La salida de Caputo abre el camino a un BCRA subordinado a la política de "dólar libre" del FMI

Asume Sandleris, que acepta una banda de flotación para el tipo de cambio

Sandleris

La renuncia de Luis Caputo a la presidencia del Banco Central ayer preanuncia una mayor subordinación de la entidad a la política de libre flotación cambiaria que pregona el Fondo Monetario Internacional.

Ahora, con Guido Sandleris a la cabeza, queda despejado el camino para la puesta en marcha del esquema de bandas anchas de flotación exigido por el Fondo en el marco de la renegociación de las condiciones del crédito stand by que le otorgó en junio a la Argentina.

Se sabe que Caputo venía bastante desgastado por las negociaciones con el FMI y la negativa del organismo a permitirle ampliar su margen de acción para controlar el dólar. No sorprendió la renuncia sino el "timing", ya que la decisión fue comunicada después de las 9:30 de la mañana de ayer, mientras el presidente Mauricio Macri se encontraba de viaje en Nueva York tratando de convencer a los grandes inversores de las bondades de apostar por la Argentina y terminando de cerrar junto al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el nuevo acuerdo con el Fondo, que se anunciará hoy.

Por la tarde, Macri señaló desde EE.UU: "Sabíamos que cuando se estabilizase la situación, Caputo iba a dejar el cargo porque no tenía la vocación de ejercerlo, fue un gesto patriótico". "Le dijimos que eligiera el momento que para él fuera el más apropiado, siempre cerca del acuerdo con el FMI", indicó el presidente.

Salida y reemplazo

A sólo tres meses de su asunción, Caputo selló su salida a través de un escueto comunicado publicado por el BCRA. "Esta renuncia se debe a motivos personales, con la convicción de que el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional reestablecerá la confianza acerca de la situación fiscal, financiera, monetaria y cambiaria", indicaba la nota.

Su reemplazo es un hombre del riñón de Dujovne, cuya mala relación con el ahora ex presidente del Central es vox populi. Guido Sandleris era hasta las primeras horas de ayer el viceministro de Hacienda. En el mercado lo definen como un hombre más "académico", en contraposición a Caputo que era considerado como "un lobo de Wall Street".

La designación de Sandleris al frente del BCRA tiene que ver con el activo rol que mantuvo en la negociación del nuevo acuerdo con el FMI, especialmente en lo que respecta al camino a seguir por la autoridad monetaria.

El vicepresidente primero de la entidad seguirá siendo Gustavo Cañonero, mientras que Verónica Rappoport -que "llamativamente" hace tres días había cerrado su cuenta en Twitter y planificado su regreso a la Argentina desde EE.UU.- será la vicepresidenta segunda.

Al asumir su nuevo cargo ayer, Sandleris dio a conocer unas breves declaraciones a través de un comunicado. "El objetivo principal del Banco Central es reducir la inflación. Trabajaremos para recuperar la estabilidad y previsibilidad de precios que la economía argentina tanto necesita", afirmó.

Con el esquema de bandas anchas de flotación, que se anunciará mañana como parte del renovado acuerdo con el Fondo, se pondrá fin a las intervenciones discrecionales del Central para controlar el dólar.

A partir de ahora, la entidad sólo tendrá vía libre para actuar cuando el tipo de cambio perfore el piso de la banda, comprando divisas para subir su valor, o cuando supere el techo, vendiendo dólares para bajar su precio.