Slim se mete en la campaña de México y ataca a López Obrador


El magnate rechazó los cuestionamientos del candidato a la megaobra del nuevo aeropuerto.





Carlos Slim se puso al hombro la defensa del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) marcando un cruce frontal con López Obrador, que en círculos políticos fue visto como una línea roja bastante definitiva contra la candidatura presidencial del líder de Morena.


El dueño del Grupo Carso convocó a una inusual conferencia de prensa con el único objeto de defender el proyecto y lo hizo sin ningún tipo de complejo por tratarse de una iniciativa del Gobierno que lo hará aún más millonario, ya que no sólo ganó importantes contratos para su constructora, sino que además participa del financiamiento a través de Inbursa.

Con método y espíritu didáctico de ingeniero, Slim fue detallando las ventajas de la obra emblemática del sexenio de Peña Nieto, a la vez que demolía la propuesta alternativa de López Obrador, que dijo haber leído "más o menos". Anticipó que encontraba difícil que haya capitales interesados en invertir en la base militar de Santa Lucía, como propone el candidato de Morena.

Además, advirtió que sería una esfuerzo fútil, porque aún potenciada, la terminal de Santa Lucía tendría menos capacidad y menos tiempo de vida. En el proyecto de Peña Nieto se proyecta una capacidad inicial para 60 millones de pasajeros, que podría llegar hasta 125 millones, con un promedio de vida de ochenta años, explicó. "Mientras que el tope en la capacidad del proyecto de López Obrador es de 80 millones -35 en el viejo y 45 en el nuevo- y en 20 años ya estaría obsoleto y habría que hacer uno nuevo", subrayó.

Tampoco coincidió con que el proyecto diseñado por el estudio ingles Foster sea demasiado costoso. "México lo que más necesita es inversión. No se trata de ver si es poca o mucha; no es un coche. Lo que se tiene que ver es el impacto que tendrá", advirtió y soltó una crítica bien directa a uno de proyectos más cuestionados del tabasqueño: "El costo no es más que el de una refinería", advirtió.

Es esa dureza la que sugiere que más allá de la defensa del NAICM, algo se rompió en la relación del hombre más rico de México y el candidato que lidera para las presidenciales.

Y es que enfatizó que el nuevo aeropuerto de Texcoco es un detonante de desarrollo "una transformación mágica de esta área de la ciudad", que según su visión, permitirá que la población de esa zona alcance la clase media. "Es un detonador como no se ha visto nunca en la ciudad y en esa área Nororiente, donde no hay desarrollo".

Otra de las críticas de López Obrador sobre este nuevo aeropuerto, es que deja abierta la posibilidad de que los contratos pudieron darse de manera incorrecta. En ese sentido, Slim aseguró que los contratos ganados -incluido el suyo- "no han sido partícipes de ningún acto de corrupción".

Y aprovechó para señalar también que el proyecto abre además una gran oportunidad en los terrenos del actual aeropuerto y mostró una propuesta de cómo se podrían aprovechar, aunque señaló un par de veces que no era su interés participar. Dijo que allí se podía hacer un corredor como Reforma, universidades, un centro comercial, un área residencial y espacios de tecnología, entre otras iniciativas.

Sólo esbozó dos críticas sobre la iniciativa de peña Nieto. Coincidió con el tabasqueño en que es posible que se hunda, pero aclaró que no es solo un tema exclusivo de la terminal, sino un problema al que está expuesto todo el Valle de México y por eso -propuso- debe dejar de explotarse el acuífero.


Otro reproche que hizo es que todo el proyecto no hubiera sido concesionado: "No sé por qué no fue concesionado, de ser así, no se tendría que discutir si es mucha o poca la inversión" y qgregó que es sabido que la obra pública siempre se tarda y cuesta más.