La maquinaria 4.0 de Putin juega a favor de los catalanes

Rajoy se reúne el martes con Trump y espera su respaldo contra los secesionistas.
Moncloa





La maquinaria fusa que ayudó a Trump se puso a funcionar a pleno en Cataluña.

Tras campañas encubiertas a favor del Brexit, Marine Le Pen y la ultraderecha alemana, el Kremlin encontró en el independentismo catalán otra oportunidad para consolidar su influencia internacional.

En esa faena, según El País, tuvo la ayuda de dos destacados militantes cibernéticos : Julian Assange y Edward Snowden, ambos bajo el paraguas de Rusia. El creador de Wikileaks no se quedó callado ante la denuncia de El País, al que trató sin vuelta de órgano de propaganda del establishment español.

Una delicadísima situación seguramente sea abordada en la visita a la Casa Blanca que el primer ministro Mariano Rajoy, realizará el próximo martes. Será su primer encuentro en ese marco con Donald Trump, quien también lidia con los rusos, aunque en su caso por una excesiva cercanía a Putin.

Rajoy espera que el republicano se pronuncie públicamente contra la desconexión catalana, como hizo Obama durante una visita del rey Felipe VI.

No parece una coincidencia que RT, un medio financiado por el Gobierno ruso, esté empleando su portal en español para difundir noticias sobre la crisis catalana con un sesgo favorable a su independencia.

Según relevó El País, desde el 28 de agosto ha publicado 42 noticias sobre la crisis en Cataluña, algunas con titulares incorrectos como "La UE respetará la independencia de Cataluña, pero tendrá que pasar un proceso de adhesión".

Al mismo tiempo, RT viralizó un tuit de Assange en el que pronosticaba "el nacimiento de Cataluña como país o una guerra civil".

El creador de Wikileaks se ha convertido, de hecho, en el principal defensor internacional de la independecia catalana.

Datos de Audiense, una plataforma de análisis social, revelan que solo en septiembre Assange ha obtenido casi 940.000 menciones en Twitter, la inmensa mayoría con hashtags sobre la independencia catalana.



Un ejército de robots



En una semana en que la justicia y el Gobierno han desarmado la logística del referéndum, el tuit con mayor influencia en el mundo sobre el asunto, según la herramienta de medición NewsWhip, fue una publicación de Assange del 15 de septiembre a las 18.46: "Pido a todo el mundo que apoye el derecho de Cataluña a la autodeterminación. A España no se le puede permitir que normalice actos represivos para impedir que se vote".



Que un mensaje se viralice de forma tan rápida, casi vertiginosa, obedece a la intervención de bots o perfiles falsos programados simplemente para dar eco de forma automática a mensajes determinados. Un análisis pormenorizado de una muestra de 5.000 seguidores de Assange en Twitter, facilitada por TwitterAudit, revela que un 59% de estos son perfiles falsos.

Esta semana, a la causa de Assange se unió Edward Snowden, ex analista de inteligencia norteamericano, prófugo en su país y asilado en Rusia.

El 21 de septiembre, a las 17.05, Snowden escribió en Twitter: "La represión de España sobre las afirmaciones incómodas, la política y las manifestaciones en Cataluña son una violación de los derechos humanos".

La idea básica es emparentar las acciones que está tomando Rajoy para impedir el referéndum, con una dictadura.

Uno de los tuits de Assange con mayor repercusión incluyó un enlace a un artículo de un firme aliado de la perspectiva rusa en EE UU: Justin Raimondo, director del sitio web AntiWar y activista antiglobalización que ha apoyado a Trump. El artículo se titula "Cataluña: ¿Una plaza de Tiananmen española?" y compara las protestas en Barcelona con las que el régimen chino reprimió en 1989, con centenares, si no miles, de muertos.

"A lo que Occidente se enfrenta es a la posibilidad de un incidente similar al de la plaza de Tiananmen en su corazón, un acto de violencia que, en lugar de reafirmar la legitimidad de las autoridades de Madrid, las deslegitimaría con rapidez a los ojos no solo de sus ciudadanos sino del mundo entero. Cataluña se convertiría en la reencarnación del hombre frente al tanque y las autoridades de Madrid, los déspotas de Pekín", sostuvo Raimondo.



Precisamente fue Assange quien el 9 de septiembre usó la célebre imagen de las protestas en China en 1989, con un hombre solo frente a una fila de tanques en plena calle, con el lema: "España, esto no funcionará en Cataluña".

Assange tuiteó y retuiteó el artículo de Raimondo en cuatro ocasiones, logrando 4.078 retuits de forma casi inmediata.

Luego, perfiles anónimos de Twitter con miles de seguidores que suelen dedicarse a promover propaganda rusa emplearon esa misma comparación entre Barcelona y Tiananmen.

También difundieron la comparación entre Barcelona y Tiananmen académicos europeos en la órbita rusa como Richard Wellings (@RichardWellings, 16.100 seguidores), comentarista habitual en RT y Sputnik. Wellings trabaja para un think tank afincado en Londres de nombre Institute of Economic Affairs, que ha publicado artículos como "No hay pruebas de que Trump haya conspirado con Rusia".



Los ejércitos 4.0 de Putin operan con el mismo patrón: viralizan mensajes y noticias para exacerbar una crisis en EE UU o Europa, algo que acaba beneficiando la posición de Moscú.



Uno de los más populares es DisobedientMedia.com, que se presenta bajo la apariencia de un sitio web de periodismo de investigación, pero que se ha dedicado a promover todo tipo de teorías conspirativas como la que relacionaba a Hillary Clinton con una red de pederastia. Según ha revelado el think tank Atlantic Council, los empleados de ese diario han difundido también noticias falsas en la campaña alemana, como que Angela Merkel permitió la entrada de yihadistas del ISIS en Europa para lograr mayor poder militar.



Ahora ese mismo medio y esos mismos empleados se han lanzado a difundir información sobre la crisis catalana, muchas veces interactuando con el propio Assange.

El 15 de septiembre publicaron una noticia en la que hacían afirmaciones como que la anulación del referéndum ha puesto en duda la permanencia de España en la UE, que el Gobierno español ha restringido la libertad de prensa o que Amnistía Internacional ha condenado que no se pueda celebrar la votación sobre la independencia.