Temer promete que la economía levantará en el segundo semestre

El presidente de Brasil afirma que se reducirá el nivel de desempleo, hoy record

El mandatario que aplicó un programa de ajuste y flexibilizó la ley laboral asegura que en el 2017 “vamos a vencer la crisis”. Brasil registró una tasa de desocupación del 11,9 por ciento entre septiembre y noviembre. La economía más grande de América latina cierra 2016 en recesión.


El fuerte plan de ajuste impulsado por Temer generó protestas en las principales ciudades de Brasil.


El presidente de Brasil, Michel Temer, se mostró ayer confiado en que su país, la primera economía de América latina, pueda superar el próximo año la crisis y volver al crecimiento económico. Pese al optimismo presidencial, los expertos esperan que la economía brasileña vuelva a crecer en un porcentaje todavía muy bajo el próximo año.

“El año de 2017 será efectivamente un año nuevo, será el año en que vamos a vencer a la crisis”, dijo Temer en su mensaje de fin de año, en el que deseó también “mucha esperanza” para los brasileños en los próximos 12 meses.

El presidente, que asumió el cargo formalmente en agosto tras la destitución de su predecesora, Dilma Rousseff, defendió también las medidas de ahorro emprendidas por su gestión para afrontar la crisis. El fuerte programa de ajuste impulsado por el Ejecutivo conservador de Temer ha generado muchas críticas entre la población, que se opuso en multitudinarias marchas en las principales ciudades del país.

Entre otras medidas, el gobierno congeló el gasto público durante los próximos 20 años y ha anunciado una reforma del sistema de pensiones y una flexibilización de la legislación laboral. En ese plan de recortes, Temer decretó ayer el despido de unos 4600 agentes públicos que se harán efectivos durante el primer semestre de 2017 y generarán un ahorro de más de 240 millones de reales (unos 73 millones de dólares). La mayor parte de los puestos de trabajo, unos 2962, serán suprimidos en enero, señaló el gobierno en el Diario Oficial de la Unión divulgado ayer. Para marzo está previsto eliminar otros 1503 cargos y los restantes se postergarán hasta julio.

Brasil registró en el trimestre cerrado en noviembre una tasa record del 11,9 por ciento de desempleo, equivalente a 12,1 millones de personas sin trabajo en el gigante sudamericano, según comunicó ayer el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). La cifra, correspondiente a los meses que van de septiembre a noviembre, es la más alta registrada desde el comienzo de ese tipo de mediciones, en 2012, señaló el organismo.

La estadística representa un fuerte aumento de 33,1 por ciento en el número de desempleados en relación con el mismo trimestre del año pasado, equivalente a tres millones de personas. Unos nueve millones de brasileños estaban a finales de noviembre de 2015 sin trabajo.

La cifra, por otro lado, se mantuvo en los parámetros registrados en los meses anteriores de este año. La tasa de desempleo medida entre junio y agosto fue de 11,8 por ciento.

El retroceso se registró en los campos de la construcción, la agricultura y la ganadería, entre otros, mientras que sectores de servicios como la hostelería y la alimentación pudieron crecer un poco. Unos 90,2 millones de los 200 millones de brasileños tenían empleo en el último trimestre, según la estadística.

“Ese tema del desempleo, que es angustiante, será un tema que comenzará en efecto a ser resuelto”, prometió ayer Temer en su alocución. “Pensamos que a partir del segundo semestre del año que viene el desempleo caerá en función de las medidas que estamos tomando”, vaticinó.

Después de registrar un fuerte crecimiento durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores de la década pasada, el país más grande de la región entró en una fuerte crisis en el último período debido al desgaste, entre otros factores, de su modelo productivo. A los problemas en el sector petrolero se sumaron en los últimos años varios escándalos de corrupción, sobre todo en torno de la petrolera estatal Petrobras, una de las grandes empresas del país, que entra en el grupo de las diez mayores petroleras del mundo. Los presuntos fraudes en Petrobras causaron pérdidas millonarias y han alimentado también el descrédito de la clase política por su implicación en las tramas de corrupción.

La economía más grande de América latina cerrará 2016 por segundo año consecutivo en recesión, otra vez con una contracción de más de tres puntos de su Producto Bruto Interno.