Que hacemos con los UVA?



Al ritmo de la escalada inflacionaria y la devaluación, los créditos UVA para acceder a la casa propia se están transformando en una pesadilla. Una persona que se endeudó en un millón de pesos a 20 años en 2016 con una cuota mensual de 7.915 pesos pasará a pagar 14.220 y le deberá al banco un 72 por ciento más.


“Si no hubiéramos encarado la batalla contra la inflación no podríamos hoy estar ofreciendo créditos a 30 años”, indicó el ministro del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, el 6 de abril de 2017 en relación al sistema UVA de créditos hipotecarios. Como el Gobierno viene perdiendo por goleada esa batalla, los tomadores de los créditos pagan las consecuencias. Una persona que sacó a fines de marzo de 2016 –cuando el programa fue lanzado– un crédito UVA a 20 años por un millón de pesos, pagaba una cuota de 7915 pesos. Hoy en día, su cuota mensual del crédito trepa a 14.220 pesos y le debe al banco 1.729.329 pesos. A su vez, quien quiere acceder a un crédito UVA a 20 años para cubrir el 80 por ciento de un departamento valuado en 100 mil dólares necesita en la actualidad tener un ingreso de 90 mil pesos.


Una de las claves de los créditos UVA es que la cuota, la deuda total y los intereses ajustan mensualmente con el CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia), basado en el índice de precios minorista (IPC) del Indec. Al momento del otorgamiento del crédito, la cuota no puede ser superior a una cuarta parte del salario. El boom de los créditos UVA, que se dio en 2017 y hasta marzo de este año, se explica porque la cuota quedaba por debajo del valor del alquiler. Pero el desbarajuste macroeconómico detonó el riesgo inflacionario en manos del tomador.


Para los que lo comparan con el alquiler, para entrar al crédito se debe abonar al menos el 20 por ciento del precio de la vivienda, por eso no es directamente comparable con el alquiler. Hay riesgo de perder la vivienda por no poder pagar la cuota y el daño sería muy grande. Y vender la vivienda hipotecada puede no ser sencillo, no es para nada fácil vender al precio que se compró