La FED confirma que la tasa de interés va para arriba

La Reserva Federal decidió elevar la tasa 25 puntos básicos dejándolos entre 1.75% y 2%. Mientras el Bono a 10 años se acerca al 3% el organismo de control anticipó que este año se pueden registrar dos modificaciones antes que concluya 2018. Los analistas esperan otras tres correcciones en 2019. La medida no sorprendió al mercado.



 
La FEB subiò el tipo de cambio y anunció otras alzas entes de fin de año
El Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) decidió elevar las tasas en 25 puntos básicos, entre 1,75% y 2%. La medida no tomó por sorpresa a nadie. De hecho, el asombro hubiera sido justo lo contrario, que no decidiera tocarlos después de conocerse que la tasa de inactividad se sitúa en el 3,8%, la más baja en 18 años, y que el IPC ha subido en mayo un 0,2%, hasta el 2,8%, el dato más alto desde 2012.

Los inversores aguardaban a conocer las perspectivas de la institución mirando los próximos 6 meses y tal y como muchos anticiparan en las últimas semanas la Fed acordó efectuar una subida adicional este año (4 en total) y 3 para 2019, frente a las dos previstas a comienzos de año. En 2020 llegaría la estabilización, con una única subida prevista, dejando los tipos entre el 3,25% y el 3,5% a finales de ese año.

Andrea Iannelli, director de inversiones de renta fija de Fidelity, afirma que la subida adicional podría desencadenar otra “racha alcista en el dólar y una adversión al riesgo, ya que los activos de riesgo han aumentado su sensibilidad a las subidas de los tipos estadounidenses y los costes de financiación”. Los primeros efectos se dejaron sentir en el mercado a los pocos segundos, especialmente en la renta fija.

La rentabilidad del bono estadounidense a años escaló hasta situarse al filo del 3%, unos ascensos que tuvieron su réplica en la deuda a 5 años (2,84%) y el bono con vencimiento en 2020 (2,58%). El dólar, por su parte, recuperó algo de fuerza, pero no la suficiente para que el euro abandonara los 1,17 billetes verdes mientras la Bolsa recibió la noticia con caídas próximas al 0,3%.

A todo esto de acuerdo con lo publicado el sitio español, El Economista.es, USA va a sumar 9 años seguidos de crecimiento, uno de los ciclos más largos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Pero como todos los ciclos, el final llegará antes o después, y en este caso dos indicadores creíbles como la curva de tipos de interés y la tasa de desocupación dejan entrever que la etapa de crecimiento podría estar dando sus últimos coletazos.

Por un lado aparece el fenómeno más comentado en los últimos meses por expertos y medios económicos: la curva de tipos en USA se está aplanando, y si la tendencia continúa podría terminar invirtiéndose, lo que casi en el 100% de las veces ha sido síntoma inequívoco de que la próxima recesión está a la vuelta de la esquina (10 meses de media según la Fed de San Luis). Según el consenso de los economistas, la pendiente de la curva de rendimientos es el mejor predictor de recesiones.

Este aplanamiento de la curva de tipos cambios muestra que el rendimiento de los bonos con vencimiento a corto plazo (letras o bonos a 1 o 2 años) se está aproximano al rendimiento del bono de 10 años, mientras que la inversión de la curva se produce cuando los tipos de interés a corto plazo son más elevados que los de largo. Este rasgo es poco habitual y se ha producido en momentos contados a lo largo de las últimas décadas, siempre coincidiendo con un periodo de subidas de los tipos a corto plazo por parte de la Fed, como está sucediendo en la actualidad.

En condiciones normales, la curva de tipos tiene una pendiente positiva. La explicación es lógica: no es lo mismo prestar dinero a alguien durante 3 meses o 1 año que hacerlo con una promesa de devolución a diez o veinte años. La deuda o los bonos con vencimientos más largos suelen ofrecer un interés superior (prima a plazo), porque un mayor espacio de tiempo es sinónimo de incertidumbre.

En ese ambito hay que considerar la tasa de inactividad que, como señala Kevin L. Kliesen, investigador de la Reserva Federal de San Luis, podria rondar los mínimos: "A sido históricamente un pronosticador fiable de una recesión económica". La dificultad reside en saber con exactitud cuándo llega a su piso dentro del ciclo, es decir, discernir si aún puede o va seguir bajando o si ha tocado su límite por la parte baja.

