Resúmen semanal: Flan y Circo



Vos podés negar con toda tu convicción la ley de gravedad, podés decir y repetir que la gravedad no existe, podés hacer que cientos de periodistas digan, insistan y confirmen con voz solemne y por todos los medios, que la gravedad ya no existe, podés sacar una ley votada por ambas cámaras, un DNU elogiado sin fisuras por un ecosistema de medios soviético, pero te tirás de un piso 12 y te matás.

Como se˜ãlamos la semana pasada, en abril se quebró la confianza de la gente y los mercados. En noviembre de 2017 se daba pòr hecha la reelección del Presidente, y a Vidal en 2023, dos meses después que el gobierno en marzo anunciara que lo peor había pasado, luego se nos anotició que era bueno recurrir al FMI. Luego entrabamos a una tormenta, después estábamos saliendo de esa tormenta, después nos enteramos que en realidad no. Y tres meses después del acuerdo con el FMI, el Jefe de Gabinete y el ministro de Economía dicen que están trabajando para evitar una crisis como la del 2001.

La semana internacional arrancó con las verborragia mística de Erdogan y la lira turca complicando a los emergentes, con el agregado de encuestas en Brasil que muestran a Lula cada vez más lejos del segundo, y generando la depreciación del real.

Fuentes encumbradas dentro del macrismo revelan desconcierto. “Uno hace salir el sol y el otro hace llover”. “No hay plan, no hay horizonte” “Algunos parecen estar viviendo otra realidad”.

El gobierno está groggy, y la reacción pasa únicamente por los cuadernos. Pravda y Granma marcan la agenda y el 95% de los medios, claramente oficialistas siguen la misma línea.



Desde el gobierno organizaron la marcha del martes. Más allá del número de concurrentes, ponderado por la narración posterior, en esa marcha se recurrió al ADN de la promesa de la marca política Macri.



Esa promesa no consistía en el bienestar económico, ni en más trabajo, ni en “no vas a perder nada” “no vamos a devaluar” “no vas a pagar impuesto a las ganancias” “no vamos a sacar el fútbol para todos” “no van a haber tarifazos”, “no vamos a bajar las jubilaciones” “no vamos a ir al FMI”. La votantes de Macri no lo votaron por esas promesas. El reason why del macrismo era: el kirchnerismo no sigue. Y la gran fortaleza del macrismo fue juntar a todos los que rechazaban a CFK, en el mismo campamento.



El macrismo llegó al gobierno, desde su propio desarrollo (excluimos para este análisis los errores, debilidades y falencias, de su adversario) sobre la base de 4 factores fundamentales. Dos de orden estrictamente político y dos ligados a la comunicación política.

Factores de orden político

a) El alquiler del despliegue territorial del radicalismo, sin el cuál Macri se hubiera bajado como lo hizo en el 2003, 2007 y 2011.

b) El apoyo total y sin fisuras de los grupos Clarín, La Nación y Vila-Manzano, y sus periodistas.

Factores de comunicación política:

c) Poder juntar a todos los que adversaban al kirchnerismo en un mismo campamento, que se erigiera en continente de heterogeneidades intensas, unidas por ese rechazo. Cosa que no pasó ni en 2007 ni en 2011.

d) Poder sustituir el anclaje de la marca política Macri, ligada atributos como: la patria contratista, corrupción, derechoso, menemista, neoliberal, que impedía que sujetos de elección que se definían como “progres” lo votaran.

Cuál es el voto macrista puro? Sin duda el de las PASO. Ante todas las opciones ese 24 % que optó por Macri es un voto duro, con una lealtad intensa.

El odio a CFK es el ADN duro de Cambiemos. Es lo único que le queda, y es lo único que convocó a los asistentes a la marcha del martes. Los cantos de alabanza a Bonadío, los disfraces de preso, o el “queremos flan” (no entendieron la metáfora de Casero) reflejan el único reason why que quedó de el intento fallido de construir una hegemonía por parte de Cambiemos.

Ese odio a CFK, aglutina pero también le otorga a la ex presidenta una centralidad que ella sabe aprovechar. Está claro que un tercio la odia, otro la quiere y la lucha en términos de la construcción de la subjetividad es por el tercio fluctuante.


Los bancos de inversión del exterior recomiendan a sus clientes vender riesgo argentino. El salto cambiario, el impacto tarifario y la tasa elevada es un combo recesivo. Los vencimientos financieros resultarán difíciles de abordar sin acceso a nuevo crédito para hacer el roll over de los pagos de capital. Ningún país del mundo paga 100 por ciento del capital sin refinanciarlo. El problema es que los inversores del mundo para volver a prestarle a la Argentina piden cosas difíciles de conjugar. Ajuste macroeconómico, dinamismo de la economía y gobernabilidad.



