Ahora Macri se queja de los ataques de trolls en las redes



El Presidente criticó el ataque contra una pareja a la que visitó. En las redes le recordaron las granjas de trolls del PRO.

Mauricio Macri sorprendió este viernes en las redes sociales con un posteo en el que se queja de los ataques de los trolls en las redes sociales, un recurso que es casi una marca del PRO para atacar a quienes los cuestionan.

Lo novedoso es que por primera vez el Presidente cuestiona abiertamente este tipo de estrategia, cuando durante sus tres años de gobierno desde la oposición y hasta organismos internacionales como Amnistía le reclamaron que elimine las granjas de trolls que el oficialismo utiliza para atacar a periodistas, políticos y cualquier que cuestione al Gobierno.

"No nos van a amedrentar", fue el título de la publicación de Macri, en donde cuenta que una pareja a la que visitó el miércoles en su pizzería de Escobar empezó a ser atacada en las redes. "Mensajes con lenguaje de odio deseándoles que les vaya mal, insultos, y textos humillantes dirigidos a esta pareja que sólo quiere trabajar y crecer con su propio negocio", escribió. "El único antídoto ante este veneno social que persigue inocentes es mantenerse unidos. Tenemos que aislar a las personas envilecidas que buscan el fracaso de los demás", continuó Macri.


Inmediatamente, varios usuarios de las redes sociales le recordaron que el uso de trolls es una estrategia bastante típica del oficialismo para atacar a opositores, lo mismo que ahora les está sucediendo a la pareja de pizzeros de Escobar. Lo mismo que le sucedió a este medio en varias oportunidades que dio a conocer noticias "incómodas".

Desde Tinelli hasta el Papa Francisco son incontables los casos de personalidades que se quejaron ante Macri en estos tres años por el ataque que sufrían de trolls impulsados desde el Gobierno.

LPO advirtió largamente que el uso de trolls desprestigiaba al propio Macri, en una estrategia que no hizo otra cosa que profundizar la grieta que Cambiemos dijo -y dice, como reiteró hoy el Presidente- que venía a combatir. Desde la Casa Rosada no sólo no se frenó esa estrategia sino que se la alimentó y hasta se premió a personajes violentos de las redes sociales con bancas en el Congreso, como el diputado Fernando Iglesias, incorporado a las listas luego que el propio presidente lo recibiera en su despacho de la Casa Rosada.

El uso y abuso del Gobierno de esta herramienta ha sido tan manifiesta, que hasta quedó en evidencia el vínculo de algunos usuarios ultramacristas de los más agresivos con la propia Agencia de Inteligencia Federal (AFI) que dirige el amigo del presidente, Gustavo Arribas. Es el caso de Ana Polero, que se subió al escándalo del abuso de menores.

Incluso ministros que tienen una faz pública muy componedora como Guillermo Dietrich, tienen en su grupo más cercano a personajes como Octavio Paulise que en reuniones semi pública se jacta de "mover cuentas" en las redes sociales, para atacar a los que cuestionan políticas del gobierno. Cuando LPO reveló al inicio del gobierno de Macri que el presidente había usado el helicóptero presidencial para acercar a su ministro a su country de fin de semana, sufrió un ataque durísimo de días en las redes sociales, que marcó un poco la tónica de lo que luego se convertiría en una política de Estado.

Incluso personas muy públicas como Marcelo Tinelli sufrieron el ataque de trolls por deslizar críticas al gobierno y hasta el propio Papa Francisco. El Papa le recriminó a Macri esta situación y el Presidente le negó que su gobierno estuviera impulsando ciertos ataques que sufre en las redes -únicamente en la Argentina-. "Yo se quien tengo al lado, me parece que vos no", fue la respuesta lacerante de Bergoglio. Poco después, Macri lo volició a llamar y le propuso: "Le puedo decir a Marcos peña que te llame y te explique porque no somos nosotros". La comunicación terminó de manera abrupta.

En la oposición tienen varios estudios de empresas especializadas que confirman la actuación de cuentas falsas coordinadas por granjas para atacar a dirigentes que en algún momento molestaron a la Casa Rosada, como Sergio Massa y Martín Lousteau.

El propio Marcos Peña, apuntado por la oposición como el verdadero controller de los operativos de destruccción de reputación sobre las redes sociales, tuvo que dar cuenta de esto en varios informes ante el Congreso.

En los últimos tiempos, desde la oposición le aconsejaron al Gobierno que un buen gesto frente al ajuste del gasto público sería cerrar definitivamente la "Secretaría de trolls". Hasta ahora no hubo novedades.