Rajoy resiste y confía en los vascos para no renunciar


La investigación judicial fue extensa y extenuante pero ha concluido: el Partido Popular cometió corrupción con una doble contabilidad que ocultaba la financiación de su economía no sólo electoral. Entonces, el Partido Socialista Obrero Español promueve una moción de desconfiaza contra el PP y Mariano Rajoy, Presidente de Gobierno, no está dispuesto a renunciar y así obsequiarle una victoria al PSOE, un partido que ha declinado muchísimo en España. La llave parecen tenerla los del Partido Nacionalista Vasco, con quien todos negocian por estas horas.

El 'caso Gürtel' concluye tal como debía finalizar: el Partido Popular protagonizó un caso de corrupción financiera. Lo que se está dilucidando es si la situación arrastra o no a Mariano Rajoy, líder del PP y Presidente del Gobierno español. Fue el motivo por el cual Rajoy no viajó a Kiev (Ucrania), para la final de la Champions League que ganó el Real Madrid al Liverpool.

La oposición socialista ha convocado a una moción de censura, a propósito de que el tesorero del PP, Luis Bárcenas, vuelve a prisión. Y su mujer, Rosalía Iglesias, debe depositar 200.000 euros para seguirlo.

La portavoz del grupo socialista, Margarita Robles, preguntó al jefe del Gobierno qué “responsabilidad política debe asumir” a la vista de esta condena, y le mencionó “la caja C” del PP.

Rajoy se declaró perseguido:“¡Ha regresado Torquemada! y no me refiero a usted, que también”, señaló a Robles. Según él, las responsabilidades políticas “hay que pedírselas a quien quiere ser Presidente de cualquier manera, siempre que no tenga que pasar por las urnas”, aludiendo al jefe socialista Pedro Sánchez, autor de la moción de censura.


Ángel Collado en El Confidencial, intenta describir una situación favorable a Rajoy:

"Mariano Rajoy tiene una baza 'in extremis' para frenar la moción de censura de Pedro Sánchez si cree que puede salir adelante: presentar la dimisión. Esa es una solución que apuntan en medios del Partido Popular, convencidos de que la maniobra del dirigente del PSOE, cuente o no con el apoyo de Ciudadanos o del PNV, no se traducirá en un nuevo Ejecutivo esta semana ni en un adelanto de elecciones en los próximos meses. Los populares están decididos a aguantar el envite de la oposición en cualquier caso y prolongar la legislatura.

A 24 horas de que arranque el debate de la moción de censura, en la dirección del PP siguen confiados en que los nacionalistas vascos mantendrán su compromiso con la estabilidad económica suscrito en los Presupuestos Generales del Estado. Y en el caso de Albert Rivera, siguen persuadidos de que medirá el precio que tendría apoyar a Sánchez y tendrá en cuenta que hacer jefe del Ejecutivo al aspìrante socialista y dejar que convoque él, desde el poder, las elecciones daría una ventaja al PSOE que nunca convendrá a Ciudadanos.

Por si no se cumplen esas previsiones, fuentes del PP advierten de que Rajoy sabrá antes de la votación que está contra las cuerdas. Aducen que en el peor de los supuestos, si los nacionalistas vascos cambian de idea, el jefe del partido, Andoni Ortuzar, o Iñigo Urkullu se lo comunicarían al presidente del Gobierno.

Los mismos medios reconocen que las relaciones con Ciudadanos se limitan a las conversaciones entre Fernando Martínez-Maillo y José Manuel Villegas, y que si los riveristas deciden al final avalar los planes de Sánchez y entrar en negociaciones sobre la convocatoria de unos futuros comicios, Rivera tendrá que dar muchas explicaciones en público. (...)".


Coincide con él Ignacio Varela, en la misma web:

"Cuando Pedro Sánchez anunció su moción de censura, muchos dieron casi por hecha su victoria con la mayoría Frankenstein, unida por la pulsión compartida de desalojar a Rajoy. Fue un análisis prematuro.

