Arresto domiciliario para Manafort

Exjefe de campaña se entregó al FBI. otros dos imputados

Fiscal especial del Rusiagate, Robert Mueller, incrimina a Paul Manafort, arresto domiciliario.

El exjefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, fue puesto bajo arresto domiciliario luego de ser incriminado en el marco de la investigación en el caso denominado Rusigate al igual que su ex socio Rick Gates.
De este modo, la nube del Rusiagate que Trump quería disipar vuelve a colocarse sobre la Casa Blanca como un huracán que amenaza a la presidencia misma. Y probablemente oscurezca al magnate en una semana crucial, en la que tendrá que nombrar al presidente de la FED (banco central) y viajar a Asia, mientras los republicanos presentan el plan para el recorte de las tasas.

A cinco meses de su nombramiento, el fiscal especial de Rusiagate, Robert Mueller, realizó así las primeras imputaciones que hacen temblar a Trump.
La investigación de la trama rusa, que busca esclarecer si hubo coordinación entre el equipo electoral de Trump y el Kremlin para influir en las elecciones presidenciales, entró justamente este lunes en el terreno de las acusaciones formales señalando a quien fuera uno de los hombres fuertes de Trump, Manafort. El exdirector de campaña, de 68 años, se entregó al FBI junto Gates, de 46, para responder por una docena de delitos que incluyen la conspiración contra Estados Unidos (por ocultar sus actividades y sus ingresos) y el lavado de dinero.
Los cargos no se refieren a la campaña electoral, sino que se centran en la asesoría a un político ucraniano afín al presidente ruso, Vladimir Putin. En tanto, la confesión de otro asesor de Trump, George Papadopoulos, sí abona las sospechas de connivencia: admitió contactos con una persona cercana al Kremlin que le prometía perjudicar a la candidata demócrata a la presidencia Hillary Clinton y se declaró culpable de haber mentido al respecto.
Tanto Manafort como Gates se declararon, pocas horas después, frente a la jueza federal de Washington Deborah Robinson, como "no culpables" de los 12 delitos de imputación que, en caso de condena, podrían costarles de 70 a 80 años de cárcel y decenas de millones de dólares de multas.
El fiscal obtuvo para ellos el arresto domiciliario e hizo que la jueza fijara una fianza de 10 millones de dólares para Manafort y de 5 millones para Gates, según informaron medios locales Las acusaciones que van desde 2006 hasta 2017 son fuertes, aunque nadie está directamente relacionado con la campaña electoral: conspiración contra Estados Unidos, reciclaje, omisión de registros como agentes extranjeros, cuentas bancarias no declaradas en entidades extranjeras, declaraciones falsas y engañosas. En particular, su actividad de asesoramiento no fue declarada al controvertido presidente ucraniano pro-ruso Viktor Ianukovich, depuesto en 2014 por la revuelta de Maidan, y para su partido en la región, con grandes pagos en negro. Las cuentas en el extranjero de Manafort, según la acusación, representan más de 75 millones de dólares, de los cuales más de 18 fueron reciclados, mientras que Gates transfirió más de 3.
Por ahora, no existe un vínculo entre la conexión pro-rusos con Manafort y su papel como estratega de campaña de Trump.

"Lo siento, pero todo esto se remonta a una década atrás antes de que Paul Manafort formara parte de la campaña de Trump", escribió en su cuenta de Twitter el presidente estadounidense, reiterando que no hay "ninguna colusión" con Moscú y preguntándose "por qué el centro de atención ¿No son la corrupta Hillary y los Dem (ocratas)?".
"Nada que ver con el presidente o la campaña electoral", se hizo eco la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.

"No estamos preocupados, todos son episodios que no conciernen a la campaña", dijo por su parte Jay Sekulow, abogado de Trump, asegurando plena cooperación y que el presidente no tiene intención de despedir a Mueller ni interferir con la investigación.