Manzur se adjudicó el triunfo por un amplio margen en Tucumán y liquidó la disputa por el liderazgo con Alperovich

Pasadas las 22, el gobernador dijo que se impone con una "tendencia irreversible" en toda la provincia.





Por L. Aisicoff


El gobernador Juan Manzur salió este domingo pasadas las 22 a confirmar que fue reelecto por un "amplio margen" en Tucumán y aseguró que la tendencia es "irreversible".

Cuando hizo el anuncio había menos de un 10 por ciento de los datos oficiales cargados. Sin embargo, desde su equipo aseguraron a LPO que los números que manejaban eran "muy positivos" y hablaban de una diferencia mayor a la prevista. Horas más tarde, con más del 60% de las mesas escrutadas, Manzur aplastaba a sus rivales y superaba los 50 puntos.

La reelección de Manzur da por finalizado el duelo por la conducción del peronismo que mantuvo con su mentor, José Alperovich, quien quedaría relegado al tercer o cuarto puesto. "Esta noche no va a hacer declaraciones", confirmaron cerca del ex gobernador, mientras admitían que quedó muy golpeado: "Nadie esperaba esta diferencia de Manzur", se lamentaban.

La otra sorpresa de la noche era que el -lejano- segundo puesto se lo quedaba Silvia Elías de Pérez, contra varios pronósticos que la ubicaban cuarta. En Tucumán se cumplía este domingo la profecía que consuela a Marcos Peña: ganaron los oficialismos. Sin embargo, el peronismo volvió a mostrarse muy fuerte y con estos resultados Mauricio Macri transitó así un nuevo domingo áspero.

La senadora radical quedó muy lejos de Manzur y Cambiemos empeoró el resultado que había hecho en la elección legislativa de 2017. En ese entonces, el escenario quedó polarizado entre el peronismo que sacó el 47% de votos y el macrismo que se llevó el 32.5%. Ahora, Elías de Pérez insinuó toda la campaña que Manzur potenció a Bussi para restarle votos a ella.

La candidata de Cambiemos en este caso mejoró su desempeño por el impulso que Germán Alfaro, el intendente de la Capital que también lograba reelegir. El triunfo en San Miguel dejaba un alivio relativo en la Casa Rosada, donde querían evitar perder otra capital, luego de las derrotas en Córdoba, Santa Rosa y Paraná.

Manzur aprovechó las cámaras para meterse en la pelea nacional: les mandó un "abrazo muy grande" a Alberto Fernández y Cristina Kirchner, a quienes describió como "la fórmula nacional del peronismo".

Los festejos de Manzur cerraron una jornada electoral caótica, marcada por la circulación de bocas de urna falsos y atrasos en la votación derivados del engorroso sistema de "acople" de listas que tiene la provincia, que llevó a que hubiera gente votando hasta las 9 de la noche en algunas zonas.