El tradicional asado de verano de Luis Barrionuevo en Mar del Plata estuvo atravesado por las inminentes definiciones electorales dentro del Peronismo Federal. Roberto Lavagna no participó de la cena, aunque sí participó su hijo Marco quien aseguró frente a los comensales que su padre estaba para "sumar y fortalecer el espacio".
La ausencia del ex ministro de Economía y las palabras de Marco sobre el rol de su padre empezaron a ordenaron de algún modo el armado del peronismo de centro. "Mi padre está tratando de dar volumen y fortalecer la idea de la unidad nacional, una unidad que deje de lado los extremos y la grieta", dijo Marco Lavagna.
Las palabras del diputado dieron pie a Carlos Acuña, uno de los secretarios generales de la CGT, quien dijo que el candidato del espacio tenía que ser Sergio Massa y que Lavagna debía acompañar.
En la misma línea, el economista Aldo Pignanelli dijo que el esquema debía ser el mismo de las últimas elecciones (2013, 2015 y 2017). Esto es Massa liderando el esquema político y Lavagna al frente de los equipos técnicos. El propio Pignanelli contó que ayer le habían acercado al líder del Frente Renovador un trabajo con todas las propuestas que surgieron de los equipos técnicos.
Un dato interesante es que cuando Acuña propone a Massa como candidato hubo un grupo de líderes sindicales que aplaudieron y festejaron la propuesta. Allí estaban Amadeo Genta, del sindicato de trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba) y Omar Maturano (La Fraternidad).
Ya la semana pasada, Acuña -cercano a Barrionuevo- había señalado que apoyaría a Massa en las elecciones nacionales de este año. Una muestra de la fragmentación que existe dentro de la CGT.
Antes de la cena, el gastronómico habló con algunos periodistas e insistió con la candidatura del ex ministro de Economía. "Estamos convencidos de que el candidato es Lavagna", dijo.
Lavagna no quiso sumarse a un encuentro de Barrionuevo con sindicalistas
El respaldo de Barrionuevo a Lavagna esconde un malestar con el líder del Frente Renovador y el bloque de los gobernadores: el sindicalista cree que lo dejaron sólo en su frustrada aventura de interventor del PJ nacional.
Por eso, Barrionuevo había planteado la cena casi como un agasajo a Lavagna en medio de su operativo clamor para que se sume a la carrera presidencial.
La estrategia de Barrionuevo era formalizar el respaldo de los principales referentes de la CGT a la eventual postulación del economista. Sin embargo, Lavagna ya había rechazado la invitación.
El gastronómico buscaba erigirse ante la opinión pública como uno de los artífices de la candidatura de Lavagna, algo que ya parece descartado.
El ex ministro de Economía hizo saber en las últimas horas que de ninguna manera competirá en una primaria con Massa y Juan Manuel Urtubey. Y afirma que sólo será el candidato a presidente si es por consenso de todos los sectores, algo que a esta altura parece imposible.
El economista tomó la decisión luego de ver los resultados de una encuesta en la que sus números no eran demasiado alentadores.
"Acá lo que se está viendo es cuál es la alternativa dentro del Peronismo Federal, ya que Lavagna pertenece a uno de los mejores espacios que había que era el Frente Renovador de Sergio Massa", dijo Barrionuevo a la prensa.
Y buscó despejar tensiones sobre el faltazo de su candidato y de otros dirigentes de la CGT. "Roberto nunca fue invitado, nos reunimos en el momento en que él lo consideró y a partir de ahí es desde donde estamos trabajando. Hay compañeros que no están en el país, por eso no vinieron. Ausencias de las que nosotros consideramos importantes, no hay ninguna", exclamó.
