El ocaso de la mayor fábrica de puestos de trabajo de la Argentina

 
En la Feria la Salada, funcionaban, (funcionan?) 4 ferias: Punta Mogote, (así sin s) la de Jorge Castillo, Antonio Corrillo Torres y la familia Presa,  Urkupiña de Quique antequera y Mary Rojas (viuda del asesinado fundador), Ocean administrado por una cooperativa, y hoy intervenida judicialmente y la feria de Virgilio, la de la calle.

En esas 4 ferias, más allá de la mitología Castillesca, funcionaban 12 mil puestos, con un promedio de 12 puestos de trabajo directos en cada puesto (vendedores, fabricantes etc), lo que significa 144 mil puestos de trabajo directos, y digamos otro tanto indirectos. 300.000 puestos de trabajo.



A la feria llegaban en 2013, para tomart un año 120 micros por feria, hoy llegan 40. El 30% de los puestos está cerrado y las ventas cayeron un 40%.




El negocio de Castillo no era vender ropa, el negocio de Castillo, era un negocio inmobiliario, el alquilaba el puesto y te cobraba además de alquiler, un bono por limpieza, uno por seguridad, un por publicidad y otro por reformas. Las Empresas de limpieza, seguridad, publicidad y reformas adiviná de quien son.




Alrededor de la Salada en Ingeniero Budge, la zona más caliente del conurbano inserta en Cuartel Noveno, Lomas de Zamora, viven y operan múltiples bandas que constantenente desafiaban a Castillo, Antequera y demás caciques, para quedarse con espacios para puestos. Hoy se están quedando con esos lugares.


El miedo se siente, no es lo mismo. Incluso, más que miedo, la incertidumbre de no saber qué es lo que va a pasar. Con Castillo detenido, el manejo de la Feria es controlado por las segundas y terceras líneas de la estructura, que todavía responden a él. "Acá el tema es que no se sabe cuánto van a poder soportar los tipos de Castillo, con él y su familia preso. Afuera están Los Cucos y otras bandas que quieren entrar, si esto no se sigue de cerca va a ser una batalla", explicó otros de los puesteros, que no quiso dar su nombre.

Esas bandas armadas están canibalizando la feria y volviendo intransitable las inmediaciones.

El secreto de Castillo consiste en 2 factores; seguridad e infraestructura. En La feria la gente podía hablar por celular, sacar plata, caminar con la familia, y cientos de cámaras y guardias, conducidos con manu militari imponían una política de "broken windows" a lo Giuliani. Además funcionaba el aire acondicionado, escaleras mecánicas, plasmas y buena señalética.

Hoy la Feria está caída, cada vez va menos gente, cada vez se vende menos y cada vez genera menos puestos de trabajo. Lo que eran proyectos de Pyme, que había que orientar y darles upgrade, se transforma en una ciudad fantasma, como esas ciudades donde cierra la fábrica que daba trabajo a todos.