Facebook, Twitter, YouTube e instagram deberán revelar quien paga


Proyecto de ley bipartidaria en Senado.

Colosos web activan lobby



Presidente Donald Trump

 Las interferencias rusas en las presidenciales de Estados Unidos a través de Facebook, Twitter y Google se volvieron un "boomerang" para estos gigantes de la web, pues un nuevo proyecto las obliga a rendir cuentas de quiénes pagan las publicidades políticas, igual que los medios tradicionales.
Así lo prevé un proyecto de ley bipartidario, republicano y demócrata, presentado hoy en el Senado.
Entre los firmantes republicanos figura el senador por Arizona, John McCain.
Se trata de la primera tentativa del Congreso estadounidense para reglamentar la propaganda política en la web.
En la mira las redes sociales, que tras ser alabadas como clave de innovación, democracia y crecimiento económico, ahora deben enfrentar crecientes críticas de ambos lados del Atlántico por sus silencios sobre spots rusos y también retrasos contra la propaganda terrorista, tráfico sexual, evasión fiscal, ausencia de privacidad y ambiciones monopólicas. Las grandes firmas de Silicon Valley, hasta ahora libres de toda forma de control, movilizaron a un ejército de "lobbistas" para mover influencias y abogados para limitar los posibles daños y tener voz en la futura normativa, afirmó New York Times.
Entre los consultores figura, paradójicamente, un exconsejero de campaña de Hillary Clinton, Marc Elias, que ayudó a Facebook y Google a obtener de la Comisión Electoral Federal la exención de la obligación de revelar los patrocinantes de publicidades políticas, sosteniendo que sus plataformas eran muy pequeñas.
En cambio, como surge de las investigaciones, los rusos usaron ampliamente estas plataformas para difundir mensajes divisorios, luego aprovechados durante la última campaña presidencial por Trump en desmedro de Hillary.

El nuevo proyecto de ley apunta a "prevenir que actores extranjeros influencien en nuestras elecciones asegurando que las publicidades políticas contemplen las mismas reglas que las vendidas en televisión, radio y señal satelital".
Los gigantes de la web están listos para levantar las manos, invocando las dificultades, no sólo técnicas, de identificar los mensajes de naturaleza política, pero el camino parece señalado.

El Congreso se moviliza mientras el Rusiagate sigue siendo una espina en el flanco para Trump, que hoy volvió a generar polémica en Twitter poniendo en duda la lealtad del accionar del FBI en el tema: "Rusia, el FBI o los demócratas (o todos)?", preguntó. En otro tuit el magnate republicano acusó a Rusia de "mandar millones a la Fundación Clinton" y a los medios mentirosos ("fake media") de no querer cubrir la "historia más grande", o sea "el acuerdo sobre uranio al que (Hillary) Clinton contribuyó con el conocimiento de la administración Obama".
Sin embargo, la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, considerada una de las más fieles a Trump, no tuvo la menor duda sobre las interferencias electorales rusas, a las que comparó con una "guerra".