Museos analizados desde de la 'big data': la gran mayoría de las obras exhibidas son de hombres blancos





Un análisis de las obras de algunos de los principales museos de arte de EE. UU. descubre que las mujeres y las minorías étnicas casi no están representadas entre los artistas. Este resultado solo es un reflejo del escenario que vemos a diario


¿Qué reflejo dan de la sociedad las distintas colecciones de los museos de arte? Un buen punto de partida consiste en investigar la diversidad demográfica de los artistas incluidos en ellas. Pero este trabajo nunca se había hecho. Hasta ahora.

Los investigadores de la universidad Williams College (EE.UU.) Chad Topaz y algunos colegas suyos han usado la big data y la investigación colaborativa para crear la primera imagen de la diversidad demográfica de las colecciones de arte en Estados Unidos. Y los resultados dan que pensar.

El equipo empezó analizando las colecciones de 18 de los museos de arte más importantes de Estados Unidos, muchos de ellos entre los más grandes y significativos del mundo, como la Galería Nacional de Arte de Washington, DC, el Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Museo de Arte Moderno de San Francisco.

Primero, descargaron los catálogos online de cada uno. Luego, hicieron minería de datos para seleccionar al artista asociado con cada obra de arte, junto con cualquier información relacionada, como el género y la etnia del artista.


En muchos casos, estos datos no están disponibles. Por ejemplo, muchas obras son de artistas desconocidos, en cuyo caso la investigación acaba en un callejón sin salida. Pero el proceso el big data sí pudo dar con los nombres de más de 11.000 artistas. Pero dado que varios aparecieron más de una vez en esta base de datos, el número total de artistas identificables individualmente se redujo 10.108. El equipo usó esta lista como punto de partida para la siguiente fase de su investigación, la parte colaborativa.

Topaz y sus compañeros solicitaron los servicios del Mechanical Turk de Amazon para pedir a los trabajadores de este servicio colaborativo que investigaran los antecedentes de cada artista y que respondieran a 10 preguntas sobre ellos, como el género, la etnia, país de origen y fecha de nacimiento.

Le dieron a cada trabajador Turker el nombre del artista y el enlace web del museo de arte de donde se había descargado la información, pero también podían usar Google y Wikipedia para obtener más información. El equipo empleó los protocolos de verificación de datos estándar, como asignar la misma tarea de investigación a al menos tres personas para lograr un consenso sobre los resultados.

Los resultados muestran un claro desequilibrio. La investigación afirma: "Encontramos que el 85 % de los artistas son blancos y el 87 % son hombres". Y la diversidad de algunos museos en concreto es significativamente menor que la de otros. Por ejemplo, la Galería Nacional de Arte de Washington DC, fue fundada en la década de 1930 por el banquero estadounidense Andrew Mellon, quien donó su propia colección al país, en parte por razones fiscales. Desde entonces, otros han donado obras al museo, que ahora es uno de los más grandes de América del Norte. Pero las piezas del museo no se pueden describir como diversas. Más del 97 % de los artistas de su colección son blancos, y el 90 % son hombres. El porcentaje de artistas negros o afroamericanos en la colección es cero.




Y la situación no mejora demasiado en los museos de arte moderno. En el Museo de Arte Moderno de Nueva York, por ejemplo, solo el 11 % de los artistas de la colección son mujeres, el 10 % son asiáticos y el 2 % son negros o afroamericanos. En el Museo de Arte Moderno de San Francisco, el 18 % de los artistas son mujeres, el 7 % asiáticos y otro 2 % negros o afroamericanos.




La investigación continua: "Con respecto al género, nuestro grupo general de artistas en todos los museos está formado por un 12,6 % de mujeres. Los cuatro grupos más grandes representados en los 18 museos en términos de género y etnia son hombres blancos (75,7 %), mujeres blancas (10,8 %), hombres asiáticos (7,5 %) y hombres hispanos / latinos (2,6 %)". La representación de todos los demás grupos no llega ni al 1 %.




Los datos tienen algunos peros. Por ejemplo, muchos museos tienen numerosas obras de arte de artistas desconocidos, y la diversidad en este grupo no se puede estimar. Además, el equipo ha tenido que inferir los datos de la gran mayoría de los artistas identificables. Claramente, esto sería más preciso si los propios artistas proporcionaran la información.




Aun así, la investigación proporciona un punto de referencia importante para el futuro desarrollo de las colecciones de los museos. Una pregunta interesante que deberían intentar contestar es por qué la diversidad es tan baja en los museos de arte. Claramente, se trata de un tema complejo relacionado con factores como los problemas sociales en el momento en el que se crearon las obras de arte, cuándo se agregaron a la colección y cómo esto se ha ido cambiado con el tiempo. Es algo fuera del alcance de Topaz y sus colegas.

Sin embargo, los investigadores ofrecen una idea del problema al estudiar cómo la diversidad de cada museo se relaciona con su misión. La investigación detalla: "Nuestros resultados exponen una asociación muy débil entre la misión de cada colección y la diversidad, lo que abre la posibilidad de que un museo que desee aumentar la diversidad en su colección pueda hacerlo sin cambiar el énfasis geográfico y / o temporal de su misión". ¡Es una declaración cuidadosamente redactada!

De alguna manera, estos resultados simplemente reflejan una falta de diversidad más amplia. Por ejemplo, algunos estudios recientes sobre la diversidad entre el personal de los museos de arte muestran que mientras que el 60 % son mujeres, solo el 43 % de los directores son mujeres. Existe un sesgo similar en otras industrias, y de hecho en toda la sociedad en general.


Lo interesante del enfoque de Topaz y su equipo es que ofrece una manera de profundizar en el problema. Los investigadores sostienen: "Nuestra metodología se puede utilizar para evaluar la diversidad en otros campos de manera amplia y eficiente". Pero por el momento, la implicación para el mundo de los museos de arte es clara: cuando se trata de la diversidad, hay mucho espacio para mejorar.