Vidal es una las figuras más interesantes que surgió en los años. Con una trayectoria que incluyó ser vice jefa de gobierno de la CABA, Vidal resignificó su marca en forma muy disruptiva.
De una marca gris, sin especificidades rutilantes, pasó a ser la marca más taquillera.
Sin duda no fueron los éxitos de su gestión la que la pusieron ahí. Junto con un extraordinario acompañamiento mediático y blindaje sin fisuras, como lo tuvo Scioli cuando era gobernador, yo consideraría dos factores interesantes:
a) Es la next door, la vecina linda y posible, nada perfecta, se vende como unplugged, es la chica que te podés encontrar esperando la pizza en o en el chino, y que te sonríe y te acordás de ella. Es la chica que invitarías a salir, la que le presentarías a tu mamá, la que te imaginas en un pijama viejo un domingo a la mañana tomando mate.
b) A ese posicionamiento de next door, le suma el Beboteo. Ese beboteo tiene una connotación semiótica que al potenciar la cercanía y llaneza de la next door, la convierte en un desafío, en sensual en más atractiva, conun concepto de inocencia que no es tal.
Sin embargo la marca política Vidal está supeditada a la marca política Macri, cuando cae Macri, cae Vidal. La desconexión no es tal. Pero montada sobre un Macri fuerte, Vidal se pontenció. El desafío actual es retener cuando Macri cae.
La marca más poderosa dentro de Cambiemos es Macri, Vidal es lo que es porque es una marca asociada a la marca Macri. Vidal es la garantía de mayor transparencia pro asociada a Macri, con lo cual si se va dañando la potencia de la marca Macri se van dañando todas las marcas asociadas.
