Con un dólar sensible los economistas ya hablan de un piso de inflación del 35%,

En marzo habrá aumentos en las tarifas eléctricas, transportes, combustibles y celulares


Los combustibles aumentaron hasta 3% por la actualización de impuestos que gravan a naftas y gasoil




Las proyecciones de la inflación para este año realizadas por las consultoras mantienen un escenario del 35% como piso en un marco en donde el dólar se mantiene dentro de la zona de no intervención. Sin embargo, algunos expertos creen que pasado el "veranito" financiero de enero y febrero, el inicio de la carrera electoral y alguna complicación que pueda surgir en el frente externo pueden llevar a la divisa cerca de su techo o incluso superarlo, ante lo cual en un caso extremo los precios podrían volver a tener un ajuste cercano al 50% como ocurrió en el 2018.

En ese sentido, el dato del IPC de enero que arrojó un 2,9% y las previsiones de febrero cerca del 4%, sumado al alza del 3% en las naftas que regirá partir de hoy, demuestran que el proceso no sólo no aminora sino que se se exacerba con precios cada vez más indexados al billete verde.

"Hoy la gran mayoría se ubica entre 31% y 32% a pesar de que todos siempre se equivocan en manada y para el mismo lado", sostuvo el economista Mariano Kestelboim, que ve a los precios con un avance del 35% como mínimo, hasta el 40%. "La única política clara del Gobierno es la de contener el dólar, aunque la Argentina es hipersensible al contexto internacional. Mientras no haya noticias que puedan generar pánico se va a mantener en el piso de la banda, pero si llega a haber algún problema a nivel global puede llegar al techo o incluso superarlo", planteó.


Compagnucci prevé una inflación de entre 52% y 57%, acompañado de una caída del producto de 4%


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Por su parte, Hernán Hirsch consideró que la inflación se ubicará en un 35%, pero podría llegar al 50% "ante un escenario en donde la estrategia cambiaria salga mal". "La tasa de inflación está un escalón más arriba que antes, con esta política monetaria vetusta, un gobierno sin credibilidad, mucho más debilitado políticamente que en 2017, y las elecciones no te ayudan", añadió.

En lo que va del año el dólar se mantuvo en el piso de la banda, la perforó y el Central aprovechó para que las tasas descendieran abruptamente. Pero luego la divisa volvió a escalar y el BCRA reaccionó al llevar el rendimiento de la Leliq de vuelta al 50%, con lo cual logró el resultado esperado de llevar otra vez la cotización a $39, más cerca del piso.

Lo cierto es que el largo cronograma electoral se enmarcará en ese escenario de extrema volatilidad. El puntapié inicial lo dará hoy el presidente Mauricio Macri cuando inaugure las sesiones ordinarias en el Congreso. Después habrá una elección por mes, como mínimo.

En tanto, el analista senior de TMG Target Market Global Jorge Compagnucci, cree que "en el próximo trimestre habrá una agudización a nivel regional" de la salida de capitales observada en 2018, en lo que sería "un segundo shock externo" que se daría entre marzo y agosto en emergentes, provocado por la desaceleración de China, que repercutirá en la demanda de las materias primas y luego en la moneda de esos países.

Ante ese marco, Compagnucci prevé una inflación de entre 52% y 57%, acompañado de una caída del producto de 4%. "En las últimas semanas el dólar cayó de $41 a $39 no por las tasas sino por la corrección que hubo en los emergentes", aseguró.

"En abril el dólar va a estar entre $43 y $45, pero habrá máxima tensión cerca de las elecciones y podría ubicarse entre $73 y $82", dijo. Según su visión, el Central "está haciendo bien las cosas, pero la situación se le va a ir de las manos" y deberá modificar el acuerdo con el Fondo para poder intervenir con mayor fuerza, al tiempo que los u$s8.000 millones que guarda Hacienda para vender en el mercado cambiario "aparece abultado sólo con la foto de estabilidad de los últimos cuatro meses".