May selló un pacto para gobernar en minoría

Acuerdo con los unionistas de Irlanda del Norte

Con 10 diputados más del ultraconservador Partido Unionista Democrático (DUP) de Irlanda del Norte, la primera ministra británica se aseguró el respaldo en el Parlamento y consolidó al Partido Conservador para llevar adelante la salida del Brexit.


Imagen: AFP


Después de la dura derrota electoral que sufrió el 8 de junio, la primera ministra británica, Theresa May, llegó a un acuerdo para gobernar en minoría con el apoyo del ultraconservador Partido Unionista Democrático (DUP) de Irlanda del Norte. Si bien no se trata de una coalición formal, May se asegura el respaldo en cuestiones clave en el Parlamento a cambio de la financiación adicional de 1.000 millones de libras para Irlanda del Norte en dos años.

Dos semanas después de haber perdido la mayoría parlamentaria, el Partido Conservador se aseguró el acompañamiento de diez diputados del DUP en las votaciones sobre presupuesto, seguridad nacional y, sobre todo, confirmó su apoyo para el tramo final de las negociaciones con la Unión Europea sobre el Brexit, uno de los grandes interrogantes después del revés que sorprendió a May, quien había anticipado las elecciones para ampliar su mayoría absoluta, ante un Parlamento que cuestionaba su modo de encarar la salida de Gran Bretaña de la UE.

En medio de los pedidos de renuncia contra la primera ministra, los 317 diputados de los que disponen los conservadores, sumados a los del DUP, le darán más de la mitad de los escaños a May y le permitirán formar el gobierno en minoría, que ya había sido autorizado por la reina Isabel II.

A cambio del apoyo del DUP, May accedió a garantizarle a Irlanda del Norte financiamiento por 500.000 libras, que se suman a los otras 500.000 libras ya anunciadas, para invertir en infraestructura, salud y educación en ese territorio. La líder del DUP aseguró que el espíritu de su partido al negociar este acuerdo, muy criticado por la oposición laborista y por los otros partidos norirlandeses, ha sido "favorecer el interés nacional" y afianzar un Gobierno nacional "estable" en un momento "clave" para el país.

La primera ministra, por su parte, quiso tranquilizar a quienes creen que esta decisión equivale a tomar partido dentro del conflicto político interno de Irlanda del Norte, a favor de los protestantes unionistas, quienes pugnan con los republicanos católicos para preservar los lazos con el Reino Unido. “Seguiremos gobernando respetando los intereses de todas las partes”, expresó May, quien además resaltó: “Este acuerdo nos permitirá trabajar juntos en el interés de todo el Reino Unido y nos dará la certeza que necesitamos al iniciar nuestra salida de la Unión Europea".