En la actualidad, la tasa de desempleo en USA se encuentra en el 3,8%, mientras que sólo en tres de los últimos 8 ciclos expansivos ha caído por debajo del 4%. Esto podría estar indicando que el desempleo se encuentra cerca de su punto más bajo de este ciclo.

Además, la prima o diferencia entre el bono del Tesoro de USA a 3 meses y el de 10 años es de 103 puntos básicos, mientras que la media histórica es de 151 puntos, según Kliesen. La curva se está aplanando pero aún no se ha invertido, lo que podría suponer que aún hay algo de tiempo hasta que la próxima recesión haga su aparición.

Otro dato curioso es que la tasa de inactividad suele aumentar de media en 0,4 punto porcentual desde que toca el mínimo hasta que la recesión da comienzo. No obstante, aunque la tasa comenzase a subir ahora no se podría asegurar que la crisis esté a la vuelta de la esquina, puesto que en episodios pasados se ha visto como sus valores subieron levemente para volver a caer posteriormente a nuevos mínimos.


Kliesen sentencia que "basándose en esta evidencia, parece que ambos indicadores tienden a ser vaticinadores creíbles de una recesión. Aunque la señal del desempleo en mínimos funciona con un mes de antelación que la inversión de la curva, no se puede estar nunca seguro de si el desempleo ha llegado realmente a su mínimo".

Sin tener la certeza de que la tasa de paro haya tocado mínimos y con la curva de tipos prácticamente plana pero no invertida, se puede decir que el ciclo expansivo en EEUU podría estar consumiendo los últimos litros de gasolina antes de que el motor se detenga.

Pero volviendo a la FED la versión electrónica del diario Expansión muestra que lo más relevante del encuentro fue la actualización de las proyecciones que anticipan hasta dos incrementos más antes de que acabe 2018, frente a las estimaciones de marzo, que solo contemplaban tres subidas.


La decisión de la Fed fue tomada por unanimidad por los miembros del organismo que preside Jerome Powell desde el pasado marzo. Mientras, la mayoría de los miembros que deciden la política monetaria anticipan ahora cuatro incrementos en 2018.

En marzo, la Reserva Federal apostaba por tres alzas.El movimiento de la Fed implica que el banco central no teme una desaceleración del crecimiento derivada de las incertidumbres comerciales abiertas por las políticas proteccionistas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Así, la Reserva Federal ha elevado del 2,7% al 2,8% sus previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) este año.

Para 2019 y 2020, las proyecciones se mantienen en el 2,4% y el 2%, respectivamente.La decisión de la Fed amplía aún más las distancias entre la política monetaria de Estados Unidos y la de tipos cero del Banco Central Europeo (BCE).

Las tasas en la primera economía del mundo quedan fijadas ahora en el entorno en el que se encontraban en 2004, tras el proceso de recuperación emprendido después del estallido de la burbuja puntocom y de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York.

Los tipos de interés emprendieron a partir de ahí una evolución al alza que se vio bruscamente frenada a partir de 2008, cuando la quiebra de Lehman Brothers obligó a una política de dinero gratis que solo comenzó a modificarse en diciembre de 2015, cuando la expresidenta de la Fed, Janet Yellen, inició un proceso paulatino de subida de tipos.

Desde entonces, se han aplicado ya 7 alzas, de las que dos se anunciaron este año. El nombramiento de Powell como nuevo presidente de la Fed se presuponía como continuista de la política de Yellen. Sin embargo, su pretensión de aplicar hasta cuatro incrementos en 2018 anticipa una estrategia diferente.

Para el año que viene, se esperan otros tres incrementos y, al menos, uno más en 2020, hasta quedar en un rango de entre un 3,25% y un 3,5%. Pese a todo, la Reserva Federal matiza que la política monetaria seguirá siendo "acomodaticia". Los miembros de la Fed apoyan su decisión en un mercado laboral que está creando más empleo del previsto y cuya tasa de desocupacion bajó al nivel mínimo histórico del 3,8%.

Según las proyecciones de la Reserva Federal, el desempleo bajará aún más, hasta el 3,6% este año y al 3,5% en 2019 y 2020.Por su parte, la inflación se mantendrá en el 2,1% a finales de año y durante los dos próximos ejercicios, tal y como contempla la Fed.