El ultra derechista y ex Ministro del Interior, Matteo Salvini ya está fuera del mapa de la política italiana, ya que luego de su pico de popularidad en las encuestas y su plan casi maestro de presentar una moción de desconfianza contra el Primer Ministro, Giseppe Conte, el mismo quedó fuera del mapa cuando el mandatario, luego de renunciar, fue reelegido como cabeza de gobierno.
Es así que el fenómeno Salvini, quien se comunicaba muy eficazmente con sus votantes por las redes sociales, le hacía la guerra a los refugiados y a la Unión Europea, y estrechaba lazos con Donald Trump, hoy solamente es noticia porque esta siendo investigado por la justicia italiana en base a una denuncia que presentó la capitana del barco humanitario de la ONG Sea Watch 3, Carola Rackete.
Recordemos que a principios del mes de julio, Rackete desafió a las políticas italianas con respecto al rechazo de inmigrantes e ingresó a aguas territoriales sin autorización para no dejar a 42 migrantes en el camino. En consecuencia fue detenida e insultada por el ex Ministro del Interior, Salvini. Es por eso que hoy la misma está llevando adelante una denuncia en la cuál exige el cierre de las cuentas en redes sociales del ultra derechista debido a los insultos que comparte a través de las mismas.
Hoy ya hay una nueva Ministra del Interior en Italia que al parecer es todo lo contrario a Salvini, empezando porque no tiene redes sociales y considera elaborar una nueva ley con respecto a las políticas migratorias. La misma se llama Luciana Lamorgese de 66 años y desde siempre crítico fuertemente el racismo y el antisemitismo, es por eso que se afianza a la idea de que acoger al diferente puede ser una riqueza para el territorio.
Sin embargo, para quien significa otro triunfo es nada más y nada menos que al Papa Francisco I, principal defensor de los derechos de los refugiados en el mundo y por supuesto detractor de Salvini. El líder de la derecha italiana se enfrentó reiteradas veces tanto a la figura del Papa, como a sus ideas y manejos liberales a los cuales al parecer los italianos no están acostumbrados.
El enfrentamiento era tal que en uno de sus discursos, Salvini proyecto imagenes de los ex Pontífices, como Juan Pablo II y Benedicto XVI para mostrar como diferían del actual, lo que remarcó en su discurso. En tanto, sus votantes y seguidores silbaban cuando aparecía una imagen de Francisco, en otras palabras, una total falta de respeto. Esto claro fue alarmante en Italia donde la Democracia Cristiana gobernó durante más de 4 décadas y nadie se esperaba esta reacción de un funcionario hacia el Sumo Pontífice.
Sin embargo, Francisco sí tiene buena relación con los otros miembros del gobierno, ya que antes de emprender su viaje hacia África, el Papa recibió al reelecto Primer Ministro, Giuseppe Conte. En medio de la crisis política, Conte visitó a Francisco para intentar resolver las relaciones con el gobierno italiano, sobre todo con las parte críticas del pontífice. Pero por supuesto, nunca recibió a Salvini.
