Volvió Griesa: obliga a alcanzar un acuerdo final

Por Carlos Burgeño

Busca que la Argentina, Euroclear y cinco fondos residuales aún acreedores se sienten ante el special master y negocien de manera definitiva.

A casi un año de haberse cerrado casi definitivamente el "juicio del siglo" entre la Argentina y los fondos buitre y holdouts volvió a actuar Thomas Griesa. El juez de Nueva York citó a las partes, cumpulsivamente, a reunirse nuevamente con el special master Daniel Pollack para que se retomen las negociaciones inconclusas y se llegue a un acuerdo final. El magistrado, en un escueto mandato firmado ayer, ordenó al Gobierno argentino, al Euroclear Bank y a cinco fondos acreedores (el HWB Victoria Strategies Portfolio, Drawrah Limited, NW Global Strategy, Schmidt y el U.V.A. Vaduz) a negociar un acuerdo final que cierre las causas. En el caso de Euroclear se deben definir las responsabilidades finales de cada una de las partes como consecuencias paralelas del juicio. Es decir, quién terminará pagando las costas en los juicios paralelos en los que la Argentina y el banco estuvieron cruzados. En el caso de los cinco acreedores, Griesa quiere que se firme un acuerdo similar al que se cerró en abril del año pasado y que determinó el principio del fin del default.

En todos los casos el juez habla de la necesidad de recurrir a Pollack y negociar salidas finales a las causas, y explica puntualmente que la causa no estará cerrada hasta que se firmen todos los acuerdos aún abiertos. Lo que demuestra la citación es cierto malhumor por tener aún algunas cuestiones para el magistrado algo marginales, aún sin definir. Si bien no culpa puntualmente a la Argentina (ni a los otros contendientes), deja entrever su malhumor por la demora y llama al special master a que "si no hay acuerdo" busque "la manera que considere apropiada a su sola discreción" para lograrlo. Griesa busca cerrar todos los casos aún abiertos y que se acuerde con los acreedores residuales (entre todos no llegan a los u$s100 millones en bonos impagos desde 2001); a firmar un plan de pagos.

En el caso de Euroclear, que se había presentado ante el juez reclamando que la Argentina se presente en las causas paralelas, la situación es diferente. Junto con Cearstream (la otra agencia de custodia de pagos de la deuda externa que tenía contratada la Argentina antes del default) apoyaron la operación de liquidación de los vencimientos de los títulos públicos del país en Buenos Aires. El problema surgió en marzo de 2015 cuando Griesa ordenó a Euroclear a retener cualquier pago de bonos reestructurados de la deuda argentina, buscando forzar en esos momentos al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a firmar un acuerdo con los acreedores respetando su fallo que le daba la razón a Elliott, Dart, Aurelius, Olifant y el resto de los fondos que le habían hecho juicio al país. En ese momento se había firmado un acuerdo entre el Citibank y los fondos para que el banco se retire del negocio del pago de bonos en dólares bajo ley argentina canjeados en 2005 y 2010. El entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, calificó a ese acuerdo como "un principio de estafa" y le aclaró a las partes que si cumplían con esa operación serían pasibles de una represalia, que en el caso del Citibank podría haber incluido la suspensión de sus actividades en el país.

Como contrapartida, la agencia era además amenazada por los acreedores a pagar en Nueva York; lo que luego fue avalado por el propio Griesa. Como finalmente no cumplió por orden de la Argentina, toda la situación le generó una serie de costos y demandas monetarias y judiciales a Euroclear. La agencia se presentó ahora ante Griesa, luego de firmado el acuerdo de la Argentina con los acreedores, para que el juez defina las responsabilidades por aquel conflicto de marzo de 2015; pero para el juez es Pollack en su rol de special master el que lo debe resolver. Incluso aplicando "su propio criterio".