Represión y terror en la URSS, el terrible pasado que "no se puede eliminar ni justificar"



Rusia conmemoró este lunes el Día del Recuerdo de las Víctimas de la Represión Política, rindiendo homenaje a millones de personas afectadas por las campañas de terror en la Unión Soviética.

Un informe sobre la rehabilitación póstuma de un represaliado, 1988.

Rusia conmemoró el Día del Recuerdo de las Víctimas de la Represión Política, en el que se rinde homenaje a millones de personas sometidas a la represión injustificada, enviadas a campos de trabajos forzados y al exilio, o fusiladas durante las campañas de terror en la Unión Soviética.

Ese día, el presidente ruso, Vladímir Putin, inauguró en Moscú el 'Muro del Dolor', un memorial dedicado a las víctimas de la represión. "Recuerda", se lee en varios idiomas en un bajorrelieve con figuras humanas que simbolizan a los sobrevivientes y a los fallecidos, mientras que la plaza frente al muro está pavimentada con piedras traídas de diferentes campos de trabajos forzados, los Gulag.

Inauguración el 'Muro del Dolor', un memorial dedicado a las víctimas de la represión política en la URSS.


El mandatario ruso recordó que durante las campañas de represión y persecución políticas en la URSS "cualquiera podía enfrentarse a cargos inventados y absolutamente absurdos"; millones de personas "fueron declarados enemigos del pueblo, fusilados o mutilados", pasaron por el infierno de "las cárceles, de los campos de internamiento y del exilio".

En la víspera, miles de moscovitas participaron en el acto 'Retorno de los nombres', que se organiza por undécimo año consecutivo para leer en voz alta los nombres y las breves biografías de los represaliados a fines de la década de 1930.
¿Qué fue el Gran Terror?

Tras la Revolución de Octubre de 1917, hubo varias campañas de represión en la URSS, como el Terror Rojo —que se anunció después de la Revolución y causó unos 10.000 muertos—, o la llamada 'deskulakización', dirigida contra los campesinos más ricos ('kulaks') y sus familias, que fueron arrestadas, deportadas y ejecutadas.

Desalojo de una familia 'kulak' de un pueblo de la República Socialista Soviética de Ucrania, 1930. / RIA Novosti / Sputnik

Sin embargo, el pico de la represión y una campaña de terror sin precedentes ocurrió al final de la década de 1930, y en concreto entre 1937 y 1938, durante la llamada Gran Purga o Gran Terror.
¿Cuántas víctimas hubo?

Según datos oficiales, más de 1,5 millones de personas fueron arrestadas por cargos políticos ("crímenes contrarrevolucionarios"), de las cuales alrededor de 700.000 fueron fusiladas. Tan solo en Moscú fueron ejecutadas más de 30.000 personas.

No hay datos precisos sobre el número total de víctimas de las represiones políticas masivas en la URSS. Según la asociación Memorial, se trata de al menos 12 millones de represaliados, mientras que el Museo de Historia del Gulag estima su número en alrededor de 20 millones, y calcula que más de un millón de personas fueron asesinadas.
¿Quién, por qué y para qué?

Hay muchas explicaciones de por qué las represiones más masivas comenzaron precisamente en 1937. Entre ellas, a menudo se apunta al papel de la situación de la política exterior: la guerra en España, donde los comunistas estaban sufriendo derrotas contra el Ejército franquista; el fortalecimiento de la Alemania nazi y el presentimiento de una nueva gran guerra mundial. En ese contexto, en la URSS creció la manía de los espías y la búsqueda de enemigos internos.

Una importante característica del terror político soviético de finales de la década de 1930 fue su irracionalidad e imprevisibilidad. Si bien había categorías de ciudadanos que corrían más peligro, cualquier persona podía ser arrestada: de barrenderos a conductores, pasando por amas de casa, atletas y artistas.

