El gobierno confirmó que no habrá sesiones extraordinarias

Sin el apoyo del peronismo en el Congreso ni margen para tratar la reforma laboral en un contexto complejo con los gremios, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, anunció este martes (16/1) que el presidente Mauricio Macri resolvió "no convocar a sesiones extraordinarias en febrero" y en su lugar prometió normalizar la actividad del Legislativo en sesiones ordinarias. Se impuso la visión del jefe del bloque Justicialista, Miguel Pichetto, que ya le había transmitido al Gobierno que no eran necesarias las extraordinarias puesto que el Presidente ya tenía las leyes que necesitaba para gobernar.



Final previsible para las muy promocionadas sesiones extraordinarias del Congreso. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, anunció esta mañana (16/1) que el presidente Mauricio Macri resolvió no hacer la convocatoria al Poder Ejecutivo para que se reúna durante febrero y así priorizar que la actividad legislativa se desarrolle dentro del período de sesiones ordinarias, como venía reclamando la oposición, y que comienza el 1ro de marzo.

Peña agregó que la idea es "trabajar a partir de su mensaje del 1 de marzo en un calendario legislativo para de esta forma poder dar todos los ámbitos de debate" en el marco de las sesiones ordinarias del Congreso.

Consultado sobre si la decisión se debía al rechazo por parte del peronismo dialoguista del Congreso, Peña lo desestimó: "La decisión no se debe a ningún cortocircuito. Se discutió tener uno o dos sesiones en febrero pero consideramos que no valía la pena hacerlo" y añadió que la decisión se tomó junto con las autoridades legislativas y "en función de tratar de trabajar en la normalización de la actividad parlamentaria. Esperamos que ya en las primeras sesiones del año estemos hablando de avances en algunas de las leyes pendientes".





Días atrás, el titular de la bancada del Bloque Justicialista en el Senado, Miguel Pichetto se había reunido con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y le había transmitido que no compartía la urgencia del Poder Ejecutivo por sesionar en febrero. "Hay que dejar que el Congreso funcione en el tiempo de las sesiones ordinarias. Los proyectos que necesitaba el Ejecutivo para gobernar fueron sancionados en diciembre por ambas cámaras", dijo luego en declaraciones periodísticas donde remarcó que el Presidente ya tenía las leyes que necesitaba para gobernar.


Si bien el oficialismo es minoría en ambas alas legislativas y necesita del peronismo para sesionar, Peña sostuvo además que la suspensión de la convocatoria a sesiones extraordinarias "es una discusión de días porque estábamos hablando de tener una o dos sesiones en la segunda quincena de febrero, que era lo que se había articulado con el Congreso".

"Se consideró que no vale la pena hacer el trámite de extraordinaria para eso, sino que simplemente se pueda arrancar a partir del mensaje presidencial el primero de marzo en lo que es el normal trabajo de sesiones", argumentó.

En cuanto a cómo será el reinicio de la actividad parlamentaria, expresó que "los proyectos que tienen media sanción es más fácil (aprobarlos) y en muchos de ellos ya hay un grado de consenso muy alto, con lo cual esperamos que en las primeras sesiones del año ya podamos estar hablando de avances en algunas de estas leyes".