La Universidad MIT rechaza de plano el voto electrónico





Ni siquiera 'blockchain' puede garantizar el voto electrónico seguro


Varios expertos en ciberseguridad critican los riesgos del proyecto piloto del estado de Virginia que permitirá a sus votantes en el extranjero participar en las elecciones a través de una 'app' conectada a una cadena de bloques. En su opinión, el sistema solo sustituye unos peligros por otros


El sistema de voto de Virginia Occidental (EE. UU.) se acaba de convertir en uno de alta tecnología. Pero parece que los expertos sobre seguridad electoral no están muy contentos con esta innovación.

Este otoño, el estado se convertirá en el primero de su país en permitir que algunos votantes envíen sus papeletas electorales mediante una aplicación de smartphone. Se trata de un proyecto piloto dirigido principalmente a militares que prestan servicios en el extranjero. La decisión parece ir en contra de años de terribles advertencias sobre los riesgos de las votaciones online por parte de investigadores de ciberseguridad y grupos de defensa de la integridad electoral. Pero lo más sorprendente del asunto es la estrategia de los funcionarios de Virginia Occidental para abordar esos riesgos. Los responsables afirman que garantizarán la veracidad de los votos mediante una cadena de bloques (blockchain).

El proyecto ha recibido duras críticas por parte de expertos en seguridad electoral. En su opinión, el diseño del sistema no es suficiente para solucionar los problemas inherentes al voto por internet.

Durante las elecciones primarias celebradas en mayo, el estado empezó a hacer pruebas con una aplicación móvil desarrollada por la start-up llamada Voatz. Su uso estaba limitado a votantes de dos condados que residían en el extranjero. Ahora, a partir de las auditorías de la prueba realizadas terceros, los funcionarios planean ofrecer la opción a todos los votantes del estado que residen en el extranjero. Su argumento es que un mecanismo más sólido y seguro para votar por internet aumentará la participación. También afirman que blockchain permitirá crear registros extremadamente difíciles de manipular, lo que protegería el proceso de posibles ataques.

Pero sus argumentos resultan bastante polémicos. Después de que dos compañeros de la Institución Brookings redactaran un ensayo elogiando al estado por su labor pionera en el uso de blockchain para un proceso electoral, el investigador de criptografía y seguridad de la Universidad de Pensilvania (EE. UU.) Matt Blaze, quien el año pasado testificó (PDF) ante el Congreso sobre ciberseguridad electoral, contratacó con fuerza. En su opinión, no es que las cadenas de bloques sean malas, el problema es que introducen nuevas vulnerabilidades de seguridad. El experto cree que asegurar el recuento de votos "es más fácil, simple y seguro con otros enfoques".

Blaze y muchos otros expertos en ciberseguridad electoral se oponen a la votación online de cualquier tipo porque, en su opinión, es fundamentalmente insegura. Aunque varios países han adoptado esta práctica, en 2015 un equipo de criptógrafos, informáticos y politólogos analizó de cerca (PDF) la posibilidad de votar por internet en EE. UU. Su conclusión fue que esta opción aún no era técnicamente factible. Proteger los dispositivos conectados contra el hackeo es bastante difícil. Y aunque fue posible, desarrollar un sistema online capaz de mantener todas las características que debe tener un proceso electoral democrático sería increíblemente complicado.

El sistema Voatz usa la autenticación biométrica para identificar a cada usuario antes de permitirle marcar una opción en una papeleta electrónica. Los votos se registran en una cadena de bloques privada. La compañía dice que la prueba piloto para elecciones generales usará ocho "nodos de validación verificados" u ordenadores (todos controlados por la compañía) para verificar algorítmicamente que los datos son válidos antes de agregarlos a la cadena.

El sistema no es tanto una aplicación basada en blockchain como una aplicación móvil conectada a una cadena de bloques, explica la presidenta de Verified Voting, Marian K. Schneider. Una cadena de bloques no puede proteger la información mientras viaja a través de internet ni garantiza que el voto de los usuarios se registre correctamente. La experta concluye: "Creo que han hecho muchas afirmaciones que no justifican una mayor confianza en lo que están haciendo frente a cualquier otro sistema de votación por internet".