El business plan del ministro de economía de Trump

Steven Mnuchin, ex socio de Goldman Sachs y fundador de varios fondos de inversión, es el Secretario del Tesoro estadounidense.

Por Maximiliano Sardi



El ministro de economía de Trump tiene una fortuna estimada en 500 millones de dólares.

El elegido por Trump para ser el nuevo Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, aprobó la reforma fiscal por ser “la primer prioridad”. El plan consiste en una rebaja en el Impuesto a las Ganancias (12%, 25% y 33% según la categoría con “descuentos” de hasta un 6%), y en los impuesto de sociedades para conseguir un crecimiento sostenido del 3%, que haga que las empresas estadounidenses sean más competitivas. Según Mnuchin, se trata de los “mayores recortes de impuestos desde la presidencia de Reagan”.

Asimismo, Trump anunció su plan para estimular la economía a través de un mayor gasto público en infraestructuras y defensa con hasta un billón de dólares durante sus cuatro años de mandato. Esto supone un incremento del presupuesto de al menos un 6,5% anual. La acción cuenta con el apoyo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha pronosticado un crecimiento mundial de 0,1% en 2017 y un 0,3% en 2018, gracias a la medida.

Otra de las prioridades del estrenado en el Salón Oval ha sido excluir a Estados Unidos de los acuerdos internacionales de comercio, como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) con la región Asia-Pacífico que aún estaba por ratificar. Trump afirmó en noviembre que “el primer día” de su presidencia notificaría la intención de retirarse del tratado. Y cumplió: “la apuesta es buscar acuerdos de comercio bilaterales con los países de la zona”, explicó Trump.

Por otra parte, sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que une a Estados Unidos, Canadá y México, la nueva Administración apunta a reformarlo: “Soy optimista de que podamos renegociar ese acuerdo, que sea ventajoso para nosotros y para México”, afirmó Steven Mnuchin.

Finalmente, el presidente estadounidense trabajó con su equipo económico en la necesidad de una devaluación: desde su asunción el dólar cayó un 3%. “Suena bien decir que tenemos un dólar fuerte. Pero eso es todo. Un dólar menos potente puede permitir un aumento de las exportaciones, y con ello un repunte del crecimiento y la vuelta de empresas manufactureras que han optado por instalarse en mercados más baratos como China”, sintetizó Trump.