Macri quiere que los argentinos se enamoren de Chrisitine


Luego de incumplir su 1er. trimestre de acuerdo contingente, la Argentina difundirá su nuevo entendimiento con el Fondo Monetario Internacional, y espera que en esta ocasión sí pueda ejecutarlo según lo previsto.

La reputación de la Argentina es baja, y si la reunión del G20 en Ciudad de Buenos Aires no estuviese prevista para noviembre y el Partido Trabalhista no avanzara hacia la recuperación del poder en octubre en Brasil y los Kirchner no hubiesen estrechado vínculos con China, la renegociación del acuerdo original ('waiver') sería aún más complicada.



Por ahora, en el 'board' del FMI, la bendición geopolítica de un Donald Trump preelectoral limita las críticas de Alemania y Francia a la Administración Macri por tanta dispendiosidad de Christine Lagarde mal aprovechada por el deudor.


Precisamente, el FMI tiene responsabilidad en lo que ha ocurrido: el suyo fue un préstamo político antes que técnico, y de supervisión fofa. No sólo el más voluminoso sino también el más benevolente de su historia sin argumentos contundentes ante la asamblea de directores.

En cuanto a Mauricio Macri, el 'waiver' concretado es un éxito en una derrota: el cinturón de la condicionalidad será más estrecho, la mala prensa por el incumplimiento ya es global, y hubo que entregar otro presidente del Banco Central....

La recompensa 'pírrica' es el ingreso de dinero, aunque en un monto muy inferior al prometido en forma oficiosa al inasible "mercado", que quiere leer la llamada 'letra chica' del acuerdo con el Fondo, o sea la condicionalidad.

Resulta notable el esfuerzo de la Administración Macri por ocultar o minimizar sus tropiezos. No obstante, él debería comenzar a preocuparse por la pérdida de credibilidad que le provoca.

Algunos hechos son muy emblemáticos. Por ejemplo, Macri afirmando, acerca de la abrupta renuncia del presidente del Banco Central, Luis Caputo, "No tenía vocación de ejercer ese cargo, fue un gesto patriótico" (haber aceptado). Si fuese cierto lo que dijo ahora Macri, ¿para qué firmó en junio aquel 3er. decreto (luego de aceptar las renuncias de Federico Sturzenegger al BCRA y de Caputo al disuelto Ministerio de Finanzas), informando que el ex ministro estaría "en comisión" al frente del Banco Central pero que el Gobierno "ha solicitado el Acuerdo correspondiente al Honorable Senado de la Nación" recordando que el Ejecutivo "puede realizar nombramientos en comisión durante el tiempo que insuma el otorgamiento del Acuerdo del Senado"?


Apoltronado en Nueva York, Macri acaba de agregar: "Sabíamos que cuando se estabilizase la situación, Caputo iba a dejar el cargo (...)". ¿Quién dijo que la situación se encuentra estabilizada?




Hay quienes afirman que el nuevo acuerdo con el FMI anticipa una mayor presión sobre el sector privado, incluyendo a asalariados y jubilados, siempre perdidosos en los tiempos de alta inflación.

El conflicto social consecuencia de las estampidas de precios nunca es comprendido a tiempo por los políticos argentinos, quienes lo terminan aprendiendo mal y tarde. El jueves 27/09, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos agregará malas noticias sobre pobres estructurales y pobres pauperizados (la ex clase media baja).