Fillon será el candidato presidencial de la derecha en Francia





François Fillon.


François Fillon, que será el candidato presidencial del centro-derecha francés tras arrasar en la segunda vuelta de las primarias, celebró hoy una "victoria de fondo, que ha roto con todos los escenarios escritos de antemano".


"Es una victoria construida sobre mis convicciones. Desde hace tres años recorro Francia con mis convicciones, y mi iniciativa ha sido comprendida por los franceses", dijo al comparecer ante sus seguidores.




El ex primer ministro, de 62 años, obtuvo una aplastante victoria sobre su rival, Alain Juppé, con más del 68 % de los votos -según las mesas electorales escrutadas hasta el momento- y recibió el apoyo explícito de este minutos antes de dar su discurso.




Fillon criticó con dureza al actual inquilino del Palacio del Elíseo, François Hollande, al asegurar que su quinquenio presidencial "ha sido patético", por lo que "será necesario ponerle fin y partir hacia adelante" como no se ha hecho "en 30 años".




Tuvo un "pensamiento particular" para el expresidente francés Nicolas Sarkozy, su contrincante en las primarias y de quien fue primer ministro cinco años, y envió a Juppé "un mensaje de amistad, estima y respeto", pues es "un hombre de Estado".




"La izquierda es el fracaso y la extrema derecha es el hundimiento. Hollande ha rebajado la función presidencial, habrá que restaurarla", continuó Fillon, entre abucheos de sus seguidores cuando escuchaban el nombre del mandatario.




Tras asegurar que ahora tiene "el deber de vencer al inmovilismo y a la demagogia", dijo que, a su juicio, los votantes han encontrado en él "los valores franceses".



"El resultado no está a la altura de mis esperanzas (...). Felicito a Fillon por su amplia victoria y le apoyo desde esta noche, le deseo buena suerte y la victoria el año que viene", declaró el ex primer ministro Alain Juppe, su rival.

"Tiendo la mano a todos los que quieren servir a nuestro país", dijo el ganador en un tono solemne a su llegada a la Maison de la Chimie, donde le esperaban sus seguidores. En Francia, hay una necesidad "de respeto y orgullo, de autor idad del Estado y ejemplo de los que lo dirigen", afirmó Fillon. "Tengo el deber de vencer la demagogia y el inmovilismo".

“Tiene el peor programa social que haya podido existir”, reaccionó Le Pen en Europe 1 nada más conocer el triunfo del ex primer ministro.

“Es una de las figuras más antisociales”, aseguró el Partido Socialista.

“Complicará el voto del votante de la izquierda a su favor si, por desgracia, esa izquierda no llega a la 2da. vuelta”, añaden los socialistas, a los que todos los sondeos los dan por eliminados en la primera ronda.

Hombre secreto y ambicioso, que fue elegido diputado de la Sarthe en 1981, con 27 años, ha sido ministro en 4 ocasiones y 1er. ministro durante los 5 años de Nicolas Sarkozy. La Presidencia de la República es el único cargo electivo que no ha asumido a día de hoy, aunque desde ayer, las posibilidades de que ascienda a la jefatura del Estado son reales.

A pesar de ello, hasta ahora era poco conocido por los franceses en general, no sólo porque quedaba eclipsado por la omnipresencia de Sarkozy cuando él era jefe de gobierno, sino también por su propia discreción. Fillon cree que la vida privada no debe mezclarse con la vida pública, pero durante la campaña por las primarias ha visto la necesidad de darse a conocer un poco más y ha participado, como el resto de candidatos, a un programa de televisión.

Entre sus hobbies, está el alpinismo, y las carreras de coches, ha participado en el Circuito Bugatti y en el 24 Horas de Mans.

Fillon ha recibido una educación católica tanto en su familia como en el colegio, con los jesuitas. Sus padres er an gaullistas, el padre con una vertiente más conservadora, y la madre, más social.

Su mentor político fue Philippe Seguin, fallecido presidente de la Asamblea Nacional, quien habría calificado el programa de François Fillon, de excesivamente liberal.

El candidato de la derecha a las presidenciales tuvo un pensamiento particular para Nicolas Sarkozy, y envió a Juppé un mensaje "de estima y respeto".