Trump exime a Seúl de aranceles mientras se sienta a negociar con China

Washington trata con Pekín con miras a reducir déficit comercial

Acero, EEUU exime a Seúl de los aranceles

 Corea del Sur es el primer socio comercial de Estados Unidos que logró salir de la suba de aranceles al acero anunciada por Donald Trump y operativa desde el pasado viernes, eliminando la exención permanente a una tasa del 25% a cambio de una mayor apertura para la importación de automóviles estadounidenses.
Los desarrollos resolvieron una incertidumbre en los mercados sacudidos "por las acciones comerciales de Estados Unidos contra China", comentó el ministro de Comercio surcoreano, Kim Hyun-chong.

Kim explicó así el giro de las medidas ayudado por la revisión de la negociación del acuerdo de libre comercio (Korus) entre ambas naciones, sobre el que hubo un acuerdo "de principio" en algunos puntos clave.

Mientras en Seúl volvió el optimismo pese a la introducción de cuotas decididas por Estados Unidos por 2,68 millones de toneladas anuales de acero (el 70% del promedio entre 2015 y 2107), en Pekín, durante los tres días del China Development Forum surgieron señales de que "el diálogo avanza" entre Washington y Pekín, dijo a ANSA, Zhu Min, exnúmero dos del FMI.

El lema oficial del foro, "China en la nueva era", con las flamantes líneas estratégicas del presidente Xi Jinping, le cedió el paso a los vientos de guerra comercial que, advirtió el exdirector general de la Organización Mundial de Comercio, Pascal Lamy, "son un juego de suma negativa, como lo demuestra la historia".
En el foro, que juntó a líderes empresarios y funcionarios económicos chinos para un examen a fondo, "hay muchos negociadores", dijo el italiano Lorenzo Bini Smaghi, exfuncionario del Banco Central Europeo y actual presidente de Societe Generale, presente en el Diaoyutai State Guesthouse, el lugar de las deliberaciones.

"Existe una lista detallada de medidas que anunció Estados Unidos, pero se verá cuántas serán efectivamente tomadas porque sabemos bien que dañan no sólo a los aliados, sino también a empresas estadounidenses", dijo Bini Smaghi a ANSA.
"Sin embargo los estadounidenses consideran que son legítimas sobre todo a lo que respecta a la transferencia de tecnología y la falta de reciprocidad", agregó el italiano.
Dado su peso y dimensión creciente China tiene impactos relevantes sobre la economía mundial y "correcciones y ajustes" hacen falta, dijo, por su parte, el exsecretario del Tesoro estadounidense, Lawrence Summers. Pekín y Washington, en tanto, comenzaron "en silencio" la negociación para mejorar el acceso de las compañías estadounidenses a los mercados chinos, tras una semana de tonos ásperos, informó el diario Wall Street Journal.
El jefe negociador de China es Liu He, máximo responsable económico en el segundo mandato presidencial de Xi, y, por parte de Estados Unidos, lo son el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y el representante para el Comercio, Robert Lighthizer.


Estos funcionarios de Trump, en una carta enviada a Liu hace pocos días, individualizaron los pedidos para reducir el déficit comercial que incluyen el recorte de aranceles a la importación de automóviles estadounidenses, mayores compras de microchips de su país y un amplio acceso a los mercados financieros chinos para las compañías norteamericanas para un plan estructural estimado en 100 mil millones de dólares.

El premier chino, Li Keqiang, en un encuentro con altos ejecutivos en el foro, dijo que China y Estados Unidos deberían mantener las negociaciones, subrayando el propósito de alentar el acceso comercial a las firmas estadounidenses. Por último, el presidente Xi en el Forum Boao, que se desarrollará entre el 8 y 11 de abril próximos, anunciará otras medidas de reformas y apertura de mercados, según se anticipó. Los anuncios se darán en el 40 aniversario de la Reforma Económica China de Deng Xiaoping y para muchos podrán percibirse, pese a estar programados desde antes, como fruto de las presiones comerciales estadounidenses.