Macron y Merkel van a verlo a Trump: Irán en la agenda



Macron visita a Trump, Irán un tema a tratar

Canciller alemana Merkel desembarca el viernes en Casa Blanca



Presidente francés, Emmanuel Macron.

El presidente francés, Emmanuel Macron, visitará este lunes a su par estadounidense, Donald Trump, con quien hablará sustancialmente sobre los mismos temas agendados en Toronto para el G7 de los ministros de Relaciones Exteriores, de cara al encuentro de los siete países más industrializados del próximo 8 y 9 de junio en Quebec.



Macron, que el próximo miércoles hablará también en el Congreso, concedió una entrevista previa con la Fox News y aprovechó para lanzar algunos mensajes.
Aquel más fuerte está relacionado al acuerdo sobre el programa nuclear iraní, por el cual Trump amenaza salir si no se refuerza a más tardar el próximo 12 de mayo, cuando vence el término para la certificación por parte del presidente estadounidense.
"Quiero luchar contra los misiles balísticos, quiero contener la influencia regional" de Irán, explicó el presidente francés, preanunciando que quiere pedir al magnate estadounidense "no abandonar el acuerdo porque no hay mejores opciones".
Una posición que verdaderamente comparte la canciller alemana, Angela Merkel: un acuerdo imperfecto es mejor que ningún acuerdo, dijo a la Tv israelí Channel 10.
Justo hoy el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, amenazó desde Nueva York con "consecuencias no muy agradables" para Estados Unidos, incluido el regreso al enriquecimiento de uranio, si Trump "matara el acuerdo". Una perspectiva que amenaza con debilitar al presidente de Estados Unidos antes de las negociaciones con Corea del Norte.
Macron intentará luego convencer a Trump para que exima a la UE de sus impuestos para que "no haya guerras comerciales con los aliados" y para seguir involucrado en la crisis siria, luego del anuncio de un retiro de las tropas estadounidenses tan pronto como sea posible. En cuanto al mandatario ruso, Vladimir Putin, no dudó en criticarlo, aun cuando dijo de "respetarlo" y de querer tener un "intercambio permanente con él".
"Es un hombre y un presidente muy fuerte e inteligente" frente al cual "nunca deberíamos mostrarnos débiles", añadió.

Según Macron, está "obsesionado con las ingerencias en nuestras democracias, interviene en todas partes, en Europa y en Estados Unidos, para debilitar nuestras democracias", continuó enfrentándose a un argumento vergonzoso para Trump, todavía en manos del Rusiagate por sospechas de colusión electoral con Moscú.
Hasta ahora Macron fue el líder europeo con el que Trump tuvo más "química".
Lo criticó pero también lo cortejó invitándolo al desfile de la fiesta de la Bastilla, para acreditarse como interlocutor privilegiado de la vieja Europa después del voto lanzado por la premier británica, Theresa May, y el debilitamiento de la canciller alemana, Angela Merkel.

Pero hasta ahora obtuvo poco o nada, por el acuerdo de París sobre el clima a los impuestos.
El jefe del Eliseo espera que el reciente ataque contra Damasco coordinado con Estados Unidos y Gran Bretaña pueda ser un comienzo concreto de colaboración pero las estrategias de los dos presidentes sobre Siria por ahora divergen.
Para hacer cambiar la idea a Trump no bastará el regalo altamente simbólico que llevará Macron, esperando que sea plantado en los jardines de la Casa Blanca: un roble del bosque de Belleau, en el departamento francés del Aisne, lugar de la primera batalla conducida por las tropas estadounidenses contra aquellas alemana en junio de 1918.