión de reglas que imponían un límite al número de piezas.
La última norma emitida por el Poder Ejecutivo data de septiembre y refiere específicamente a la comercialización de armamento que hasta entonces era restringido para el Ejército.

Sin la ratificación del Poder Legislativo el decreto perderá su fuerza legal.
En el Parlamento, donde varias decisiones presidenciales fueron corregidas, se objeta que este decreto es por demás "permisivo" con los miembros de las Fuerzas Armadas que quieran comprar equipos militares.
Otra foto, tomada hoy en una playa del estado de Bahia, mostró a Bolsonaro con una camisa de fútbol y el abdomen abultado.

Medios de prensa se hicieron eco sobre los comentarios de internautas al respecto.
Algunos apostaron a que el presidente portaba un arma por debajo de su vestimenta, otros se inclinaron por decir que aún llevaba la sonda que le fue colocada tras el atentado del año pasado.
El 6 de septiembre de 2018 el entonces candidato presidencial fue apuñalado por un hombre durante un acto proselitista en Juiz de Fora, ciudad del interior de Minas Gerais.