JP Morgan desaconseja invertir en España por Cataluña: "Mejor comprar deuda portuguesa"


Referéndum Cataluña 1-O




En el documento, que ayer recogió Bloomberg, los analistas de JP Morgan también advierten de que, hasta el momento, la reacción del mercado ante el referéndum del próximo 1 de octubre ha sido muy tibia.

"La crisis constitucional que sufre España como consecuencia del separatismo de Cataluña se está analizando con cierta complacencia por parte de los inversores, que deberían estar tomando posiciones bajistas", exponen desde el mayor banco de Estados Unidos.

El texto también adelanta que se producirá un contagio hacia la deuda corporativa, con repuntes de entre 10 y 15 puntos básicos, y ofrece algunos nombres propios como Gas Natural, Repsol o Iberdrola.

"Cataluña supone una quinta parte del conjunto de la economía de España", prosigue el documento de JP Morgan en un intento por explicar a sus clientes la importancia del órdago e, incluso, habla de huelgas y desobediencia civil. Todo ello, concluye, puede afectar de manera directa a las compañías con intereses en Cataluña.

Esos efectos negativos, al menos en términos de cotización, ya se dejaron notar ayer en CaixaBank o Banco Sabadell. En un día negativo para el conjunto de la banca, la entidad presidida por Jordi Gual sufrió una importante caída de casi un 4% y fue el peor valor de la jornada. Sabadell, por su parte, se dejó algo más de un punto y BBVA, con una gran presencia en la comunidad autónoma catalana, cedió casi un 2%.

"El castigo ha sido especialmente duro para la entidad catalana CaixaBank. En esta semana previa al 1 de octubre y en los días posteriores es de prever que crezca la volatilidad en este valor y en Sabadell. Este último se ha dejado un 1,1% a pesar de que HSBC le ha dado un voto de confianza al fijar su precio objetivo en los 2,04 euros", explicaban ayer desde Self Bank.

Todo ello hizo que el Ibex cediese cerca de un 1% y se quedase a las puertas de perder los 10.200 puntos en una sesión en la que el resto de plazas de Europa cerraron casi planas, lo que evidencia que «la incertidumbre política en España sigue abriendo la brecha entre el Ibex y el resto de índices europeos», añaden en Self Bank.

Y la prima de riesgo, a pesar de esa complacencia que cita JP Morgan, también repuntó y se quedó cerca de los 120 puntos básicos. Así, en las últimas cuatro jornadas ha subido ya algo más de 10 enteros.

Las advertencias, tanto del mercado como de los analistas e inversores, están por lo tanto incrementando en la misma medida en la que se acerca el 1-O. Otro ejemplo de ello es la entrevista que Carlos Perelló, director general de Natixis para España y Portugal, concedió el pasado fin de semana a Expansión y en la que afirmó que «ni a nuestros socios ni a Natixis nos parece una decisión muy racional invertir capital en proyectos similares en Cataluña a pesar de que ofrecen rentabilidades muy superiores. Esto es por la situación política».

A ello, Perelló añadió que «si la situación se pone tensa, con violencia en las calles y enfrentamiento entre diferentes cuerpos policiales, España entera se cerrará de inmediato a toda la inversión extranjera y será una decisión instantánea».
Guindos también avisa


Por su parte, el ministro de Economía, Luis de Guindos, que la semana en las páginas del Financial Times habló de una posible "reforma del sistema de financiación" si los planes de independencia cesan, ayer advirtió de las graves consecuencia económicas que para la región tendría una hipotética ruptura con España.

"La independencia sería un suicidio desde el punto de vista económico, financiero, pero también desde el punto de vista de la convivencia de los catalanes, y el Gobierno no va a dejar que eso ocurra", afirmó De Guindos en la conferencia Retos y oportunidades de la economía española que ofreció en Zaragoza.

Según informa Europa Press, el responsable de la cartera de Economía recordó que las exportaciones son el 75% del Producto Interior Bruto (PIB) en Cataluña, y que éstas quedarían sujetas a un arancel en caso de que se independizara que, por ejemplo en el sector del automóvil, sería de hasta un 10%.

Guindos añadió que cualquier territorio de un Estado que se separa queda fuera «inmediatamente» de los tratados internacionales firmados por el país al que pertenecía, lo que supondría, según sus palabras, que Cataluña perdería el euro.

El siguiente paso, desgranó Guindos, sería que el nuevo país catalán tendría que acuñar su propia moneda, "que estaría muy devaluada respecto al euro", formar su propio banco central y afrontar una importante contracción del crédito.

Además, el nuevo Gobierno sería "muy radical", lo que a su entender tendría consecuencias "muy negativas". Por todo ello, el también ministro de Competitividad e Industria concluyó que no contempla un escenario en el que la comunidad autónoma esté fuera del país y ocurran todas estas circunstancias.