Ya en Campaña, Bullrich quiere educación religiosa en todas las escuelas


Tras afirmar que quiere ser "una gota del sudor de Sarmiento", el ministro puso en duda la educación laica.
El ministro de Educación, Esteban Bullrich, abrió una nueva polémica, esta vez al mostrarse a favor de imponer la educación religiosa en todas las escuelas, poniendo en duda la tradicional educación laica.
"Vendría muy bien que todas las religiones tengan su espacio" en las escuelas, afirmó el ministro en una visita a Corrientes, donde un sacerdote le reclamó "que volvamos a impartir la educación católica en las aulas" porque "hemos sacado a Dios de nuestras vidas".
El ministro le dio la razón. Dijo estar "convencido que las enseñanzas del Evangelio deben ser aprendidas, el ejemplo de Jesús debe ser aprendido", aunque aclaró que "también el ejemplo de Mahoma, las enseñanzas del budismo y el hinduismo, otras religiones también para crecer juntos reconociendo al otro".  

"Por más que soy católico, trato de ser un apóstol y buen discípulo, sí creo que en las escuelas debemos enseñar otras religiones también, que también tienen lecciones para aprender", insistió Bullrich. "Reconocer al otro es educar y si hacemos eso, la luz, no solamente la del cirio pascual, sino la luz de la educación va a brillar más fuerte que nunca", agregó el funcionario, que incluso citó un versículo del Evangelio.
Lo curioso es que un rato antes de su proclama en favor de la educación religiosa, Bullrich había afirmado tras un acto con Mauricio Macri en la Casa Rosada que pretendía ser como Domingo Faustino Sarmiento, el principal promotor de la educación laica en Argentina.
"Quiero ser una gota del sudor de Sarmiento", exageró el ministro, en referencia al ideólogo de la ley 1420 de educación laica, gratuita y obligatoria, sancionada durante el gobierno de Roca. Esa norma fue derogada en 2015.

Bullrich es el elegido de Macri y María Eugenia Vidal para encabezar la lista de senadores bonaerenses y ya le avisó a su equipo que dejará el ministerio. En las últimas semanas, el ministro quedó en el centro de las críticas por no intervenir en el conflicto docente.