Un dato clave es que los inversores externos ya no quieren intermediarios. Están pidiendo que el interlocutor que tiene que viajar para generar confianza sea directamente Macri. Esto indica que la credibilidad en el exterior es muy baja. Por ahora se anuncia que el Presidente viajaría a explicarles a inversores que nuestro país no irá al default esperando que le crean. Surge la pregunta inmediata: Y si no le creen y continúan vendiendo bonos, ¿qué pasara?



Quintana viajó pero no convenció. Dijo que los números mejoran pero no lo pueden visibilizar porque esa mejora se basa en una caída fuerte del salario real. Cuando le preguntaron por las elecciones de 2019, Quintana dijo cualquier cosa; “El que más mide es Macri, le sigue Vidal, luego Rodríguez Larreta y cuarta Carrió, con eso el triunfo está asegurado”. Los banqueros, que recurren a consultoras locales y reciben informes, no le creyeron.

Los Bancos extranjeros se hacen cinco preguntas:


1) Si los integrantes del gabinete tienen sus activos afuera, ahora, pero también cuando las perspectivas eran mejores porque nosotros tendríamos nosotros poner la plata en Argentina si ellos no confían?


2) Si cuando tenían todo a favor no hicieron “lo que había que hacer” lo van a hacer ahora?


3) Podrá contener el gobierno el descontento creciente?




4) Podrá el gobierno llegar a un acuerdo sustentable con los gobernadores?


5) Cuales son las posibilidades REALES de Macri o su candidato de ganar en 2019?

Como dijimos Lula sigue creciendo y el crecimiento de CFK se le parece. Que pesará más, la ola Piñera-Duque o AMLO y un eventual triunfo de Lula o su candidato Haddad?






El Indec informó que el nivel de actividad derrapó por segundo mes consecutivo, después de la baja del 5,2 por ciento de mayo, se desplomó 6,7 por ciento en junio comparada con igual período de 2017. Es la caída más brusca desde la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada, dejando a la economía por debajo de los niveles que existían en diciembre de 2015. La contracción fue la mayor en nueve años, desde julio de 2009, cuando la crisis internacional con epicentro en Estados Unidos, la más profunda en ochenta años, repercutió en la producción nacional. Las cifras oficiales comienzan a reflejar así las consecuencias del desmanejo financiero y cambiario sobre la economía real.


Argentina se encuentra en el selecto grupo integrado por los 3 países con mayor inflación en el mundo: Venezuela, Sudán y Argentina.


El esquema productivo sufre el desplazamiento de producción interna por importaciones y una dura caída del empleo. Con dólar el atrasado en $17, la aguja de las exportaciones permanecía clavada, como desde la depreciación de los commodities, mientras la de importación seguía subiendo.

Pero el endeudamiento proveía, igual que antes se hacía con cepos que atajaban el drenaje. Un año después, con una devaluación de casi 70% y el dólar en $31,50 el perfil de la balanza comercial sigue siendo el mismo e inclusive acumula 19 meses consecutivos en rojo, sin miras de revertirlo.

Cayó fuerte el consumo, el empleo y el poder de fuego del salario. El índice de morosidad de tarjetas se dispara, también lo hace el índice de morosidad en expensas. La gente está sobre endeudada ya sea con los bancos, con las financieras o con los usureros.


Las Pymes no venden, y encima tienen que lidiar con tarifas impagables, apertura indiscriminada de importaciones, sobre todo en el téxtil, y tasas africanas ( bah, ni africanas, Argentina supera a Sudán en el nivel de tasas).





Los bancos obtienen ganancias récord, duplicando la del año pasado, mientras los salarios y las jubilaciones se pulverizan y crece la cantidad de despidos. Y con un panorama donde todavía no comenzó lo más duro del ajuste exigido por el Fondo, con los fuertes recortes pautados para lo que queda de 2018 y 2019.


Se le entregó el comando de la realidad al FMI, pero eso no mejoró las perspectivas. Nadie ve la luz al final del tunel, todos ven una crisis en ciernes, y el gobierno no para de negar el default.




Andá y decilé a tu esposa “ no me gusta tu amiga Luciana”, tu esposa no se va a quedar tranquila. Como nos enseño Lacan, toda negación entraña una afirmación.



