Estado Islámico reivindicó el atentado en un centro comercial de San Petersburgo





La organización terrorista Estado Islámico se declaró responsable del ataque con bomba perpetrado el miércoles pasado en el centro comercial Gigant Hall de la ciudad rusa de San Petersburgo.

El ataque con bomba dejó heridas a 18 personas y según Site, el portal estadounidense que monitorea la información fundamentalista publicada en Internet, los yihadistas dijeron que una de sus células plasmó la acción.

En el centro comercial se explotó una bomba casera que equivalía a unos 200 gramos de TNT.

El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que la acción fue un ataque terrorista y pidió a las fuerzas de seguridad a matar a los responsables de terrorismo cuando haya riesgo de vida para uniformados o inocentes.

"Ordené al director del FSB (Vladimir Bortnikov) que la detención de esos sujetos se haga con apego a derecho, con pleno respeto de las leyes. Pero si surge el más mínimo riesgo para la vida de nuestros efectivos, de nuestros oficiales, actuar de la manera más decidida y no detener a nadie: matar a esos bandidos sin contemplaciones", dijo Putin.

Lo hizo en un acto en el que condecoró a un grupo de militares rusos que regresaron de Siria.

Después del categórico anuncio de Putin, la vocera del Comité de Instrucción declaró que se manejan varias hipótesis con su respectiva línea de investigación, entre ellas la de un "atentado terrorista", aunque inicialmente se habló sólo de "un intento de asesinato de dos o más personas".