El Gobierno consiguió los dos tercios para aprobar el pacto fiscal y la reforma jubilatoria




Tras exhibir su sólida alianza con Cristina Kirchner en el acto de jura, Adolfo Rodríguez Saá y los senadores de La Cámpora buscaron frenar reformas de Mauricio Macri en la sesión de esta tarde, pero no lo lograron: el Gobierno y el el grueso del peronismo consiguieron los dos tercios para tratarlas hoy mismo y aprobarlas de madrugada.

Se trata de la ley previsional, cuestionada por la CGT, la de responsabilidad fiscal y el consenso federal, las dos últimas como parte de un acuerdo entre el Gobierno y 23 gobernadores.

Sólo se negó a firmar Alberto Rodríguez Saá, de San Luis, quien la semana pasada lo criticó en comisión y esta tarde siguió la sesión desde la segunda bandeja del palco.

Vio como su dupla de senadores intentó frustrar la sesión con viejas artimañas reglamentarias, como objetar que los proyectos no hayan pasado por la comisión de coparticipación federal.

"A este Senado le ha costado mucho recuperar su prestigio. Y ahora vemos gente afuera pidiendo que se voten las reformas", chicaneó Rodríguez Saá, en alusión de la marcha de los gremios en contra de las ley previsional y la laboral, congelada hasta nuevo aviso.



"Los proyectos no pasaron por la comisión de coparticipación federal porque se tratan de pactos interfederales. No hubiéramos tenido problema en aprobarlos", respondió un sorprendido Luis Naidenoff, flamante jefe del interbloque Cambiemos.

"¡Cómo que no! ¡Modifica impuestos que son coparticipables!", saltó a los gritos Liliana Negre de Alonso, la puntana que el 10 de diciembre abandonará el Senado tras 16 años.

Alteró a Michetti pidiéndole "leer el reglamento" y decidir por vía administrativa si los dictámenes eran válidos.

"Hay antecedentes: con el matrimonio igualitario el senador José Pampuro inhabilitó un dictamen. ¡Pichetto estaba!", recordó la puntana. "Les pido que no me falten el respeto", se ofendió la vicepresidenta.

El jefe del peronismo abundaba en gestos de fastidio hasta que se hartó y pidió la palabra: "Por favor: Que el oficialismo haga su trabajo. Explique los dictámenes y votemos", gritó.

"Yo no puedo hablar porque si no me retan", se excusó Michetti. El rionegrino se adelantó a un problema que se esperaba antes: como no se cumplió una semana de los dictámenes, habían falta dos tercios de apoyo para tratarlos y la sociedad Cambiemos-PJ los reunió antes de llamar a sesión.

"El Gobierno siempre hace todo mal. Estas leyes deberían haberse enviado en un solo proyecto", se quejó Pichetto.


Los puntanos, con aportes de kirchenristas como María de los Ángeles Sacnun y Marcelo Fuentes, sabían no impedirían los dos tercios y querían estirar el tiempo con excusas varias.
Cuando finalmente Michetti llamó a votar por avalar o no los dictámenes de hace 67 días el resultado fue favorable por 47 a 18. "Es un menos que los dos tercios", protestó Negre de Alonso.

Se opusieron los senadores cercanos a Cristina Kirchner, que volvieron a votar divididos a sus pares, un preludio del recinto que viene. Con peronistas y kirchneristas en veredas diferentes.