La expiración radical

Los radicales se acostumbraron a consumir poder y no a producirlo. Se acostumbraron a vivir de otro y depender. Uno de los logros de Sanz fue darse cuenta que si no arreglaba, y al no tener candidatos (Alfonsín y Cobos no pasaban los 10 puntos, y Sanz mismo se había bajado en 2011 contra Ricardito) los radicales que quedaban lo iban a votar a Macri y no a él, y de hecho eso paso en las PASO.
Hasta 2015 la UCR era el único partido que por despliegue territorial, podía construir una candidatura presidencial por fuera del peronismo. Eso fue lo que alquiló Macri, la capilaridad radical. A cambio le dio contratos y las gracias.

La UCR de Balbín no tenía vocación de poder. Balbín no quería ser presidente. Los radicales estaban muy cómodos con ese 25%, que los convertía en fiscales de la nación, les daba margen de maniobra político, cargos, intendencias, gobernaciones, y para algunos, negocios.

Alfonsín tuvo vocación de poder, fue presidente, quizás contrariando la visión organizacional de su partido, subido a la etapa histórica que le tocó transitar.

En 2015 la UCR con de Ernesto Sanz, pareció volver a las fuentes de la zona de confort. Sanz nunca tuvo ninguna posibilidad de ser presidente, en un partido que era el único que por afuera del peronismo podía construir una candidatura presidencial.



Hoy la UCR como furgón de cola de una experiencia fallida, se debe un debate y muchos pasos al costado. No pueden los mismos que llevaron al partido a ser suplentes en un equipo que pelea por no descender, los que lo reconstruyan.

Sanz ya se fue a la actividad privada como lobbista de Slim en Argentina. Negri no tiene futuro electoral frente a Mestre en Córdoba. Sin liderazgos, y con Ricardo Alfonsín que por primera vez dice que entre el bien del partido y el bien del país opta por lo segundo, se reúne con Duhalde y Lavagna y habla de una candidatura presidencial del ex ministro de economía, la UCR expira como socio testimonial de Cambiemos, y su presencia allí, tiene fecha de vencimiento.

En Almirante Brown los radicales han perdido prácticamente todo, y el radicalismo ya casi ha desaparecido. Con un solo concejal, la casona histórica que la UCR tiene desde hace más de 70 años es difícil de mantener. Sobre un terreno bien ubicado, en la calle Bynnon, el comité se viene abajo pero encontró una manera de subsistencia. Debajo de algunas chapas se alquilan espacios como cocheras.

Escenarios políticos macro posibles:


Vemos cinco escenarios posibles:


E1) Macri llega al final del mandato, ya sea con elecciones en agosto y octubre o adelantando a abril, entra en el balotaje y gana las elecciones, con lo cual obtiene un nuevo mandato, con una situación muy difícil, con medios que en el segundo mandato te sueltan la mano, con un Congreso más adverso y perdiendo municipios.


E2) Macri llega al final de su mandato, con adelantamiento o no, entra en el balotaje y pierde con el peronismo no k, digamos para beneficio de este análisis, Massa.



E3) Macri llega al final de su mandato, adelantando o no, y pierde una segunda vuelta con CFK o un candidato kirchnerista.



E4) Macri llega al final de su mandato con adelantamiento no, y no entra en un balotaje, en el cuál juegan dos peronismos (gana Massa)


E5) Macri no llega al final de su mandato, asume Pichetto elegido por el Senado (formato Duhalde)

E6) Macri no llega, asume Lorenzetti por línea sucesoria




Tiempos


T1) Agosto-Diciembre 2018

T2) Enero- Abril 2019

T3) Abril-Agosto/Octubre 2019

Para analizar los tiempos, en función de las condiciones objetivas políticas económicas, sociales y mediáticas, tomamos como T1 el período donde el gobierno deberá gestionar la crisis de estos días a partir de la nueva corrida/crisis turca/FMI/Cuadernos etc, y encaminarse hacia un diciembre complicado, con una economía que le pone presión a la calle y a las organizaciones sociales, al descontento de los sectores medios, presupuesto y enfrentamiento con gobernadores e intendentes, lateralidades no deseadas de los cuadernos, enfrentamiento frontal con los sindicatos, con la iglesia, suelta de mano de algunos medios, erosión leve y no controlada de la imagen de Vidal en provincia, Intendentes del conurbano que no tienen respuesta y responsabilizan a Vidal y Macri.


Sorteado el período T1, vemos a T2 con un verano caliente por lo preelectoral, con las primeras elecciones adelantadas, la situación económica y social, paritarias, sueldos muy viejos, dudas del mercado. Tensiones hacia adentro de Cambiemos.

T3 sería un períodos de enorme vértigo, incertidumbre e inestabilidad, donde la economía convivirá con esta incertidumbre, con promesas defraudantes imposibles de reeditar, actividad, consumo, cucos en el aire y sujetos al contexto internacional.