Hoy, las tornas han cambiado y otros cuantos —entre ellos, algunos de los que días atrás auguraban el triunfo de la moción— la condenan anticipadamente al fracaso y aseguran que Sánchez no logrará recolectar los 176 votos que necesita; mucho menos, dicen, con su anunciado propósito de no negociar nada, lo que implica poco menos que esperar un cheque en blanco para gobernar. Me parece una conclusión tan precipitada como lo anterior.

A mi juicio, en este momento el resultado de la votación del viernes es completamente incierto. Todo pende de un hilo. Mejor dicho, de dos: el voto del PDeCAT y el del PNV. Ninguno de ellos está resuelto en esta hora. (...)".


Pero es muy interesante la crónica de Diego Molpeceres, en Voz Pópuli sobre los acontecimientos recientes:

"Bronca Sesión de Control al Gobierno en el Congreso a un día de la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy. El jefe del Ejecutivo ha descartado por ahora su dimisión y cargado duramente contra la estrategia de los socialistas para que el secretario general del PSOE llegue a La Moncloa. "Si va a las urnas es imposible que sea capaz de llegar a la presidencia del Gobierno. Tiene que usar atajos", ha reprochado.

"La posición del PSOE es decir a los del 'gobierno 'Frankestein' (PDeCAT, ERC, PNV, Podemos): cuidado, que como no pactemos, pacto con Ciudadanos. Y a Ciudadanos le está diciendo: cuidado, que como no pactemos, pacto con los del 'gobierno Frankestein'", ha dicho Rajoy. "Les está chantajeando a todos ustedes. Ya veremos quién lo acepta", ha sentenciado.

El jefe del Ejecutivo ha respondido así a la pregunta del diputado republicano catalán Gabriel Rufián, que le ha inquirido sobre su posible dimisión tras la sentencia del caso Gürtel que ha motivado el registro de la moción socialista. Rajoy ha negado tal extremo y se ha reafirmado en su voluntad de seguir al frente del Gobierno. "Los mandatos son para 4 años. Es lo que da estabilidad, certidumbre y es clave para la recuperación económica que iniciamos en su día. Por tanto, mi intención es cumplir el mandato de los españoles y el mandato de esta Cámara, máxime después de aprobar los Presupuestos en esta Cámara la semana pasada", ha zanjado.

La portavoz de Grupo Socialista, Margarita Robles, también le ha exigido responsabilidades políticas tras la sentencia que condena al PP como partícipe a título lucrativo de la trama corrupta. "La sentencia no condena a nadie de mi Gobierno, ni a nadie que sea militante hoy del PP y no condena al PP, por mucho que algunos se empeñen", ha respondido. La portavoz socialista le ha respondido duramente asegurando que la sentencia subraya la falta de credibilidad del testimonio de Rajoy en el juicio. "Usted ha faltado a la verdad en su declaración ante los tribunales para tapar la corrupción de su partido", le ha reprochado Robles, invitándole a presentar su dimisión. (...)".


Lo cierto es que hay negociaciones intensas, que relata el diario El Mundo:

"El PP recela ahora de lo que finalmente haga el PNV en la votación de la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy, cuyo debate comienza mañana (31/05) en el Congreso. Si en los últimos días mostraban cierta fe en que el grupo vasco no se embarcaría en esta operación, después de contribuir con su voto la semana pasada a la aprobación de los Presupuestos, esta confianza se ha resquebrajado en las últimas horas. Distintas fuentes del Gobierno y del partido confirman este temor.

Los últimos acontecimientos en Cataluña y la amenaza de una nueva moción, si fracasa la de Sánchez, para convocar elecciones habrían llevado seriamente al PNV a plantearse votar la iniciativa del PSOE para desalojar a Rajoy. La posición oficial de Bilbao es que siguen pensando el sentido de su voto. Pero, según la lectura que hacen los populares, el nombramiento de un nuevo Govern en Cataluña conforme a la legalidad, que pone fin a la intervención constitucional del 155, despeja el camino para que PDeCat y ERC respalden la moción de Sánchez. Y, por extensión, el voto a favor de los independentistas mete presión al PNV para que se sume también a la iniciativa. Si de alguien se sienten cercanos el PNV en el Congreso es de PDeCat y ERC. A esta presión se une otra variable.

