María Elena Walsh y la razón de ser de la Alianza en el gobierno

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Jorge Halperín

(31/1/2017).


La historia no se repite, pero es muy interesante remontarse al primer año de la primera Alianza, la de De la Rúa, y la mirada que en ese momento tenía uno de nuestros personajes más lúcidos.

Mediados de 2000. Gobierna la Alianza con De la Rúa desde hace seis meses. María Elena Walsh, nacida un primero de febrero de 1930 – mañana se cumplen 87 años -, anda en ese momento por sus setenta y se recupera de una enfermedad. La entrevisto en su casa de Barrio Norte para la revista Trespuntos.

Siempre fue contra la corriente, y, mientras que todo el mundo a esa altura abominaba de la década de Menem, ella aparecía más indulgente, aunque escéptica de la política.

Me dice “Creo en la gente, creo en la democracia

“Dios nos la conserve sanita”, pero todo lo demás me parece una tomadura de pelo de parte de la clase política, y de este gobierno más.

Le digo que De la Rúa apenas lleva seis meses”. Me responde: “No lleva seis meses; lleva diez años de predicar contra Menem. Fuera de eso, no se les cae una idea.

Pero María Elena admite que hay mucha gente que sigue dándoles crédito. La gente está a la expectativa. Pero yo tengo setenta pirulos y esas expectativas prefiero ponerlas en otra cosa: en la gente que realmente tiene proyectos.

En mayo de 2000, María Elena hablaba de la falta de proyecto del gobierno de la Alianza: “No prometieron absolutamente nada, sólo acabar con Menem, que, además, estaba en el fin de su mandato.

- ¿Qué piensa que viene ahora?

- Creo que nada.

¿Siente más simpatías hacia los peronistas?

- Si, absolutamente. No siempre fue así. En la época de Perón yo era furiosamente antiperonista. Pero después, con el correr del tiempo, puedo definir a un peronista o a un radical, hay unas diferencias casi étnicas. Con el peronista te entendés, no te entendés, te peleas, te agarras a los bifes, lo que vos quieras, te gritas, te amigas. Y el otro es un ser soberbio que te da cátedra y te convence de que estas equivocada y ahí terminó todo.

- ¿Usted se reconcilió a partir del peronismo de Menem?

- No, antes. Muy poco tiempo después de la Revolución Libertadora, te estoy hablando de cosas muy históricas. Menem es reciente.

- Fue votante peronista?

- En algún momento si, creo que en el momento de votar a Cámpora, muy bien no me acuerdo, no sé...sí, cuando ganó masivamente. No fue un voto por convicción...

- No tanto por Perón mismo...

-No, no, no era una cuestión de convicción sino de elección.

- En los ´60, en medio de dictaduras, usted fue con sus canciones una defensora de la libertad. ¿En el 2000 le parece que hay que seguir clamando la libertad o hablar más de igualdad y fraternidad?

- Fíjese que en el ’68, cuando yo escribí el tango el ’45, decía “cuando el que te dije salía al balcón”, y era porque todavía estaba vigente la ley que prohibía nombrar a Perón. Veníamos de muchas prohibiciones. Siempre hay que estar peleando la libertad. Pero la igualdad es la que me interesa porque la fraternidad, tal como se la entiende hoy llamándola solidaridad, es lo que despreciamos en una época porque era lo que hacían las damas de beneficencia. Estamos convencidos de que hay pobres y, como tiene que haberlos, seamos buenitos y démosles cajas de comida. Eso lo desprecio y lo detesto. En lugar de eso, vamos a centrarnos en la igualdad.

- Sobre todo en este momento (año 2000) en que la característica es la exclusión. No?

- Históricamente siempre se quiso que el mundo fuera de poco amos y de muchos esclavos, pero los esclavos laburaban, y había que darles de comer. Ahora, estaban todos concentrados en echar a Menem, y no vieron que el peligro no venía por Menem, sino por circunstancias sociales mucho más amplias, que era el hecho de que ahora se produce con menos trabajo humano. Y nadie previó cómo arreglarlo y cómo compensarlo. Por eso hay que pensar en la igualdad.

- ¿Le parece que los peronistas lo entienden mejor?

- Yo creo que sí. De movida es un tema que para ellos existe. Aunque no cumplan con eso, o no lo sepan hacer, pero básicamente está en ellos; en cambio, para los radicales la base es la política, sus puestos, sus comités, sus muchachos.

- Pero no hemos hablado del Frepaso, que es la otra pata de la Alianza...

- ¿Lo qué?

- Muy elocuente...

- María Elena no se sentía decepcionada porque dijo que nunca esperó mucho, aunque alertó:

- “Lo que no quiero ser es temerosa. Pero tengo miedo.

- Miedo porque la ineficiencia esa incapacidad, es muy peligrosa. La gente habla de lo mal que estamos. Sin embargo, el ánimo me parece que es bastante sereno porque quizás hay expectativas. Con esta historia de que primero hay que poner las cuentas en orden, y después nos vamos para arriba. Mentira”.

Me pregunto, 17 años más tarde: ¿No estamos ante un deja vu?.

María Elena vivió once años más,. En 2008 elogió la sensatez e inteligencia de la presidenta Cristina Fernandez mostrándose feliz por las mujeres que llegan al gobierno, y criticó a quienes la cuestionaban por sus compras diciendo que con esas críticas caen muy bajo.

- María Elena Walsh se nos fue un el 10 de enero de 2011.