Miembros de la asociación Memorial frente a un estand en memoria a los represaliados ilegalmente en la URSS, 1989. / RIA Novosti / Sputnik

Solo un porcentaje muy pequeño de los arrestados participaban realmente en algún tipo de actividad indeseable desde el punto de vista del partido. Todos los demás pertenecían a la mayoría respetuosa con la ley.

Sin embargo, como la investigación a menudo implicaba el uso de la tortura (violencia física, amenazas a las familias, etc.), el porcentaje de los 'confesores' era cercano al 100 %. Estas confesiones eran el argumento más importante a favor de la culpabilidad de una persona, junto con el testimonio de conocidos y colegas del acusado que ya habían sido arrestados o fusilados. "Cuando era niño, me conmocionaba cuando hojeaba alguna revista y me encontraba con figuras tachadas o cabezas pintadas con tinta. Saben, no se podía tener fotos de los 'enemigos del pueblo' en casa, y tenías que estar muy atento a esto, porque si venían a tu casa y veían que en alguna parte de la revista 'Ogoniok', por ejemplo, había una fotografía de un represaliado, entonces serías el siguiente" El escultor Gueórgui Frangulián, autor del 'Muro del Dolor', a RIA Novosti

La noción del 'enemigo del pueblo' entró en la vida cotidiana de los soviéticos. Las esposas y los hijos de los 'enemigos del pueblo' se enviaban a los campos de internamiento o, en caso de los niños, a los hogares infantiles de régimen especial.
¿Había absoluciones?

La propia naturaleza de las investigaciones en 1937 y 1938 no suponía la absolución. El acusado no tenía derecho a un abogado ni a una revisión del caso. Además, muy a menudo las sentencias se aplicaban el mismo día de la decisión del juzgado o de la 'troika': comisión de tres personas que servía como instrumento para el castigo extrajudicial.

Exreclusos políticos participan en una manifestación dedicada a la inauguración de un monumento a las víctimas de la represión política, Moscú, 1990. / RIA Novosti / Sputnik
¿Qué opinan los rusos hoy?

Hoy en día, dos tercios de los rusos (65 %) opinan que la persecución masiva de los años 1930-1940 fue una política de los dirigentes del país, mientras que un 22 % creen que provenía de los trabajadores del partido, los agentes del orden público y los ciudadanos comunes, de acuerdo con los resultados de una encuesta realizada por el Centro de Investigación de Opinión Pública de Rusia.

La mayoría de los encuestados (71 %) está de acuerdo con que la represión fue masiva y que afectó a un gran número de personas inocentes, mientras que solo el 13 % de la población cree que afectó a unas pocas personas. "Este terrible pasado no se puede eliminar de la memoria nacional. Y mucho menos justificar en nombre de un supuesto bien supremo del pueblo" Vladímir Putin, presidente de Rusia

De hecho, en la opinión de la mayoría de los rusos (53%), la represión afectó, ante todo, a personas inocentes. El 31% de los encuestados cree que las víctimas eran los oponentes de Stalin, y el 19% señalan que eran los opositores al orden social de la URSS.

Para un 41%, la característica principal de las represiones fue la violación de los derechos humanos, mientras que el 21% apuntan a la crueldad excesiva de las persecuciones, y un 18%, a la injusticia.

Centenares de personas con velas y retratos de los muertos en los campos de Stalin, así como sobrevivientes de los Gulag, en el día de la inauguración de un monumento a las víctimas de la represión política en Moscú, 1990.

Mientras tanto, "la figura de Stalin sigue siendo una de las más controvertidas en la historia rusa del siglo XX", y la evaluación de su contribución al desarrollo del país es "ferozmente controvertida y divide a la sociedad", subrayó Valeri Fiódorov, director general de Centro de Investigación.

En lo que sí coinciden los rusos, agregó Fiódorov, es en que las represiones masivas "eran infundadas e injustas, y sus víctimas necesitan rehabilitación".