Los vascos no quieren elecciones generales a corto plazo. Como mucho en el horizonte de las autonómicas y municipales. El problema al que se enfrentan es que votar en contra de la moción del PSOE y salvar a Rajoy no disipa la posibilidad de que acabe habiendo comicios este año. En las últimas horas han trascendido contactos entre PSOE y Ciudadanos para llegar a un acuerdo sobre la fecha de las elecciones. Un compromiso que haría a Albert Rivera sopesar si se suma a la moción. Pero es que, además, Podemos anunció ayer que si fracasa la moción socialista registrará otra con el único objetivo de convocar comicios, tal y como propone Ciudadanos. Forzar elecciones podría unir a PSOE, Podemos y Ciudadanos. (...)".


Y por esa línea también va Juan José Mateo en el diario El País.

"El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asumido personalmente las negociaciones con el PNV para evitar que los nacionalistas vascos apoyen la moción de censura que patrocina el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. El líder del PP mantiene contactos frecuentes con su homólogo vasco, Andoni Ortuzar, y empleará prioritariamente esa vía, que complementará con los contactos con el lehendakari Iñigo Urkullu, según fuentes de la dirección nacional de la formación conservadora. Si el PDeCAT y ERC unen sus votos a los del PSOE y Podemos, los cinco diputados del PNV tendrán la clave para el triunfo o el fracaso de la moción de censura, que se vota este viernes.

"Al PNV solo podemos ofrecerle estabilidad económica y Presupuestos", dijo, compungido, un integrante de la dirección nacional del PP.

"Y no se sabrá nada hasta el viernes, porque no decidirán hasta entonces", añadió, preocupado, otro consejero de Rajoy.

En la formación conservadora se recuerda que el PNV votó a favor de la investidura de Rajoy, que apoyó los Presupuestos de 2017 y de 2018, fundamentales para la viabilidad del actual Gobierno, y que se abstuvo en la moción de censura que impulsó el año pasado Pablo Iglesias. Esos argumentos dan esperanzas a los cargos populares más optimistas. Sin embargo, entre los dirigentes del partido que aconsejan a Rajoy crece la inquietud. (...)".





"Después de escuchar este miércoles a Gabriel Rufián dar prácticamente por hecho el voto favorable de ERC, en el PDECat se intensifican los contactos en el seno de la formación para decidir cuál sería su voto en la moción de censura.

Su coordinadora general, Marta Pascal, conversó ayer con Pedro Sánchez. Mientras que el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, se reunía en la tarde de ayer con el portavoz del PDECat en el Congreso, Carles Campuzano. Pero la toma de decisiones del partido independentista no está en Madrid. Ni siquiera Pascal goza del peso suficiente. Esto es algo que se pone de manifiesto con los contactos que se han producido a lo largo del día de hoy. «Pascal ha intensificado los contactos para acordar el voto respecto a la moción», según informan fuentes del PDECat.

Pascal ha mantenido esta mañana una videconferencia con el presidente Quim Torra y con Carles Puigdemont para abordar el asunto. Esta tarde se ha convocado una reunión de la ejecutiva ampliada del partido para discutir la cuestión. Además, Pascal también tiene previsto conversar con Artur Mas. Pero desde el PDECat se deja claro que «la decisión final no se tomará hasta escuchar el discurso de Sánchez». Los votos a favor de PDECat, que son 8 diputados, son fundamentales para que prospere la vía nacionalista y sumar también los cinco votos del PNV.

Mientras tanto crecen los temores en el PP respecto a una negociación del PNV con el PSOE en la que entren en juego cuestiones políticas ajenas a los Presupuestos como la política penitenciaria o el acercamiento de presos al País Vasco. (...)".