Según un informe: en Chascomús, los adolescentes piensan que tomar alcohol hasta vomitar es sólo un juego

Lo corroboró un informe hecho por el municipio bonaerense entre jóvenes escolarizados del distrito en el que se analizó el consumo de drogas, la nocturnidad, el rol de los adultos y las consecuencias de los excesos.



Según un estudio llevado a cabo por el Municipio de Chascomús entre estudiantes del distrito, tomar alcohol hasta vomitar —“quebrar”—, es considerado por los jóvenes en edad escolar como un “juego”.

Durante un encuentro al aire libre del que participaron 150 alumnos de entre 12 y 17 años, se iniciaron debates acerca del alcohol, las drogas, la “previa”, el rol de los adultos, la nocturnidad y temáticas afines.

El punto de partida del informe fue el análisis de los datos recolectados en la Primera Encuesta Municipal a Estudiantes de Enseñanza Media sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas, que se realizó en mayo del 2017.



Uno de los datos revelados la investigación fue que el alcohol es sinónimo de diversión y desinhibición y que, en algunos casos, se consume para llamar la atención y no quedar excluidos del grupo de pertenencia.

A su vez, surgió una distinción entre el consumo para entretenimiento y llegar a la intoxicación. Según los testimonios, “quebrar” es considerado un “juego”, aunque muchos aseguran haber sido testigos de hospitalizaciones por comas alcohólicos.



Alrededor del 47,6% dijo haber tomado alguna bebida alcohólica en el último mes (consumo actual). Si se divide por franjas etáreas, un 18,2% de los estudiantes de 14 años o menos, un 69,5% de los de 15 y 16 años y un 78,6% de los de 17 años.

Según la encuesta, las mujeres toman más que los hombres, la bebida más consumida es la cerveza (77,8%), las bebidas fuertes o tragos combinados son consumidos por un 75,6%, y el vino por un 48,9%.

Sobre el total de estudiantes que manifestaron consumo actual, casi la mitad reconoció haber tomado más de la cuenta o haberse emborrachado al menos una vez durante el mismo lapso de tiempo, mientras que un 70% dijo haber tenido un episodio de exceso de alcohol o intoxicación (binge-drinking) al menos una vez en los últimos 15 días.



Los estudiantes que consumen alguna bebida alcohólica lo hacen preferentemente durante el fin de semana y la “previa” fue señalada por la mayoría como el ámbito de iniciación de este tipo de hábito gracias a la falta de control.

También hablaron de la “previa eterna”, que remite al consumo de alcohol durante toda la noche en los casos en que no hay posibilidad de salir a un boliche, sobre todo para los menores de edad. Los chicos de 16 y 17 años aseguraron que, al no poder ingresar a locales bailables, pasan mucho tiempo en la calle o falsifican DNI.

Además, la gran mayoría de los adolescentes habló de familias ausentes, donde los límites no son claros, la figura del adulto está desdibujada y no hay coherencia en los mensajes. Algunos de ellos sostuvieron que hay padres que conocen esta realidad, pero “cada vez se hacen más los boludos”.

Con respecto al consumo de marihuana, el estudio arroja que piensan que dejó de verse como una sustancia peligrosa para empezar a ser considerada como una droga medicinal fácil de conseguir, que no genera adicción y que, al ser producida sin productos químicos, no es perjudicial para la salud.



“En estos tiempos en los que existe sobreabundancia de información sobre sustancias, al mismo tiempo que lamentablemente ha crecido la disponibilidad de las mismas y ha bajado la percepción del riesgo, reinventar la prevención en ámbitos escolares es todo un desafío”, manifestó el coordinador de la Estrategia Municipal sobre Drogas de Chascomús, Esteban Wood.

Asimismo, desde la Dirección de Educación municipal diseñaron el programa integral de prevención de adicciones denominado “Líderes para la transformación, protagonistas del cambio”, cuya prueba piloto se implementará durante este año en el Jardín Maternal y de Infantes “Clarisa Amézaga” y en las cuatro escuelas municipales.