Standard & Poor's le pidió al Macri que aplique el ajuste después de las elecciones

Standard & Poor's remarcó que se deben eliminar los subsidios de los servicios públicos si se quiere alcanzar la meta de inflación del 5 % anual para 2019.


Además, indicó que el mejor momento para realizar la medida es después de las elecciones del 22 de octubre.


La calificadora de riesgo crediticio Standard & Poor's considera que para que el Gobierno de Mauricio Macri tenga alguna chancede alcanzar la meta de inflación del 5% pautada por el Banco Central para 2019 “debe eliminar los subsidios fiscales a los servicios públicos”. Y subraya que “hacer esto más temprano que tarde, eliminaría simultáneamente la represión artificial de la inflación, reduciría el déficit fiscal y facilitaría el reajuste del tipo de cambio real, preparando así el terreno para el establecimiento de metas de inflación más creíbles”.

En abril de este año S&P elevó la calificación crediticia de la Argentina al nivel B (dentro de la zona considerada “especulativa” y cuatro escalones debajo de la calificación “grado de inversión”). Alcanzar la categoría “grado de inversión” le permitiría a la Argentina endeudarse a tasas de interés mucho más bajas que las actuales.

En línea con los observadores locales, el informe de S&P dice que la fortaleza política del Gobierno aún es insuficiente como para encarar una movida de alto impacto -de shock- como la que reclama S&P, por lo que la calificadora concluye que “el mejor momento para ejecutar este y otros ajustes complementarios de las políticas es inmediatamente después de la elección del 22 de octubre”.

El trabajo va al grano desde su título: “A pesar de sus encomiables esfuerzos, el Banco Central de Argentina no está listo aún para establecer una meta creíble de inflación” y está firmado por el economista jefe de S&P para América Latina, el argentino Joaquín Cottani, quien formó parte, en los 90, del primer equipo económico del ex ministro Domingo Cavallo. Cottani fue en esos años subsecretario de Financiamiento.

Cottani se hace eco de los analistas locales quienes, dice, “se quejan de que la administración Macri tomó una decisión consciente desde el inicio de su periodo para abordar los problemas fiscales de forma gradual y ahora está pagando las consecuencias”.

Sobre esto, Cottani dice: “Estamos de acuerdo con esta evaluación. El déficit fiscal es grande en Argentina por muchas razones. Pero el principal factor es el subsidio a los servicios públicos,particularmente electricidad, gas natural, y transporte público, que debería haberse abordado de forma más decisiva. Si se eliminaran estos subsidios, el déficit primario prácticamente desaparecería de la noche a la mañana.” En otras palabras, el economista parece claramente alinearse con los que piden menos gradualismo y más shock.

Cottani afirma que “la administración Macri intentó revertir estas tendencias -de elevado déficit fiscal- pero no logró mucho, debido en parte a la resistencia social y política y por otra a la falta de voluntad política. Este último fue un riesgo calculado ya que subvaluar el costo de estos productos ayuda a reducir la inflación en el corto plazo a expensas de crear mayor incertidumbre futura”.

Para bajar en forma consistente la inflación y estabilizarla en el 5% anual, Cottani dice que“es probable que la administración Macri tenga que flexibilizar sus metas de inflación. Esto es necesario para darle lugar a los significativos aumentos que se necesitan en los precios regulados y en el precio del dólar. Aumentar el precio de la electricidad, del gas natural, y del transporte público, de modo que los subsidios fiscales ya no sean necesarios, acabaría con el déficit primario, lo que en combinación con una política monetaria más relajada, facilitaría la depreciación del peso a un nivel más competitivo consistente con un equilibrio de largo plazo (interno y externo).Con certeza, esto aceleraría la inflación en el corto plazo y daría lugar a costos políticos y sociales asociados. Pero estos costos son inevitables, por lo tanto, no se trata de si es necesario afrontarlos, sino más bien de cuando hacerlo. Mientras tanto, eliminar los temas pendientes de servicios públicos subvaluados y de un dólar subvaluado, ayudará a reducir las expectativas inflacionarias en adelante, haciendo más creíble cualquier nueva meta de inflación en comparación con las actuales”.