Se prorrogó por 4 años la ley que otorga tierras a los pueblos originarios

Lo aprobó el Senado. El macrismo pidió que sea por 18 meses, pero no tuvo apoyo ni en su bloque.



Cambiemos no logró ablandar a la oposición y aprobó en el Senado la prórroga por cuatro años de la ley emergencia de pueblos originarios, sancionada en 2006 para identificar a las comunidades aborígenes y garantizarle la propiedad de sus tierras.


El oficialismo quería extender el plazo por sólo un año y medio y así lo propuso Ernesto Martínez, durante el debate en particular.

Pero sólo obtuvo 4 votos, o sea, no lo respaldaron ni sus compañeros. "Si mi bloque no me acompaña no voy a proponer más nada", se indignó el senador macrista.

Habían pasado tres horas de debate y la sensación de que Cambiemos aprobaría la prórroga por cuatro años, propuesta por la camporista Anabel Fernánez Sagasti y la pampeana Norma Durango.

"Queríamos prorrogar esta ley por dos año y medio, que es el tiempo que el Gobierno dice necesitar para hacer el relevamiento de los pueblos originarios. Pero si cumplen, a lo mejor antes de los cuatro años puede terminarse", dijo el radical Ángel Rozas, que ayer anunció su renuncia a la jefatura de bloque.

También contó que Federico Pinedo había propuesto crear un consejo federal con representantes de todas las provincias para acelerar el relevamiento y garantizar que termine en un año y medio.

No lo logró: en el Frente para la Victoria-PJ se impuso la idea de prorrogar la ley por cuatro años y esta vez Miguel Pichetto no quiso exponer sus internas.

"Quiere crear un enemigo interno que no existe. La única violencia que existe es la institucionalidad, insaturada desde el Ministerio de Seguridad, porque este modelo no cierra sin represión. Y seguimos preguntando ¿Dónde está Santiago Maldonado?", gritó Fernández Sagasti.


Las comunidades aborígenes acamparon desde el lunes en la plaza del Congreso y Marcos Peña de inmediato anticipó que se prorrogaría la ley, pero nunca dijo por cuanto tiempo. Esta tarde llegaron al Congreso nutridas columnas de partidos de izquierda.

En ese clima, los senadores de Cambiemos aclararon una y otra vez que nunca pensaron en ignorar el tema, pero que la ley exige una sondeo de los pueblos originarios y no tiene sentido prorrogarla eternamente.

"En 11 años de la ley sólo se relevó el 30% de las comunidades aborígenes. Un derecho se consagra cuando se puede materializar", sostuvo el radical Luis Naidenoff, formoseño, tierra de la comunidad toba.

Pino Solanas explicó que las tierras ocupadas por los indígenas son ahora reclamadas por actividades extractivas y le apuntó al periodismo:.

"No queremos más desalojos ni desapariciones forzadas como la de Maldonado. No queremos más campañas amarillas con comunicadores y periodistas de prestigio pintados de amarillo para desinformar sobre las causas del conflicto. Esto no le hace bien a la Argentina", dijo el cineasta.

Pichetto admitió que en su bloque se había impuesto la idea de prorrogar la ley 4 años, pero admitió diferencias. "Para mí no existe la tierra sagrada en Argentina. No puede haber ningún espacio argentino que no esté bajo la jurisdicción de las autoridades. Eso no es tolerable desde el punto de vista de la lógica constitucional", remarcó.



Y aludió al grupo Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). "Seguro que la mayoría de la comunidad mapuche no comparte esa violencia".