Antón Costas: “La idea de que la disrupción tecnológica produce pobreza es una falacia”

El catedrático de Economía presenta en Valencia su último libro, 'El final del desconcierto'

El catedrático de Economía y autor del libro 'El final del desconcierto', Antón Costas, durante la presentación.


Para el expresidente del círculo de Economía, Antón Costas, (Vigo, 1949) los populismos no solo los conforman los perdedores de la globalización. “El voto populista procede también de grupos sociales acomodados, con ingresos y un buen empleo, pero con miedo a la disrupción tecnológica. La economía digital les provoca temores. No quieren perder lo que tienen. Los entusiastas de la digitalización están provocando una ansiedad excesiva en estos grupos”, ha destacado el autor de El final del desconcierto (Península) durante la presentación de la obra en el Museo L’Iber, en Valencia. “Detrás del Brexit, de Donald Trump y del aumento del voto a dirigentes populistas se encuentra la ansiedad de las clases medias de los países desarrollados”, ha señalado Costas, para el que la idea de que la disrupción tecnológica provoca desigualdad o pobreza es una falacia.



“Son temores infundados que provienen del paro tecnológico. En los momentos de rupturas tecnológicas, la velocidad a la que se destruye empleo es mayor que la velocidad con la que se crean nuevos puestos de trabajo. Si la destrucción es mayor aparece una brecha que es el paro tecnológico”, ha explicado. “¿Díganme dos países lideres en esa disrupción?, ha preguntado a los asistentes. “Seguramente diríamos que Estados Unidos y el Reino Unido. Miro a ver el empleo y resulta que están en los niveles de mínimo paro desde la Segunda Guerra Mundial. Ambos están por debajo del 4%. Y veo otros países avanzados tecnológicamente y no les veo problemas a corto plazo”.

El problema radica en los salarios y en las condiciones del empleo, según Costas. “Tenemos delante y muy vinculado a la economía digital un problema de salarios y de condiciones del empleo. Este sería mi bisturí. De las siete grandes empresas por capitalización en este momento, seis son tecnológicas”, destaca el profesor. "¿Por qué ganan más? Estamos tratando con mucha tolerancia a lo que hoy son monopolios. Seguimos viendo a estas empresas con la mirada utópica de Silicon Valley, es decir, como las pequeñas empresas que nacieron en un taller. Pero resulta que tenemos delante empresas que son monopolios, que están utilizando sus beneficios excepcionales para comprar las pequeñas tecnológicas cuando despuntan y precarizando el empleo”, ha resaltado.

La economía digital es un desafío que no debe fomentar la desigualdad. “Porque es un disolvente poderoso del contrato social, del propio capitalismo y de la economía de mercado”, ha argumentado el autor de El final del desconcierto, durante el acto organizado en Valencia por la Asociación Valenciana de empresarios (AVE).